El aroma del viento.

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Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen.

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Capítulo 13: Sentimientos confusos.

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Podría decirte tantas cosas, pero si te fijas en la forma en que te miro, ya deberías saberlo todo.

Una poderosa descarga de dolor recorre todo su cuerpo haciéndola sudar frío, se aferra a la mano de Sasuke con fuerza doblándose un poco por el dolor. Inhala y exhala profundo un par de veces mientras se inclina hacia delante en el asiento del auto, Sasuke acaricia su espalda pero solo se molesta más porque el dolor no desaparece así de fácil. No puede odiarlo pero si culparlo por embarazarla, aunque bueno, no la obligo. Le mira de forma asesina porque es frustrante para ella ver como él no sufre del mismo modo, los hombres la tienen tan fácil y eso apesta.

Aprieta los dientes con fuerza cuando otra descarga le recorre con igual o más fuerza, esta segura de que ha enterrado las uñas en la carne de Sasuke pero no puede evitarlo, Mikoto le mintió, ¡Le había dicho que solo dolía un poco!

—¿Vamos de rodillas o que?

Eso era imposible por el auto pero estaba histérica, no pensaba a la hora de hablar y solo le importaba llegar lo más pronto posible al hospital. El chofer de Sasuke se tensó al instante que ella lo fulminó con la mirada.

—Sube un poco la velocidad.— ordenó su esposo.

—Lo sient...— no termina la frase porque un quejido de dolor le gana, respiran profundo como le enseñó Tsunade. —... ¡Sasuke-kun duele!— chilla mientras hace un puchero.

El auto se detiene y da gracias porque al fin hayan llegado, Sasuke la ayuda a bajar con sumo cuidado, toma la pañalera que han preparado anteriormente y se la cuelga en el brazo derecho. Sería una imagen sumamente tierna de no ser porque no puede pensar con claridad, una vez fuera él la toma entre brazos para llevarla dentro, puede ver su semblante preocupado dejando de lado su aparente calma.

—Siéntala— Tsunade le ordena a Sasuke mientras sujeta una silla de ruedas, no es momento para que él proteste por la orden así que obedece. — Ve a prepararte, vas entrar con ella.—

La sorpresa invade los ojos de su esposo, se queda de pie un momento procesando lo que ha escuchado, en cuando lo hace camina a grandes zancadas para alcanzarlas ya que Tsunade la lleva a la sala de parto. En cuanto ella cruza las puertas blancas todo su vuelve un caos, Tsunade y Sasuke desaparecen mientras la enfermeras comienzan a prepararla, van de aquí para allá habilidosamente y para cuando se da cuenta ya está acomodada para traer al mundo al bebé Uchiha. No quizo saber que sería, decidió guardar la sorpresa para el último momento.

Tsunade aparece por las puertas con su vestimenta médica lista para intervenir, detrás de ella está su esposo vestido con lo mismo, un cubre bocas abarca la mayor parte de su rostro dejando solo ver sus ojos. Se acerca a ella y no pierde la oportunidad para tomarlo de la mano, trata de sonreírle pero el miedo y el dolor se lo impiden haciendo que solo forme una mueca seguramente extraña porque Sasuke la ve confundido.

—Bien Sakura ¿Recuerdas lo que te enseñe?— asiente a duras penas con un ruidito.— es hora de ponerlo en práctica, ¡Puja!

No necesita escucharla dos veces, toma lo más que puede de aire y puja con fuerza, esta sudando a montones que ni siquiera siente la gorra azul que le han puesto en la cabeza, un mechón rosa se pega en su frente pero Sasuke es amable al quitárselo delicadamente. Aprieta los ojos con fuerza junto con los dientes cuando vuelve a pujar, no necesita que Tsunade le diga, ya habían practicado bastante ese momento.

Dejo de prestar atención a Sasuke cuando entro en labor, el tiempo se le hace eterno y comienza a preocuparse cuando no escucha el llanto del bebé o a Tsunade decirle que todo salió bien.

—¡Solo un poco más Sakura!— grita Tsunade haciéndola relajarse un poco, vuelve a tomar aire y lo intenta una vez más. —¡Es niña!— grita emocionada la rubia.

Se permite relajarse cuando escucha el grito y deja caer su peso completo en la camilla, su pecho sube y baja agitado, su cuerpo se siente repentinamente débil, tiene sueño. Lucha por mantenerse despierta pero Sasuke no ayuda, le acaricia el rostro con delicadeza y limpia unas lágrimas de sus mejilla que no se había dado cuenta que había soltado.

—Lo hiciste bien Sakura.— murmura con una suave sonrisa.

—Aquí está el nuevo papa.— Tsunade parece muy contenta y orgullosa.

Antes de perder el conocimiento logra ver como Tsunade le entrega a Sasuke la pequeña niña recién nacida envuelta en una sábana blanca, él la toma con sumo cuidado y temeroso, sonríe ante eso. La imagen de Sasuke viendo a su hija en brazos con todo el amor del mundo junto con una amplia sonrisa amorosa queda grabada en su mente, esa era la primera vez que su esposo dejaba ver al mundo sus verdaderos sentimientos.

Él le acerca a la niña y puede ver su carita redonda roja antes de desmayarse.

Sonríe de solo recordar el día que Sarada nació, es increíble que aún conserve detalladamente el recuerdo intacto en su memoria, incluso recuerda como al día siguiente la habitación estaba llena de flores y regalos para ambas mientras Sasuke contemplaba maravillado a su hija entre sus brazos. En cuanto ella despertó se la enseño con mucho orgullo y le concedió el permiso para cargarla solo porque tenía que alimentarla, incluso se recostó en el hueco que quedaba libre de su cama de hospital para contémplelas a ambas, en ese momento su pequeña familia estaba completa.

Sonríe con el vago recuerdo mientras observa a su hija riendo y cantando victoria en los videojuegos contra Boruto, el rubio la mira con el ceño fruncido mientras reinicia el juego. ¿Cuando creció tanto? Sus nueve años se sienten como un parpadeo ahora que lo piensa mejor, pero para ella siempre será su niña.

—Ese bastardo, ¿como puede siquiera hablarte?

Karin la saca de sus pensamientos gruñendo constantemente mientras prepara algo de botana para los niños, después de contarle sobre su encuentro con Sasuke y la pelea con Ino el día anterior, esta que hecha chispas. Ella no está molesta, al contrario de su mejor amiga, solo siente tristeza y melancolía por los recuerdos de su vida, por Sasuke.

Había salido a dar un paseo nocturno después de que Itachi se quedó dormido, se sentía inquieta y el sonido del mar parecía ser un buen relajante, nunca imagino que lo encontraría ahí. Pero contrario al último encuentro en su oficina, esta vez no sintió sus sentimientos revueltos o su cuerpo reaccionar ante él, se mantuvo serena contemplando el oscuro mar dejándose llevar por el sonido.

Los recuerdos de Sasuke y ella siendo novios llegaron a su cabeza uno tras otro llevándola a darse cuenta que su ex marido ya no era el mismo que conoció a los 17. Sasuke había cambiado todos sus ideales, se había cerrado en una coraza donde tenía en cuenta que solo él poder valía.

En el pasado la había amado a ella y a su hija pero en algún punto, ese amor se perdió o simplemente se confundió con la costumbre pero eso no justifica su error o su egoísmo. La pelea con Ino había servido para sacar toda su ira y frustración, aunque también la llevó a darse cuenta de que no son para nada iguales.

Había abierto un poco los ojos.

Seguramente Sasuke nunca encontraría a alguien como ella y si bien era cierto que le seguía queriendo, el amor que le tenía de a poco se iba debilitando. Quizá en un futuro pudiese perdonarlo pero eso no significaba que regresaría con el, ya no se imaginaba a su lado. Tenía a Sarada y eso era lo único que importaba, con ella podía comenzar una y mil veces de ser necesario, claro, también estaban sus amigos e Itachi.

—¿Y si levantamos una orden de restricción?

Suelta una suave risa ante el comentario de Karin, ella la mira como si le hubiesen salido tres cabezas pero no puede evitarlo, una orden de restricción ya es demasiado por un simple encuentro. Karin termina siendo contagiada por su risa y tras varios segundos la pelirroja la abraza con cariño.

—No creo que sea para tanto— dice. — Creo que puedo manejarlo.

—Si tu lo dices, es bueno verte reír de nuevo— Karin le da una palmada suave en la espalda y sigue con su labor. —por cierto, ¿que harás con Ino?

—Hum, no lo sé.

—¿Que piensa Itachi?

Algo se remueve en su interior cuando la idea de que a Itachi todavía le importa la rubia pasa por su mente, cuando la pelea sucedió él la defendió pero eso no significa que ya no sienta nada por Ino. No había hablado con él sobre el tema desde el día anterior porque no sabía que o cómo comenzar el tema, solo habían disfrutado de la playa todos juntos durante todo el día.

En cuanto llegó la tarde regresaron al hotel y siendo fin de semana, Naruto y Hinata fueron animados para salir a una cita. Tanto ella como Karin y Suigetsu se ofrecieron para cuidar a los niños mientras que Itachi y Matsuri se excusaron diciendo que tenían que descansar.

—No he hablado con él todavía— murmura tomando una fritura y comiéndola. — estamos de vacaciones...

Karin rueda los ojos y suspira, toma la bandeja que ha preparada cuidadosamente y la lleva a la sala donde las acomoda para los niños, después lleva algo de jugo para Himawari y Suigetsu que están jugando al té. Regresa con una sonrisa en sus labios divertida y se recarga sobre la barra de frente a ella, se cruza de brazos mientras la observa detalladamente a través de sus lentes rojos.

—Sakura— dice mientras sus labios se van curvando con picardía. —¿Alguna vez en toda tu vida has pensado en el guapo-sexy Itachi como algo más?

Casi escupe la fritura que se está comiendo cuando la escucha, tose un par de veces y toma un poco de jugo. Toma aire y la mira con los ojos seguramente abiertos como platos, ¿acaso es lo que está pensando? La sonrisa de Karin le dice que si, siente sus mejillas arder.

—¿Algo más?— maldice cuando su voz sale temblorosa. —¿Te refieres a...?

Su amiga asiente con firmeza sin dejar de lado su mueca.

—No puede ser, enserio nunca te paso por la cabeza.— Karin ríe a carcajadas al darse cuenta.

Desvía la vista a otro lado, Karin suspira con fuerza mientras acomoda sus lentes, se acerca hacia ella y se coloca a su lado. —Pobre Itachi, debió haber sufrido mucho. No cabe duda que ser irremediablemente guapo no funciono contigo.

La pelirroja niega con la cabeza, su cabeza trata de procesar todo lo que le ha dicho.

—¿A que te refieres?

—A nada y hablando de eso, ve a buscarlo. Es hora de cenar.

Frunce ligeramente el ceño pero antes de que pueda preguntar algo, ella sale de la pequeña cocina sin darle oportunidad alguna. Suspira rendida mientras sale detrás de ella, toma la llave de la habitación y sale con calma, sube al ascensor mientras piensa en las palabras de Karin.

¿Algún momento Itachi la habrá visto como algo más?

Nunca se lo había preguntado a sí misma porque nunca en su mente pasó tal idea descabellada, sonríe ante sus propios pensamientos. Es ridículo, alguien como Itachi seguramente nunca se fijaría en ella, tan solo basta ver a Ino para darse cuenta que alguien como ella de cabello rosa y no tan curvilínea es su tipo.

¿Entonces porque siente la decepción instalada en su pecho?

Para cuando se da cuenta ya está tocando la puerta de la habitación de él, la puerta se abre al cabo de unos minutos que parecen horas, la habitación está en total penumbra. Entra cuidando sus pasos al momento que tantea en busca del interruptor de luz. En cuanto logra encontrarlo la habitación se ilumina, parpadea un par de veces antes de ver con claridad.

—¡Itachi!

Se cubre la boca por la impresión de verlo en un sillón individual de la pequeña sala de su habitación bebiendo un vaso de, lo que parece ser, un vaso de wiscky. Pero no es eso lo que la ha asombrado, la asombra ver su labio roto con rastros de sangre y su pómulo derecho ligeramente abierto del mismo modo. Su ropa está húmeda y sucia con arena mezclada con sangre por todos lados al igual que su cuerpo.

"Sasuke" es lo primero que viene a su mente, automáticamente toda la comprensión que sentía por él se va al demonio siendo sustituida por enojo, casi corre hasta Itachi preocupada.

Él no tiene expresión alguna en su rostro, ni siquiera voltea a verla. Lo lleva al baño con algo de dificultad, abre las llaves de la regadera y prepara un par de toallas.

—Estas hecho un desastre, toma una ducha por favor.

Súplica y eso lo hace reaccionar un poco, siente la boca seca por el desagradable momento. Sale del baño a esperar que él esté en condiciones, recoge la botella de alcohol y el vaso llevándolo a la pequeña cocina, tira todo el líquido por el lava trastes y la botella a la basura. Pasa las manos por su rostro algo estresada, ¿en que momento se pelearon? ¿En que momento se encontraron? Las lágrimas se arremolinan en su rostro pero los cierra apretándolos fuerte, no puede llorar en un momento así.

La culpa y el remordimiento la invaden por no haberle dicho a Itachi sobre su hermano. Pero era precisamente por eso que no le había dicho nada, no quería que se confrontaran, no quería que pelearan. No sabe cuántos minutos pasan dando vueltas de un lado a otro hasta que escucha la puerta del baño abrirse, Itachi aparece arrastrando los pies, se sonroja violentamente cuando ve que solo trae una toalla en la cintura y la otra secando su cabello.

Se voltea corriendo pero es demasiado tarde, el musculoso pecho de Itachi con gotas de agua corriendo queda grabado en su memoria y es tremendamente sexy. ¿Enserio ha pensado eso? Joder, nunca en su vida había visto a otro hombre desnudo que no fuera Sasuke, Naruto no cuenta porque es como su hermano. Sacude la cabeza ante los pensamientos impropios que pasan por su mente.

—Lamentó que vieras eso, ya puedes voltear.

La suave voz de Itachi llena de tristeza llega a sus oídos, aunque sabe que no se está disculpando por salir así del baño, se está disculpando por el estado en el que lo encontró. Suspira con pesar, no tiene porque hacerlo pues él la vio casi en el mismo estado el día anterior, que ironía.

Antes de girarse se va en busca del pequeño botiquín, cuando regresa Itachi está sentado en la cama con unos pants de chandal grises y una polera blanca. Se acerca con aparente calma y abre el botiquín para tomar algodón y alcohol.

—¿Como estas?

Es una pregunta tonta pero de algún modo tenía que romper el incómodo silencio, pasa el algodón por su labio y su pómulo haciendo que haga una mueca. No contesta su pregunta pero sus ojos ónix no tienen emociones, su cuerpo está ahí pero su mente está volando por algún otro mundo.

Sin previo aviso, Itachi apoya su frente en su estómago tomándola por sorpresa. Se queda quieta cuando él la abraza por la cintura escondiendo de lleno su rostro en su abdomen pero le acaricia el oscuro cabello largo y mojado cuando siente un líquido caliente en su camisa.

Itachi está llorando.

Una parte de su corazón se encoge, desde que comenzó todo eso, Itachi siempre se mostró fuerte y con una sonrisa en su rostro cuando está a su lado por eso verlo así también le duele. Esperara paciente hasta que él termine, de algún modo logra acomodarse mejor para sentarse en la cama a lado suyo, Itachi esconde en todo momento su rostro para evitar que lo vea llorando, ya es suficiente con que sienta su llanto.

Termina acunándolo en sus piernas sin dejar de acariciar su cabeza, sin darse cuenta él se ha quedado dormido, su respiración acompasada se lo dice.

Se las arregla de nuevo para acomodarlo en la cama lo mejor que puede, toma una frazada de uno de los cajones y lo cubre con cuidado de no despertarlo, observa su rostro una vez más solo para darse cuenta que aunque está durmiendo, no está tranquilo.

Las ojeras debajo de su rostro están más marcadas que de costumbre y su rostro, aunque sigue luciendo atractivo, luce opaco. ¿Cuanto más tendrá que cargar? Tanto ella como Sasuke solo son problemas en la vida de él pero su egoísmo no la deja alejarse, ella lo reconoce y por eso se siente tan mal pero de algún modo trata de convencerse de que puede arreglarlo pero parece ser que solo empeora todo.

¿Y Sasuke?

Él se dará cuenta de todo el daño que ya le ha causado y que le sigue causando a su hermano mayor, suspira largo mientras apaga las luces y toma el pomo de la puerta. Tiene que hacer algo para hacer que deje de sufrir tanto, quizá y solo quizá, dejarlo sea una buena opción porque si ella se aleja, Sasuke también lo hará ¿No?

Abre la puerta y cierra despacio.

—Buenas noches Itachi...

X

Sarada la observa como si fuera lo más interesante de la habitación mientras termina de acomodar su largo cabello suelto, le sonríe de forma amigable pero ella se mantiene seria, al cabo de unos segundos toma su sombrero blanco de playa y de lo pone. El vestido rojo de vuelo y tirante le sienta de maravilla junto con sus sandalias blancas, sonríe contenta por su preciosa hija.

Acomoda su falta de vuelo verde e intenta bajar un poco la ombliguera rosa palo que Karin eligió para ella, quizá se debe a eso que Sarada no deja de verla, ya no es una jovencita para traer ombligueras pero su amiga amenazo con dejarle de hablar si no se la ponía.

—Rejuveneciste diez años mamá.

Sentencia al fin Sarada asintiendo con la cabeza, por fin se encoge de hombros y le sonríe, suspira con alivio pues no está molesta. Toma la mochila que han preparado para el pequeño viaje y salen de la habitación, habían decidido ir a una pequeña ciudad vecina a una hora de distancia con aguas termales mixtas, jardín, barbacoa y spa para relajarse. Naruto estaba muy contento pues podrían estar todos juntos sin necesidad de dividirse en hombres y mujeres.

Y bueno, a todos les pareció buena idea, aunque dudaba un poco sobre si Itachi fuera a ir o no porque desde el día anterior no había sabido nada de él. Sarada tararea una canción mientras bajan lentamente en el ascensor, parece muy entusiasmada, en cuanto las puertas se abren salen a encontrarse con los demás en la entrada.

—¿Estas seguro de que no te golpeó Sakura-Chan?

—¿Porque habría de golpearlo?— pregunta a Naruto que mira detenidamente el rostro de Itachi que a pesar de traer lentes oscuros, puede vérsele el golpe. —¿No valoras ni un poco tu vida verdad Naruto?

El rubio traga grueso en cuanto la ve y sonríe de manera nerviosa.

—¡Sakura-chan!— lloriquea. — a veces eres un poco peligrosa, dattebayo.

Quiere soltarle un golpe pero antes de que suceda siente la mirada fija de Itachi sobre ella, suspira con fuerza y se mantiene a raya mientras Karin se burla por lo bajo de su primo.

—Tío.

Sarada corre a donde él Uchiha y lo abraza con fuerza, siente ternura al verla tan preocupada por el, Itachi se agacha para estar a su altura y ella le acaricia las heridas con delicadeza.

—Me gustaría saber que te paso pero seguramente no lo dirás, así que ¿Nos vamos?

Karin le resta importancia al asunto pues sabe que es caso perdido, todos asienten y suben a los autos en el mismo orden que como llegaron. Se sube en el asiento del copiloto y enciende la radio para hacer menos pesado el viaje, Sarada tampoco pregunta nada pero sabe que se muere de la curiosidad por saber que sucedió.

—Neh, ¿Diferencia de opiniones?

Suigetsu se atreve a preguntar divertido e Itachi asiente con la cabeza para sorpresa de todos. Sin embargo, nadie vuelve a decir nada pues saben que con esta corta respuesta el tema está zanjado. El paisaje que les ofrece la orilla del mar es maravilloso, Sarada a tomado el celular para sacar algunas fotos, Suigetsu parece encantado con la idea y le sigue la corriente mientras ríen por las caras que hacen, con sus bromas y demás el viaje se hace relativamente corto.

Naruto no se equivocó, el lugar es precioso como sacado de un cuento. Una cabaña enorme con estacionamiento al frente y bosque de fondo. El pequeño pueblo es encantador desde que entraron y dejaron atrás hace ya rato el mar, todos bajan corriendo a estirar las piernas.

—¡Eh Sarada mira esto!— Boruto llama con alegría.

Sarada la mira y ella asiente en aprobación de que puede ir, sale corriendo al encuentro del rubio para después ambos correr al interior de la cabaña. Naruto se acerca con la pequeña Himawari en sus hombros, Hinata Y Matsuri platican animadamente.

—No eres tan idiota como pareces Naruto.— Suigetsu se burla.

—¡Oi!— grita ofendido Naruto. — lo encontré en internet, es genial, dattebayo.

—¿Sabes utilizar el internet?— pregunta con asombro Karin. —me sorprende.

—¡Hinata-chan!— lloriquea el rubio. — ¿Porqué todos están atacándome? Ttebayo.

—Vamos Naruto no te desanimes— ahora es su turno de hablar. — solo que es difícil de creer que puedas hacer más de una cosa a la vez.

Suelta una suave risa y Naruto entrecierra los ojos ofendido para caminar a la cabaña.

—Naruto-san yo creo que eres una buena persona, ¡Mira jefe!

Matsuri sonríe y toma a Itachi del brazo para salir corriendo a la cabaña también, desvía la vista cuando Itachi voltea a verla de reojo y tomo del brazo a Karin para entrar también. Suigetsu ríe por lo bajo y entonces le da un codazo suave que lo hace callar, no quiere ser el siguiente blanco de burlas.

—Matsuri, eres mi nueva mejor amiga, dattebayo.

Naruto asiente efusivamente y ha recuperado el ánimo. Todos ríen mientras entran, el interior es al estilo japonés tradicional perfectamente limpio, todos miran sorprendidos mientras esperan a Naruto que está chocando las reservaciones.

En cuanto comprueban todo los llevan a sus respectivas habitaciones dándoles libre acceso a todo el lugar, habitaciones compartidas donde por suerte le ha tocado con Karin pero ha escuchado la repartición y no sabe si es bueno o malo pero a Itachi le ha tocado con Matsuri.

Una vez que han terminado de instalarse corren a las aguas termales, todos ya están ahí así que solo se sitúa en la orilla, retira su ropa dejando a la vista el traje de bajo de dos puedas rojo y se sumerge en el agua. Siente todo su cuerpo relajarse como un alivio a todo el estrés que ha venido manejando últimamente, sin querer su vista se encuentra con la de Itachi, la desvía casi enseguida porque no tiene forma de verlo sin sentirse nerviosa ¿porque? No lo sabe.

Por desgracia el Uchiha luce demasiado bien, tiene embelesada a Karin que lo mira descaradamente, a Matsuri con las mejillas sonrojadas y hasta Hinata lo mira con asombro. Con sus bermudas azul marino y el pecho al descubierto no deja nada a la imaginación.

Su cabello negro está atado en un moño mal hecho con varios mechones pegado a su rostro por el agua,

Sin previo aviso, Suigetsu le avienta una toalla en la cara a Itachi.

—Maldita sea tápate— gruñe. — mira como las tienes.

Todas desvían la vista rápido avergonzadas por ser descubiertas.

—Oye cara de pez, déjalo— murmura Karin divertida. —Itachi, puedes andar desnudo si quieres.

—¡Karin-san!— gritan al unísono Hinata y Matsuri.

—¿Que?

No puede evitar reírse por lo que su amiga ha dicho, niega con la cabeza pero para su sorpresa, Sarada llega con una playera para Itachi que rápidamente comienza a ponérsela.

—Hn, tío tápate— ordena. —estas enseñando mucha piel.

—¡Ow!

Todas suspiran con ternura al ver a Sarada celosa por su tío mientras que la pequeña se sonroja y se cruza de brazos ofendida. Entonces Itachi suelta una risa, una suave risa sincera y pura. Por segunda vez las vuelve a dejar embelesadas por la imagen, incluyéndola a ella pues le ha dado un toquesito en la frente a Sarada y después la a cargado llevándosela de ahí.

—El jefe sería un buen padre.— murmura Matsuri.

—Naruto va a matarme.— murmura Hinata nerviosa y roja hasta la raíz.

—Sip, Ahí viene— dice Karin mientras sale del agua. —Yo voy a ver a Suigetsu.

—Yo voy por mi hija.— se excusa también. —Suerte con eso Hinata.

Toma una toalla y sale con una sonrisa en el rostro por un Naruto con el ceño bien fruncido y su hija en brazos, al llegar a su habitación se da cuenta que no hay rastro de Sarada así que aprovecha para cambiarse rápido por unos jeans negros ajustados y la misma ombliguera rosa, acomoda su cabello y sale en busca de ambos.

Conociendo a Itachi seguramente la llevo por algo dulce, el pueblo es pequeño así que no deben andar muy lejos, sale de la cabaña con su celular en la mano. Mientras camina por la calle principal se fija en los locales, todos son pequeños y con un toque muy hogareño pero a los pocos pasos hay uno que llama su atención.

"Floristería Yamanaka."

Automáticamente el rostro de la rubia llega a su mente ¿podrá ser? Debería dar la media vuelta e irse pero su curiosidad es más grande, con paso lento pero seguro se acerca. La entrada está llena de diversas flores que resaltan el color violeta de la fachada, el letrero de "abierto" pegado a la puerta la incita a entrar de una vez. El aroma a flores la invade en cuanto pone un pie dentro y la campanilla de la entrada anuncia su llegada.

Todo está muy bien arreglado, desde las flores por aquí y por haya, hasta los jarrones y moños para toda ocasión, observa todo con curiosidad. Se detiene cuando un ramo de narcisos cuidadosamente elaborado llama su atención, es precioso envuelto en un papel rosa y celofán con un moño de terciopelo manteniendo todo unido.

—Tiene buen gusto señorita.

La amable voz de una mujer la sobresalta un poco pero al verla se sorprende, la mujer le sonríe de forma amable. Tiene el cabello marrón claro recogido con una goma haciendo con ella un moño, sus ojos son de una tonalidad marrón café, viste un traje azul verdoso el cual lleva una joya en el centro del traje a la altura de los hombros. Pero su vista se centra detrás de la señora, en una foto colgada en la pared.

—¿Es hermosa no es así?

La mujer mira con infinita ternura la foto pero ella no puede asentir pues en la foto está Ino, en esa foto es tan solo una estudiante de preparatoria, lleva el uniforme escolar junto con una amplia sonrisa y el signo de paz en ambas manos. Una amarga saliva pasa por su boca.

—Es mi hija, Yamanaka Ino— confirma lo que presentía pero le asombra ver que la madre no parece ser igual que la rubia. — está trabajando duro en otra ciudad, hace tiempo que no la veo. Se fue poco después de que su padre muriera.

La culpa comienza a golpearla cuando ve la mirada de la mujer cristalizarse, coloca su mano derecha en su hombro para darle algo de apoyo. En definitiva la madre no es igual que la hija ¿que falló con Ino? El lugar es sencillo pero seguramente amor no debió faltarle y mucho menos algo que comer.

—Lo lamentó— murmura. — ¿Hace cuanto que no la ve?

—No mucho— se limita a decir la mujer pero algo le dice que miente.

—Bueno, seguro que ella vendrá a verla pronto.

Sonríe para darle esperanza porque ¿que más puede hacer? Sería muy bajo de su parte decirle que su hija era la amante de su marido y que por esa causa se divorciaron. Ella no estaba en la misma clasificación que Ino. Suelta el aire que tiene contenido en sus pulmones y regresa la vista a las flores.

—Las llevaremos.

La voz tranquila de Itachi la toma por sorpresa, voltea a verlo sorprendida mientras él le ¿sonríe? Sarada viene con él comiendo unos dangos y de igual forma le sonríe, observa maravillada el ramo de narcisos completamente ajena a todo. La mujer sonríe de nueva cuenta amable.

—Alegría y felicidad — dice la madre de Ino. — es lo que significa un ramo de narcisos. Me alegro mucho por ustedes, son muy afortunados.

Sakura siente sus mejillas arder cuando dice eso la señora pero no dice nada, Itachi pasa de largo a pagar el ramo y se lo entrega directamente en sus manos con una muy suave sonrisa torcida. Asiente a modos de agradecimiento.

—Gracias.

Dicen al unísono mientras caminan a la salida.

—¡Vuelvan pronto!

El amargo sabor de boca no puede digerirlo del todo mientras caminan por la calle de regreso a la cabaña, Itachi sujeta la mano de Sarada mientras ella camina en silencio, e inconscientemente abraza más el ramo de flores.

—¿Porque nunca te casaste?

La repentina pregunta de Sarada la saca de sus pensamientos mientras fija la mirada en Itachi que parece meditar un poco su respuesta.

—Nunca se presentó lo oportunidad.

—¿No te has enamorado de alguien?— pregunta de nuevo. — bueno, lo suficiente para querer casarte.

—Hubo alguien— divaga y ahora si presta atención también ella. —Hmmp, pero ella no sentía lo mismo por mi.

Sarada abre los ojos como platos. —Esa chica es una tonta.

Itachi ríe por el comentario de su sobrina y ella también lo hace, su hija tiene razón pero ¿quien es esa chica? La curiosidad ha despertado en ella, Itachi la mira de reojo y no puede evitar arquear una ceja.

—Quizá, pero nunca se lo dije.

—¿Porque?— ahora es ella quien pregunta y se arrepiente casi al instante.

—Siempre se lo demostré— explica. — pero ella nunca se dio cuenta.

—¿Y no crees que debiste decírselo?— cuestiona de nuevo. — hay personas que no entienden de esa forma.

—Es una tonta— interviene Sarada. —o increíblemente despistada para no darse cuenta, las personas inteligentes nos damos cuenta de todo.

Itachi niega con la cabeza con una sonrisa en su rostro, ella se encoge de hombros pues pelear con Sarada no es buena idea, dan el tema por olvidado y regresan al lugar. Sarada sale corriendo en busca de Himawari para ir al jardín, Itachi la acompaña a dejar las flores a su habitación.

No sabe que decirle cuando se sientan en la orilla de la cama, suspira de nuevo. Hay tantas cosas en su mente pero no tiene las palabras exactas para hacerlo, tampoco tiene el valor pues no sabe como reaccionará. Entonces mejor decide seguir evadiéndolos y si él tampoco tiene intención de tocarlos, que se le puede hacer.

—Esa chica, de la que estabas enamorado.

—Ya olvídalo Sakura, fue hace mucho tiempo.

—Me sorprende en realidad.— murmura. — nunca supe de eso.

—Hay muchas cosas que no sabes — suelta una suave risa. — ¿Como está tu rasguño?

Itachi se acerca a ver el rasguño en su mejilla. Se siente ligeramente nerviosa al tenerlo tan cerca suyo pero se distrae observando el golpe en su pómulo, es increíble que ambos estén golpeados. Sonríe con diversión haciendo que el Uchiha arquee una ceja interesado en su risa.

—Somos un desastre.

Murmura e Itachi suelta a reír con ella también, antes de que pueda darse cuenta, Itachi apoya su frente con la de ella, su estómago revolotea con intensidad al igual que su corazón late con fuerza, su mirada se entrelaza con la de él y entonces siente la conexión. Ambos se quedan así, embelesados por sus miradas que parecen transportarlos a otro mundo, olvidándose de todo.

El cálido aliento fresco de Itachi entra por sus fosas nasales embriagándola con fuerza, cierra los ojos disfrutando de la sensación, su mente no piensa y no quiere obligarla a hacerlo, se deja llevar y solo cuando siente el contacto ya es demasiado tarde.

Los labios de Itachi están sobre los suyos.

X

Sakura se fue de vacaciones llevándose a Sarada con ella, el bastardo de Itachi y sus amigos, todos en algún lugar contentos mientras ellos sufren por la furia de Madara que no tiene nada mejor que hacer en los últimos días. Así que si ellos se fueron de vacaciones, ellos también se escaparían con el presupuesto de la familia, la fabulosa idea era de Izuna que se había encargado de convencer a Obito y Shisui.

Juntos habían partido a una cabaña de agua termales que encontraron navegando en internet, se veía fabulosa y no lo pensaron dos veces para partir, todo iba normal. Fiesta, alcohol, chicas pero todo se fue al demonio cuando en el jardín se encontraron a Sarada.

Izuna casi pega el grito cuando vio a su sobrina caminando con ese niño rubio hijo del otro rubio idiota que no recuerda cómo se llama pero que sabe que es mejor amigo de Sasuke y Sakura. Algo le dijo que tenía que correr y salvar a su sobrina del abusivo ese, seguramente quería propasarse con ella y él no podía dejarlo.

Sin pensárselo dos veces corrió a toda velocidad pero a medio camino a su pie derecho se le ocurrió fallarle haciéndolo caer pero no caería solo, no señor, en el camino se aseguró de llevarse de corbata al mucoso ese. La caída fue tremenda que cuando se levantó no supo ni cómo lo hizo pero su sobrina miraba atónita todo, sobre todo al rubio.

¿Se habrá muerto?

Sintió el verdadero terror cuando lo vio en el piso sin reaccionar, miro a su sobrina y luego al niño, seguramente lo mandarían a la cárcel por eso, seguramente Madara estaría muy orgulloso de él por salvar a la niña pero nada de eso importaba si estaba encerrado. De nuevo y como pudo se levantó y salió corriendo.

—¡Dile a tu madre que fue un accidente y nunca me viste aquí!

Grito a Sarada antes de desaparecer a toda prisa, al entrar a la cabaña camino a paso rápido por los pasillos para ir a su habitación,

—Somos un desastre.

Se detuvo en seco al reconocer la voz de Sakura, ¿con quien hablaba? La curiosidad le ganó y se acercó a la habitación de donde escuchó su voz, la puerta estaba entreabierta. Sakura ya no era la esposa de Sasuke pero seguía siendo de la familia, entonces, si estaba en problemas él la ayudaría. Así como ayudo a Sarada, se asomó con cuidado de no ser visto.

Grave error.

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¡Hola a todos!

Aquí estoy con un regalo de Año Nuevo, así es, nuevo capítulo que a mi parecer me a encantado jaja había escrito uno primero y ya llevaba cerca de quince hojas cuando lo leí detenidamente y no me gustó, entonces lo cambié y salió esto. Me ha gustado y espero que a ustedes les guste también jeje

Eh estado leyendo muchos comentarios sobre el ItaSaku y comienzan a hacerme dudar jajaja me gusta el SasuSaku pero estoy titubeando, lo pensaré detenidamente lo prometo. Mientras los haré explotar con este capítulo :D

Cambiando de tema, todos dicen que Sasuke es muy OcC en Retsuden pero yo creo que es natural jaja es un amor! Porque al fin dejo que su amor por Sakura y su hija lo desbordase como alguna vez dijo Tobirama. Estoy tan contenta que aún no lo supero.

Y bien eso es todo, quiero agradecer por los recientes agradados a favoritos y followers. Los amo a todos.

¡Feliz Año Nuevo y que todos sus propósitos se hagan realidad!

/Damaris-Bennington: No llores :)) perdón por tanto tiempo de ausencia :(

/maryamaya1976gmail-com: Hola! Yo también me alegro de continuar jaja. Gracias a ti por seguir leyendo esto.

rosegold09: el perro maldito de Sasuke Jajajaja me reí bastante con eso, hola, si soy un poco olvidadiza y bueno creo que aquí hay más recompensa aun jeje muchas gracias por seguir leyendo esto y bueno, no sé qué más decir jajaja

Yomiii21: yo tampoco lo veo con Ino, es mala para Itachi, tiene que quedarse con alguien que lo amé puramente jajaja gracias a ti por seguir leyendo esto. :))

Dilanny-Danae: agradesco mucho que sigas aquí y lo aprecio mucho deveras, también me alegra que no seas fantasmin en esta historia porque todos sus comentarios me animan a seguir jaja y Sasuke creo que la va a seguir teniendo difícil jeje ;)

locayosas: Rayos, creo que con este capítulo te dará más IIIUUU, perdón :(( pero viéndole el lado bueno, es solo un beso :D

Guest: hola, creo que con esto queda complacida tu petición jajaja

javierabelen-lml: me encanta que te encante ;)

maihimecchi: holi, me alegra que esta historia te motive a comentar jaja me haces sentir halagada. Bueno, en realidad ya lo estoy dudando pero a la vez siento que un Ita-Saku sería complicado pero no creo que sea imposible jeje en cuanto a Sasuke e Ino todavía les falta, voy a comenzar a centrarme en ellos un poco más, aun no sé cómo pero lo haré jeje gracias a ti por tu punto de vista y espero seguir leyéndote jaja

Dickory5: jaja

Lizzie Uchiha: uf que bueno que les haya gustado porque dude mucho en subirla, tenia arruinar el hilo de la historia pero creo que no fue así jaja yo también quiero a Sasuke pero amo a Itachi :) gracias a ti por seguir aquí.

Sofia I. Villagra : ¿Verdad que si? A mi también me emociono cuando lo leí para agarrar el hilo de nuevo jaja gracias y saludos.

Panda: Hola! Aquí está la actualización y ¿Enserio la leíste en un día? Yo tarde como tres jajaja te agradezco mucho tu puedes tu punto de vista a mi escritura pues últimamente dudo un poco sobre ello porque siento que no lo plasmo al 100% pero estos comentarios me hacen motivarme un poco más. En cuanto a lo de ItaSaku, ya lo estoy reconsiderando, solo hay que esperar o ir viendo como se dan las cosas jaja estemos atentos a ver qué pasa pero por lo mientras, seguro que te infartas con este capítulo.

Eso es todo por el momento, nos leemos en la próxima.