NT: Gracias a hina230 por su constante apoyo como la beta de esta historia.
El capítulo final... y un par de notas al final de la historia.
DISCLAIMER: NO SOY DUEÑO DE NARUTO, HINATA SÍ
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Legado parte 2
Arco 'Una Nueva Era'
Capítulo 69: Epílogo
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Habían pasado tres años desde la pelea final entre Naruto y Madara.
"Tres años" dijo Naruto, ahora de veintiún años de edad, mientras veía al sol que se ocultaba por el horizonte. Nada había cambiado en su apariencia con la excepción de que tenía un rostro con facciones más fuertes y un par de centímetros más de altura.
Estaba vestido con nada más que boxers, admirando el cielo oscuro desde el balcón. Luego de que la guerra hubiera terminado y la ciudad estuviera en funcionamiento., Naruto y Hinata finalmente tuvieron una pequeña ceremonia de bodas y estaban disfrutando de su luna de miel en el País de la Primavera.
La ciudad se había vuelto la capital del mundo. La ciudad más grande con una población de millones. Sus puertas estaban abiertas a todo el mundo y para todos los que deseaban visitarla o vivir en ella.
La ciudad era hogar de una variedad de ubicaciones icónicas. Un gran parque, creado por Senju Hashirama. En la entrada de la ciudad se encontraban dos estatuas gigantescas de Naruto y Madara, justo como las que había en el Valle del Fin. En el centro, se encontraba la Torre del Kage, hogar y lugar de trabajo del hombre que cuidaba de la ciudad.
Ootsutsuki Naruto. Shodaime Kage (Primera Sombra). Ningún elemento fue escogido para el título, un recordatorio a la gente de lo que significaba la ciudad. Era el hogar de cada shinobi, de cada nación. Finalmente la habían alcanzado. La paz.
Ootsutsuki Naruto, es el apellido que ahora usaba. Naruto había escogido el apellido Senju en Konoha para mantenerlo vivo. Pero ahora que Hashirama y Tobirama estaban vivos, prefería honrar a Hagoromo y volver a usar el antiguo nombre del clan y devolverle su reputación. Después de todo Naruto era la reencarnación del sabio, así como Hinata era la de Hamura.
"Naruto" una voz somnolienta susurró unos segundos antes de que sintiera a Hinata abrazarlo por la espalda. "Vuelve a la cama".
Se giró lentamente para ver a Hinata. Como él, ella no había cambiado mucho. La diferencia más grande era quizás su cabello, el cual ahora le llegaba a los tobillos. Naruto la envolvió entre sus brazos y la atrajo para darle un suave beso bajo la puesta de sol. Hinata profundizó el beso y suspiró con satisfacción.
"Pasamos todo el día en la cama" dijo el rubio mientras se separaban. Hinata tenía los brazos alrededor del cuello de él y Naruto tomó una de sus manos. Los dos entrelazaron los dedos y Naruto tomó el anillo de bodas de Hinata, colocándolo entre los rostros de ambos.
"Un anillo para mostrar nuestro amor y para atarnos" dijo Naruto y Hinata sonrió con suavidad.
"Un anillo para sellar nuestro amor y entrelazarnos para siempre" concluyó Hinata mientras se inclinaba para darle otro beso.
"¿Quieres bajar para cenar algo?" preguntó el rubio, dándole un beso en la frente con suavidad.
"Claro" contestó ella y entró al cuarto para vestirse.
Naruto y Hinata se giraron la puerta al escuchar que alguien tocaba. "Un minuto" contestó Naruto mientras caminaba hacia la cama y se colocaba un kimono. "Entre".
La puerta se abrió y un hombre bien vestido entró. Por la placa en su camisa Naruto podía deducir que era parte del personal del hotel donde estaban hospedados. "Siento interrumpir, Naruto-sama" dijo el hombre mientras hacía una reverencia.
"No te preocupes" dijo Naruto. "¿Qué necesitas?"
"Hay un hombre en la recepción que desea hablar con Hinata-sama" le informó el hombre a la pareja.
"¿Le dijiste a alguien a dónde íbamos?" le preguntó Naruto a Hinata y ella negó con la cabeza. El rubio se encogió de hombros y se giró hacia el hombre. "Estaremos abajo en unos momentos" le dijo. El hombre volvió a hacer una reverencia y comenzó a salir de la habitación.
"Espera" dijo Naruto, antes de que el hombre saliera. "¿Dijo su nombre?" preguntó.
"No, señor" le contestó el hombre y se retiró.
Naruto y Hinata bajaron de su cuarto y entraron a la recepción del hotel para hablar con la misteriosa persona. Ciertamente no esperaban lo que les aguardaba.
El hombre tenía piel pálida y cabello blanco, así como facciones bastante finas. Tenía un diseño de seis magatanas tatuado alrededor del cuello, dándole la apariencia de un collar. Llevaba un kimono blanco y de cuello alto, con un obi negro, sobre el cual llevaba un cinturón verde claro atado al hombro. En la parte trasera del kimono estaba el emblema del Clan Ootsutsuki, el cual parecía un sol envuelto por una luna creciente.
"Genial, otro fan" pensó Naruto con desgana mientras veía al atuendo del hombre. Naruto y Hinata eran famosos y conocidos por todo el mundo. No era la primera vez que una persona que no conocieran se vistiera así e intentara hablar con ellos. "Incluso dibujó el símbolo de mi clan correctamente" pensó Naruto.
"¿Querías hablar conmigo?" preguntó Hinata mientras daba un paso hacia adelante. El hombre sonrió y extendió su brazo hacia ella.
"He venido por ti, Hinata" dijo.
"Venido por mí" repitió Hinata con confusión. Vio hacia Naruto quien se encogió de hombros, pero podía ver un poco de diversión en su expresión. "¿Quién eres?"
"Mi nombre es Ootsutsuki Toneri" contestó con una sonrisa.
"Claro que sí" pensó Naruto con sarcasmo.
"¿Por qué no abres los ojos?" preguntó Hinata con curiosidad. Toneri sonrió y levantó los párpados, revelando nada más que cuencas vacías.
"Mis ojos fueron removidos cuando no era nada más que un niño. Fueron sellados dentro del Tenseigan, una posesión sagrada de mi clan" explicó y Naruto de inmediato perdió la sonrisa de su rostro. Su Rinnegan era del conocimiento público, pero el Tenseigan de Hinata no lo era.
Solo los de la familia de ambos sabían de sus ojos. Y que un extraño poseyera tal información y lo dijera de forma tan trivial era preocupante. "¿Qué es lo que quieres?" preguntó Naruto tajante.
"Este es un decreto celestial. El día final se acerca. Antes de ese día, he venido por ti, Hinata" dijo Toneri momentos antes de que desapareciera en el aire.
"¿Algo que debería saber?" preguntó Naruto con diversión. Hinata entrelazó su brazo con el de él mientras caminaban hacia el salón para cenar.
"Se están haciendo más creativos cada día" dijo Hinata.
"Zetsu" dijo Naruto y el Zetsu Blanco salió del suelo. "¿Quién era ese chico?" preguntó.
"No tengo idea" contestó Zetsu y se volvió a hundir en el suelo.
"Qué útil".
## Unos días más tarde ##
El mundo estaba en caos con el número de meteoritos que caían del cielo. Naruto, estando a cargo de la capital, obviamente fue informado de que la luna se estaba quebrando y que los trozos de roca estaban precipitándose hacia el planeta.
"No me digas que tendré que volarla" dijo Naruto al ver a la brillante luna en el cielo. Sus poderes se habían duplicado en comparación de lo que eran cuando combatió con Madara, hace tres largos años Destruir la luna sería bastante fácil y crear una nueva que tomara su lugar no sería más difícil.
"NO vas a volar la luna" dijo Hinata sudando una gota.
De pronto apareció una nube de humo y una babosa apareció en el centro del cuarto. "Noticias urgentes de Tsunade-sama" dijo la babosa y Hinata tomó el rollo que llevaba.
Naruto volvió su atención a la luna hasta que escuchó a Hinata jadear. "¿Cuál es el problema?" preguntó.
"Hanabi ha sido secuestrada" contestó Hinata mientras leía los contenidos del mensaje.
"¿Qué? ¿Por quién?" preguntó Naruto con sorpresa y asombro.
"Ningún nombre, solo una descripción" contestó Hinata y comenzó a leer la descripción del secuestrador. Cabello blanco, piel pálida... "Toneri" siseó mientras le pasaba el mensaje a Naruto.
"¿Tu fan? ¡No es posible!" dijo y leyó con rapidez el mensaje. Estaba leyendo tan rápido como podía, pero ya podía sentir el chakra de Hinata inundar el cuarto y ya comenzaba a sentir que las paredes crujían. "Hinata, cálmate" dijo Naruto con severidad.
"Él tiene a mi hermana" contestó Hinata con enojo, pero Naruto no se ofendió por su tono.
"Dijo que iba a venir por ti ¿cierto? Entonces solo tenemos que esperar" dijo Naruto y Hinata frunció el ceño.
"Es fácil que lo digas. Podría lastimarla" dijo Hinata con tristeza y se sentó al borde de la cama.
Como si hablara del diablo, una sombra cubrió a la pareja. Toneri estaba bajando del cielo en una plataforma dorada. Sus antes huecas cuencas ahora tenían ojos azules. "He venido por ti, Hinata" dijo con una sonrisa.
"¿Dónde está Hanabi?" preguntó Hinata, preparándose para someter a Toneri si era necesario.
"Su Byakugan es tan puro" dijo mientras pasaba sus dedos encima de sus ojos.
"Tengo una pregunta" interrumpió Naruto antes de que Hinata comenzara a destruir las cosas. "¿Sabes quiénes somos?"
"Ella es Hyuuga Hinata, la Princesa del Byakugan. Por otro lado, no tengo idea de quién seas tú" dijo Toneri y Naruto suspiró.
"Me lo imaginaba. Entonces tú eres el que está detrás de la destrucción de la luna" dijo Naruto mientras movía una mano a través de su largo cabello. Otro enemigo había aparecido y este quería destruir el mundo entero.
"Es el castigo por convertir el chakra en un arma. Ustedes destruyeron el mundo que Hagoromo creó hace mucho tiempo" dijo Toneri con convicción.
"Supongo que no hay otra elección entonces" dijo Naruto. "Mi nombre..." comenzó a decir, sus ojos azules volviéndose plateados. "... es Ootsutsuki Naruto".
Los ojos de Toneri se agrandaron en una mezcla de sorpresa y miedo al ver el Rinnegan. "T-Tú no puedes tener esos ojos" dijo con ira. "Esos solo le han pertenecido a un hombre. No dejaré que el legado de Hagoromo termine en la desgracia" dijo con ferocidad, sus ojos brillando.
"Amenominaka" susurró Naruto. El espacio alrededor de los tres shinobis se retorció y el cuarto de hotel donde se encontraba fue reemplazado por un gran desierto lleno de dunas de arena. Toneri parpadeó al ver que sus alrededores cambiaban en un pestañeo. Vio al horizonte, pero no podía ver el fin del desierto.
"¿Qué es esto?" preguntó con incredulidad. "¿Qué sucedió?"
"Bienvenido, Toneri, a una de las muchas dimensiones a las que tengo acceso gracias a mis ojos" dijo Naruto, sus brazos señalando hacia el desierto. "Hiciste un error al intentar destruir nuestro mundo.".
"¿Y tú vas a detenerme?" preguntó con desdén.
"Yo no. Ella va a detenerte" dijo Naruto mientras apuntaba a Hinata. Toneri alzó una ceja con confusión y se giró hacia Hinata, solo para palidecer ante lo que veía. Hinata tenía su propio Tenseigan activo, y su largo y blanco cabello se movía amenazadoramente a sus espaldas.
Cinco minutos después, Toneri estaba sangrando y roto en la arena. "Eres un hipócrita, Toneri. Dices que destruyes al mundo como castigo por convertir el chakra en un arma, y aun así usas esa misma arma en nuestra contra" dijo Hinata, acercándose hacia el hombre que estaba tendido en el suelo.
"No permitiremos que destruyas la paz que hemos alcanzado. Algo por lo que tantas personas han dado su vida para crear" dijo Naruto, apuntando su mano hacia el enemigo caído y un pequeño cubo traslúcido apareciendo en la palma de su mano.
"¿Q-Quiénes son ustedes?" preguntó Toneri mientras tosía una bocanada de sangre, casi ahogándose por la cantidad.
"No somos héroes" dijo Naruto.
"No somos villanos" agregó Hinata.
"Somos lo que el mundo necesita que seamos. Las espadas en las sombras y los escudos en la luz. Somos los Guardianes Eternos" dijeron juntos. El ataque Jinton de Naruto se expandió y vaporizó por completo el cuerpo de Toneri.
Los dos vieron mientras el cuerpo de su enemigo desaparecía. De vuelta en su dimensión la luna detuvo su acercamiento. Nadie sabría lo que sucedió, por qué la luna de pronto se detuvo. No necesitaban saberlo. Lo que importaba es que estaban a salvo.
"Vamos por Hanabi" dijo Naruto. El espacio se retorció una vez más y se encontraron en la luna, particularmente dentro del castillo de Hamura. Encontraron con facilidad a Hanabi en una de las habitaciones. Sus ojos aun seguían vendados por la cirugía.
Naruto movió su mano sobre el rostro de Hanabi y le devolvió sus ojos. "Vayámonos de este sitio" dijo el rubio, envolviendo su brazo alrededor de Hinata y Hanabi y regresando a su planeta, pero no antes de dejar atrás una pequeña esfera blanca y brillante.
La esfera estalló y destruyó todo dentro del castillo. El legado de Hamura vivía dentro de Hinata. No había sentido en conservar una vacua reliquia".
## Cinco años después ##
Hinata gritó con dolor, aferrándose al brazo de Naruto. "Vamos, Hinata, solo una vez más" dijo Shizune, levantando su cabeza para ver a Hinata, su cabello sudoroso pegado a su piel. La razón por la que Hinata sufría de dolor es porque estaba dando a luz a un par de gemelos. Gemelos, dos varones para ser precisos.
Un llanto rompió la concentración de Hinata y vio hacia su primogénito. "Vamos, Hinata-chan. Solo falta uno" bromeó Naruto a su lado, intentando aligerar el humor.
"¡¿QUIERES CAMBIAR DE LUGAR CONMIGO?!" gritó Hinata, haciendo que Naruto palideciera al ver que su cabello cambiaba entre azul y blanco y de vuelta a azul. El rubio sabiamente decidió mantener la boca cerrada y seguir al lado de su esposa. Sosteniendo su mano.
Un par de minutos después el llanto fue llenado una vez más por un llanto, haciendo que Hinata suspirara de alivio. Naruto sonrió y su mano brilló con una luz verde. Hinata se giró hacia su esposo, dándole una sonrisa de agradecimiento cuando sintió que su cuerpo era revitalizado. Naruto no se atrevía a ayudarla mientras estaba en el proceso de parto.
"Míralos" dijo Naruto, tomando al par de niños y sentándose al lado de Hinata. "Gracias, Hinata-chan" dijo Naruto sonriendo, sintiendo que uno de los niños apretaba su mano alrededor de uno de sus dedos.
"Más te vale. Yo hice todo el trabajo" dijo Hinata sonriendo y Naruto rió con fuerza. "No llores, pequeño" Naruto dejó de reír tan fuerte cuando vio que uno de sus hijos iba a volver a llorar.
"Awwww... mira a esos gatitos" dijo Matatabi desde Hinata mientras babeaba al ver a los pequeños humanos.
"¿Han escogido sus nombres?" preguntó Shizune, entrando al baño y limpiándose.
Naruto y Hinata se vieron entre sí. "Bueno, hay uno por cada uno de nosotros" dijo Naruto sonriendo y Hinata asintió.
"Madara" contestó Naruto con suavidad, meciendo gentilmente al pequeño de cabello negro. "Ootsutsuki Madara".
Hinata también sonrió. Sabía qué nombre iba a escoger Naruto, incluso si le decía a la gente que aun no había decidido. "¿Qué hay del otro pequeño, Hinata?" preguntó Shizune, viendo con ternura al otro muchacho que tenía una impresionante mata de pelo rubio.
"¿Qué tal Ryuu?" susurró Hinata, probando el nombre. "Ootsutsuki Ryuu. Mi pequeño dragón".
"Shizune, ¿puedes dejarnos a solas?" preguntó Naruto. Shizune asintió y salió de la habitación, dejando a los nuevos padres solos con sus hijos.
"¿Algún problema con ellos?" preguntó Hinata rápidamente al momento de que Shizune saliera.
"No, no" contestó Naruto con la misma premura. Hinata tomó una bocanada de aire para calmarse. Naruto puso suavemente a Madara en la cama, al lado de su hermano. Hizo una mueca de preocupación cuando sus ojos se volvieron plateados y vio a sus dos hijos.
"Con mis ojos, puedo verlo con claridad... el chakra de Indra y Ashura aferrándose fuertemente a ellos" dijo Naruto y los ojos de Hinata se agrandaron. Ella activó su Tenseigan, solo para darse cuenta de la fría realidad. Madara era el transmigrante de Indra, mientras que Ryuu era el de Ashura. Parecía que nuevamente los hermanos estaban destinados a luchar entre ellos.
"¿Qué vamos a hacer?" preguntó Hinata con tristeza y Naruto resopló con ira.
"¡No más!" dijo mientras colocaba una mano en cada uno de sus bebés. "Ustedes no atormentarán a mis hijos. Es tiempo de romper la cadena. Voy a terminar con esta maldición de una vez por todas" el Rinnegan de Naruto brilló como nunca lo había hecho.
El cuarto fue bañado en plata mientras Naruto comenzaba la extracción del chakra de los dos transmigrantes. El de Ashura lo obedeció voluntariamente, como si sintiera la llamada de su padre y simplemente permitió que Naruto lo absorbiera de Ryuu. Indra era el completo opuesto, resistiéndose, aferrándose con desesperación a Madara, pero al final también fue absorbido por Naruto. Con los dos chakras finalmente absorbidos, este día marcada el fin de la enemistad entre los dos hermanos.
"Está hecho" dijo Naruto mientras retiraba sus manos y veía el brillante color azul del chakra de sus hijos. "Los dos serán magníficos por sí solos".
Naruto colocó a los bebés en la cuna que estaba al lado de la cama de Hinata. "Hay algo más que quería preguntarte desde hace un tiempo" dijo Naruto con seriedad mientras se sentaba al borde de la cama donde estaba su esposa.
"¿Y qué es?"
"Finalmente lo conseguí. La inmortalidad" contestó Naruto con una risilla. Luego de horas y horas de leer acerca de biología y hacer experimentos por fin lo había conseguido.
"¿De verdad?" preguntó Hinata con duda.
"Mira esto" dijo Naruto y sin dudarlo procedió a cercenarse la mano hasta la muñeca.
Hinata parpadeó y estaba a punto de regañar a Naruto por ser tan temerario cuando la mano en el suelo se desmoronó hasta que no quedara nada. Hinata volvió su atención hacia Naruto solo para ver con fascinación mientras una nueva mano crecía con rapidez. El hueso creció, seguido por el tejido y finalmente envuelto por la piel.
"¿Cómo?" preguntó Hinata con una gran cantidad de curiosidad y todavía incrédula.
"De hecho es bastante fácil. Solo tuve que romper el límite de división celular y acelerar la división, un sistema inmune mejorado y entonces tenemos al contenedor perfecto" explicó Naruto y Hinata solo podía asentir. "Lo que me lleva a mi pregunta. "¿Te quedarías conmigo... por siempre?" preguntó, haciendo que los ojos de Hinata se suavizaran.
"Por supuesto que lo haré, tonto" dijo con ternura.
"Excelente" dijo Naruto con felicidad, cuidando en mantener bajo el volumen de su voz y no despertar a sus hijos.
"¿Qué hay de Ryuu y Madara?" preguntó Hinata mientras veía a los bebés que dormían pacíficamente.
"Los ofreceré la opción cuando estén listos" contestó Naruto. "Ahora desnúdate" dijo, haciendo que Hinata parpadeara con sorpresa.
"¿Desnudarme?" preguntó, viendo al rubio con sospecha.
"Necesito aplicarte un sello" dijo Naruto, completamente inconsciente de las sospechas de Hinata. Su esposa suspiró y se quitó la ropa, recostándose completamente desnuda en la cama.
"¿Naruto-kun?" preguntó Hinata, desviando la atención de Naruto de su actual labor.
"¿Para qué es el sello?" preguntó con curiosidad. El diseño cubría todo su cuerpo. El dibujo parecía como una red sobre toda su piel con una cerradura descansando en el valle de sus pechos directamente sobre su corazón.
"Esto podría arder un poco" dijo Naruto y cerró los ojos, tras lo cual los reabrió para mostrar el Rinnegan, el cual brillaba con una luz plateada. Hinata fue envuelta en la luz y podía sentir una especie de cosquilleo en todo el cuerpo. Activó su Byakugan y notó lo que le sucedía.
Sus ojos se agrandaron cuando vio que cada célula de su cuerpo era afectada al mismo tiempo. Naruto parecía estarse metiendo con ella a nivel celular y Hinata reconocía algunos de los cambios. "¿Está cambiando las proteínas?" se preguntó. Aunque sabía que Naruto estaba haciendo algo con sus células no sabía del todo lo que hacía o las ramificaciones que traería.
El brillo parecía apagarse y Naruto colocó su mano encima de la cerradura del sello. "Fuin" murmuró mientras todo el diseño brillaba con una luz blanquecina antes de apagarse y desaparecer por completo, como si nunca hubiera estado ahí en primer lugar.
"¿Eh?" preguntó Naruto al darse cuenta de que Hinata había dicho algo. "¿Qué habías preguntado?" dijo mientras se rascaba la nuca, apenado.
"¿Qué sello es este?" preguntó Hinata mientras comenzaba a volver a vestirse.
"Nuestros cuerpos pueden regenerarse por completo mientras al menos una célula de ellos permanezca. El sello ata tu alma a tu cuerpo mientras haya algo a que aferrarse. También diferencia entre cuerpos, destruyendo por completo el que no tiene alma. Si alguna vez eres partida en dos o más piezas y varios cuerpo de ti son regenerados a la vez, el sello se asegurará de que solo uno permanezca" explicó Naruto y Hinata asintió con fascinación. Parecía que había pensado en todo.
"Te presento el pináculo del fuuinjutsu" dijo Naruto, bastante orgulloso de su trabajo. "Eien no Inochi Fuin (Sello de la Vida Eterna)".
"Bueno, el pináculo por ahora" dijo el rubio.
"¿A qué te refieres por 'ahora'" preguntó Hinata, haciendo énfasis en la última palabra.
"Lo que intento decir, Hinata-chan, es que somos fenómenos de la naturaleza, tú y yo" dijo Naruto mientras recorría su cabello con una mano. Hinata alzó una ceja ante el comentario, pero permaneció en silencio. "Míranos. Estamos por encima del Rango S ahora. Hashirama, Tobirama, Minato, Itachi, Nao... todos son shinobis poderosos y aun así podríamos aplastarlos casi sin esforzarnos".
"Tengo la teoría de que los dos nos volveríamos inmortales a pesar de nuestros nuevos cuerpos y el sello" dijo suspirando.
"¿Qué te hace decir eso?" preguntó Hinata en voz baja.
"Nuestro poderoso chakra. Ambos nos hemos hecho demasiado poderosos para simplemente morir y seguir adelante" dijo Naruto y se detuvo, dejando que Hinata procesara sus palabras. "Cuando el día llegara en que muriéramos, simplemente escogeríamos reencarnar. Como Indra y Ashura lo hicieron" explicó.
"Pero" comenzó a decir Hinata y se detuvo por un instante. "Pero no recordaríamos nada. Todos nuestros recuerdos y experiencias, las que nos hacen quienes somos, se perderían".
"Supongo que eso podría ser cierto" concedió Naruto antes de tomar la mano de ella con ternura. "Pero no importa. Te encontraría, donde fuera que estuvieras".
## Veinte años después (Naruto tiene cuarenta y cinco años de edad) ##
Naruto estaba caminando por el parque de la ciudad, disfrutando el aire fresco y el pequeño contacto con la naturaleza. Asentía a quienes lo saludaban mientras caminaba por el camino de baldosas y alcanzaba el centro del parque.
En el centro del parque se encontraba un único monumento. La roca era de mármol blanco y parecía una especie de ataúd. Cerca del monumento había dos shinobis, uno a cada lado, ambos en perfecta postura. Naruto caminó hacia el monumento, deteniéndose detrás del cable que lo rodeaba.
Tumba del Guerrero Desconocido
IN MEMORIAM
AL GUERRERO DESCONOCIDO DEL MUNDO
MUERTO EN
LA CUARTA GRAN GUERRA SHINOBI
¡Todos los honores a él, amigo o enemigo
A quien combatió por su nación!
Que la tragedia de su supremo
Sacrificio nos traiga a nosotros, los vivos
Iluminación e inspiración.
Que nos llene con un siempre creciente celo
En la cautivadora búsqueda de la paz
La Tumba del Guerrero Desconocido era un monumento dedicado a los shinobis que murieron en la guerra y cuyos restos seguían sin ser identificados. Era un monumento dedicado a los servicios de los desconocidos y a los recuerdos de todos los shinobis muertos en cualquier guerra.
Sin embargo, para Naruto, el monumento contenía la los restos de Namikaze Hanako. Y descansando sobre su ataúd, se encontraba un Hitaiate con el símbolo de la Hoja. El protector de frente de Madara de los días que había pertenecido a Konoha.
"Sensei" Naruto escuchó una voz familiar. "Me imaginé que te encontraría aquí". Naruto se giró para ver a uno de los tres estudiantes que pertenecían a su viejo equipo Gennin, conformado por Sasuke, junto con su hijo Madara y una kunoichi nacida de una familia de civiles.
"Sasuke-kun" dijo Naruto sonriendo.
Sasuke caminó hasta colocarse a su lado. Hizo una pequeña reverencia ante el monumento y se giró hacia Naruto. "Te están buscando. Los otros Kages ya están aquí" dijo Sasuke y Naruto asintió.
"Gracias por decirme. Estaré ahí en un momento" contestó Naruto y Sasuke asintió, alejándose.
Uchiha Sasuke. El único hijo de Itachi y Nao.
Sasuke tenía ojos negros y cabello del mismo color con un tinte de azul en él. Su cabello era puntiagudo en la parte trasera y tenía patillas que le llegaban al mentón y encuadraban su rostro. Era casi una copa al carbón del difunto hermano menor de Itachi, con la excepción de que poseía los pómulos pronunciados de su padre.
Naruto dejó escapar un bostezo e hizo una reverencia ante el monumento antes de desaparecer en un destello.
## Torre del Kage ##
Naruto apareció en el centro de su oficina, la cual lucía exactamente como la había dejado en la mañana. Sus ojos vieron por el cuarto que era muy parecido a la oficina del Hokage en Konoha.
Una simple mesa de madera en el centro del cuarto, la cual no tenía ni una sola hoja de papeleo. Naruto podía terminar todo su trabajo diario en un par de horas con unos cuantos clones y pasaba el resto de su tiempo haciendo otras cosas.
Detrás de la silla había cuatro grandes ventanas que le permitían ver a la ciudad entera. Ya que era el edificio más alto de todos, Naruto podía ver hasta las puertas de la ciudad desde su oficina. Se sentó en una silla y tuvo un sentimiento casi nostálgico cuando rechinó bajo su peso.
En el escritorio había un par de fotografías. La primera era de su día de boda con Hinata. Él había llevado un kimono negro sencillo, mientras que Hinata estaba ataviada con un kimono blanco elegante con diseños morados. Ella estaba agarrada del brazo de Naruto amorosamente, y llevaba una hermosa sonrisa en su rostro. Naruto sonreía igualmente.
La otra fotografía en el escritorio era parecida, pero con sus dos hijos. Era del día en que finalmente se graduaron de la academia y entraron a las filas de los shinobis como Gennin. Madara y Ryuu estaban chocando los puños mientras que tenían enormes sonrisas en el rostro. Naruto y Hinata sonreían igualmente y estaban parados detrás de ellos; sus manos en los hombros de sus hijos.
"Creo que voy a extrañar esto" murmuró Naruto y se puso de pie, la silla volviendo a rechinar. "¿Vienes, Kurama?" le preguntó Naruto al zorro en el suelo, el cual estaba acurrucado en un sillón.
"Luego" murmuró mientras rodaba a un lado y retomaba su siesta.
"Todo lo que haces es dormir" murmuró Naruto y se dispuso a salir de la oficina. Abrió la puerta y con una última mirada, la cerró detrás de él.
## Cumbre de los Kages ##
"¿Cómo es que el chico que vive aquí llega tarde?" preguntó Ren una vez que viera al rubio entrar por la puerta.
"Soy un viejo, Ren-chan. Ten algo de misericordia" dijo Naruto riendo, hasta que vio los ojos de Ren temblar.
"Somos de la misma edad. ¿Me estás llamando vieja?" preguntó Ren con una voz demasiado dulce.
"Claro que no" palideció Naruto. "Tú eres una joven en la flor de la vida" contestó y suspiró de alivio cuando vio que Ren asentía en señal de aprobación.
Y aunque Naruto fuera inmortal, el mundo alrededor de él no podía saberlo. Por esa razón, tanto Hinata como él y un par de individuos más comenzaron a usar una pequeña transformación que los hacía parecer mayores. La cara de Naruto ya mostraba algunas arrugas e incluso su cabello tenía algunos mechones blancos.
Naruto se sentó en su silla y vio al cuarto. Se veía bastante diferente de la primera cumbre a la que había asistido hacía tantos años.
Gushiki Ren, Yondaime Tsuchikage.
Darui. Godaime Raikage.
Chojuro, Rokudaime Mizukage.
Baki, Godaime Kazekage.
Sarutobi Konohamaru, Nanadaime Hokage.
Waraji, hijo de Mifune y comandante de los samurái.
Shibuki, Kage de Takigakure.
Kusagakure, Yugakure, Hoshigakure, Yumegakure, Ishigakure entre otras más. Con el nuevo sistema todas las aldeas, sin importar qué tan grandes o pequeñas fueran, tenían un representante, ya fuera su líder o alguien designado solo para esa tarea. Alrededor de veinte personas estaban en la cumbre, una que sucedía dos veces al año a menos de que alguien llamara a una extraordinaria.
"¿Entonces vas a decirnos la razón por la cual esta junta no podía esperar un mes más para la ordinaria?" preguntó Darui mientras se reclinaba en su silla.
"Esto puede ser repentino, pero he llamado a esta junta para decir que voy a renunciar a mi puesto" dijo Naruto y el silencio inundó el cuarto. Unos momentos después el cuarto estalló en una multitud de preguntas. Naruto levantó una mano y el cuarto volvió a callarse, esperando su respuesta.
"He mantenido este asiento por veintiocho años. Creo que es tiempo de tener un liderazgo más fresco. Como tal, he escogido a Uchiha Sasuke, mi antiguo estudiante, para tomar mi sitio. Le enseñaré a Sasuke a manejar la ciudad por los siguientes años hasta que esté preparado" explicó Naruto y todos siguieron en silencio.
"¿Pero por qué?" susurró Ren, pero fue lo bastante fuerte para que todos la escucharan.
"Tengo cosas que necesito hacer antes de mi muerte. La ciudad estará en manos capaces" contestó Naruto, asegurando a los líderes en la mesa. "Espero que Sasuke tome mi lugar en la siguiente junta" dijo y salió del cuarto, dejando a todos confundidos.
Unas semanas después, Orochimaru fue encontrado muerto por los espías de Jiraiya. La causa de muerte fue declarada como un jutsu accidental.
## Alrededor de cuarenta años después ##
"Fue llamado con muchos nombres. Demonio, Monstruo, Zorro, Dios del Rayo, Héroe, Dios de los Shinobi, El que se Alza Sobre Todos, Salvador del Mundo. Pero creo que los nombres de los que estaba más orgullos serían líder, maestro, esposo, padre... amigo".
"Este es el funeral de Ootsutsuki Naruto, Shodaime Kage" dijo Sasuke mientras veía al océano de gente que estaba enfrente de él. Miles de personas habían venido al entierro de Naruto, con el propósito de agradecer al hombre que había cambiado al mundo.
Viendo el funeral desde lo alto, parado encima de la Torre del Kage, estaba Naruto, vivo y con Hinata a su lado. Todos los signos de edad que los dos llevaban, habían desaparecido y eran reemplazados por un par de caras jóvenes. Naruto se giró hacia su esposa y la vio llorando.
"¿Por qué tantas lágrimas?" preguntó Naruto suavemente, envolviendo a Hinata entre sus brazos y ella enterró su cabeza en el pecho de él.
"E-Es s-solo..." Hinata sollozó. "Que siento que los estamos abandonando".
"Lo sé" susurró Naruto, apretando suavemente su abrazo. "Pero ellos hicieron su decisión. Además tienen familias propias ahora. Sabías que esto iba a pasar" dijo Naruto, limpiándole las lágrimas.
"Lo sé" dijo ella con suavidad.
"¿Estás lista?" preguntó Naruto y ella asintió. Los dos saltaron al lomo de Plateado. "Vamos".
Plateado extendió sus enormes alas y lanzó un fuerte rugido antes de alzarse por los cielos. La historia de Ootsutsuki Naruto podría haber terminado... pero la de los Guardianes Eternos apenas acababa de comenzar.
FIN
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.
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¿O no?
Nota del autor: No sé por dónde empezar. Cuando empecé a escribir esta historia no tenía nada planeado con la excepción de que quería una batalla final entre Naruto y Madara.
Aun no puedo creerlo. Se terminó. Tres años y 500,000 palabras después nos encontramos aquí. Olvidando los primeros capítulos, huecos en la trama y errores de escritura, me siento muy orgulloso de mi primer fic.
Sobre la secuela. Si el capítulo no fue lo bastante obvio, retomaré los Guardianes Eternos. Estoy bastante seguro de que reescribiré el prologo para coincidir con algunos cambios que hice a la historia.
Gracias a todos los que leyeron y apoyaron este fic.
cr4zypt.
Nota del traductor: Primero quiero dar las gracias al autor de la historia, por escribirla y por haber permitido que hiciera esta traducción.
Nuevamente quiero agradecer a hina230, no son suficientes las palabras para agradecer a alguien que ha dedicado tanto tiempo en corregir los varios errores que cometí a lo largo de la traducción.
Y a quienes reseñaron mis más grandes agradecimientos. Por ser esta una historia de un autor nuevo y en español solo alcanzó a acumular poco más de 239 reseñas al momento de escribir esta nota, algo que los fics de los autores en inglés más populares alcanzan en solo los primeros capítulos.
No importa, de hecho, creo que eso hace más gratificante cada una de las (relativamente) pocas reseñas. Son mucho de lo que me mantuvieron adelante en este proyecto. No saben cuanto aprecio le tengo a cada palabra de apoyo (sorprendentemente no hubo flames ;)). Aunque casi no respondí reseñas, créanme que leí todas y cada una de ellas.
Así que repito: a cr4zypt, a hina230, a CCSakuraforever, a wolf1990, a Son Of Time, a alexzero, a Carolina15234, a todos los anónimos y a quienes no nombré en este breve agradecimiento, pero que reseñaron, a quienes agregaron la historia a favoritos o alertas, a quienes leyeron, pero no reseñaron.
¡Absolutamente a todos ustedes! ¡Muchas gracias!
Zenko.