Fate/Extintion

Prólogo 1:Mei y Archer.

Aquel día era un día normal en apariencia en las proximidades de Londres, la ciudad que acojía a magus de todos los rincones del mundo que se habían afiliado a la institución de La Torre del Reloj.

La institución les proporcionaba conocimientos, seguridad y demás ventajas a todos los integrantes, si bien no todo era color de rosa.

Existía un gran elitismo, todo quedaba en poder de las grandes familias, aquellos provenientes de familias con pocas generaciones de magus eran relegados a tareas menores.

Ciertamente aquellos que poseían un circuito mágico forjado con siglos de experiencia solían ser más poderosos, tener mayor talento, pero en las inmediaciones de La Torre del Reloj se había convertido en dogma de fe.

Mei Laoying era magus de seguda generación, y recién había llegado a Londres hará un par de semanas, procediente de la región norte de China.

La institución la ayudo a incorporarse, aceleró sus trámites en relación a su pasaporte y visado para estacionarse en Gran Bretaña y a inscribirse a los cursos de formación mágica, como hacían con cada nuevo alumno.

El día de la presentación e inicio del nuevo curso todos los nuevos alumnos fueron recibidos por un ya bastante anciano pero increíblemente vivaz Waver Velvet, quien se mostraba imponente con su grave voz que resonaba por todo el aula magna y su gran figura, envuelta en una capa roja, similar a la que portaba un viejo amigo suyo.

La presentacion del director Lord El-Melloi II atrapo la atencion de todos, menos de Mei, quien como acostumbraba se distraía viendo las reacciones de cada uno de los presentes, porque si la joven chica tenía algún pasatiempo ese era observar...simplemente eso.

Y ciertamente ninguno de los nuevos magus de La Torre llamó su atención, a todos y cada uno de ellos podría empaquetarlos en grupos ,"los elitistas que estaban allí para mantener la tradición", "los motivados por las clases", "los que veían el nuevo curso con cara de aburrimiento"...ciertamente ninguno de ellos tenían la expresión de estar cuestionandose la realidad que había tras todo lo que ser un "magus" significaba, y de lo absurdo que era en el fondo todo el teatro llamado "La Torre del Reloj".

Mei tenía la costumbre de ver absolutamente todo como un tablero de 64 casillas y a los individuos como las fichas sobre este.

Fuera de lo fria que pueda resultar esa idea ciertamente poseía la capacidad innata de preveer las actuaciones de todas las "fichas".

Para ella El-Melloi II, la cara pública de la dirección de la institución no era más que otra "ficha".

A ella no le interesaba ciertamente ser una magus, simplemente quería averiguar su propia posición en el tablero y la de la institución, delimitar las identidades de los dos jugadores, el arbitro e incluso los cronómetros que se ubicaban proximos al tablero, quería saber exactamente el papel de la organización detrás de todo esto.

¿Para manipular el resultado en su antojo?. No en absoluto, ella solo disfrutaba observando, era su hobby favorito, ella aspiraba a ser la arbitro, o simplemente una mera espectadora agena a la partida,y había una manera de asegurarse de ello.

-El Santo Grial concede cualquier deseo eh?- pensaba mientras leía sobre el tema, en el que se intereso especialmente tras la aparición en su antebrazo de los tres sellos de comando.

Curiosamente dicho artefacto la había elegido Master, aún cuando sus notas en la mayoría de asignaturas mágicas eran bastante bajas, poseía un nivel de poder mágico muy limitado y solo se destacaba en la asignatura de autodefensa y lucha, ya que había sido entrenada desde pequeña en Kung Fu por su familia.

La verdad es que se la daban bien las artes marciales ,gracias a su capacidad de observación aprendía rápido.

También destacaba en examenes de matemáticas y lógica, se la daban especialmente bien el ajedrez, las damas y sobre todo el Go, que jugaba constantemente de pequeña.

Tras llegar a la habitación de su residencia decidió invocar a su servant, carecía de reliquias pero en el momento exacto en el que averiguase su identidad podría diseñar una estrategia para ganar, y de todas formas según la información recabada el propio Grial emparejaba al Master con un servat afín en ausencia de catalizadores.

De todas formas tener que permanecer como jugadora del "espectáculo del Santo Grial" y no como mera observadora era algo que la mosqueaba y producía una leve mueca de asqueo cada vez que la idea aparecía en su cabeza.

-Veamos...mmm rellenar 5 veces, repetir cinco veces...creo que ya me he aprendido este viejo libro, es hora de poner en práctica lo aprendido...-

-¡ Bien Caliz es hora de que me muestres a mi carta ganadora!- De forma paradogíca conocer a su nuevo compañero la emocionaba de alguna manera, no era algo a lo que estuviese acostumbrada pues era muy solitaria y no tendía a cooperar con nadie, así que tener que hacerlo ahora le producía cierto entusiasmo a causa de la novedad y la curiosidad.

El aire se hizo denso, la luz cegadora llenaba el recinto y una sensación sofocante invadía el cuerpo de Mei, quien a base de un gran esfuerzo se mantenía en su posición sin derrumbarse.

Fue entonces cuando ambos se vieron por primera vez, a los ojos extremadamente analíticos que poseían los dos, como grandes estrategas que eran, y un pensamiento común invadió a la mente de ambos.

*Aunque el otro sea un simple peón, da igual, hasta con peones solo, puedo hacer jaque mate, definitivamente la victoria es mía*

-Así que usted es mi Master- El servant hizó un leve sonido de aprobación frente a la mirada de la joven, mientras permanecía con postura soberana y mirada fija, su porte era elegante a pesar de su curiosa vestimente, que delataba en gran medida la identidad de este, y con absoluta seguridad su procedencia y estatús que poseía en vida.

-Efectivamente soy tu Master, no creas que voy a felicitarte por adivinar algo tan sencillo como eso- Comentó con su acostumbrado rostro serio, su mirada fija y su temple habitual, aunque internamente estaba bastante satisfecha con la elección del Grial.

-Aunque te recomiendo Servant,que cambies de vestimenta, al menos en la calle, no poseo suficiente habilidad mágica para que te disipes en tu forma espiritual-

El servant de tez morena, pelo corto aunque no hasta el punto de estár rápado, tenía los ojos maquillados, con una línea sobre el parpado, simulando los ojos de Horus, poseía en su cuello un colgante con Anj, un Nemes dorado con una serpiente sobre su cabeza,una barba postiza dorada, el torso descubierto y desde su cadera hasta las rodillas un faldón blanco.

-Por cierto también deberás comentarme bajo que clase entras a la guerra, Faraón-

-Humm!-El servant arqueo levemente la ceja, aunque acto seguido una pequeña sonrisa apareció en su rostro, mientras los ojos incrementaban todavía más su orgullo-

-No creas que voy a felicitarte por algo tan sencillo Master, adivinar mi estatus en base a mi vestuario es muy sencillo-

Soy Tutmosis III, entro bajo clase Archer, y creame que su deficiencia como magus no me resulta ningún problema Master, obtendré la victoria, ¡Siempre lo hago!, fui invicto en vida, y eso no cambiará.

Tomaré en cuenta su consejo Master, si bien le recomiendo a usted que nos movamos pronto, quiero conocer el terreno donde la batalla dará lugar-su sonrisa se acrecento más y su voz aumento de intensidad-

¡El lugar donde nuestra victoria nos será dada!.

A pesar de ser rehacía a la gente que le rodeaba su nuevo aliado llenaba su interés y de forma que nunca había experimentado, su rostro cambió súbitamente de su permanente semblante serio a una sonrisa, en verdad su Servant le agradaba.

Fin del prólogo 1.