Respuesta

Dos jóvenes estaban en un aeropuerto, esperando a que un vuelo estuviera listo para abordar, el equipaje ya estaba entregado, solo estaban esperando, no cruzaban palabra alguna, el vuelo fue anunciado, ambos se levantaron y se dirigieron al último chequeo antes de abordar, un grito, casi desgarrador, se escuchó por toda la sala, ella se detuvo, el chico que la acompañaba sonrío, sabía que eso pasaría, pero no era la persona que creía que era, se acercó a la chica en tono protector mientras que el intruso se acercaba peligrosamente, en la mirada de este solo se podía percibir dolor, si dolor del mas agonizante, el acompañante abrazo a la chica, haciendo que le diera la espalda al intruso, le dio un suave beso en su frente, la miro amoroso a los ojos, le susurro algo al oído y paso por el último punto de revisión antes de subir al vuelo, el intruso que hasta ahora se había mantenido al margen se acercó a paso rápido, demasiado, casí parecía volar, y la abrazo, llorando, tomándola de la cintura y su cabello haciendo que la chica quedara frente a él, casi caen de la intensidad del abrazo, pero la chica como pudo se mantuvo en pie, las lágrimas del intruso que había llegado a interrumpir su espera empapaban su hombro, ella lentamente se aferró a la camisa de él, no podía creer que justo él estuviera ahí y entonces él comenzó a hablar entre sollozos, apenas audibles para su acompañante.

-No te vayas- exclamaba, una y otra vez, como si su vida dependiera de ello, como si su alma pendiera en un hilo y así era, sus instintos primitivos ganaron y aunque mil veces le dijo que prefería su felicidad, ahí estaba suplicando, ella había escogido y no había sido a él, pero no quería dejarla ir, mejor dicho, no estaba dispuesto a dejarla ir, haría hasta lo más bajo solo por ella.

-No me iba a ir- contesto ella, con una media sonrisa en el rostro -de hecho, te estaba esperando.

**Horas Antes**

Aarón estaba tranquilo en su sofá, mientras que Jasón estaba esperando por Jade, ella bajo y Jasón se despidió de su amigo, se fueron en un taxi rumbo al aeropuerto. Aarón tomo su celular y se dispuso a escribir dos mensajes de texto, en realidad era uno enviado a dos personas.

"Jade va camino al aeropuerto, puerta 25, el vuelo sale en 2 horas", era todo lo que decía el mensaje, lo mando, él había apostado a que uno de los dos iría a su alcance, aunque su mente aún dudaba de quién, tanto Leonardo como Beck le habían dicho a Jade que lo más importante era su felicidad, pero están dispuestos a dejarla ir, eso sería interesante, así que él también fue al aeropuerto.

**Devuelta en el aeropuerto**

- ¿Cómo que no te irías?, pensé que ya habías elegido- contesto el nuevo acompañante de Jade, algo confundido y alejándose un poco para poder verla, pero sin soltarla, con miedo de que pudiera alejarse completamente de él.

-Solo vine a despedirlo y también porque Aarón me lo pidió- dijo Jade, no sintiéndose incomoda con la cercanía de su acompañante.

-¿Aarón te lo pidió?, eso lo explica todo- dijo él chico, medio sonriendo aún con los ojos algo hinchados y rojos por haber llorado y uno que otro rastro de alguna lagrima aún quedaban en él.

-Eso no es relevante ahora- dijo la chica, colocando sus brazos detrás del cuello de su acompañante haciendo que obviamente quedarán más cerca, esto de cierta manera confundió al chico, pero acepto gustoso la cercanía de la chica.

-Lo relevante es que quiero estar contigo, no quiero estar con nadie más, lamento tener que envolverte en este amor egoísta que no se apartara de ti ni un momento y si pensabas que sería tan fácil deshacerte de mí, te equivocaste, venía preparado para comprar un vuelo a España de ser necesario, mi egoísmo no me iba a permitir menos-

-Beck, yo sabía que no me dejarías ir tan fácil- dijo ella otorgándole lo que él chico mas deseaba, un beso, regresándole las esperanzas de volver a estar juntos.

A lo lejos dos chicos los observaban.

-¿Por qué no fuiste hacía ella también?, ella no se iba a ir- Aarón le cuestionaba a Leonardo, quien había llegado antes que Beck, pero no se atrevió a ir hacía ella

-Sabía que no me había elegido a mi, podré ser su alma gemela, pero jamás seré el amor de su vida- contesto tranquilo, aun muriéndose de amor por ella, pero dejándola libre, para que fuera feliz.

-Sabes, una parte de mí decía que no eras tan malo- Le dijo Aarón dándole un amistoso abrazo

-Lo único que me importa es que ella sea feliz- contestó Leonardo tranquilamente

-Lo será, nos encargaremos de que Beck no la vuelva a hacer sufrir, aunque creo que aprendió su lección- dijo Aarón entre risas, ambos chicos viendo cómo se sonreían Jade y Beck aún abrazados.