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Declaimer: MMFD no me pertenece.

Stand by me


No sabía cuánto tiempo llevaba con la taza de café entre las manos, completamente absorto en sus pensamientos mirando al vacío. Rae se había ido sin despedirse, sin siquiera dejar una nota, sin darle la posibilidad de poder hablar. Había huido como si fueran extraños que no se debían nada.

Rabia.

Sí, por primera vez en años el tranquilo Finn Nelson estaba completamente enojado por dejar que todo terminara de esa manera, por no ser capaz de haber ido tras ella cuando se marchó de Liconshire, por dejar que el tiempo pasará y se llevará esa pequeña posibilidad que nunca lucho por mantener.

El timbre sonó, pero él no tenía ganas de enfrentarse a Archie, o quien fuera que molestara. El ruido era insistente, pero él trato de ignorarlo.

-Finn Nelson abre la puerta.

La taza de café resbalo entre sus dedos y se estrelló contra el suelo haciendo un ruido sordo al quebrarse en pequeños pedacitos que quedaron esparcidos.

-Rae.

Bajo las escaleras con prisa y allí la encontró.

Hiya!.- saludo rápido.

-¿Puedo pasar?

No hablan mientras suben las escaleras. Él le ofrece un té, pero ella lo rechaza. Se sientan frente a frente. Al parecer ninguno sabe cómo empezar esa conversación.

-Me voy a Londres está tarde.-

-Escuche cuando se lo dijiste a Arch anoche.

Rae asiente y baja la mirada.

-Es una buena oferta de trabajo. En una editorial.

Él sonrió.

-Siempre supe que estabas hecha para cosas grandes. Incluso cuando fingiste que no entraste a la universidad y…

-Y tú te besaste con Katie.- apuntó ella sin dejarle terminar la frase.

-Sí…

Un silencio sepulcral invade la habitación. De la euforia de verla, ha pasado a la desesperación en cosa de minutos. Rae se levanta del sillón y él hace lo mismo.

-Me compraré un computador.- es la primera cosa que se le viene a la cabeza.

-¿Ah?.- pregunta Rae distraída dándole la espalda para observar el exterior.

-Estaré online, será más fácil comunicarnos.

-Sí.- dice ella mirándole un par de segundos, enarcando las cejas levemente.- Sí, te estabas quedando atrás.

Las palabras nunca fueron lo suyo, y siente que ahora hay un millón de millas de distancia entre ellos, cuando no debería ser así.

-Rae…

Bollocks!.- dice volviendo sobre sus pasos con rapidez y besa su mejilla.- ¿Has visto la hora? ¡Es de locos!, no puedo creer cuanto me retrase, Chloe me espera abajo y… sí, podemos comunicarnos por la web.

-Rae… no….

-Y necesito despedirme de Kester y el resto… ¡es de locos el tiempo!

-No te vayas, tenemos que hablar.

Sujeta su antebrazo, pero ella se libera enseguida. Recuerda con exactitud las pequeñas cicatrices de los cortes en sus muñecas y ella parece recordar lo mismo.

-Ya no soy esa Rae.

-Quédate un minuto por favor.

-¿Para qué? Tú te quedas, yo me voy. Así es la vida Finn.- respondió con dureza.- Tú y yo ya no nos debemos nada, He estado bien durante cuatro años sin ti, me he vuelto a enamorar, rehíce mi vida.

-Sí, nos debemos algo Rae. No puedes marcharte sin que me dejes explicarte mis sentimientos.

-No.- ella negó con la cabeza.- No es así Finn, tú solo estás obsesionado.

-Yo estoy profunda e irrevocablemente enamo…

Pero ella lo interrumpió nuevamente con violencia.

-No sé por qué aún sientes esto por mi Finn.

-Es porque eres el jodido amor de vida.

-¡No! No Finn. Tú estás empeñado en perseguir esta idea de que soy el jodido amor de tu vida, que sigo siendo esa Rae, yo… ya no soy ella Finn.

-Lo sé.

-Entonces ¿Por qué insistes?

-Porque sigues siendo la Rae fuerte de la que me enamore, puede que hayas cambiado muchas cosas, pero sigues siendo tú. Quisiera tener una mejor respuesta o poder expresarme mejor, del porqué te sigo amando, pero es una verdad incuestionable de que jamás me he sentido con otra mujer como me sentía contigo.

Ella le dio la espalda para ocultar sus lágrimas.

-Me dejaste ir a Bristol tan fácil.

-No fue fácil Rae, nunca lo fue.

-Pudiste retenerme un poco más, solo debías tratar.

Finn agachó la cabeza un momento, en busca de las palabras adecuadas.

-Yo no podía retenerte, Bristol era todo un mundo de oportunidades. Yo estaba feliz y orgulloso de tus logros.

-Fuiste solo una vez en cuatro años a visitarme Finn, ¿Cómo le llamas a eso? Yo… esperaba más de ti. Era dulce leer de tu vida en cartas, adorable pensar que estabas tan loco por mi como yo de ti, pero ¿A que nos llevaba? A nada, a ningún lado.

-Sí, lo reconozco he sido un cobarde y más que eso un perdedor. No luche lo suficiente por ti, pero no quiero hacerlo más.

-Es tarde Finn.

-No, no lo es. Lo de anoche no fue algo fortuito, lo sentí dentro de mi interior. Estoy completa e irrevocablemente enamorado de ti Rachel Earl.

-¡Estás loco!

-Sí, puede que sí.- advierte con fervor.- y por eso tendrás que perdonarme si hago esto.

La beso con pasión, con una necesidad animal tratando de demostrarle lo que provocaba en él. Al separarse noto que ella seguía con los ojos cerrados.

-No podía dejarte ir sin hacer eso de nuevo.

Junto su frente con la de ella.

-Finn…

-Solo… necesito saber si me quieres aunque sea un poquito.- suplicó acariciando su espalda como en el pasado.- Quiero saber que no soy el único que quiere intentarlo otra vez.

-No es justo Finn, lo sabes.- dijo ella tomando unos centímetros de distancia.- Tengo toda una perspectiva de mi vida ahora, he cambiado y me he esforzado por ello.

-No te estoy pidiendo que cambies tus sueños o tus planes, solo te pido que me incluyas en ellos.

-¿Estás sugiriendo…?

-Sí.- dijo él con firmeza.- Ya baste de rodeos, ya basta de miseria en mi vida. Te amo y te necesito. Voy a acompañarte donde vayas, estaré contigo pase lo que pase.

Rae enarco las cejas contrariada.

-Oh, ¡vaya! Esto es… me dejas sin palabras.

-Pensé que tú eras la parlanchina y yo el que habitualmente se queda sin palabras.- dijo por bromear y discernir la tensión de alguna forma. Sus manos tiritaban de nervios, la sola perspectiva de que Rae lo rechazara para siempre era más de lo que podría soportar.

-Finn yo no sé qué responder.

Y él fue consciente del dolor en los ojos de ella.

-No es necesario que lo hagas ahora Rae, puedes tomar tu tiempo. Yo no quiero presionarte a tomar una decisión enseguida ¡Joder! Estoy temblando.

Ella sonrió y se limpió las lágrimas de que querían caer por sus ojos. Él lo dudo un momento, pero después de unos segundos acorto la distancia y lentamente alcanzo su barbilla para que Rae levante la cabeza.

-No merezco otra oportunidad soy consciente de eso, también de mis errores, pero…

-Finn detente.- pidió ella de pronto alejándose de su tacto y dándole la espalda.

-Rae.

-Finn escúchame atentamente.

-No, no es necesario que me respondas enseguida. No soportaría un rechazo hoy. Necesito aferrarme a un ápice de esperanza.- pidió desesperado plantándose frente a ella para buscar su mirada. Si era necesario se echaría al suelo a rogar.

-En nuestra relación siempre fuimos tres.- dijo ella con la voz quebrada.- tú, mis problemas psicológicos y yo. La mayoría de nuestros problemas eran mi culpa: los malos entendidos, la baja autoestima, el hecho que te puse en un pedestal de perfección que hizo que tu beso con Katie me doliera tanto. Una parte de mí siempre estuvo esperando que llegará el momento en que me engañaras para reafirmar el hecho de que no te merecía.

-Rae…

-Tú hiciste lo mejor que pudiste, me apoyaste en el proceso de transición. No te importo que tu novia tomara prozac y tuviera terapias psicológicas. Me hiciste muy feliz Finn, fui feliz cada vez que tomaste mi mano frente al mundo.

-Me gustaba hacerte feliz.

Su ex novia se aclaró la garganta para continuar.

-Aunque no lo creas eres muy importante para mí Finn Nelson, tus cartas resultaron un alivio durante todo este tiempo.

-Tus cartas lo significaron todo para mi.-

Se rieron tímidamente durante unos segundos hasta que Finn estiro su mano y acaricio su mejilla con cariño.

-Eres tan hermosa.

-Y tú sigues siendo el más guapo de Stamford.

-Que no sé entere de eso Arch.

-¡Oh! Dickhead.- dijo golpeando su brazo.- Eso quedó en el pasado.

Y parecía que por primera vez eran unos adolescentes bromeando sobre la cama mientras escuchaban a Oasis.

Ahora fue el turno de Rae de acortar las distancias y paso sus manos por detrás del cuello de Finn. Él sonrió ampliamente antes de cerrar sus ojos para chocar sus frentes con complicidad.

-Una vez te dije que no necesitábamos estar siempre juntos para que exista un nosotros.

Él sonrió ante ese bello momento del pasado.

-Lo recuerdo.

-Y si estás de acuerdo, me gustaría mucho…

Finn no lo soporto más y la beso con pasión. No necesitaban más palabras, así habían sido en el pasado y se entendían a la perfección.

La bocina de un auto en la parte de abajo los hizo separarse a pesar de que anhelaban más contacto.

-¡RAEEEE!.-

-¿Era cierto que Chloe te espera abajo?

-Sí y también es cierto que debo marcharme hoy a Londres.

Finn sujeto su mano y caminaron a la ventana para mirar al exterior.

-Y ustedes dos, ¿Piensan bajar en algún momento?.- gritó su amiga desde abajo enarcando las cejas.- Rae tenemos que marcharnos en tres horas a Londres.

-¿Vienes Finn?.

Y por primera vez en años Finn Nelson tuvo una visión esperanzadora de lo que significaba tener un mañana. Sin importarle nadie más que a la mujer que amaba sujeto su rostro para besarla otra vez. La amaba, la amaba tanto que dolía su ausencia en el pasado, pero ya nunca más sería así. Ahora su vida salía de aquella pausa de años y volvía al ruedo otra vez, dejando atrás los días difíciles.

Sujeto su mano con fuerza y mirando a Rae directamente a los ojos respondió.

-Sí, voy.

-No sé cómo será todo, pero prometo intentarlo.- concedió ella.

-Solo… quédate conmigo y lo averiguaremos juntos.

Fin.

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Originalmente este no era el final, las cosas no se arreglaban tan fácilmente y pasarían unos años con compromisos y bodas entre medio. PERO me dije: ¿Esto es lo que te gustaría leer? Ya basta de vueltas! Se aman, y necesitan estar juntos.

Si alguien desea leer un epilogo de esta historia, manifiéstese en los comentarios y subiré lo que tengo.