¡CÁSENSE YA!

By: K.G.Á.É.

Aldnoah Zero no me pertenece.

¡CÁSENSE YA!

¿Solución?

Yuki siempre había pensado que su hermano era maravilloso.

Aun si, en ocasiones, Naho-kun podía ser insensible o de poco tacto. Aun cuando algunos pensaran que tenía una lengua afilada, o les pareciera altivo, debido a lo crítico o distante que a veces parecía ser.

Yuki también sabía que era de buen ver, y que el traje que usaba hacía mucho por él a la hora de encantar a las mujeres; a quienes les parecía una persona que sabe escuchar y quien además posee un aire misterioso, acentuado por el parche en su ojo y su expresión estoica.

Yuki siempre pensó que su hermanito tenía buenas cualidades más allá de lo físico, como su inteligencia o su amabilidad.

Como su hermana, lo conocía bien y siempre esperó poder casarlo con una linda chica de buena familia. Cierto era que: nunca le había visto mostrar gran interés en ese tipo de cosas, pero ella siempre lo atribuyó a la timidez.

Había pasado un tiempo desde que su hermanito se había vuelto más atractivo a los ojos ajenos. Y contrario a años atrás, Yuki estaba molesta de que su hermanito recibiera mucha atención.

Desde que descubrió que hay aspectos que sólo le muestra a Slaine, había comenzado a sentir la melancolía de aquellos que ven crecer a los niños que con tanto afecto criaron.

Entre trago y trago, Yuki ponía morritos y se convencía de que Naho-kun no le sería arrebatado por cualquiera.

En cuanto vio a su hermanito regresar a casa y la encontró bebiendo solitaria, exclamó:

— ¡Ah! ¡Lo tehngo!... Séh lo queh necehsitas… ¡Nahho-kun!—

Omitiendo la voz del castaño pidiéndole que se apoye en él para llevarla a su cuarto, le diría su idea, a la vez que pasa sus brazos por el cuello de su hermanito, queriendo encontrar confort y sentir el familiar calor de éste…

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Más tarde, sin saber exactamente lo que le dijo esa noche a Naho-kun, encontraría que el aditamento en la mano de éste, cumplía perfectamente su cometido de alejar a las interesadas.

Con un repetido gesto afirmativo de su cabeza, le daría el visto bueno a su brillante idea y sonreiría complacida…

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Cuando la siguiente visita a Slaine llegó, Yuki por un momento dejó de respirar, abriendo sus ojos demás. Frotándolos varias veces, queriendo comprobar que aquello que veía era cierto, terminó por preguntarse:

¿En dónde se había equivocado?

Entonces, con un sabor amargo, aceptaría que el anillo colgando junto al medallón de Slaine, era par de aquel que se encontraba oculto en la mano izquierda de su hermano. Cuestionándose de pronto lo efectivo de su ¿solución?

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N/A: ¡GRACIAS POR LEER ESTO…!

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