Daré las indicaciones de siempre.

Se me olvidaba, si su intención es hacer un comentario ofensivo o despectivo, les pido encarecidamente que se abstengan. Así no pasan un mal rato y no me lo hacen pasar a mí. No comentarios denigrantes y mucho menos insultos. Les pido que por favor lean las indicaciones y las notas de autor al final de cada capítulo. No son un bonito adorno, si las coloco es por algo.

AVISO: si mis notas hieren la sensibilidad de alguien, quiero que sepan que las hago sin tal finalidad. Mi intención no es ofenderles, quiero que quede claro para que luego no vengan a etiquetarme como una persona grosera, malagradecida o prepotente. Simplemente soy sincera con aspectos que a muchos autores les desagradan pero que no son capaces de decir por miedo a ser tildado de la misma manera en la que me designan a mí. Mi finalidad es crearles conciencia en la forma de comentar para ayudar, más nada.

Aclaraciones:

Narración.

Diálogo —

"Pensamientos".

Advertencias:

Posible OoC en los personajes.

OC's.

Género: Romance | Drama | Humor.

Clasificación: T | M.

Disclaimer: La serie y sus personajes no me pertenece a mí, sino a ®Masashi Kishimoto.


Capítulo III.

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Inocencia.

‹‹La lectura es como el sexo. Si realmente lo quieres hacer nunca dirás "no tengo tiempo"››.

Anónimo.


Hacer el amor significa expresar emociones profundas, complementarse. Desear ese contacto donde tú tocas, acaricias, estimulas para ofrecer placer a la otra persona. Significa empeñarte, aplicar todo tu espíritu para complacer y no solo satisfacer.

Cuando se tiene sexo, solo es una forma de llegar al orgasmo por medio de otra persona. Sin implicar emociones o sentimientos. Es el placer individual y egoísta.

Sakura oteó el pergamino con las mejillas enrojecidas… Creía que era uno de los pergaminos más largos con mejor expresión de los sentimientos que había leído alguna vez, y qué, seguramente, sería el más explicativo con respecto a la teoría de las relaciones sexuales. O a lo que la mayoría llamaba, hacer el amor.

¡Dios! ¿Cómo se había metido ella en aquel lío con el padre de su mejor amigo?

No es como que hubiera llegado tan lejos, aunque si era honesta, en el fondo; muy, muy en el fondo… Deseaba haber ido un paso más allá. No es como que el Cuarto fuese un viejo rabo verde, ¡no! ¡En absoluto!

Minato Namikaze seguía conservando su atractivo, tanto que no aparentaba los casi cuarenta años que cargaba encima. ¡Con un demonio! Las mujeres continuaban cayendo locamente enamoradas a su paso, y eso a Sakura le provocaba un sentimiento de picor en el pecho.

"¿No será que estás celosa?"

La chica frunció el ceño, no, ella no estaba celosa. Sí, debía admitir que gracias a ese desafortunado evento de la mensajería habían creado alguna especie de lazo extraño, tal vez algún sentimiento de cariño, u otro tipo de afecto. Pero, ¿amor? No, no era posible, ¿o sí?

Sakura sacudió la cabeza, ¿en qué demonios pensaba? ¿Amor? ¿Por unos simples pergaminos?

"No, eso es totalmente imposible".

Se dijo mentalmente y luego rió nerviosamente mientras continuaba hojeando sus libros, su maestra la había enviado a leer cuanto texto de medicina y control de chakra encontrara. Bueno, específicamente la mandó a la torre Hokage, dado que ahí había una vasta biblioteca llena de todo tipo de libros, textos o pergaminos acerca de la medicina tradicional y shinobi. Sin embargo, ella como digna alumna de Tsunade; no quiso poner un pie en el lugar.

Primera y principalmente, porque no sabría dónde meterse si Minato la encontraba leyendo ese pedazo de pergamino. Dios la socorriera si eso ocurría…

Creo que estoy exagerando las cosas murmuró a la nada, tratando de pasar de la misma línea del texto sin poder siquiera avanzar un párrafo.

¡Lo intentaba! En realidad quería concentrarse si quería avanzar en su entrenamiento con su maestra, ¡pero no lo conseguía!

Las palabras de ese dichoso pergamino seguían grabadas a fuego en su mente y se repetían dentro de su cabeza, como si fuese un disco rayado que le provocaba hormigueos por todo el cuerpo… De solo imaginar la voz de Minato recitando esas palabras, un escalofrío le recorría la espalda y la hacía estremecerse contra su voluntad.

¡Maldita sea! farfulló molesta consigo misma y con las emociones que le provocaba solamente pensar en el nombre del padre de Naruto.

¡Ni siquiera pensar en su mejor amigo la frenaba!

¿Problemas para concentrarte? emitió una suave y paciente voz que ella de inmediato reconoció.

"Ay Dios…"

¿Cuántas veces había mencionado a aquella deidad a lo largo del día?

No quería levantar la vista, no quería prestar atención, lo que deseaba era desaparecer con desesperación. ¿Es que acaso no había tenido suficiente humillación ya? Pero, como era costumbre; el tono de Minato surtió efecto y, en contra de su voluntad (que no era mucha) elevó su iris esmeralda y se sumergió en las profundidades azules de los ojos del hombre frente a ella.

Hokage-sama murmuró Sakura penosamente.

Minato se encontraba de nuevo frente a ella, como aquella mañana cuando se dio a la tarea de buscarla y lo llevó al mismo lugar, el mismo rincón y la kunoichi estaba en la misma posición. Sin embargo, el pequeño pedazo de pergamino captó absolutamente la atención. Él no lo tomó, no había necesidad de hacerlo porque ya sabía lo que decía.

Sakura observó con vergüenza como la mirada azul del Hokage se desviaba hacia el pedazo de pergamino que no la dejaba concentrarse, se reprendió mentalmente y se mordió el labio inferior con ganas para no soltar un grito lleno de frustración. ¿Es que acaso podía ser más estúpida?

Ella se contuvo para no cerrar los ojos apenada, sus mejillas se sonrojaron cuando el iris del padre de Naruto cruzó con el suyo, y le pareció ver un destello de malicia en aquellas piedras azules; pero no supo distinguir si era real o un producto de su imaginación.

Sakura agitó brevemente su cabeza incrédula, sí, seguramente se lo imaginó.

Supe que Tsunade te envió a leer los textos que están en mi despacho mencionó él de repente, la peli-rosa enrojeció y maldijo mentalmente a su maestra ¿Por qué no fuiste?

"¿Y me lo pregunta?"

Sakura era consciente de que él sabía la razón, pero por muy extraño que le pareciera, le gustaba ponerla en aprietos de alguna manera.

Sabía que el padre de Naruto era un hombre muy servicial y amable, siempre dispuesto a ayudar. Sin embargo, había algo que le indicaba que él deseaba realmente hablar con ella y buscaba todas las maneras posibles para lograrlo, aunque siempre eran interrumpidos y nada aseguraba que esta vez fuera diferente.

Ella no estaba muy segura de hablar con él, posiblemente porque temía que las cosas cambiaran o peor aún, que no lo hicieran…

Sí… Yo…

¿Qué le decía? ¿Qué sentía pena, vergüenza de haberse metido en esa situación con él? O era sincera y le decía que se sentía verdaderamente atraída por él, con algo que todavía no descifraba; pero que podía ser más que atracción física.

No, definitivamente no podía decirle eso.

Minato, cansado, ahogó un suspiro y esbozó una sonrisa amable antes de tomar asiento frente a la joven kunoichi. Se tomó un minuto para observarla.

No quería detallarla minuciosamente, más no pudo evitar que sus orbes vagaran a través de las líneas finas de su rostro, de su piel cremosa, de sus labios carnosos o sus mejillas sonrojadas. A regañadientes y en contra de su moral, tenía que reconocer que la compañera de su hijo era una pequeña obra de arte. Tanto, que a veces le era imposible apartar la mirada de sus deslumbrantes ojos verdes o de su encantadora y sensual sonrisa inconsciente.

Minato no se consideraba a sí mismo como un hombre terco, pero sí como uno insistente. Y hasta ese momento no había conseguido cruzar palabras con la chica sin que fueran interceptados, por esa razón, le 'sugirió' amablemente a Tsunade que enviara a su prometedora alumna a la biblioteca de su despacho; donde había tantos volúmenes acerca de Ninjutsu médico como hojas tenía un árbol. Sin embargo, Sakura no se atrevió a ir y de nuevo se vio en la necesidad de buscarla.

¿Y dónde más podía encontrarla? En la biblioteca.

Estaba exactamente en el mismo lugar donde la dejó aquella mañana que fueron interrumpidos por Itachi. Minato bien pudo dejar las cosas como estaban, que se quedara como un desafortunado malentendido. No obstante, una fuerza dentro de él lo obligaba a buscarla para hablar con ella y decirle que todo había sido una equivocación.

Desafortunadamente cuando la vio ahí, sumergida entre libros y pergaminos, iluminada por la tenue luz de una lamparilla… Las perspectivas le cambiaron y la observó de una manera diferente… Eso sin echar a cuenta el pergamino que seguramente había estado leyendo, pergamino que sabía a quién le pertenecía; ya que él lo había escrito. Ese pequeño desatino de Sakura le removió un extraño sentimiento de excitación que, aunque no le espantó, le emocionó de manera que sí le sorprendió.

Tranquilízate, Sakura musitó con una sonrisa apaciguada , yo no muerdo.

"Por lo menos no de la forma que tú crees…" pensó él.

Sakura enrojeció avergonzada, de verdad se estaba comportando como adolescente estúpida.

Sé que no… murmuró la peli-rosa azorada.

La capa blanca de Minato hondeó elegantemente antes de tomar asiento frente a la chica, oteó algunos de los libros dispuestos en la mesa. No difería mucho de los que había visto anteriormente cuando habló con ella, sin embargo, ahora implicaba algunas técnicas y otros ninjutsus básicos. Esta vez su estudio iba un poco más al control de chakra.

¿Entonces? ¿Por qué no fuiste?

"Porque seguramente sería incapaz de concentrarme en un ambiente cerrado con alguien como usted…"

Quiso decir Sakura, pero inmediatamente se dio cuenta que era algo que no podía permitir que supiera o su humillación sería más que terrible. Sinceramente no estaba dispuesta a avergonzarse más. ¡No señor!

De todas maneras no estaba de más ser sincera, por lo menos, decir la verdad en una parte del asunto. Sakura soltó un suspiro, recogió el trozo de pergamino y mientras lo doblaba cuidadosamente dijo:

Supuse que era mejor si las cosas quedaban así… dijo en voz baja, casi sofocada . Creo que esto ha sido una incómoda sorpresa para ambos, supongo que solo quería ahorrarle el bochorno de una explicación.

Minato abrió los ojos levemente sorprendido por el repentino destello de madurez de la compañera de su hijo, luego sonrió satisfecho de comprobar que, aunque Sakura lucía como una adolescente; mentalmente no lo era. Eso despertó otro sentimiento en él que no supo identificar, y que definitivamente quería averiguar.

¿Sí? ¿Fue incómodo para ti?

Sakura elevó sus orbes estupefacta y se encontró con la mirada profunda del Cuarto Hokage, que la analizaba y contemplaba de una manera tan intensa que le dio escalofríos. Sus mejillas se ruborizaron nuevamente en contra de su voluntad.

¿Acaso no lo fue para usted?

Minato se tomó unos segundos para sopesar la respuesta, esbozó una sonrisa gentil y acentuó su mirada.

Sorpresivo sí concedió ¿Incómodo…? Definitivamente no.

Sakura tragó saliva, el tono suave y paciente de Minato tuvo una ligera variación volviéndose ligeramente pausado y profundo, provocándole estremecimientos en el cuerpo.

Ella no supo que responder, no es como que estuviera en desacuerdo. Hacía no menos de cinco minutos estaba deseando haber llegado un tanto más lejos con él, ahora se quedaba paralizada ante la idea de que cabía una posibilidad… Claro, en una forma hipotética, ¿no?

Salir con un hombre mayor no es nada del otro mundo, Sakura habló de nuevo el Hokage.

Sakura enrojeció, y Minato debía admitir que le divertía y enternecía a partes iguales las reacciones de la chica ante situaciones tan simples. Era tan inocente… Se preguntaba sí…

Supongo que no interrumpió a media voz la peli-rosa.

El hombre sonrió ligeramente complacido y luego dijo:

Claro que no pausó, se levantó de su asiento y cuando Sakura se creía a salvo, él se detuvo frente a ella y habló de nuevo , te espero mañana a las diez. Tsunade me ha pedido que vigile tu progreso mientras está fuera de la Aldea.

Sakura abrió los ojos pasmada.

¡¿Qué?!

El Cuarto contuvo una sonrisa divertida.

Solo venía a decirte eso, nos vemos mañana, Sakura.

Y así como así, Minato la dejó preguntándose: ¿Qué carajos había pasado ahí?


Nota de Autor:

Hello!

Sí, yo, de nuevo... Sé que no tengo excusa que valga, excepto un montón de problemas personales, técnicos y de inspiración que me han impedido continuar no solo con esta; sino con muchas de mis historias. Hace meses que no la actualizo... Desafortunadamente, soy una escritora inconstante y por esa razón he perdido varios lectores/as. Pero si todavía queda alguna por ahí, espero que le agrade esta continuación, más que todo a la persona a quien está dedicado. Sasu Love For Ever, perdona mi inconstancia, sé que seguramente este capítulo no lo compensa pero deseo de todo corazón te guste.

Sin más me retiro, cualquier duda, pregunta o comentario, por favor háganmelo saber ahí abajito en la cajita de comentarios. Nos veremos en una próxima actualización.