Daré las indicaciones de siempre.

Por favor, sean creativos con sus comentarios, que se note que han leído.

Y, se me había olvidado, si van a hacer comentarios ofensivos o despectivos, mejor absténganse. Sin comentarios denigrantes, mucho menos insultos. Se les ruega encarecidamente, lean las indicaciones y los apartados de autor que no los coloco de adorno. Están al final de cada capítulo, una breve explicación.

Aviso, si mis notas hieren su sensibilidad las hago sin la menor intención de ofender a nadie, lo explico para que después no estén etiquetándome de grosera, malagradecida o prepotente. La única finalidad es crearles consciencia, que sepan que pueden hacer comentarios inteligentes y que ayuden al autor a mejorar.

Aclaraciones:

Narración.

Diálogo. —

‹‹Pensamientos.››

(*) Esto es un apartado para alguna palabra o concepto que aclararé al final del capítulo.

Advertencias:

Posible OoC en los personajes.

OC's.

Situaciones sexuales implícitas-explícitas.

Lenguaje inapropiado o soez.

Género: Romance | Drama.

Clasificación: T| M.

Disclaimer: La serie no me pertenece, sino a ®Masashi Kishimoto.

Nota 1: Por favor, lean las notas de autor antes de comentar.


PERGAMINO.

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‹‹Escribir es como hacer el amor. No te preocupes por el orgasmo, preocúpate del proceso.››

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Isabel Allende.

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PRÓLOGO.


Sacó el pequeño pedazo de pergamino del bolsillo de su porta shuriken y lo ojeó. Élite Light, sí, así se llamaba el bar. Dio un profundo y sonoro suspiro para darse valor.

Elite Light estaba ubicado casi en el centro de la ciudad, Sakura lo conocía muy bien; era el bar donde normalmente los shinobis (y algunos civiles) se reunían después de cada misión o cada fin de semana para desahogarse y quitarse el estrés del trabajo o, simplemente, para pasar el rato.

Élite Light era uno de los locales más climatizados de la ciudad, se disfrutaba de un ambiente divertido con una decoración espectacular. Tenía un ambiente moderno que hacía de las noches únicas e inolvidables. El local constaba de dos plantas, por lo general se quedaban en la baja; ya que cada vez que iba con Ino se pasaban de copas y bajar era una trampa mortal (incluso para ellas que eran kunoichis). El lugar era una exquisitez en todo sentido, solo había un problema…

Identificación — exigió el guardia de seguridad.

Sí, no aceptaban menores. Ante la nación poseían la edad para pelear batallas y arriesgar sus vidas, pero no la suficiente para beber y divertirse. ¡Qué ironía, ¿no?!

Sakura rebuscó entre su bolso y sacó una identificación falsa (cortesía de Ino).

Aquí — dijo pasándole el carnet al guarda, este observó con sumo cuidado la foto y la fecha de nacimiento.

Sakura lo expectaba con aparente tranquilidad, aunque por momentos se soltaban sus nervios y le resultaba difícil mantenerlos a raya. Y no era por la falta de costumbre de engañar a los porteros de la entrada del bar, sino porque no solía hacerlo sola. Por lo general Ino distraía lo suficiente a los guardias de seguridad con sus escotes, igualmente el coqueteo funcionaba a la perfección y muchas veces pasaron sin necesidad de mostrar identificación. En este caso se sentía ansiosa, no porque estaba sola; sino por el motivo que la llevó a hacerlo así.

Finalmente el hombre grande y musculoso le devolvió el carnet, Sakura contuvo la respiración.

Pasa — la kunoichi exhaló con alivio, sonrió y entró rápidamente.

El humo del tabaco le causó un poco de ceguera y el olor fuerte a alcohol le provocó un poco de náusea. Sí, con Ino solían ir seguido a ese lugar; pero no estaba de más mencionar que era una terrible bebedora. No estaría ahí de su parte, sin embargo, ese fue el sitio que él pactó en el pergamino.

Lo sacó de nuevo y leyó:

¿En verdad quieres conocerme?

Ven a Élite esta noche.

M.

Sakura nada más le dio una ligera descripción de sí misma, destacando el color de su cabello. Así la reconocería fácilmente.

¿Dónde estás, N… Dónde estás? — murmuró para sí misma, obviamente nadie la escucharía entre la cháchara de la gente y el ruido de la música.

Él le había dicho que su cabello era rubio y sus ojos azules, no había ningún rasgo raro en sus descripciones. De hecho le parecían comunes habían muchos hombres rubios con ojos azules, en el mundo shinobi no tanto pero en el civil sí. Y resultaba que muchos civiles también asistían a ese bar a pasar el rato…

Rubio, ojos azules…

¡¿Cómo carajos sabría cuál era?! Había dos hombres en la barra con esas características y otros dos en la segunda planta, ¿cómo sabría cuál era?

¿Sakura? — pronunció repentinamente una voz masculina conocida para ella, la medic-nin dio un bote asustada y se dio la vuelta.

Sakura abrió la boca asustada y por un momento le faltó la voz para contestar, pero lo hizo al final.

Ho-Hokage-sama… — musitó, muy bajo para escuchado para las demás personas pero no para Minato.

¿Qué es lo que haces aquí? — preguntó amablemente, aunque en su mirada era severa.

A la kunoichi la recorrió un escalofrío de pies a cabeza. Nunca antes se había encontrado al padre de su mejor amigo en ese bar, de hecho, la única vez que supo que estuvo en ese lugar fue para su re-nombramiento (después de que su maestra renunció). Minato Namikaze no era el tipo de hombre que frecuentaba bares para distraerse o quitarse el estrés. No, él era un hombre dedicado a su trabajo y a su hijo.

Sakura — llamó de nuevo, esperaba su respuesta.

Yo… Yo… — la medic-nin empezó a balbucear, no era típico de ella pero la cercanía del Hokage siempre la ponía nerviosa.

Los ojos azules de Minato estaban clavados en la pequeña figura de la adolescente, la escudriñaba con cuidado a la espera de cualquier cosa que pudiera decirle. Cuando de repente recordó algo…

Me reconocerás al instante por el color de cabello, es rosa chicle… Sí, soy la única en el país del fuego que posee ese color de cabello.

Las orbes del Hokage se abrieron con sorpresa, inspeccionó a la mejor amiga de su hijo… No, eso no podía ser posible, ¿o sí?

Observó su cabello.

Rosa chicle… — masculló.

¿Disculpe?

Minato no contestó, nada más sacó de su túnica un pequeño pedazo de pergamino y se lo tendió para que lo leyera. Sakura lo tomó y lo reconoció al instante…

¡No, eso no podía ser posible!

Hokage-sama… ¿usted es…? — él asintió y respondió.

Sí.

Ambos cerraron los ojos y mascullaron internamente.

¡Oh, carajo!


Nota de Autor:

¡Hola!

Hace un rato que no me pasaba con algo nuevo (de hecho ni lo viejo, porque no he actualizado). Bueno, esta historia fue hecha para Sasu Love For Ever por petición en el Foro de La Aldea Oculta entre las Hojas, como bien lo dejé especificado en el disclaimer.

Sasu Love For Ever, no sé si es lo que esperaba ya que hice un What If?, de la idea que posteaste. Sinceramente me costó un poco encontrar una manera porque la descripción no se aplica a mi estilo, así que retomé todo lo que pude para hacer algo decente y que te agrade. Espero que sea de tu gusto, hice todo lo que pude. Nos veremos en una próxima actualización.