En el mundo de los inmortales también hay sucesos extraños, momentos que te sorprenden y que nunca habían pasado, los inmortales también nos sorprendemos. También nos pasan cosas que para nosotros son extrañas, que podrían cambiar nuestro día a día, que podrían cambiar nuestro destino. Así ocurrió un día, en la Escuela Golden. La aparición de una persona, pero no una persona normal. No era humana, no era demonio, no era ángel, pero si no era nada de eso, ¿quién podía ser? Mis amigas y yo no tardaríamos en descubrirlo.

-¿Alguien sabe dónde está el profesor Arcan?-inquirió Urié, preocupada.

-Dijo que tenía asuntos que aclarar y que volvería antes de mañana-explicó Miki-Ha dado las clases por suspendidas.

-¡Qué bien!-exclamó Dulce-Así podremos ir de compras.

-Para el carro, Dulce-replicó Urié-No sabemos lo que nuestros rivales, los demonios, pueden estar tramando.

-Jolín, yo que tenía ganas de comprarme una falda nueva…

-Ya iremos el fin de semana-la consolé-Además, machacar a los diablos será divertido.

-¡Y que lo digas, Raf!-dijo Miki con una sonrisa-Vayamos a ver a nuestros humanos, por si a alguno se le ha ocurrido algún plan divertido.

-Buena idea-concedió Urié.

Salimos del aula de los ángeles, dispuestas a hacerles una visita a Jennifer, Andy, Eddie y las gemelas, Julia y Helen. No tardamos en encontrar a Jennifer y Andy charlando animadamente, sentados en un banco del parque. Todo era alegría hasta que vimos a los demonios a unos metros sobre Andy y Jennifer. Estaban Cabiria, Gas y Kabalé, pero no Sulfus, ¿dónde podía estar?

-¿Qué hacéis aquí?-exclamó Urié.

-Lo mismo que vosotras-contestó Cabiria-Vigilar a los humanos.

-Me refiero a qué tenéis pensado hacerles.

-Por ahora, nada-contestó Kabalé-Pero ya se nos ocurrirá algo maligno.

Mis amigas les dedicaron una mirada envenenada y los diablos se la devolvieron. Yo no podía, tenía la cabeza en otra parte.

-¿Dónde está Sulfus?-inquirí.

Todos me miraron sorprendidos.

-Vaya, un ángel preocupada por un diablo: ¡qué irónico!

-No estoy preocupada por él-mentira-Es que no me fío de los diablos, a saber lo que habréis tramado para tendernos una trampa o algo por el estilo.

-Raf tiene razón-añadió Dulce-¿Dónde se ha metido ese diablo de Sulfus?

-¡Qué más quisiéramos que Raf tuviera razón y haberos jugado alguna broma! Pero por desgracia no-respondió Kabalé-La profesora Tentel le convocó hace una hora y no le hemos vuelto a ver desde entonces.

-¿En qué lío se ha metido esta vez?-preguntó Miki.

-Eso es lo raro-contestó Cabiria-Que no ha hecho nada bueno.

-Será al revés, ¿no?-inquirió Dulce.

-Somos demonios, pastelito, ¿recuerdas?-repuso Kabalé.

-¡Te he dicho un millón de veces que no me llames pastelito!-exclamó Dulce acercándose velozmente a Kabalé, esta le apuntó con un dedo.

-¿Y quién va a impedírmelo?

Dulce estuvo a punto de tirarse sobre Kabalé pero Urié le agarró el brazo.

-¡Quieta! ¡El Veto!

Dulce se alejó de Kabalé, furiosa, mientras que la demonio sonreía. Entonces mi séptimo sentido se despertó, me llamaba como una alarma.

-El profesor Arcan ha vuelto-murmuré.

-Y parece importante-añadió Urié.

-Tentel también nos llama-comentó Cabiria.

-Pues volvamos a la escuela-contestó Kabalé.

Los pasillos de la Escuela Golden estaban llenos de ángeles y demonios. Casi parecía que fuera a haber un desfile que empezara en la entrada de la escuela y acabara en la puerta de la Sala de Reuniones. Mis amigas, Kabalé, Cabiria, Gas y yo nos quedamos justo al lado de la Sala de Reuniones. Oímos de lejos ruidos de asombro, sorpresa y miedo que venían de los demás ángeles y demonios. Distinguí al profesor Arcan avanzar por el pasillo con la misma solemnidad de siempre. No veía nada nuevo o extraño en él, pero no podía decir lo mismo de quien caminaba tras él.

Era una muchacha, de más o menos mi edad, de pelo castaño claro, corte asimétrico, ojos dorados y expresión seria y fuerte. A pesar de su apariencia, infundía respeto. Pero no fue nada de eso lo que me sorprendió: no tenía alas, ni cuernos, ni halo, pero podía vernos. Si no era ángel, ni demonio, ni humana, ¿qué era?

Entonces la puerta de la sala de reuniones se abrió. Vi a la profesora Tentel y a Sulfus salir de ahí. Oí unas palabras provenientes de la diablo:

-Espero que lo comprendas, Sulfus, es por el bien de la escuela.

Él asintió con seriedad. ¿Desde cuándo un demonio hacía algo por el bien? El profesor Arcan se detuvo frente a Tentel y la muchacha misteriosa se colocó junto a él. En cuanto vio a Sulfus su expresión seria se descolocó, esa fuerza, esa seriedad y esa expresión letal se desvanecieron en un segundo. Ahora parecía una chica débil, asustada y sorprendida. Una palabra salió de su boca en un susurro:

-Xavier…

No tardó en lanzarse a los brazos de Sulfus y abrazarle con fuerza. Una sensación de celos me recorrió el cuerpo, apreté los puños. Sulfus no parecía sorprendido, solo preocupado. Agarró a la muchacha por los hombros y la alejó de él.

-Bree-dijo el diablo-Mírame.

Una inexplicable sonrisa recorría el rostro de la supuesta Bree, pero cuando las miradas de ambos se cruzaron, se desvaneció. Bree se alejó poco a poco de Sulfus.

-Tú no eres Xavier…

Sulfus negó con la cabeza, pesaroso. Las lágrimas abnegaron los ojos de Bree que bajó la mirada. Apretó los puños con fuerza y cuando volvió a alzar la cabeza le dedicó una mirada envenenada a la profesora Tentel, que luchaba por mantenerse impasible, sin conseguirlo, había miedo en su mirada. ¡Miedo!

-¡Me mentiste!-gritó Bree-Dijiste que habíais encontrado a Xavier, a mi familia. ¡Todo esto ha sido una treta demoníaca. ¡No sé cómo he podido dejarme convencer! ¿Queríais que protegiera la escuela? Pues habéis logrado lo contrario. Engañarme ha sido un error, y lo pagaréis.

Una chispa oscura brotó de las manos de Bree. Aterrada, retrocedí unos metros, como mis amigas.

-No, Bree, espera-intervino Arcan-No sabía que Tentel te había mentido, te juro que no lo sabía.

-¿Cómo voy a poder creerte?-repuso Bree, furiosa.

-Porque soy un ángel, y los ángeles no mienten.

Bree soltó una risa amarga.

-Las Altas y Bajas Esferas os han comido la cabeza con esas tonterías, pero te creo-respondió Bree, abandonando su posición ofensiva.

Le dedicó una mirada triste a Sulfus y volvió a mirar a Arcan.

-¿Quién es?-inquirió con un hilo de voz.

-Se llama Sulfus-intervino Tentel.

Bree miró durante más tiempo a Sulfus, haciendo que me pusiera cada vez más nerviosa. La muchacha esbozó una sonrisa forzada y las lágrimas salieron de sus dorados ojos.

-El parecido es increíble. De no ser por los ojos le habría confundido. Xavier tiene los ojos negros, mientras que él los tiene amarillos.

Se volvió hacia Tentel.

-¿Por qué me mentiste? Y no me digas que es algo que hacen los demonios.

-Quería tener una salvaguarda para que vinieras sin dudar.

-Recordarme que llevo años sin ver a mi familia no es la mejor manera-susurró la muchacha bajando la mirada-Bueno, vayamos a lo que nos ocupa. Tenemos que establecer los puntos de nuestro trato.

Arcan y Tentel asintieron.

-Síguenos-dijo el ángel.

Los profesores abrieron las puertas de la sala de reuniones y entraron, Bree les siguió. Sulfus se acercó a sus amigos y les hizo un gesto para que entraran en la sala de reuniones, luego se aproximó a nosotras.

-Arcan y Tentel quieren que estemos presentes durante la charla entre ellos y Bree.

Mis amigas asintieron, extrañadas, y entraron en la sala. Sulfus las siguió pero yo me interpuse.

-¿Qué ha sido eso?-inquirí.

Sulfus me miró fijamente pero no podía leer su expresión, y no me apetecía explorar su mente.

-Es largo de explicar, pero pronto lo descubrirás.

Y sin añadir nada más entró en la sala de reuniones.

Las preguntas que surgieron en esos pocos minutos eran muchas, demasiadas: ¿quién y qué era Bree? ¿Quién era Xavier? ¿Qué tenían que ver con Sulfus? ¿Por qué necesitaban a Bree para proteger la escuela? Esas preguntas debían resolverse, y pronto.

Un saludo a todos, este fic es antiguo, creo que tiene casi dos años y en él hice una especie de crossover de la serie Angel´s Friends y un libro que estoy escribiendo yo misma, por eso tal vez os hayáis perdido un poco, pero con el transcurso de la historia se van descubriendo más secretos. Gracias por leerlo y espero que os haya gustado.