A/N: ¡Hola a todos! He leído un muy pequeño fic de un usuario llamado FateTheArcher, cuyo nombre es "The Engagement". En él decía que nos podíamos sentir libres de usar su idea, y, ¡aquí estoy yo! Intentando expandir el fandom español.


"Vas a conocer a tu prometido esta tarde. No hay excusas que valgan."

Nozomi, estresada y frustrada, recordaba las palabras de su padre mientras intentaba atender a su aburrida clase de matemáticas. Centrarse en las cuentas y explicaciones de su sensei resultaba más complicado que de costumbre, por el simple echo de que aquel día era el día en el que iba a conocer nada más y nada menos que a la persona con la que iba a contraer matrimonio. Iba a conocer a su prometido.

Desde hacía años, incluso antes del nacimiento de Nozomi, el señor Toujou había llegado a un acuerdo con su jefe, un viejo amigo y propietario de las famosas empresas CyT. Incluso antes de que ninguno de los dos tuviesen descendencia, acordaron que su primer hijo contraería matrimonio con el del otro, para así unir ambas familias y hacer el negocio mucho más próspero gracias a la inmensa fortuna de la familia del jefe y a la generosa manera de ofrecer su propia mano de obra por parte de los Toujou. Firmaron los papeles necesarios mucho antes de que sus respectivas mujeres estuviesen embarazadas, y, desde aquel entonces hasta el día en el que nos encontramos, el día en el que Nozomi vería por primera vez a su prometido, el señor Toujou le había recordado a su hija lo importante que era, y que no podía echarse atrás. Acostumbrada a escuchar todo aquello desde niña, no tuvo más opción que afrontarlo como algo normal, y esperar al día de la verdad con una sonrisa en su rostro.

Espero que por lo menos sea un buen chico...


El sonido del timbre que dio lugar al final de las clases sacó a Nozomi de sus pensamientos. Recogió sus libros rápidamente mientras hacía una lista mental de las cosas que tenía que hacer, como recibir a sus padres en su solitario apartamento, preparar algo para comer, sin olvidarse de volver a casa como todos los días caminando al lado de...

"¿Elicchi?"

Miró por todos los rincones de su clase, miró como sus compañeros charlaban unos con otros, como salían de la clase, pero ciertos rubios cabellos que buscaba en especial, no se dejaban ver por ninguna parte.

"Dijo que tenía algo que hacer y se marchó antes."

"Oh, gracias Nicocchi."

¿Me pregunto por qué no me habrá avisado, uh?

Intentando despejarse un poco del día de locos que estaba empezando a tener, se puso en marcha hacia su apartamento, y nada más llegar comenzó a hacer la comida. Algo simple, rápido y sencillo para abastecer su estómago.

No tardaron mucho en llegar sus padres, los cuales se habían dejado hacer una parada en Tokio para ver de nuevo a su jefe, y conocer al que sería el futuro compañero de por vida de su hija. Ambos eran buenas personas, aunque respecto a la relación que tenían con Nozomi, no era muy profunda.

Los tres se dieron un abrazo y unas breves palabras amables a modo de saludo, aunque la señora Toujou no quiso perder tiempo con ese tipo de cosas que todos sabían no eran más que por educación.

"¿No pretenderás conocerle así vestida, verdad? Será mejor que te cambies de ropa rápidamente, ¡llegarán en cualquier momento!"

Suspirando e intentando mantener la calma y compostura, Nozomi se fue a su habitación, abrió su armario y se quedó un rato observando toda su ropa, indecisa, nerviosa, pero sobre todo desganada. Nadie quiere sentirse obligado a casarse con alguien que ni si quiera conoces, y mucho menos cuando tus ojos se desvían hacia distintas cualidades físicas que hombres y mujeres no comparten.

¿Si me gustasen los chicos, qué ropa me pondría para impresionar a mi novio?

"¡Cielo, han llegado, ven al salón en cuánto hayas terminado!" La interrumpió la voz de su madre.

Decidió darse prisa y ponerse un vestido púrpura que realzaba aún más sus curvas. Su falda caía con unos pequeños volantes y un corte en un lateral, que dejaba su muslo derecho descubierto. Se miró al espejo de su tocador, tragó saliva y se prometió a sí misma que sus padres estarían orgullosos de ella, porque no tenía la opción de cambiar de opinión, y por lo tanto, el único camino que podía tomar, sería un camino que recorrería dando pasos firmes y seguros.


Se asomó sigilosamente a la puerta del salón, desde la que vio cuatro cabezas rubias de espaldas, sentadas en el sofá opuesto en el que se sentaban sus padres, sonriendo de una manera un tanto extraña. En cuanto la vieron, compartieron una mirada cómplice antes de hacerla pasar.

"Ven, pasa, siéntate aquí con nosotros." Obedientemente, caminó junto con los suyos y se sentó, evitando mirar a los extraños que tenía justo en frente.

"Bueno, Nozomi, cariño, por lo que se ve tu padre..."

En ese momento, notando un tono tembloroso en las palabras de su madre, levantó la vista para encontrarse con la de su prometido.

"...tuvo un mal entendido con el contrato de matrimonio."

Vio sus ojos azules, así como la rubia melena que llevaba atada en una coleta alta. Vio sus facciones tan hermosas, delicadas y conocidas.

"¿...E-Elicchi?"

Incapaz de murmurar una sola palabra, la joven que también parecía estar en shock, miró a su padre con confusión, el cual no encontró palabras para explicarle aquel suceso que ninguno en aquella sala entendía. Los Ayase creían firmemente que el descendiente de los Toujou sería un hombre, y viceversa. Pero los papeles ya estaban firmados desde hacía muchos años. No había marcha atrás.

"Harasho..."


A/N: Estaba leyendo fics de Love Live! cuando me encontré uno que, a pesar de su corto argumento y su idioma, me pareció interesante. No tengo mi ordenador y mi querido OpenOffice a mano, sólo mi teléfono móvil, por lo que me dije: bueno, a ver que tontería sale de esto de estar aburrida. Quizás haga un par de capítulos más mientras no tenga mi ordenador para seguir con Desde Rusia con Amor, quién sabe. Gracias por leer :D