La señora Holmes enarco una ceja mientras tomaba de su té con sumo cuidado y exagerada naturalidad, a lo lejos refunfuñando por algo sin sentido se encontraba su ¿objetivo? ¿Victima? ¿Yerno? ¡Bah! Llamémosle futuro esposo de su hijo, entrecerró los ojos y sonrío infantilmente, el detective inspector Greg Lestrade era sin duda un hombre muy apuesto, muy pero muy apuesto, comprendía totalmente la obsesión de su hijo con aquel fornido y ardiente policía del Scotland Yard, la señora Holmes había creído que su buena suerte se había acabado con la dulce y hermosa Molly Hooper con la cual su hijo menor estaba destinado a casarse con ella, cof, cof…por supuesto no era como que los estuviera obligando a sentar cabeza, eso era muy anticuado. Lo que Wanda Holmes quería era que sus hijos se casaran antes de que ella muriera, de que le dieran bellísimos nietos con rizos del color del carbón y en el caso de Mycroft que con la ciencia moderna heredaran el cuerpazo del inspector, así tendría bisnietos en menos de lo que canta un gallo…pero no había porque adelantarse tanto, la verdad era que se había decepcionado un poco cuando descubrió que su hijo no mantenía una aventura con su despampanante asistente como ella había sospechado –Querido, sería un término más apropiado- pero ahora que veía al detective Lestrade no se sentía para nada decepcionada.

Su mirada se posó de nuevo en el hombre sentado a unas cuantas mesas de ahí hasta que el timbre de su teléfono rasgo con el silencio.

-¿Hola?-

-¿Mummy?- la voz de Mycroft resonó con fuerza del otro lado de la línea y la señora Holmes cerro los ojos con pesar, había sido descubierta- Escuche que estas en la ciudad…

-Dile a tu hermano que se las cobrare luego- mascullo, su hijo callo por un momento como pensando en las consecuencias que traería al mundo si retaba a su madre.

-él no tuvo nada que ver- trataba de salvarlo, al menos él podría salir ileso de aquella batalla- Escúchame Mummy… Se lo que haces, y no funcionara…

-¿Y tú como has de saberlo?-frunció los labios disgustada y se aclaró la garganta pensando en un plan.

-¿Molly Hooper?- la incredulidad en el tono de voz de su hijo le hizo entender que Mycroft dudaba de sus poderes manipulativos, pensaba contraatacar con algo que haría que el gobierno británico cayera de rodillas frente a su madre; porque MI5 o no, aún seguía siendo el niño de mami…

-¿Greg Lestrade?- escucho con satisfacción como su hijo farfullaba cosas sin sentido en un intento de mantener la calma- Me estas subestimando Mikey…

-No te atreverías- miro maliciosamente a las cámaras de la cafetería en que estaban, sonrió y le guiño el ojo…

-Pruébame- ronroneo, volvió a tomar un sorbo de té con una sonrisa de oreja a oreja- Puedo ir a hablar con él sabes, podría ir y platicar mucho con él…

-Madre, por favor-

-Creo que tengo fotos antiguas de ti en mi teléfono, me costó escanearlas pero valió la pena- siguió con su tono perverso moviendo su teléfono de un lado a otro- A Molly le encantaron las fotos de la época punk de Sherlock, supongo que a Greg le encantaría ver las fotos de tu graduación…

-¿Qué es lo que quieres?- sabía que su hijo temblaba del otro lado de la línea pero por supuesto, todos temblaríamos con un Mycroft vestido al mero estilo de Madonna.

-Quiero que lo llames en este mismo instante y lo invites a salir- dijo riendo levemente.

-O…podría arrestarte por sobornar al gobierno británico- La señora Holmes soltó una risotada ante tal idea dejando desconcertado a su hijo- Sabes que lo haría…

-Tus hombres no llegarían a tiempo, para entonces todas tus fotos de la infancia ya estarían grabadas en su cabeza- volvió a reír convencida de que su hijo haría lo que fuera para mantener fotos, historias y memorias de su infancia alejadas del dominio público- Anda llámalo.

Mycroft cortó y la señora Holmes escucho con satisfacción como el teléfono del detective inspector sonaba frenéticamente…

-¿Cena a las 8? Hm…Okay- No pretendía ser minuciosa pero se aseguraría que su hijo fuera a esa cita pero primero tenía que lograr que su otro hijo se le declarara a Molly. Sus hijos no iban a morir vírgenes ni mucho menos solos…

.****************************.

!Eh! Aun no me he olvidado de esta historia es solamente que me quede sin wi-fi ya saben, fallas técnicas. Pero aquí esta, corto pero aquí esta!