¿Qué tal? Soy yo otra vez después de tres semanas de ausencia, bueno antes que nada mil disculpas por lo que estoy a punto de hacer, pero he decidido reeditar esta historia aunque no se me preocupen, le he cambiado insignificancias o mejor dicho errores

También cambie el formato, ya no verán D:- S:- I:- o bien ( ) puesto que para algunos de ustedes como me escribieron en los correos, es bastante confuso o bien molesto, ahora verán que la narrativa y conversaciones ya están arreglados como estamos acostumbrados a ver en FF, esto lo hice pensando en todos ustedes mis queridos lectores

Para los que entran por primera vez les dire que esta historia se centra casi al final de la serie, no se preocupen aun así le entenderan, todo llevara un orden

Espero que sigan esta historia como lo han hecho hasta ahora y para compensarlos tratare de subir un capitulo cada semana, así que sin más

Inuyasha no me pertenece y hago esto sin fines de lucro. A leer se ha dicho

…

CAPITULO 1: SUEÑOS

Song: Arcadia

-Sabía que estarías aquí

-Es el único lugar donde puedo encontrar paz… lejos de todo y de todos

- De nada sirve huir, y lo sabes

-¿¡Por más que me aleje no puedo huir aunque así lo desee!?... ¿A qué has venido?. Al mirarte, puedo ver nada, eso es exactamente lo que veo en tus ojos, nada. ¿Por qué ya no soy capaz de ver tus emociones por medio de esos ojos que me hipnotizan, que me atrapan?, tu mirada es ahora más profunda que antes y aun así no puedo ver nada. ¿¡Soy cegada por mis emociones, mis pensamientos, siendo egoísta con el mundo encerrándome en mi propio dolor!?... aun así es reconfortante e irónico tenerte cerca, puedo sentir como una leve sonrisa se dibuja en mis labios… pero es tan ajena a mí…

Vuelvo a posar mi mirada en ti, aquella que aún se mantiene fija en mi, y Duele… ¿Por qué?. Tu rostro es ensombrecido por el dolor, ¿Qué es lo que significa?... bajo la mirada mientras el viento cálido que recorre los jardines acaricia mi cuerpo, miles de pétalos son arrastrados envolviéndome en una grata sensación que invade mi alma y que me lleva nuevamente a ti, sigues ahí, y yo sigo deseando haber imaginado lo que segundos antes tuve frente a mí, pero… no es así…

¿Sangre?, ¿Por qué huele a sangre?, ¿Y por qué tus manos están manchadas con ella?, puedo distinguir un camino, un camino que claramente nos une a ambos, y no existe el aire suficiente, el pánico comienza a apoderarse de mí nublando mi razón, un dolor agudo se posa en mi pecho haciéndome jadear, apreso fuerte con ambas manos para después apartarlas… ya es tarde, están manchadas por aquel rojo carmesí, empiezo a temblar, mis labios tratan de abrirse pero no puedo… mi cuerpo no responde, me desvanezco, cierro los ojos y trato de sentir el impacto que nunca llega, ya no soy capaz de moverme, parte de mi cuerpo permanece inmóvil en el suelo cerca del infierno, mientras la otra la sostienes como si estuviese en el cielo, ¿cuál es la realidad, que ya no puedo distinguirla?… y aun así, todo parece… tan ajeno a mí.

Bip…Bip…Bip…Bip…Bip…

-Mmmmm- el sonido del despertador junto a la luz del sol que se coló por la ventana la hicieron abrir los ojos con pereza, ¿Qué tan pronto había amanecido?, no lo podía creer, apenas si los había cerrado y ya era hora de comenzar el día, aunque si lo pensaba lo suficiente, durmió bastante. La noche anterior se había ido a acostar cerca de las 9:00 cuando normalmente lo hacía hasta las 11:30

Bostezo con cansancio dejando que una pequeña lagrima se asomara por sus ojos, sin hacer mucho caso, aparto las sabanas blancas que la cubrían y camino hacia la ventana en donde ni tarda ni perezosa abrió las cortinas, el sol dio de lleno en su rostro haciéndola respingar y voltear momentáneamente hacia un lado, respiro hondo y después de un par de segundos dejo salir el aire volviendo a su antigua posición. Sus ojos quedaron clavados en el horizonte

-¿¡Por más que me aleje no puedo huir… aunque así lo desee!?, - aquella frase apareció en su mente y como si del sueño se tratara, evoco las imágenes una y otra vez encontrándolas confusas y borrosas como lo habían sido desde hacía días cada vez que intentaba recordar. Entrecerró los ojos casi sin querer, pues algo le decía, que aquella creciente sensación de miedo y ansiedad que recorría sus venas, tenía mucho que ver con sus sueños, pero sobre todo, con los recientes sucesos

Flash Back

-Rayos, no puedo creerlo – masculló frustrada -Por culpa de Rey voy a perderme el ensayo de los de tercer año, y tantas ganas que tenia de verlo – siguió rabiando con un cuaderno enrollado en su mano en plena estación del tren, y sin importar que las personas, aunque pocas, voltearan a verla -Pero esta me las paga y caro, a quien se le ocurre enfermar de gripa en pleno verano y sobre todo pedirle al profesor que sea yo quien le entregue las tareas, ahhhh, y lo más pronto posible – su voz salió chillona al decir la última frase

Cuando llego el tren se quedo mirándolo mientras este desaceleraba, y cuando lo hizo, y por respeto y norma, permitió que la gente bajara antes de subir, a partir de ahí, todo se volvió lento, el sonido desapareció, y las personas quedaron congeladas en su lugar. El tiempo se había detenido

Sorprendida, aunque no lo suficiente, comenzó a vislumbrar el lugar sin abandonar del todo su posición, algo llamo su atención, más bien fue alguien quien reflejado por uno de los cristales del tren le sonreía, era un niño de aproximadamente unos 8 años, vio que levantaba su brazo sujetando algo entre su puño, un hilo dorado atado a un extraño objeto blanco colgaban, el corazón le dio un salto al creer reconocerlo y de inmediato volteo a verlo pero ya había desaparecido. El sonido de las puertas cerrando la hicieron volver a la realidad, el tiempo se había activado nuevamente, suerte que estaba a unos metros frente a ella así que antes de que algo más sucediera, y con algo de dificultad, empujo la puerta y entro de lado al vagón.

Fin del Flash Back

Repiqueteos incesantes que sonaron en su puerta la hicieron salir de sus recuerdos, sabia quien era pues aparte de ella nadie más estaba en esa casa.

-Daniel… Daniel estas ahí, ya despierta

-¿Qué pasa?

-Solo venia a recordarte que hoy tienes el recital, llegaras tarde si no te apresuras

Y como si algo hubiera hecho clic en su cabeza, se apresuro a dar respuesta, por ahora no tenía tiempo para pensar en lo impensable, en lo confuso, aunque, de ante mano, sabía que solo era cuestión de tiempo para que todo se develara y ella, no podía echar en saco roto lo que le acontecía, así que sin más miramientos se apresuro

Ese era el gran día, el día en que por fin vería uno de sus sueños hechos realidad, y el día en que todos sus esfuerzos se veían recompensados

-Hoy es el día- se dijo

No podía perder más tiempo encerrada en su habitación, no después de todo lo que lucho por llegar hasta allí, y es que como no estar emocionada si había sido elegida de entre los mejores talentos de su escuela, y lo mejor, había sido seleccionada siendo solamente estudiante de segundo año cuando los únicos participantes eran de tercero. Sus esfuerzos habían dado frutos

Corrió hacía el baño, lavo su cara y cepillo sus dientes, de nuevo en su cuarto abrió las puertas de su guardarropa y tomo su uniforme, se vistió con el, cepillo su largo y negro cabello y lo adorno por un lado con un pequeño broche de hermosa bisutería, al vérselo puesto no pudo evitar sonreír pues recordaba el día en que él se lo dio, o mejor dicho, el día en que lo obligo a comprárselo sin que esto le causara mucha gracia. Era un tacaño. Se dio un último vistazo en el espejo observándose por todos los ángulos, todo debía estar perfecto.

Con pequeños saltitos bajo las escaleras, su humor era bastante bueno debía admitir, y encerrada en su pequeña burbuja creyó que nada podría ir mejor, esa era ella, una optimista sin remedio, aunque trataba de no exagerar demasiado. Una vez que llego abajo miro a su alrededor y todo estaba vacío, de no ser por los prontos ruidos que se escucharon de la vajilla al fondo en la cocina hubiera jurado que estaba sola nuevamente.

-Creí que tendría que ir a llamarte otra vez – el joven le dijo si prestar realmente atención a su presencia mientras seguía acomodando los platos limpios del escurridor a la alacena -Pero veo que eso no fue necesario

-¿A qué hora llegaste? – comento una vez que entro a la cocina después de permanecer de pie en la entrada. Abrió la puerta del refrigerador y de el saco un cartón de jugo del cual se sirvió medio vaso

-¿Eso es todo lo que desayunaras?

Por primera vez en lo que iba de la mañana Yue le puso atención, las preguntas o comentarios que ambos se hacían iban y venían sin ser contestadas pero eso no lo inmuto, después de todo, ¿¡no era así su extraña relación!?

Y es que, se conocían desde hace 10 años, 10 años en los que él había tenido que encargarse de ella, 10 años en los que dedico su vida a cuidarla y procurarla, y 10 años en los que todo su tiempo y devoción habían sido volcados hacia ella, pues desde muy pequeña Daniel se había quedado sola, la orfandad la golpeo duro a muy temprana edad en un hecho catastrófico que no valía la pena recordar, porque si de algo estaba seguro, era de que aquel hecho había cambiado por mucho la inocencia de la pequeña.

-Hay no, ya es muy tarde

-Tan retrasada estas

-No realmente – dijo apurando el contenido del vaso en un solo trago -Es solo que quede de verme con Minako y ya sabes que le gusta la puntualidad

Minako era su mejor amiga, gracias a ella podía presumir su muy reciente triunfo de entrar al club orquestal de la escuela, pues aparte de ser la coordinadora, era bastante exigente con ella cuando de música se trataba. Y es que su sueño era ser una gran concertista, pues para ella como violinista, deseaba que su música llegara hasta los corazones de quienes la escuchaban y que sintieran aquella calidez a la cual tanto se había acostumbrado, pues para Daniel, no había nada mejor en ese mundo que la música, aquella que podía cambiar corazones, que hacía que todo sentimiento y emoción fluyeran libremente, y que incluso, tenía el poder de hacer que el cielo y la tierra… temblaran

-Entonces será mejor que te vayas, no quiero tener que verla por aquí gritando tan temprano

-Deberías de ser un poco mas considerado con ella, sabes que no lo hace con mala intención además de que así es su estilo, y por sobre todas las cosas, deberías mostrarle más gratitud – camino hacia la puerta con rapidez tomando su portafolio de una silla, realmente no quería enfrascarse en otra discusión sin sentido acerca de sus "muy escandalosos amigos" como solía llamarlos Yue

-Sabes tienes razón… debería agradecerle que haya hecho de ti alguien menos… torpe – el sonido de un "pack" en seco lo hizo moverse de lugar y asomarse tranquilamente por la entrada de la cocina, Daniel de espaldas a él se sobaba con insistencia la frente con una mano, pues en aquel último comentario, la joven había jalado la puerta principal con más fuerza de la necesaria y se había golpeado -¿¡Te pegaste!?

La sonrisa burlesca que apareció en los labios masculinos la hicieron dar un respingo de resignación, Yue tenía razón, ella era algo torpe, pero no más que cualquiera, y odiaba que se lo recordara constantemente

-¿¡En serio necesitas preguntar!?

-¿¡En serio eres tu quien me lo pregunta!?

Un intento de puchero por parte de la chica quiso formarse mientras lo veía detenidamente por el rabillo del ojo, pero en lugar de eso, solo bufo molesta, en verdad el peli-plata podía ser fastidioso si se lo proponía – Como sea, ya me voy… ¿te veré allá cierto? – pregunto más tranquila

-No lo sé, sabes bien que no me gustan mucho las multitudes – sus ojos esquivaron los de Daniel. Cruzo sus brazos

-De acuerdo como quieras – coloco la mochila sobre sus hombros tratando de ocultar su molestia, pero sobre todo, la decepción de saber que, una vez más la dejaría sola -Aun así te estaré esperando

-Espera – la llamo antes de que cruzara por la puerta, todo rastro de burla e indiferencia en su rostro pronto desapareció para darle la bienvenida a una completa seriedad, incluso en sus ojos podía vislumbrarse un pequeño halo de temor

-¿Qué quieres?, que no ves que intento que Minako no venga a molestarte – susurro con sarcasmo sin voltear a verlo

Y antes de que pudiera decir otra cosa el suave tacto de los dedos de Yue rozo la piel de su brazo, una lenta caricia que poco a poco fue descendiendo hasta su mano, ahí se convirtió en un fuerte agarre que la hizo voltear curiosa hacia él, en sus grises ojos había algo, aquella profunda mirada cargada de sentimiento se negaba a abandonar sus ojos que eran tan cálidos y dorados como la miel.

-Yu…

-Daniel – la interrumpió

-¿Si?

-Es hora de que te vayas

La peli-negra asintióy tan pronto creyó encontrar la respuesta, Yue le coloco un ligero peso sobre sus manos, su corazón dio un salto, de nuevo hay estaba esa sensación acompañada de aquel dije transparente en forma de diamante del que casi nunca solía desprenderse a menos que fuera necesario

-Úsalo – ordeno y ella obedeció casi con temor. El peli-plata había volteado el rostro hacia un lado impidiéndole ver más allá de lo que se suponía debía conocer. Por su parte, ya no tenía más que decir

…

-HEY DANIEL, POR AQUÍ, POR AQUÍ – una efusiva Minako la llamaba agitando su mano desde la distancia, habían quedado de verse justo en el cruce del parque central de la ciudad

Mogami Daniel de 17 años, era una estudiante de segundo año en la preparatoria St. Marie, una escuela de artes, ella era como cualquier otra chica, le gustaba ir de compras, estar con sus amigos y siempre dar el 1000% en todo lo que hacía, si, su vida era relativamente normal a excepción de aquellos poderes ocultos en su interior, desde que era niña había sido capaz de ver cosas que otros no, y a veces, hasta sentirlas en carne propia. Eso le había creado cierta fama en su escuela sin desearlo siquiera, pues en sus predicciones disfrazadas por consejos, había evitado algunos acontecimientos que bien pudieron ser catalogados como graves… y, ¿quién era el chico agradable que estaba en su casa?, pues él se llama Yue, su guardián, un ser indomable con espíritu inquebrantable, su protector, y un Ángel, si, literalmente… un Ángel.

Daniel llego a su lado mostrándole su tan característica sonrisa y con sus mejillas mas rosas de lo normal, pues en cuanto la vio, se vio obligada a correr la aun distancia que las separaba -Hola…Intento recuperar el aliento -Llegaste más temprano de lo que acordamos

-Lo sé pero es que ya no podía dormir, aun tengo que arreglar varias cosas antes de que el evento comience y eso me mantiene estresada – comento Minako-Pero dime, ¿estás lista?, recuerda que vendrán grandes compositores y críticos de todo lados y los mejores talentos serán becados y transferidos a las mejores escuelas del mundo, estoy segura tu estarás ahí, así que no lo eches a perder me oíste. Por cierto, aquel chico tan guapo que está contigo siempre vendrá a verte, porque me gustaría verlo, es decir, no me malinterpretes pero es que es lindo

-¿Qué? ¿Escuche bien? "Lindo"… trata de estar con él todo el tiempo y después hablamos, pensó

-¿Daniel estas escuchándome?

-¿Eh?, si por supuesto, así que crees que es apuesto ¿No?, quizá podría presentártelo para hacerlo más formal y tal vez… - una sonrisa traviesa cruzo por sus labios

-¿Q-Q-Que? ¿Pero qué cosas dices? –sin poder evitarlo sus mejillas se tiñeron de rojo -Sabes que no solo soy yo la que lo piensa, las chicas del instituto también lo dicen… además, tu y él

-¿Yo y él? – enarco una ceja y cayó unos segundos, el comentario le había llegado tarde -Por supuesto que no, de donde sacas eso

- De verdad, si no me lo hubieras dicho no lo creería pues siempre está tan al pendiente de ti…, susurro con pesadez y tristeza en sus marrones ojos -Pero bueno, cambiando de tema, usaras un vestido como lo habías planeado, tienes los cambios de vestuario, maquillaje, zapatos, todo

-No te preocupes, están en mi maleta la deje en los vestidores, y mi vestido en una de las salas de práctica, todo bien, ok

-Démonos prisa entonces hay que empezar a arreglarte, cambiarte, peinarte, el maquillaje, tienes que afinar el violín y practicar un poco antes de…

-Tranquila – arrugo ligeramente el entrecejo mientras colocaba sus manos sobre los hombros de Minako – vamos con tiempo de sobra, además, no se supone que tú tienes otras obligaciones

-¡Ay Daniel! solo a ti se te ocurre recordarme mi sufrimiento, y yo que pensaba dejarte tan linda que…

…Y dejo de escuchar…

Entre un camino largo que parece no terminar y el sonido que fue desplazado por el silencio todo se movió muy lento, las personas fueron desapareciendo poco a poco siendo ocultas por una luz que todo lo envolvió para luego irse disipando…

-¿Qué? ¿Pero qué? ¿Quién es?... ¿¡Un niño!?

El mismo niño que vio semanas atrás nuevamente venia a ella, le dijo algo pero no logró escucharlo, lo único que pudo apreciar fue el movimiento de aquellos labios formando las palabras que marcaron un inicio…

"Es tiempo"

-Daniel, ¿Daniel? ¿Me estas escuchando?... ¿Estás bien?

En ese momento la joven reacciono levemente conmocionada – ¿Eh?, ¿Qué?, ¿Decías algo?

-Solo que nos apresuremos, quieres

Lo que sea que significaran esas palabras, mucho tenía que ver ella en eso.

Había sido todo una ilusión o a caso una visión, sea cual sea, de lo único que estaba segura es de que ese día, sería el más importante de su vida.

El día en que el cielo y la tierra… se unirían.

…

Oky Doky, ¿Qué les pareció el primer capitulo ya reeditado?, espero sus aplausos o tomatazos solo… no sean muy duros conmigo T-T