Epílogo:
Cogieron un tren subterráneo a la salida de King's Cross, hasta llegar a Little Whinging, en Surrey. Era la primera vez que Harry llevaba gente a la casa, exceptuando la desastrosa vez de los Weasley y los polvos flú.
-Buenas tardes, Señor y Señora Dursley- saludó educadamente Xahian.
-Buenas tardes, Señora Henderson- saludó fríamente la Señora Dursley. No la invitó a pasar, pero a Xahian no le importó: se acomodó en el porche y se dispuso a darle detalles del fin de curso, que a Tía Petunia le interesaron sólo medianamente. Tío Vernon se limitó a gruñir y contestar monosilábicamente.
-Tienes una casa muy bonita- comentó Hermione, sentándose todos en una banca del patio.
-Si, pero para lo que me sirve- replicó Harry, divertido- y ahora, esto se acaba: No tendré que volver aquí nunca más
Dieron una vuelta por el patio. Harry se fijó en el seto unos instantes, y recordó el lugar por donde Dobby había aparecido. Volvieron al porche, y Xahian y la tía habían terminado de conversar.
-Bueno, niño, baja tus cosas ¿O quieres que yo lo haga por ti?- gruñó Tío Vernon al verlos ahí.
-Vengan, suban- indicó Harry. Antes de subir, su mirada se posó unos momentos en la alacena bajo las escaleras.
Dudley iba saliendo de su pieza, pero al verlos a los cuatro por ahí, se metió con un chillido de vuelta a ella, agarrándose el trasero con las manos. Dil preguntó:
-¿Tu primo?
-Si, por desgracia.
-¿Tiene un tic, o es así normalmente?
Los chicos rieron, mientras arrastraban juntos el baúl hacia abajo.
Luego de sacar las cosas de Harry, Xahian los hizo caminar un poco más, un par de cuadras. Sin darse cuenta de cómo, se encontraron frente a la casa de la Señora Figg.
-No creo que haya nadie.- empezó Harry, recordando la noticia de la desaparición de Arabella Figg. Para su sorpresa, la Señora Figg en persona, con su olor a repollo y un tropel de gatos, abrió la puerta.
Ella les contó después que le habían secuestrado, y luego de sacarle toda la información que poseía (que por suerte, era poca) la habían abandonado sin mapa en la mitad de Selva Negra, Alemania.
-Con Xahian somos antiguas conocidas- dijo mientras les servía una taza de té.- Es curiosa la forma en que nuestros caminos se entrecruzan.
Usando la chimenea de la casa de Arabella Figg y los polvos flú, llegaron hasta la casa de Dil, en Bahía Clew, Irlanda.
Harry estaba pasando una de las vacaciones más tranquilas de su vida. Disfrutaba recorriendo cerca de los acantilados, el bosque próximo a la casona, o simplemente descansando en su pieza. Jan, el hermano de Dil, Resultó ser un simpático chicuelo de 9 años, tan distinto a Dil físicamente que no parecían hermanos, aunque iguales en su manera de ser.
Ron y Hermione preferían salir solos. Paseaban juntos de la mano por los acantilados y la playa de roqueríos.
Harry pensaba en algo completamente inesperado que le había dicho su tía al despedirse.
"-¿Sabes? Quizá no nos volvamos a ver, pero quizá podrías escribir de vez en cuando. usando el correo normal, por supuesto, para saber que ha sido de ti, ¿no?"
Tía Petunia se había comportado por primera vez como una tía.
Pensaba también en lo que para su padrino significaba quedar oficialmente limpio. En Londres, los de la Orden del Fénix le aplicarían el suero de la verdad y se descubriría todo. Colagusano pasaría a ser el perseguido.
Un rayo del sol rojizo del atardecer se filtró por la ventana de su pieza. Pensó en lo que Xahian le había dicho: "Las personas a las que queremos no se van jamás si no las olvidamos". Sonrió. Entonces. Ginny seguiría con él.
Sabía que había ganado algo de tiempo para todos: él y su mundo, pero estaba seguro que el futuro no sería nada de fácil. No importaba, tenía confianza en sí mismo, y en el fondo de su alma, la convicción de que al final, todo terminaría bien.
FIN
Nota de la autora: Gracias a los que tuvieron la paciencia de leer hasta acá. Espero no haberlos lateado mucho. ¿Saben? Me llevó un año justo hacer este giratiempo tan largo. y me apenó tener que terminarlo. Igual, no me preocupo. Ya comencé "Harry Potter y la Antorcha de la Llama Verde", en compañía de mi gran amiga española: Mery. ¡En serio!
Palabra de lince.
Daniela Lynx
Cogieron un tren subterráneo a la salida de King's Cross, hasta llegar a Little Whinging, en Surrey. Era la primera vez que Harry llevaba gente a la casa, exceptuando la desastrosa vez de los Weasley y los polvos flú.
-Buenas tardes, Señor y Señora Dursley- saludó educadamente Xahian.
-Buenas tardes, Señora Henderson- saludó fríamente la Señora Dursley. No la invitó a pasar, pero a Xahian no le importó: se acomodó en el porche y se dispuso a darle detalles del fin de curso, que a Tía Petunia le interesaron sólo medianamente. Tío Vernon se limitó a gruñir y contestar monosilábicamente.
-Tienes una casa muy bonita- comentó Hermione, sentándose todos en una banca del patio.
-Si, pero para lo que me sirve- replicó Harry, divertido- y ahora, esto se acaba: No tendré que volver aquí nunca más
Dieron una vuelta por el patio. Harry se fijó en el seto unos instantes, y recordó el lugar por donde Dobby había aparecido. Volvieron al porche, y Xahian y la tía habían terminado de conversar.
-Bueno, niño, baja tus cosas ¿O quieres que yo lo haga por ti?- gruñó Tío Vernon al verlos ahí.
-Vengan, suban- indicó Harry. Antes de subir, su mirada se posó unos momentos en la alacena bajo las escaleras.
Dudley iba saliendo de su pieza, pero al verlos a los cuatro por ahí, se metió con un chillido de vuelta a ella, agarrándose el trasero con las manos. Dil preguntó:
-¿Tu primo?
-Si, por desgracia.
-¿Tiene un tic, o es así normalmente?
Los chicos rieron, mientras arrastraban juntos el baúl hacia abajo.
Luego de sacar las cosas de Harry, Xahian los hizo caminar un poco más, un par de cuadras. Sin darse cuenta de cómo, se encontraron frente a la casa de la Señora Figg.
-No creo que haya nadie.- empezó Harry, recordando la noticia de la desaparición de Arabella Figg. Para su sorpresa, la Señora Figg en persona, con su olor a repollo y un tropel de gatos, abrió la puerta.
Ella les contó después que le habían secuestrado, y luego de sacarle toda la información que poseía (que por suerte, era poca) la habían abandonado sin mapa en la mitad de Selva Negra, Alemania.
-Con Xahian somos antiguas conocidas- dijo mientras les servía una taza de té.- Es curiosa la forma en que nuestros caminos se entrecruzan.
Usando la chimenea de la casa de Arabella Figg y los polvos flú, llegaron hasta la casa de Dil, en Bahía Clew, Irlanda.
Harry estaba pasando una de las vacaciones más tranquilas de su vida. Disfrutaba recorriendo cerca de los acantilados, el bosque próximo a la casona, o simplemente descansando en su pieza. Jan, el hermano de Dil, Resultó ser un simpático chicuelo de 9 años, tan distinto a Dil físicamente que no parecían hermanos, aunque iguales en su manera de ser.
Ron y Hermione preferían salir solos. Paseaban juntos de la mano por los acantilados y la playa de roqueríos.
Harry pensaba en algo completamente inesperado que le había dicho su tía al despedirse.
"-¿Sabes? Quizá no nos volvamos a ver, pero quizá podrías escribir de vez en cuando. usando el correo normal, por supuesto, para saber que ha sido de ti, ¿no?"
Tía Petunia se había comportado por primera vez como una tía.
Pensaba también en lo que para su padrino significaba quedar oficialmente limpio. En Londres, los de la Orden del Fénix le aplicarían el suero de la verdad y se descubriría todo. Colagusano pasaría a ser el perseguido.
Un rayo del sol rojizo del atardecer se filtró por la ventana de su pieza. Pensó en lo que Xahian le había dicho: "Las personas a las que queremos no se van jamás si no las olvidamos". Sonrió. Entonces. Ginny seguiría con él.
Sabía que había ganado algo de tiempo para todos: él y su mundo, pero estaba seguro que el futuro no sería nada de fácil. No importaba, tenía confianza en sí mismo, y en el fondo de su alma, la convicción de que al final, todo terminaría bien.
FIN
Nota de la autora: Gracias a los que tuvieron la paciencia de leer hasta acá. Espero no haberlos lateado mucho. ¿Saben? Me llevó un año justo hacer este giratiempo tan largo. y me apenó tener que terminarlo. Igual, no me preocupo. Ya comencé "Harry Potter y la Antorcha de la Llama Verde", en compañía de mi gran amiga española: Mery. ¡En serio!
Palabra de lince.
Daniela Lynx