Holaa~~

LO SIENTOO MUCHO! GOMENASAI, GOMENASAI, GOMENASAI. ENSERIO GOMENASAI. Pero no hemos podido actualizar esta historia como es debido durante este tiempo ya que hemos estado muy ocupadas con las tareas que nos encargan en la prepa. (ODIO A NEXUS Y A SU ESPOSA VIRTUANL) Asi que les pido una gran disculpa y aqui les entrego el siguiente capitulo; espero que les guste mucho.

Nota by Hobbel

"Hola queridos lectores, como ven sus escritoras sí entraron a la Preparatoria y quedaron en el mismo grupo uvu. Tambien Agradecemos a Johana, que nos dio ánimos de terminar el capítulo, sinceramente su autora se había dado por vencida y no planeaba continuar la historia.

Muchas gracias, y esperamos que lo disfrutes"

Diclaimer: Hetalia no me pertenece, es propiedad de Hidekaz Himaruya.


PEI: Un viaje de locos

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Capítulo 6: De visita a la playa

La mañana era soleada como un típico clima de México, todos se acababan de despertar -otros seguían durmiendo- y algunos estaban en una gran fila para entrar al baño.

-¡Austria! ¡Llevas más de una hora ahí metido! El asombroso yo tiene necesidades... ¡urgentes!-Comentó Prussia que discutía con el austriaco.

-Es que algo me hizo daño idiota, estoy así desde anoche.

El prusiano comenzó a dar patadas a la puerta, tal acto hizo que Austria se molestara y comenzaran una pelea, las demás naciones estaban a punto de colapsar.

-¡Buenos Días!-Dijo México algo soñoliento, al ver la fila de naciones en la puerta se acercó a la más cercana.

-¿Es fila para las tortillas?

-Es para el baño, al parecer a muchos les hizo daño la comida de ayer. -España respondió a la pregunta de Alejandro, él estaba acostumbrado a la comida tan picante, pero algunas veces le causaba dolores de estómago, como ahora.

-¿Primera vez comiendo comida mexicana?-Preguntó Estados Unidos que había escuchado la conversación.

-¿Por qué no van a los baños del segundo piso?-Al decir eso México, las naciones que tenían más de una hora corrieron a las escaleras, algunas se empujaban para entrar primero al baño.

Prussia seguía discutiendo con el austriaco, después volteo a los lados para buscar a los demás.

-¿Dónde están todos?...

-Se fueron a los demás baños.-Dijo México.

Austria comenzó a reírse por la idiotez de su rival, Gilbert ignoró la risa y salió corriendo en dirección a los baños.

-¡El awesome yo tenía prioridad! ¡Era el primero en la fila!

Dos horas después:

Todas las naciones se encontraban bajando hacia el comedor, mientras algunas de ellas iban a despertar a los que seguían aún dormidos. Cuando todos llegaron al comedor lograron ver a algunas naciones como México, España, Estados Unidos y ambas Italia.

Las mesas se estaban sirviendo, pero muchas naciones decidieron no probar ni un bocado, su estómago se revolvía de tan sólo recordar lo mal que se sintieron anoche.

-¡Provecho!-Dijo México muy alegre, la mayoría pasó el desayuno o comió algo muy ligero como pan o un jugo de naranja.

-Tu comida es deliciosa Alejandro, pero es demasiado pesada. -Comentaba Francia mientras que desayunaba un pan tostado con mermelada de fresas.

Inglaterra estaba demasiado normal, aún no entendía por qué tantas naciones se habían enfermado si la comida, aunque le doliera admitirlo, estaba muy buena.

Después del desayuno Alejandro sugirió un tour por su país. Casi todas las naciones se prepararon con ropa para soportar el caluroso clima.

Italia vestía unos pantalones cortos, con una camisa de manga corta, unas sandalias que le regalaron España y un sombrero para cubrirse del sol. La mayoría llevaba vestuarios así, incluso Inglaterra vestía unos lindos shorts de color blanco, dejaban a la vista sus largas y blancas piernas, una camisa verde limón que hacía juego con sus ojos verdes y su cabello rubio. Varias naciones se quedaron embobados al verlo, pocas veces se podía apreciar a Inglaterra con ropa informal.

-Angleterre, solo te había visto con ropas tan reveladoras en África e India.

-No seas un pervertido, solo tengo shorts, no es nada revelador, rana. No me vestiría formal, ni porque me pagaran.

xXx

Todos se encontraban en una autobús, sí, para alegría de Alemania, este era un autobús grande, con la capacidad de llevar a todos muy cómodos, aunque el transporte tenía la enorme cara del presidente de México, ¿cuál era su nombre? ¿Enrique Peña Prieto?, bueno era algo así.

-¡Tiene aire acondicionado!-Gritó Italia muy emocionado, todos comenzaron a subir al autobús, se sentaban con sus amigos para platicar y cosas así.

Menos Inglaterra, se había sentado hasta el fondo para no ser notado.

Canadá estaba sentado al lado de una ventana, se recargaba en ella para observar el paisaje en el camino, así no se sentía tan solo.

-¿Puedo sentarme? -Canadá volteó algo sorprendido al escuchar a alguien dirigirse a él, de todas formas nunca era notado, mucho menos cuando lo opacaba cierto estadounidense.

La persona que estaba ahí no era nadie más que Francia, tenía una tierna sonrisa en el rostro, Matthew se sonrojó un poco.

-Claro.

-¿Cómo has estado?-Preguntó Francia, Matthew respondió con un leve bien, apenas audible, pero era suficiente para que su antiguo tutor escuchara.

-¿y tú?

-Bien, eso creo. Últimamente tengo dolores en el corazón.-El francés enfatizó la última oración, Canadá volteó a verlo con la mirada algo sorprendida.

-¿Tienes problemas cardiacos?-Dijo inocente el canadiense, Francia comenzó a reírse, mientras que acariciaba la cabellera larga y rubia del norteamericano. Canadá siempre iba a ser su linda persona especial.

Mientras tanto en la mente del pobre canadiense era un lío, no podía entender la situación y se sentía algo avergonzado, ¡Francia idiota!

Afuera del autobús

-Yo no sobreprotejo a Roberto. -México cruzó los brazos en forma de fastidio, Estados Unidos tenía la costumbre de proteger demasiado a Matthew, y más cuando lo veía cerca de Francia.

-Le debo un favor a Matt, ¡y se llama Matthew no Roberto!

-Claro, claro, mi hermano Andrés.-Dijo Alfred sin ningún interés de entablar una conversación con su vecino.

-Sólo dime que no lo vas a sobreproteger, y podrás seguir viendo al cejón.

-Sí, sí como tuuuuuu digas.

-Eres un estúpido sin remedio.

El favor que le debía Alejandro a Matthew era grande, tanto así que se vio obligado a la estúpida ayuda del americano, de todas formas gracias a él Canadá no podía acercarse a Francia, siempre tiene que ir el cabeza hueca de su hermano, lo apartaba del lado de Francia y se iban. Eso era siempre al final de una reunión. Porque Matthew se había cansado de esperar a que Francia volteara a verlo.

Aun así Alfred no podía apartarle la vista al inglés, su mirada se iba a donde quiera que fuera Inglaterra, no podía evitarlo, era tan lindo.

-¡¿Alfred?! -El mencionado reaccionó después de varios minutos, a su lado estaba Alejandro con cara de pocos amigos.

-Deja de estar violando a Inglaterra con la mirada, y escucha imbécil.

-¡Eso no es!..

-Claro que sí, ahora presta atención. Necesito que no sobreprotejas a Canadá estas vacaciones en mi país.

Estados Unidos apenas había abordado el autobús junto con México, que claro, no podían seguir haciéndose pasar por pareja porque Alejandro debía conducir el transporte.

-Pórtate bien, se buen chico. No la riegues con las cejas. Te voy a dejar solo muchacho.-México le decía a Estados Unidos, se supone que este era el momento donde debería dejar el nido.

-Deja de ser un dramático que no te queda el papel.

-Me preocupo por ti, eres un experto en arruinar oportunidades con Arthur. Ya me encargue de que nadie se siente al lado de él.

-¿Qué mierda hiciste? -Alfred observó a su vecino, sabía qué era capaz de hacer, no quería que la reputación de Iggy se viera afectada.

-Nada... nada. -Claro, Alejandro se había encargado de esparcir rumores, junto con Francia, de que a Inglaterra le había caído mal la comida, así que tenía unos fuertes y olorosos gases. Además de que podría vomitar en cualquier momento.

¡Ay que orgulloso se sentía!, le quedaba perfectamente el papel de cupido.

Alfred caminó entre los asientos para buscar a las cejas de su corazón, vio al frantuche y a su hermano Julio muy juntitos, debía resistir, se lo prometió a México y ahora debía buscar a Arthur, que ya lo había visualizado hasta el fondo del autobús, sus miradas se cruzaron y Estados Unidos comenzó a sonreír.

"Mierda, mierda, mierda, mierda, ¡No me vengas bastardo!" Pensaba Inglaterra al darse cuenta de las intenciones de su ex colonia, ¿¡Por qué nadie se sienta junto a él?!. Convenientemente Japón pasó cerca de él.

-¡Kiku! Que gusto verte, no te gustaría sentarte conmigo. -El japonés sonrió forzosamente, México le había advertido de los gases de Inglaterra, además no quería verse envuelto en vómito y una vergonzosa situación, pero sabía que era de mala educación rechazar a uno de sus mejores amigos. Kami... ¿qué debería de hacer? ... ¡claro!

-Lo siento Arthur-san, Heracles me pidió sentarme con él. Lo siento.

Inglaterra sintió como un balde de agua fría le caía encima... si Kiku no se sentaba a su lado... eso significaba que tenía que soportar al idiota de Alfred todo el camino.

-No te preocupes. No importa.-Mintió-Creo que me tendré que quedar solo.

Cuando Inglaterra decidió voltear para saber dónde venía el menor, se sorprendió cada vez más, su corazón no dejaba de latir, ¡estúpido Alfred!

-Hello dude!, he visto que estás muy solito aquí, así que me sentaré a tu lado.

-No gracias, me gusta la soledad.

-C'mon Iggy, no aceptaré objeciones hacia el Hero.-Estados Unidos se dio el permiso solo, se sentó al lado de su ex tutor, aunque Inglaterra no estaba muy contento.

Después de cinco minutos de que Alfred tomara asiento con Arthur, el autobús dio inicio a su recorrido hacia la parte sur de México. Muchas de las naciones se encontraban platicando entre sí, mientras otras se entretenían con el celular o viendo el paisaje.

En caso de un par de rubios, ellos se encontraban en una ambiente un poco tensó; Alfred intentaba iniciar una conversación "decente" de lo que pasó el día anterior con Arthur pero este lo esquivaba completamente haciendo enojar al ojiazul

-Vamos Iggy necesitamos hablar de lo que pasó ayer, no puedes seguir negándome de lo que sientes por mí.

-¡Ja! Yo por ti no siento más que pena Alfred, por ti y por el estúpido de Alejandro

-Y ¿Por qué sientes pena por Alejandro? - pregunto curioso

-Porque es un tonto inmaduro que no sabe lo que hace al casarse con un estúpido infantil.

-¿Estúpido infantil?- preguntó ofendido

-Además aquel que vaya a ser tu esposo debe de saber cómo enfrentar a todos tus berrinches, tu inmadurez, tus estupideces y tus estúpidas ideas; tal y como lo hice yo.- Declaró Inglaterra, ignorando completamente a los reclamos de su ex-colonia

-Entonces si no quieres que me casé con Alejandro, ¿con quién debería de hacerlo?- Comentó con una sonrisa maliciosa Alfred. - Si según tu Iggy eres la única persona que puede soportar me

Ante ese comentario Inglaterra se sonrojo levemente al percatarse de lo que había dicho y le afirmó EUA

-Eso no es lo que yo quise decir... idiota.

-Entonces a qué te refieres Iggy.- Comentó sensualmente Alfred mientras se acercaba lentamente al ojiverde.- Explícame porque no te entiendo

-Alfred aléjate, le voy a decir a Alejandro que le eres infiel.- respondió Arthur mientras colocaba sus manos en el pecho de Alfred e intentaba apartarlo encima suyo sin éxito alguno

-¿Y tú crees que él te crea Arthur?-. Respondió Alfred mientras se acercaba a los labios de su ex tutor.- Aquí no hay nadie que nos vea y él no te creerá si no tienes pruebas, no hay nada que debas temer.

Y con ese comentario, Alfred tomó de la cabeza a Arthur para después estrellar sus labios con los de él tomándolo por sorpresa, para después iniciar un suave pero demandante beso que a los poco segundos fue correspondido por el Arthur quien colocó sus brazos alrededor del cuello de Alfred acercándose más hacia su cuerpo, volviendo así el beso más intenso y sensual. Poco a poco el beso fue subiendo de nivel y las manos se empezaron a inquietar comenzando así a acariciar aquella piel que estaba a su alcance. Alfred poco a poco bajo sus manos hacia la cintura de su ex tutor trazando pequeños círculos en ella, para después empezar a recostarse en los asientos lentamente.

Pero antes de que pudieran continuar con algo más una voz muy conocida les hizo separarse de golpe.

"GORDO INFELIZ... "

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"Si, te hablo a ti Alfred más te vale que te despiertes porque les quiero avisar a ti, a Matty y a las demás naciones que nos acompañan; que en este mismo momento acabamos de llegar a nuestro destino: la playa de Acapulco". - Comentó Alejandro por el altavoz que tenía incluido el autobús. Asustando a más de uno por el grito que pegó el mexicano para después empezar a prepararse para bajar del autobús.

El pecho de Inglaterra subía y bajaba por la agitada respiración, ¿¡Por qué demonios se dejaba llevar por Alfred?!

Mientras tanto el autoproclamado héroe no dejo que Inglaterra se escapara sin antes darle un casto beso en los labios, sin nada de erotismo, pero transmitiendo todo el amor que sentía por el británico.

-Te...-iba a decir el estadounidense, pero Inglaterra lo empujo y se fue corriendo con las mejillas sonrojadas.

Estados Unidos fue el último en bajar del autobús, México lo esperaba de brazos cruzados y una mirada molesta.

-¿Y?-Dijo enojado el mexicano.

-Es un secreto.

-Oh vaya, lo siento señor malagradecido.

-Fue genial, gracias dude.-Estados Unidos sonrió avergonzado, México le tomó la mano y le devolvió la sonrisa.

-Hay que seguir con el plan, quiero que llegues hasta el altar.

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Fin


Hasta aquí el sexto capítulo, espero que les guste y cualquier duda o pregunta, no duden en consultarme.

Me regalan un voto y un comentario? :3

Por favor comenten, eso ayuda que la floja de la escritora de Hobbel me ayude a continuar la historia; y nos ayuda mucho a abrirnos la imaginación. Nos gusta mucho leer sus comentarios, nos alienta a seguir la historia. Muchas gracias Johana, tu eres una de las que me ha apoyado a que la floja y desobligada de Hobbel quiera seguir escribiendo conmigo. (JaZMiiN2000)

Jejeje, muchas gracias por leernos y apoyarnos

~Sayonara~

Atte:

JaZMiiN2000