Último capitulo... no se que mas decir honestamente, además de dar las gracias, pero lo haré al final del cap.
Algo que esperaban mucho xD este cap tiene contenido M, ESTAN ADVERTIDOS.
Umi despertó sabiendo que sería un muy largo y agotador día. Era viernes, para muchos al fin el fin de semana para poder descansar, salir, volver a sus casas, etc. Para Umi, era el inicio de su tortura. El día miércoles se la pasó recibiendo felicitaciones-amenazas por su cumpleaños, ni siquiera su novia fue discreta a la hora de advertirle sobre su fiesta de cumpleaños que realizarían.
Pese a todo, aún tenía la esperanza de que fuese algo moderado y sólo le dijeron esas cosas para asustarla.
Se levantó, se bañó, se vistió y terminó de arreglar sus cosas para salir. Había arreglado una cita con su padre para tomar desayuno juntos. El día de su cumpleaños la llamó para felicitarla y preguntar si podían juntarse cuando tuviese tiempo y ya que tuvo la gran fortuna de no tener clases los viernes aceptó la invitación para ese día.
Salió de su departamento y se dirigió al café donde se juntarían, desde la vez que apareció en su departamento de forma inesperada no lo había vuelto ver. Estaría mintiendo si dijese que no estaba aunque sea un poco nerviosa por volver a verlo, le daba miedo que todo lo que hablaron la última vez fuese una mentira o cambiara de parecer. Sacudió levemente su cabeza para alejar esos pensamientos de su mente y concentrarse en que todo lo que estaba viviendo era real y su padre de verdad quería arreglar las cosas con ella.
Después de 20 minutos llegó a su destino. Avanzando notó que su padre ya la estaba esperando, miró su reloj y se dio cuenta de que llegó 10 minutos antes, no pudo evitar reírse, ambos eran más parecidos de lo que le gustaría admitir.
-Buenos días –saludo un poco formal.
-Buenos días- él la saludo de la misma manera, con una pequeña sonrisa en sus labios, casi imperceptible.
Los dos entraron al café, fueron a sentarse y esperaron a que alguna mesera los atendiera.
-¿Cómo te ha ido estas semanas en la universidad? ¿Se ve muy complicado el semestre? –su padre se acomodó bien en el asiento.
-Ha estado un poco más relajado que el anterior –hizo una pausa- creo que este semestre no será tan duro en cuanto a la cantidad de libros que debemos leer y analizar, pero si lo será en otros aspectos, aunque no es algo que me preocupe demasiado.
-Es bueno saber que te sientes confiada en que te seguirá yendo bien – la voz de su padre dejó denotar cierto orgullo.
-Sí.
Se quedaron en silencio un instante, cuando su padre iba a hablar fue interrumpido por la mesera preguntándoles su orden, ambos pidieron y la joven se retiró. Otro silencio se apoderó del ambiente.
-¿Cómo… han estado las cosas por allá? –preguntó Umi, removiéndose un poco en su lugar.
-No muchos cambios –el hombre juntó sus manos apretándolas un poco- tu madre sigue dando clases, yo también, casi no hablamos. Si alguien pregunta por ti ella ignora por completo la pregunta.
-Oh –fue todo lo que dijo la joven.
No era algo que no esperaría, pero aun así le dolió un poco, pero estaba bien, de cierta manera la hacía sentir mejor. Sabía que poco a poco el dolor que le provocó el rechazo de su familia, especialmente de su madre, se desvanecía. Algún día dejaría esos sentimientos de culpa, tristeza entre otros atrás y podría hacer su vida de forma plena. Por el momento se conformaba con dar esos pequeños pasos de bebe.
-Yo mismo he intentado hablarle del tema, pero no hay caso.
-Está bien –Umi negó con la cabeza- no necesitas seguir haciéndolo, ella ya tomó su decisión y yo la mía.
-… -su padre la miró fijamente por varios segundo antes de responder- ya veo, está bien, si es eso lo que tú quieres.
-Gracias.
Poco después apareció la mesera con sus órdenes. Comieron en silencio, no era algo incomodo, de hecho se sentía extrañamente familiar. Cuando solía quedarse a solas con su padre todas las comidas eran así, en silencio e interrumpidas solamente por algún comentario o pregunta por parte de su progenitor.
-¿Harás algo para celebrar tu cumpleaños? –rompió el silencio su padre una vez más.
-Sí, las chicas me organizaran una fiesta hoy –de sólo recordar la dichosa fiesta le daban ganas de encerrarse en su departamento.
-Eso está muy bien, debes festejar los días importantes como estos –su padre le dio una pequeña sonrisa- pero se responsable con lo que hacen.
-Lo sé, no somos muy imprudentes.
-Muy bien.
Continuaron comiendo en silencio. La mente de la joven divagó por una idea que había tenido no hace mucho tiempo y necesitaría el apoyo de su padre para llevarla a cabo. Abrió la boca un par de veces para decirle, pero la cerraba rápidamente. Al cuarto intentó logró hablar.
-Hay algo… que me gustaría… pedirte –no levantó su mirada de la taza frente a ella.
-¿Qué cosa? –el dejó de comer para prestarle atención.
-Quiero… -tomó una boconada de aire- quiero ir a la casa a buscar mis cosas.
Su padre la quedó mirando unos segundos antes de volver a hablar.
-¿Y quieres que yo la saque de casa para que puedas ir tranquila? –habló con un tono amable, o al menos amable para alguien como él.
-No, todo lo contrario –Umi se mordió el labio- quiero que esté allí cuando vaya, necesito… verla una última vez y… tal vez es estúpido lo que estoy pidiendo, lo sé pero—
-Umi –le cortó con voz fuerte, la joven lo miró preocupada, pero él le sonrió- entiendo lo que pides, no creo que sea estúpido, te ayudaré.
-Genial –se sentía muy aliviada al saber que su padre la ayudaría- muchas gracias.
-Tú dime cuando quieres ir y tendré listo todo.
-No sabes cuánto te lo agradezco.
-No hay problema, pero dime una cosa.
Umi lo quedó mirando, esperando la pregunta.
-Una vez que vayas a buscar tus cosas… ¿no piensas volver nunca más a la casa?
-Esa es la idea –lo miró directamente a los ojos- quiero dejar atrás esa parte que es como veneno en mi vida, y la mejor forma de hacerlo es cortando todo de raíz.
-Ya veo.
Terminaron de comer y pagaron para luego irse del lugar, caminaron sin rumbo fijo por un buen rato, hablando de cualquier tema, aunque predominaba más el silencio. Cuando eran casi a la 1 de la tarde se despidieron. Caminó tranquilamente hasta su departamento, donde se relajaría hasta que llegara Maki, la tarde la pasaría junto a ella y Eli, hace mucho tiempo que no estaban solo las tres y encontraban necesario darse ese tiempo.
Al llegar a su hogar Eli la llamó a la habitación, allí la rubia había puesto una mesita con vasos, jugo y algunos platillos.
-Maki traerá sushi y pizza –le dijo con una gran sonrisa en sus labios.
-Terminaremos enfermas del estomago al final del día –se rió Umi, quien se acercó para ayudarle a acomodar las cosas.
-Al final del día estaremos festejando –le guiñó y se rió la mayor, Umi le siguió.
En cuanto terminaron de ordenar la cama sonó el timbre, Eli fue a abrir y poco después volvió junto a la pelirroja. Se saludaron y acomodaron en la cama, Maki acomodó la caja con sushis en la mesita que Eli puso y se sirvieron jugo.
-Me sorprende que sea solo jugo –se burló Maki.
-No necesitamos beber ahora, más tarde tendremos más que suficiente –se rió Eli.
-Te has vuelto una alcohólica –Umi la miró con seriedad, pero las tres sabían que no lo decía enserio.
-Alguien tiene que ser la mala influencia –la rubia sonrió con cierta malicia.
-En nuestro caso es Nozomi –se volvió a burlar Maki.
-¡Hey! Puedo ser mala influencia por mi propia cuenta –la rubia infló sus mejillas.
-Si claro –Umi pincho una de sus infladas mejillas, luego se dio cuenta de algo, miró a su alrededor antes de posar su vista en Maki- ¿y la pizza?
-La hice a pedido, llegará aquí en unos 15 minutos –las dos mayores asintieron, entendiendo la situación- sería demasiado para mi sola venir con una caja grande de sushi y de pizza.
-Cierto, cierto –la peliazul le sonrió- gracias.
-No es gran cosa –la menor tomó una pieza de sushi y se la llevó a la boca.
Las tres siguieron comiendo y hablando sobre su primera semana de clases. La pelirroja les explicaba que este año se le vendrían las cosas difíciles, así que estaría bastante ocupada estudiando, lo cual le preocupaba un poco ya que quería seguir componiendo. Eli por otro lado ya estaba en su penúltimo año y tenía más proyectos que exámenes, pero no significaba que le consumiera menos tiempo, sólo que podía hacerlo a su ritmo. Mientras hablaban llegó la pizza, quien Umi fue a buscar. Una vez que volvió la letrista les contó sobre su mañana con su padre y la petición que le hizo.
-¿Segura que quieres ir a ese lugar? ¿Y verla? –Maki la miraba con mucha seriedad.
-Si estoy segura de querer hacerlo –Umi la miró igual de seria. Suspiró- sólo necesito tiempo para mentalizarme a lo que me espera.
-Nada muy bueno de seguro –respondió la menor- pero está bien, es tu decisión y te apoyaremos, ¿verdad Eli?
-Cierto, sabes que con nosotras contaras siempre –Eli le dio una leve sonrisa, a diferencia de Maki, su miraba dejaba ver con mayor facilidad su preocupación.
-Gracias chicas.
-Si quieres te acompañamos –agregó la bailarina- ya sabes, para apoyo moral.
-No estoy segura…
-No entraremos contigo, ni nada –Maki intervino- te esperamos afuera o a una cuadra si quieres, es sólo para que sepas que cualquier cosa que pueda suceder, nos tendrás cerca.
-… -la peliazul meditó un poco la respuesta, definitivamente sería un poco, mucho, más aliviador saber que sus mejores amigas estarían con ella en caso de cualquier eventualidad- creo que aceptare su compañía, creo que definitivamente me haría sentir más segura.
-Entonces está decidido –Maki tomó otra pieza de sushi.
Siguieron hablando de diferentes cosas, como sus familias, cosas que les habían pasado durante la semana, sus parejas, etc.
-Niko-chan me dijo que sus hermanos han estado preguntando por mi y si iré a visitarlos algún fin de semana.
-¿Iras? –preguntó Eli llevándose un trozo de pizza a la boca.
-Tal vez –la pelirroja se sonrojo un poco- no es gran cosa de todas formas, digo… ir a conocer a un lugar nuevo no suena mal.
-Sí, claro que es por eso –se rió Umi.
-No tiene naaada que ver con que los hermanos de Niko te agraden –Eli también se burló.
-¡C-Cállense! –Maki se puso más roja de lo que estaba.
El par mayor siguió burlándose de la compositora, hasta que cambiaron el tema una vez más.
-¿Y has pensado en lo que quieres hacer de ahora en adelante? –preguntó Eli.
-Honestamente, no mucho, pero… -Umi miró al techo.
-¿Pero? –inquirieron las otras dos jóvenes.
-Quiero viajar –sonrió- quiero tener la oportunidad de conocer otros lugares y aprender muchas cosas de allí.
-Suena bien –habló la pelirroja- ¿pero lo harás?
-Quiero, pero debo admitir que me da algo de miedo y tristeza dejar a las personas que quiero.
-Oh vamos, tampoco es como que te irás para siempre, ¿cierto? –la mirada de la rubia se entristeció al pronunciar esa última palabra.
-Claro que no –sonrió la peliazul.
-Entonces yo digo que lo hagas, que te arriesgues –Maki le sonrió.
-De todas formas todavía tienes tiempo para pensarlo –Eli puso una mano sobre su hombro- tienes todo este año y el próximo para meditar el tema.
-Cierto, por ahora me concentraré en mantener mis calificaciones y poder seguir haciendo un buen trabajo como letrista.
-¡Así se habla!
Las tres chicas siguieron compartiendo y disfrutando de su compañía.
.
Llegaron cerca a las 10 al departamento de Niko, donde las demás ya estaban allí. Se saludaron, terminaron de arreglarse y partieron hasta el local donde habían hecho una reservación para celebrar el cumpleaños de Umi. Cuando estuvieron lista se subieron a un van que consiguió Tsubasa; ella y Honoka tenían unas pulseras que las identificaban como las conductoras designadas, por lo que tendrían para beber cualquier cosa sin alcohol a mitad de precio. A las 11 llegaron al bar, donde un mesero las llevó hasta el lado VIP que habían reservado, esa área estaba en un segundo piso, el cual tenía vista a todo lo que ocurría en la parte de abajo ya que una de las paredes sólo estaba hasta la mitad, y para que personas que no querían entraran allí, había una puerta con cerrojo. Todas se acomodaron alrededor de una mesa redonda y grande, luego ordenaron su primera ronda de tragos.
-¿Quién será la primera en embriagarse? -le susurró Tsubasa al oído a Honoka.
-No seas mala Tsuba-chan –se rió Honoka- aunque yo creo que… Maki-chan, ella no tolera muy bien el alcohol.
-Ohh interesante apuesta, yo voy por Kotori, ella casi nunca bebe, así que es posible que se embriague con facilidad.
-¿Quién gane invita la comida favorita a la otra? –sonrió la pelinaranja.
-Seguro –le devolvió la sonrisa.
-¿Qué tanto hablan en secreto ustedes dos? –Niko las interrumpió.
-No estés celosa Niko-chan –Honoka se levantó y abrazó a la pelinegra- si quieres podemos secretear juntas también.
-¡Suéltame! –Niko logró zafarse del abrazo de la menor, quien solo se rió y volvió a su lugar- te estás juntando demasiado con Nozomi.
-¿Nikocchi pidió castigo? –la nombrada le dio una sonrisa que heló a la pelinegra.
-¡No! –respondió fuerte y rápido.
-Así me gusta –la mayor volvió su atención a Umi con quien habían estado hablando sobre literatura.
Maki y Kotori hablaban sobre un curso de primeros auxilios que decidió tomar la peligris. Por otra parte Niko y Eli discutían por unos pasos de baile que la pelinegra estaba aprendiendo para su nueva canción, que según Eli, la harían ver aún más infantil de lo normal.
Pasaron conversando como grupo completo y a veces se dividían, el ambiente siempre siendo ameno y tranquilo, sin contar una que otra disputa que siempre tenía a Niko, Honoka y/o Nozomi. Ya a la tercera ronda de tragos, algunas tomaron un poco más de confianza y los temas de conversación se volvieron más juguetones y atrevidos.
-Yo digo que es hora de que Eli nos enseñe como bailar –la voz de Niko sonó con fuerza. Todas las presentes posaron su mirada en la rubia, quien miraba a todas desconcertada.
-¡Pero si sabes bailar! –se quejó.
-Claro que sé bailar, pero a algún baile algo más… atrevido –la sonrisa de la pelinegra era muy juguetona- ¿Digo, no siempre eres tan santita para bailar verdad? Al menos por lo que he oído
-¿Quieres aprender a bailar así para por fin hacerle un baile decente a Maki? –peleó de vuelta la rubia, quien tenía su cara muy roja.
-Tal vez ambas nos equivocamos con quienes se embriagarían primero –susurró Honoka a su novia.
-Así parece, aunque no me quejo, esto está divertido –se rió bajito- además, no siempre tienes la oportunidad de ver a Nozomi avergonzada.
La pelinaranja miró hacia la susodicha, quien estaba mirando la discusión de su mejor amiga y novia con una notoria vergüenza, y no era la única, Maki estaba en las mismas condiciones.
-¡De todas formas yo le bailo mejor a Maki que tu a Nozomi! –continuaba la discusión.
-¡JA! Apuesto que Maki ni siquiera te ha visto bailar –Eli puso sus manos en su cadera y la miró desafiante.
-¡Maki! –la pelirroja dio un saltito en su lugar, miró a su novia con un poco de temor- ¡Dile que bailo bien y de forma muy sensual!
-… -Maki se tornó completamente roja. Aunque quisiera responder sabía que no era conveniente hacerlo, Niko jamás le había bailado, y si decía eso de seguro la mataba.
-Su silencio dice todo –se burló Eli.
Niko frunció el ceño, tomó su vaso que tenía un poco más de la mitad, se tomó el contenido de una sola vez y bajó el vaso con fuerza. Se puso de pie y tomó de la muñeca a su novia.
-¡Les voy a demostrar que bailo mejor y más sensual que Eli! –jaló de la muñeca a Maki. La pelirroja podía jurar que su cerebro dejó de funcionar varios segundos.
-¡Eso ya lo veremos! –Eli hizo lo mismo que Niko, se terminó el contenido de su vaso de un solo sorbo y empujó a Nozomi consigo hasta la pista de baile.
-¡E-Espera Elichi! –La pelimorada estaba totalmente avergonzada y no estaba segura de poder sobrevivir a la idea de su novia y su mejor amiga.
Las cuatro chicas se fueron hasta la pista de baile, aunque con dificultad ya que dos de ellas intentaban persuadirlas de que no lo hicieran, sin ningún éxito.
-¿Qué rayos acaba de pasar? –preguntó Umi, mirando a las demás personas en la mesa, cuyas miradas de vergüenza y sorpresa reflejaban la suya.
-N-No estoy segura –se rió de forma nerviosa Kotori.
-¿Por qué estamos dejando pasar esta oportunidad? –se puso de pie Honoka- ¡esto será un excelente material para extorsionar!
-¿Quieres que te maten si se enteran que las grabaste? –preguntó Umi.
-Es un riesgo que estoy dispuesta a correr –sonrió la pelinaranja.
La joven se puso de pie, sacó su celular y se acercó hasta donde estaba la baranda del segundo piso. Kotori quedó mirando a su mejor amiga como se reía e intentaba mantener su celular quieto para grabar. A la peligris le ganó la curiosidad y su lado travieso, por lo que se levantó y fue junto a su mejor amiga.
-¿Kotori?- la llamó Umi al ver que se iba, al ver lo que hacía su novia soltó un suspiro- se meterán en problemas.
-Deja que se diviertan, no es algo que se ve todos los días –Tsubasa se puso de pie igualmente- además, debes admitir que se deben ver muy divertidas en estos momentos.
Umi vio como la castaña también fue donde las chicas que se estaban riendo e intentando grabar. Sonrió y se puso de pie. Desde la parte de arriba podían ver muy bien la pista de baile y como bailaban todos abajo, no fue difícil dar con sus cuatro amigas ya que pese a la gran cantidad de personas, llamaban algo la atención.
Eli y Nozomi bailaban de forma más sincronizada y juguetona, mientras que Maki y Niko se veían un poco más sensuales, al menos la pelinegra que era quien de verdad estaba bailando, Maki solo la tenía de la cintura y se movía un poco.
-Siento que lo hacen bien y a la vez hacen el ridículo –comento la peliazul.
Las otras tres soltaron una carcajada ante el comentario. Después de un par de minutos las cuatro jóvenes volvieron a sus asientos y dejaron tranquila a las dos parejas bailando.
Continuaron conversando sobre sus planes para el año. Tsubasa les contó sobre una posible película en la cual le pidieron que fuese parte, ella se negó pero aceptó ser parte del soundtrack. También les contaron que posiblemente dentro del año se irían a vivir juntas, tanto Kotori y Umi las felicitaron. Poco después aparecieron las 4 jóvenes restantes.
-¿Se divirtieron bailando? –Tsubasa preguntó con cierta malicia.
Ninguna respondió, se sentaron en sus lugares y se quedaron mirando a cualquier lugar menos a la cara de alguna de sus amigas, esto provocó una oleada de risas por parte de las demás.
Tuvieron que pasar varios minutos antes que cualquiera de las cuatro chicas se unieran a la conversación de forma normal, la primera en recuperarse fue Nozomi.
Honoka pidió la quinta ronda para beber, sólo que esta vez ninguno de los pedidos tenía alcohol. Poco después de llegados los tragos, Kotori se puso de pie e invitó a Umi para hacer lo mismo, quien la miró con curiosidad pero la siguió de todas maneras. La peligris la guió hasta el primer piso, donde la tomó de la mano y le dio una gran sonrisa.
-Bailemos, Umi-chan –la jaló hasta la muchedumbre.
-¿Bailar? –la peliazul miraba a su alrededor sorprendida.
Una vez que encontraron un buen lugar, Kotori se detuvo, la acercó a ella y comenzó a bailar, no era un baile como el de Eli o Niko, algo lo cual agradecía internamente la letrista.
-Vamos Umi-chan, muévete –se rió la peligris.
-N-No me gusta bailar –le respondió algo sonrojada.
-No importa, sólo sigue mi ritmo.
La letrista hizo lo que le pidió y poco a poco fue cediendo y dejándose llevar por la música.
Después de bastante rato bailando volvieron junto a las demás, abrieron la puerta y se encontraron con un pastel en el centro de la mesa y las chicas esperándolas.
-¡Feliz cumpleaños Umi! –gritaron todas.
Umi miró a todas completamente pillada fuera de guardia, ya ni recordaba que estaban en ese lugar en primer lugar para celebrar su cumpleaños. Todas se le acercaron, dándole un abrazo cada una, sin darse cuenta de que Maki y Eli se pusieron cada una a un lado suyo, cuando le dio el último abrazo a Niko sintió un golpe en la cara, un golpe cremoso y dulce. Umi se quedó completamente quieta hasta que sintió que escurría el pastel de su cara, con sus manos se limpio el área de los ojos, los abrió con cuidado y miró a su alrededor, no pudo evitar el ponerse a reír, y pronto se le unieron las demás.
Siguieron compartiendo hasta cerca de las 3 de la madrugada, cuando decidieron irse. Primero pasaron a dejar a Honoka, luego Maki, seguido por Umi y Eli.
-Gracias por todo otra vez –Umi les dijo desde la puerta de la van.
-Ya deja de agradecer –Niko le sonreía.
-Nos vemos otro día –se despidieron. Avanzaron hasta el departamento, pero pronto notó que Eli había dejado de caminar- ¿Eli?
-Adelántate, olvide pedirle a Nozomi algo –la rubia se devolvió. Umi la miró un instante antes de seguir su camino.
Umi entró al departamento y dejó sus cosas a un lado, decidió darse una ducha para quitarse el olor a alcohol que le quedó impregnado. Al terminar se fue a su habitación para ponerse el pijama, mientras se cambiaba escuchó la puerta abrirse y cerrarse, no le dio mayor importancia ya que sabía que era Eli. Pronto sintió la puerta de su habitación abrirse.
-¿Eli? –Umi se giró.
-Nop –Kotori le sonreía desde la puerta, que cambió a una expresión de timidez- ¿Puedo pasar?
-Por supuesto –Umi aun sorprendida se le acercó- amm… qué… ¿Y Eli?
-Se fue a mi departamento con Nozomi-chan –se rió de forma nerviosa.
-Esas dos -Umi suspiró- ¿Acaso no se pueden aguantar—
-De hecho –la interrumpió, la joven se sonrojó- yo le pedí a Eli-chan si podía irse con Nozomi-chan.
-¿Tu se lo pediste? –la peliazul cada vez se sorprendía más- ¿Por qué?
-Porque… ¿Si? –la miró avergonzada.
-… -Umi se le acercó y la besó- gracias.
Kotori le pidió bañarse también, le pasó todo toalla y fue hasta su habitación para acomodar las cosas y dormir las dos. 20 minutos después Kotori a pareció en la habitación ya con su pijama puesto, el cual Umi no pudo evitar quedar mirando, era un short color café muy claro y una polera de tirantes del mismo color; la peliazul se mordió el labio.
-Eso fue refrescante –Kotori se sentó a su lado se hizo hacia atrás y se cruzó de brazos, levantando un poco su busto.
-Aah… sí –Umi desvió su mirada, tratando de mantenerse calmada. Maldijo lo que quedaba de alcohol en su cuerpo- está haciendo calor incluso en estas fechas.
-¿Pasa algo Umi-chan? –Kotori puso una mano sobre su hombro- no me has querido mirar.
-No es nada –la miró con una pequeña sonrisa, tomó la mano que puso sobre su hombro y la estrechó.
-¿Segura? –la peligris se le acercó más.
-Sí…
-Contenido M-
Sin esperar más se besaron. Empezaron con algo lento, pero largo, luego fueron besos cortados por sus risas. Poco a poco sus besos fueron subiendo en intensidad, se hicieron más largos y se aventuraron a ser más traviesas con sus lenguas. Umi empujó con cuidado a su novia hasta quedar recostada sobre la cama, con cuidado se posicionó sobre ella.
-E-Espera –Kotori puso una mano sobre su hombro intentando empujarla.
-L-Lo siento yo—
Fue callada con un tierno beso.
-Tranquila, sólo quiero hacer algo –Umi retiró sobre ella, dejando que la diseñadora se incorporara- ¿Dónde está tu celular?
La peliazul le indicó la mesa de noche que tenía, miró con curiosidad cada movimiento de su novia, no le costó mucho darse cuenta que lo estaba apagando. Kotori lo volvió a dejar en su lugar y la miró, su cara se había tornado un poco más roja.
-Es que… siempre nos interrumpen de una u otra forma –le explicó avergonzada.
-Oh… -Umi no pudo evitar estar de acuerdo con su novia, siempre que avanzaban en ese sentido las interrumpían. Se rió antes de contestar- ya entiendo, está bien.
-¿No te molesta? –Kotori se volvió a acercar a ella, por lo que la arquera aprovechó para abrazarla.
-Claro que no –la besó en los labios, antes de bajar por el mentón hasta la quijada- ¿Quieres seguir?
-Sí –la voz de la peligris sonó un poco más ronca- por favor.
Volvieron a su posición inicial, besándose apasionadamente para dar paso tocar lo más posible con sus manos. Umi se separó de los labios de su novia para comenzar a bajar por su cuello plantando besos y lamidas, cuando llegó a la clavícula se detuvo miró a los ojos miel que la miraban de vuelta, Kotori asintió y eso le dio la confianza para continuar. Continuo besando por la clavícula hacia abajo, cambió hacia un costado, en las costillas siguió dando besos por sobre la tela, bajando hasta llegar a la cadera, donde continuó trazando besos de forma horizontal guiándose por la tela del short. Kotori se removió, casi sin darse cuenta la peliazul era quien estaba ahora acostada mirando a su novia hacia arriba.
-Tu turno susurró la peligris.
Kotori tomó la parte de debajo de su playera y tiró con suavidad hacia arriba, Umi levantó sus brazos y la prenda fue retirada. La besó en los labios, bajo por el cuello y siguió trazando besos en el hombro donde le dio un pequeño mordisco. Bajó hasta el abdomen, allí beso sus ligeramente marcados abdominales. Kotori pasó su dedo por debajo del short que tenía puesto y jaló un poco para abajo, Umi levantó su cadera y dejó que se lo sacara, pero en cuanto la peligris se separó un poco de ella, la abrazó y la recostó, imitó el mismo gesto para quitarle la prenda de abajo, quien accedió en cuanto se dio cuenta. Ambas estaban ahora en ropa interior, mirándose y acariciando con suavidad, se miraron a los ojos y se acercaron, volviendo a besarse. Umi pasó sus manos desde los hombros hasta la espalda, para llegar al broche del sujetador. Una vez que se lo quitó lo tiró a alguna parte, con un poco de apuro bajó desde el cuello de su novia hasta su pecho, desviándose al derecho, con su mano derecha acarició el otro apretándolo alternando entre apretones suaves y fuertes. Los jadeos de Kotori se hacían cada vez más seguidos y fuertes, pero no quiso quedarse atrás, por lo que hizo que se separara un poco para ella también poder quitarle el brasier. La peligris repitió lo mismo que hizo su novia en ella, pero poniendo un poco más de rudeza en sus acciones, lo que provocó gemidos más sonoros en la peliazul.
Para no quedarse atrás, Umi bajó su mano desde su pecho, pasando por el abdomen hasta la entrepierna de su novia, allí masajeo con la punta de sus dedos, al pasar por una parte en especial Kotori soltó un sonoro gemido.
-U-Umi-chan.
Umi movió más rápido sus dedos, aún por sobre la tela, al notar que estaba mojada, metió su mano por debajo de la tela para tocar directamente. Tocó la parte más sensible y allí se dedicó a hacer movimientos circulares con la yema de sus dedos, aumentando la velocidad y presión que ejercía a cada segundo.
-Umi –Kotori se aferró con fuerza a la espalda de la arquera- ¡AH! Esp- No… ¡Umi!
La peliazul vio como Kotori se venía, tensando sus músculos para luego relajarlos. Su cara y boca entreabierta se le hacia una imagen hermosa. Retiró su mano de la entrepierna de la diseñadora y se acomodó para abrazarla.
-¿Estás bien? –preguntó con suavidad.
-S-Sí –respiraba con un poco de dificultad.
La abrazó y la acercó a ella. Se quedaron quietas unos minutos hasta que Kotori se removió, estaba a punto de decirle algo cuando sintió un ligero mordisco en el cuello que la hizo jadear. Kotori la empujo haciéndola recaer en la cama, trazó besos por diferentes partes de su cuerpo, con su lengua hizo un camino desde el medio de la clavícula hasta el ombligo, donde sus manos jugaron con los oblicuos que se marcaban levemente. Le retiró las pantis y se dedicó a acariciar la parte interna de los muslos, su boca siguió bajando hasta llegar al centro. La peligris la miró antes de proseguir, lo cual hizo una vez que Umi asintió. La diseñadora lamió el líquido que salía de la arquera, haciéndola estremecer y gemir, su lengua siguió explorando y jugando con todo lo que podía.
-Kotori… -Umi se aferró al cabello de su novia, intentando no ser muy brusca- E-Espera.
Umi hizo que se separaran un instante, con un gesto le indicó que se acercara, la besó en los labios y susurró.
-Gira en esa dirección.
Quedaron mirando la intimidad de la otra, Umi con cuidado tocó en ese lugar a Kotori, luego insertó un dedo, la peligris soltó un gruñido suave, pero pronto imitó sus acciones. No tardaron en subir el ritmo, la peliazul insertó un segundo dedo.
-¿Estás bien? –preguntó con preocupación.
-S-Sí –Kotori gemía cada vez más fuerte- sigue… por favor.
Ambas continuaron sus acciones, ambas con respiración agitada y soltando gemidos. Cada vez se les hacía más difícil continuar, pero a la vez no podían parar, fue así como casi sin darse cuenta ambas terminaron. Kotori logró hacerse a un lado para no caer de golpe sobre Umi. Las dos respiraban con dificultad, y se sentían cansadas.
-Fin contenido M-
-¿E-Estas… bien? –preguntó una vez más la peliazul.
-M-Muy bien –le respondió casi riéndose.
Umi se incorporó y se le acercó para abrazarla, no duró mucho ya que era muy entrada la madrugada y hacia frio, se acostaron y volvieron a abrazar con fuerza, Kotori se puso la playera de Umi y esta sacó otra para ponerse.
-Gracias por todo Umi-chan –Kotori acaricio con cuidado el rostro de la letrista- no sabes cuánto te amo.
-Me hago una buena idea -la besó- ya que estoy segura que te amo tanto como tú a mí.
Kotori se acurrucó más y se rió. Lentamente el sueño se apoderó de ambas.
-Feliz cumpleaños, Umi-chan –susurró Kotori- espero que cumplas muchos más.
-Y que en todos esos estés tú a mi lado.
La pareja se rindió ante el sueño.
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Pasaron dos meses desde ese día en que celebraron su cumpleaños y todo seguía un muy buen ritmo, su relación con Kotori seguía tan increíble como desde un comienzo; sus amigas la sacaban de quicio muchas veces, pero sin ellas su vida sería demasiado aburrida; las cosas con su padre poco a poco iban mejorando, seguía siendo un hombre frío y difícil a veces de llevar, pero ambos se esforzaban por tener una mejor comunicación, incluso pasaron una tarde cenando junto a Kotori, manteniendo lo que su padre le había pedido, esa cena ni siquiera se tomaron de la mano hasta ya al final, cuando el hombre mayor se acercó a Kotori y le agradeció por haberse mantenido al lado de su hija pese todo lo ocurrido. Umi se venía haciendo la idea de que debía ir a su antigua casa a buscar las cosas, pero siempre encontraba una excusa para no llevarlo a cabo, tenía claro que se estaba mintiendo a si misma como también sabía que sus amigas le seguían la corriente, pero ya era tiempo de que todo el rodeo se terminara.
-¿Estas lista? –preguntó Eli en cuanto la vio salir de su alcoba.
-Sí, vámonos.
Las dos bajaron y salieron del edificio, afuera las estaban esperando Maki y Kotori quienes conversaban y reían. Se les acercaron, intercambiaron unos rápidos saludos.
-Ya es hora de irnos, quiero terminar rápido con esto –Umi abrió la puerta del auto, antes de subirse se acercó a Kotori y la besó- ¿Nos vemos más tarde?
-Te estaré esperando –le dijo con una gran sonrisa, la cual se borró a los dos segundos- tengan cuidado, ¿Si?
-Tranquila, no pasará nada malo –dijo con confianza Eli.
-Es ella quien debería cuidarse –Maki le guiñó un ojo, provocando una risita por parte de Kotori.
-¿A qué se refieren? –Umi miró la interacción de las dos con cierta curiosidad.
-Nada –Kotori le sonrió y la comenzó a empujar para que subiera al auto- súbete, ya se deben ir.
-Pero—
-Nos vemos más tarde –le dio un beso en los labios y se alejó.
Las otras dos jóvenes entraron también al vehículo, Maki lo hizo andar y se fueron.
-¿A que se referían? –preguntó Umi.
-Ya te dijo Kotori que nada –Maki la miró con una burlesca sonrisa- ¿Acaso estas celosa?
-Claro que no –la peliazul frunció el ceño levemente molesta, sólo se le hacía raro ya que Kotori le decía prácticamente todo.
-Es una tontería de la que hablábamos antes de que llegaran, nada importante –se rió la pelirroja- Eres una celosa.
Umi no respondió sólo se sonrojó, para evitar más comentarios se quedó mirando hacia afuera. El viaje transcurrió mayoritariamente en silencio, unas cuantas palabras fueron intercambiadas y la mayoría fueron dichas por Eli quien intentaban animar el ambiente. La arquera le mando a su padre un mensaje cuando faltaban 15 minutos para llegar, no pasó más de dos minutos cuando recibió un mensaje de respuesta diciendo que estaba todo listo. Maki se estacionó fuera de la casa, Umi había decidido que se mantuvieran cerca para poner sus cosas de forma rápida e irse lo antes posible. Las tres jóvenes se bajaron del auto, pero solo la peliazul fue hasta la puerta y tocó.
Umi sentía que su corazón se saldría del pecho, sus manos sudaban y no podía dejarlas quieta, tenía miedo, no podía evitarlo, volvería a ver a la mujer que era su madre y que también la había tratado como si fuese la peor escoria del mundo. Cerró los ojos con fuerza y esperó.
-¿En qué le puedo… -reconoció la voz de su madre- …ayudar?
-… -Umi abrió los ojos y se quedaron un buen momento, sintió un gran nudo en la garganta, no sabía que decir, como si se hubiese olvidado de cómo hablar.
-¿Qué haces aquí? –la voz de su madre sonaba mordaz, lo cual le dolió, pero sabía que no debía esperar otra cosa de ella.
-Busco a mi padre –respondió con voz fuerte y clara, intentando no mostrar lo que de verdad estaba sintiendo.
-Él no—
-Umi, al fin llegas –El padre de la peliazul apareció justo a tiempo- pasa.
-¿Qué? –espetó la mujer
-Con permiso –Umi ignoró por completo a su madre y entró a lo que solía llamar su hogar.
Fueron directo a su antigua habitación, entre los dos ordenaron las cosas que se llevaría, una vez que terminaron con eso comenzaron a llevarlas al vehículo. Mientras lo hacían su madre se mantuvo observándola todo el tiempo. Cuando tomaron las últimas cosas su madre decidió hablar.
-¿Ya terminaron? –pregunto con un tono de voz frío.
-Sí –respondió Umi, tomó un cuadro donde salía ella junto a Maki y Eli cuando iban en la escuela. Al principio pensó en simplemente irse del lugar, pero luego decidió encarar sus miedos, por lo que se paró frente a su madre.
-¿Qué?
-Gracias por criarme durante tantos años –hizo una reverencia y se fue, si su madre hizo algún gesto o dijo algo, no supo y posiblemente ya nunca lo sabría.
Salió de la casa, caminó hasta el auto, no entró en razón hasta que sintió que Eli y Maki la abrazaban con fuerza. Cuando se calmó un poco y se secó las lágrimas que no se había dado cuenta que caían por su cara, se subió al auto y esperó. Eli hablaba con el padre de la peliazul y Maki puso en marcha el vehículo.
El camino de vuelta fue en silencio, esta vez Eli y Umi se fueron en la parte de atrás, la rubia tenía abrazada a la menor, quien mantuvo sus ojos cerrados todo el camino.
El viaje se hizo mucho más rápido, casi no se dio cuenta cuando llegaron, entre Eli y Umi bajaron todas las cosas, que de todas formas no eran muchas, al terminar Maki fue a estacionar el auto y fue con ellas al departamento, el resto de la tarde la pasaron juntas hablando o simplemente viendo alguna película. Entrada la noche Umi fue hasta el balcón para hablar con Kotori, le contó todo lo ocurrido y el cómo se sentía, y al igual que las ocasiones anteriores la peligris la apoyo por completo. Antes de colgar caminó hasta la habitación y se quedó mirando en la entrada a sus dos mejores amigas, pensando que sin ellas no sería para nada la persona que es en ese momento, ser la persona por la cual se siente orgullosa de ser, como también le debía cierto crédito a Kotori y su gran paciencia con ella. Hoy dejó atrás a un pilar de su vida, pero confiaba que era uno que le haría mejor dejar que mantener. Tal vez el que su madre no la acepte sea una espina que se quedaría por siempre, pero ¿por qué ponerle atención a una espina cuando se ha formado un jardín hermoso a su alrededor? Dejo de lado esos pensamientos y fue juntos a sus amigas.
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-2 años después-
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-¿Kotori sabes dónde quedó mi cuaderno con las letras? –Umi miraba alrededor del departamento- estoy segura que lo deje en—
La peliazul dejó de hablar al ver a su novia leyendo dicho cuaderno, el cual tenía las letras de canciones y poemas escritos para su nuevo proyecto. La mirada de la peligris era tan suave, una linda sonrisa en sus labios. Umi se le acercó y le besó la mejilla con cuidado.
-Me gustó mucho el tercer poema –comentó la diseñadora.
-Gracias, pero… –tomó el cuaderno por la parte de arriba y se lo arrebató- debemos terminar de ordenar.
-Pero si está todo listo desde ayer –infló sus mejillas.
-No todo –se rió la peliazul- vamos, debemos guardar lo que usamos.
La pareja terminó de guardar las últimas cosas que le quedaban. Era el día en que por fin comenzarían una gran aventura juntas, ambas estaban con miedo pero muy emocionadas y ansiosas. Era el día en que se irían a vivir a Italia, era algo que pensaron durante meses; a Kotori le ofrecieron un puesto de trabajo allá junto a uno de sus profesores, no acepto en cuanto salió de la universidad por creer que aun necesitaba más experiencia; en cuanto a Umi podía trabajar desde cualquier lugar mientras cumpliera con las fechas de entrega, seguía siendo letrista para diversos artistas, pero además estaba trabajando en pequeño libro de poemas y literatura; el viaje le sentaba muy bien para aprender el tipo de estilos que hay en otros países.
Llamaron a la puerta y Kotori fue a abrir.
-Llegó temprano –Umi escuchó a su novia decir.
-Quería aprovechar lo más posible el tiempo que quedaba –esta vez reconoció la voz de su padre.
-No es como si no volveremos a vernos –la arquera apareció y le sonrió a su padre.
-Cierto, pero quizás en cuanto tiempo nos volvamos a ver –el hombre la miró con una sonrisa- ¿Tienen todo listo?
-Todo completamente guardado y dispuesto –respondió Kotori con una gran sonrisa- desde ayer, incluso de antes.
-No esperaría nada menos de mi hija –se rió el hombre mayor.
-Graciosos.
Los tres entablaron una plática sobre lo que les deparaba a la pareja. Donde se estarían quedando, el idioma, si saben cómo transportarse, la forma de vida, etc. Se les pasó el tiempo hablando que ni se dieron cuenta cuando aparecieron Maki, Niko y Honoka a buscarlas. Se saludaron de una forma más afectiva que lo usual antes de comenzar a subir las cosas al auto de la pelirroja. Todo lo que se llevarían a Italia lo subieron al auto, el resto lo dejarían para que Eli los vendiera. Entre todas cargaron las cosas, sólo Kotori se quedó verificando que llevaban todo lo necesario. Una vez que terminaron Umi llamó a Eli para avisarle que ya se iban hacia el aeropuerto.
Maki, Umi y su padre se fueron en el auto, mientras que Honoka, Niko y Kotori tomaron un taxi, al llegar se reunieron con Eli y Nozomi.
-No puedo creer que se vayan –Nozomi miraba de forma casi maternal a la peligris.
-La verdad es que yo tampoco puedo creerlo –la diseñadora se abrazó a su amiga- las extrañaré.
-Y nosotras a ti –se soltaron al escuchar a Niko. Kotori le sonrió y se abrazó a ella.
-No olvides llamarnos mínimo dos veces a la semana –habló Honoka, quien tenía unas pequeñas lagrimas acumuladas- y-y no te consigas otra mejor amiga.
-Eso jamás, Honoka-chan –el abrazo de ambas fue más largo y se aferraron a la otra con fuerza- prometo llamar seguido.
-Vamos no es para tanto –Niko intentó animar, pero ella también tenía ganas de llorar- si volverás para las vacaciones, ¿Verdad?
-Por supuesto.
Las cuatro jóvenes se abrazaron.
-También esperaremos llamadas de tu parte –habló Eli mirando como interactuaban el otro grupo de chicas- no quiero tener que enterarme de todo por algo como "Kotori le dijo a Nozomi y ella me dijo a mi".
-Jajajaja no prometo nada –sonrió la peliazul.
-Más te vale hacerlo o te estaremos llamando nosotras cada minuto del día, tal vez hora –le dijo Maki.
-Ya estas advertida –se rió la rubia.
-Locas –se rió también la peliazul.
Se quedaron un momento antes de abrazarse, al igual que las demás chicas, este abrazo fue fuerte y largo.
-Prometo que nos veremos en unos meses –dijo Umi al soltarse.
-Más te vale- Maki se cruzó de brazos.
-Umi… -Umi miró a su padre quien había intervenido en la conversación.
La peliazul se acercó a él, se miraron antes de darse un rápido abrazo, algo más que suficiente para ambos, ya que nunca habían sido muy afectuosos físicamente.
-Cualquier cosa que necesites sabes que cuentas conmigo –el hombre la tomó por los hombros y la miró fijamente, luego desvió su mirada a donde estaban sus dos mejores amigas- y con un gran grupo de amigas.
-Lo sé –sonrió la peliazul.
En ese momento escucharon como llamaban para abordar el avión. Kotori la miró y asintió. La letrista tomó su bolso, camino hasta su novia, ambas se miraron para luego mirar hacia el grupo de personas que se puso frente a ellas.
-Muchas gracias por acompañarnos –habló Kotori, haciendo una reverencia, Umi la imitó.
-Nos veremos en un par de meses –Umi dijo una vez que se enderezó.
-¡Las estaremos esperando con una gran fiesta! –Honoka movió sus brazos como énfasis.
-Ya lárguense o perderán el vuelo –les regañó Niko.
-Las cartas me dijeron que tendrán un gran viaje y no hablo solo del vuelo –Nozomi les mostró sus cartas.
Hicieron otra llamada para abordar el avión.
-¡Nos vemos! –se despidió por última vez la pareja antes de tomar sus cosas y encaminarse hasta la salida.
Escucharon gritos de "cuídense" "nos veremos en verano" "recuerden llamar" y más todo mezclado. Llegaron a la puerta, pasaron sus pasajes y pasaporte.
-¿Estas completamente segura de esto, verdad? –preguntó Kotori una vez que estaban sentadas
-Por supuesto –Umi le tomó la mano- ¿Por qué no lo estaría?
-Porque… bueno vamos principalmente por el trabajo que me ofrecieron y siento que de cierta forma te estoy forzando a ir conmigo.
-Eso no es cierto, también quiero ir por razones propias –la abrazó con fuerza-. Hace años dijimos que sería bueno poder hacer un gran viaje juntas, y eso estamos haciendo, me siento feliz de poder seguir avanzando en mi vida de esta forma y lo más importante, contigo.
-Umi-chan –Kotori derramó un par de lagrimas. Se le acercó más y la besó- gracias. Estoy segura que estos serán unos muy buenos 3 años.
-Lo serán.
El avión despegó y su nuevo viaje también.
Llegó el último cap y es como raro... después de todo ha pasado más de un año. Quiero dar un millón de gracias por continuar leyendo esta historia y dándome apoyo, de verdad lo aprecio mucho.
Espero que les gustara este cap y el fic en general, ansío escribir la siguiente historia.
Laura: jeje muchas gracias por leer y sip, Umi se saltó una clase cuando fue a ver a Kotori al desfile.
Mei: jajaja obvio que lo recibió 7u7 y si verdad? como pasa el tiempo :o
kohitsucchi: el nicomaki siempre es di-vi-no(?) Al menos uno de los dos intento entender a su hija. PAJARITA DESPLUMADA! xD. Lo sientoo ;c El mimoucchi es amors, me encantan. y porsupollo que seguire
Danael: Me alegra que quedara bien el nicomaki -w- debo admitir que esa pareja me cuesta un poquito. Jajaja el cumple no fue nada muy terrible xD
Una vez más, gracias por su tiempo y leer esta historia.
Como puse en el cap anterior, si quieren algo como cap. extras pueden pedirlo. Eso si... no acepto lemon como petición xD
Nos leemos en el prox fic -w-