Casa Inukai

Primer fic que escribo de esta parejita, sean pacientes pues escribo todo esto desde mi celular y hago lo que puedo.

Su cuerpo estaba cansado de dormir, cada mañana se levantaba más temprano que la anterior y eso la ponía de mal humor, más que de costumbre; su madre ya estaba despierto para cuando bajo las escaleras, tomaba un café en la cocina mientras deslizaba sus dedos por la pantalla de su celular tecnología de punta. Cada que observaba de más ese aparatejo debía irse un tiempo por causa de trabajo.

—Buenos días Isuke; hoy te levantaste más temprano que lo normal.

—Estoy aburrida de dormir, el cuerpo de Isuke esta aburrido de dormir.

—Ya veo—no retiro su mirada del aparato, se le veía fruncir el ceño y mover más rápido los dedos.

— ¿Dónde está papá? Hoy iba a ser día libre.

—Uff, papá fue a trabajar, tal parece que le cancelaron un proyecto importante y debía arreglar dicho asunto.

— ¿Por qué él? ¿Qué ocurrió con su nuevo asistente?

—Renuncio.

—... ¿Por...?

—Sí, en cuanto se enteró, pidió una renuncia y tengo entendido, por lo mismo le cancelaron el contrato que había firmado. Al parecer a los clientes no les agradan las personas como nosotros...

—Tsk...¿Cómo se llaman? Isuke ira y los matará a todos.

—No, ese no es nuestro trabajo. Déjalos. Son personas que no lo valen.

— ¡Pero...!

—Que hablen por quienes somos no importa.

—Mamá es muy débil con las personas. Especialmente con las que no valen una mierda 3—su padre era un gran hombre, empresario que trabajaba en una constructora muy prestigiada y renombrada pero su puesto allí no fue nada fácil, en el tiempo en que salía con Eisuke, muchos de sus compañeros de trabajo se distanciaron de él o se negaban a trabajar con él, la ciudad en la que vivían era así, intolerante a las personas que les atraía el mismo sexo—por cosas como estas quiero comprar esa casa en el Caribe o los Alpes, allí podrían estar en paz sin que ningún estúpido los molestara.

—Sabes que hacer todo eso requiere una suma importante de dinero, una que no podemos conseguir sin llevar cuidado, permítele a papá encargarse de todo eso.

—Sabes que papá nunca comprara esa casa si continúan cancelándole 3 de 10 contratos.

—Papá ya está trabajando en un contrato especial con americanos, si todo sale como se espera, en un par de años más podríamos irnos los tres lejos de aquí…confía en él, papá se esfuerza mucho por nosotros

—Yo también puedo esforzarme, yo puedo tomar una misión de tus jefes y…

— ¡Definitivamente no!—su madre se levantó de manera abrupta dejando sin habla a la chica, eran contadas las veces que mamá le levantaba la voz, le sujeto la mano izquierda y la levanto para que la chica pudiese verla—mira lo que la chica Azuma te hizo, una virgen te hizo esto y tuvo la compasión para no matarte, las cosas no siempre ocurre de la misma forma dos veces y la próxima puede que no solo llegues con un brazo dislocado y la muñeca atravesada—su muñeca izquierda tenía una cicatriz de 7cm de ambos lados, donde el cuchillo de Azuma Tokaku se hundió.

—Pero antes dejabas que tomara misiones.

—Antes me acompañabas a las misiones, fuiste tú sola y eso fue lo que ocurrió…uff—soltó un cansado suspiro y acaricio el cabello de su hija—hago todo esto por tu seguridad y la de papá, no quiero que a ninguno los lastime este mundo en que los metí.

—Yo lo escogí por mi cuenta y en cuanto a papá, debes confiar más en él, 15 años de matrimonio y aun piensa que los cheques que llegan son por traducciones en alemán e inglés—se quitó la mano de su madre y caminó a su cuarto, se enfundo en sus ropas habituales más un guante negro de cuero que se pegaba perfectamente a su mano, empezaba a mitad de la palma y terminaba 10cm después de su muñeca, lo necesario para esconder la cicatriz.

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Caminaba a casa luego de un día caminando sin más por las calles, le relajaba ver las miradas de los hombres posarse sobre ella y el cómo los mandaba a volar sin miramientos, era de las cosas con las que se entretenía cuando no quería estar en casa, solo salir y darle halas que los llevaran lo suficientemente alto para que al caer todo su orgullo y ego se hiciesen añicos.

—Por favor, sal conmigo Inukai-sam.

— ¿Por qué razón Isuke saldría con un hombre que tiene mayor peso en su cartera que entre las piernas?—y con eso, el hombre se iba, no siempre a la primera, pero siempre se iban—uff ni si quiera esto logra entretener a Isuke—frente a ella pasaban muchas parejas, la mayoría de estas eran hombres con mujeres, pero siempre un cuchicheo avisaba que había algunas que desentonaban; a lo lejos pudo distinguir a un par de chicos, quizás de su misma edad, el chico bajito y de cabellera rubia se acercaba sonriente a uno un poco más alto que él y sonrojado, parecía que estaban a punto de compartir un beso cuando el de cabellera oscura se apartó abruptamente, su acompañante siguió su mirada para notar a un par de mujeres mirándolos de mala manera, ambos bajaron la mirada y se retiraron del parque, esquivándose las miradas— ¿qué les importa si otras personas no son tan desgraciadas como ellas?—veía a la pareja retirarse a paso cabizbajo, el parecido con sus padres le lleno el pecho de ira e impotencia, en contra de lo que pensara la mayoría, Isuke sabía quiénes eran objetivos y quienes solo personas estúpidas y tal y como decía mamá: solo un estúpido confunde un objetivo con alguien estúpido.

Camino a su apartamento todo era quietud hasta que entraba en la calle de su edificio, todos allí la conocían, cuchicheaban pero no por su belleza, sino más bien por ser una chica adoptada por un par de hombres, está de más mencionar que su mamá tuvo que encargarse de muchos jueces para tener legalmente la custodia cuando era joven, ningún jurado quería dejar a una huérfana con un par de homosexuales.

Una pelota llego hasta sus pies, ella miro abajo y luego arriba, un pequeño se acercaba corriendo para buscar su juguete, pero una señora lo agarro y comenzó a regañarle por si quiera tratar de acercarse, "no debes acercártele", "podría ser contagioso", "vergüenza", "¿Por qué el casero no los corre?", "edificio con gente tan fina y llegan a meterse esos". Camina. No mires atrás. Que nos juzguen por quienes somos no importa. Lo recordaba cada vez que entraba al edificio. Desde la infancia la acosaban por tener dos hombres como padres, la ponían siempre en una encrucijada cuando le preguntaban de que trabajaba papá o mamá, elegir entre decir la verdad y ser rechazada o mentir y relacionarse con la gente. Ella siempre fue leal a sus padres.

— ¿Qué es lo que dice?—el padre de Isuke hablaba dándole la espalda, se encontraba en la cocina, se tocaba una y otra vez la cara y despeinaba su ya de por si desalineado cabello, Eisuke a su lado apoyado en la barra de la cocina, mantenía los ojos cerrados—sí…sí, comprendo, no…no es tu culpa, hiciste todo lo que pudiste, tomaré el primer vuelo mañana por la mañana, hoy mismo parto a Tokyo—cerro su celular y se dejó caer pesadamente al lado de su pareja.

— ¿Qué pasa papá? 3

—Era Arishi, el señor Kyrora quiere que viaje lo más pronto posible a los Estados Unidos, el contrato más importante de la temporada está a un paso de cancelarse.

—Y eso ¿en qué te incumbe?

—Dice que la relación con los Americanos fue a pique en cuanto tuvimos esa comida de negocios, se lo atribuye a mis…gustos…y a que tengo a una hija adoptiva bajo mi cuidado. Quiere que traiga el acuerdo firmado o mi carta de renuncia.

— ¡¿Qué?! Pero… ¡¿Por qué?! ¿¡Por qué tú, si tú no has hecho nada que pueda afectarlos?! ¿¡Qué no entienden los muy malditos que ustedes no son…!?—no podía completar la frase, sus padres sí eran diferentes a la mayoría de la gente, pero era algo que no se podía percibir a menos que uno quiera hacerlo.

—Tranquila princesa, papá se encargara de todo, no perderé esta vez—le regalo una sonrisa falsa que Isuke pudo fácilmente notar, su padre era alguien muy animado y positivo, era la luz que no dejaba que los Inukai se hundieran en el fango de su mundo de asesinos, pero a causa de brindarles esa luz tan necesitada, ellos lo arrastraban más y más abajo en esta sociedad intolerante—iré a hacer la maleta.

— ¿Mamá no piensa hacer nada?—dijo tan pronto escuchó como la puerta de la habitación de sus padres se cerraba.

—Y ¿Qué quieres que haga?

—Salir esta misma noche y encargarnos de esos malditos 3—tomo sus nidillos con hojas para mostrarle que estaba lista.

—No son objetivos, ninguno de ellos o el jefe de la empresa, es una organización que pasa desapercibida a los ojos de cualquiera de mis contactos, está limpia, jamás eh leído que mis trabajos se relacionen con un empleado de allí.

—Pues vamos y lo hacemos gratis 3

— ¿No te eh enseñado nada? Jamás asesinamos si no es por un trabajo, no te dejes llevar ni hagas nada estúpido por algún arranque sentimental y renuncia si el trabajo no lo consideras correcto. No tenemos quien nos cubra la espalda, no podemos encargarnos de una compañía importante solo porque sí.

—Si papá pierde este empleo por nuestra culpa…perderán la posibilidad de vivir en el Caribe y disfrutar como debe ser…

—Si papá pierde este empleo, aun te tendremos a ti, eso es lo que más nos importa Isuke.

—Tsk… ¿Piensas tomar algunas misiones?

—No por ahora, nadie me ha ofrecido alguna…parece que el negocio está hiendo en bajada últimamente.

—Eso significa que tampoco hay trabajo para Isuke.

—Ni lo habrá, no tendrás misiones hasta que yo crea que estas lista.

—Algún día tomare tu puesto mamá, soy tu heredera…pronto llegara ese día, estoy a pocos meses de los 20 y…

—Para eso alguien debería contratarte directamente y mostrar tu valía ante los otros asesinos, pero todos saben que si el heredero de un asesino aún no cuenta con la aprobación de su maestro no pueden contratarlo y probarlo, así función las cosas aquí Isuke. No me hagas repetirlo.

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—Nos vamos Isuke.

—Cuídate mucho papá.

— ¿Segura que no quieres acompañarnos?

—Isuke está segura, mamá.

—Muy bien, entonces regresare mañana por la noche, si sales a algún lado, deja una nota o llama, no me dejes con el pendiente. Y no te vayas muy lejos de la ciudad por favor.

—Vamos Eisuke, déjala que se divierta, después de todo ella gasta aquello que gana por su esfuerzo en las tutorías.

—A demás, Isuke no utilizaría ese dinero, es para esa casa en el Caribe.

—Ya lo hemos discutido princesa, te lo agradecemos pero tú puedes usar tu dinero como te plazca, es tuyo, de tu esfuerzo.

—En eso estoy de acuerdo contigo, Kao, pero solo no quiero que se exponga demasiado, estando mamá lejos, podrían hacerle algo—eso lo entendía perfectamente Isuke, no te metas en problemas con otros asesinos.

—Isuke sabe comportarse 3—dijo aburrida pasando página de una revista.

—Muy bien entonces nos vamos—cargaron unas maletas y salieron dejando un silencio que no tardo en asentarse.

—Todo es muy calmo cuando mamá y papá no están…—de pronto un ruido de llamada hizo que diera un pequeño bote en el sofá, tomó el celular de la mesita de la cocina—mamá olvido su celular del trabajo, quizás si les grito por la ventana—corrió a la ventana pero cuando la abrió el Mustang rojo de sus padres ya doblaba por la esquina—demonios 3—miro la pantalla del celular el identificador de llamadas no mostraba ningún numero o nombre , solo el constante "LINEA PRIVADA"—es demasiado insistente, debe ser importante—descolgó en un movimiento de muñeca y se puso al teléfono, no dijo hola ni nada, espero a que la persona que llamara dijera algo o se identificara, "en una conversación por teléfono, uno no sabe quién llama en realidad" para ser una buena heredera de Eisuke, debía seguir cada lección que su mamá le diese.

— ¿Hola? ¿Eisuke-sam? ¿Me recuerda? Soy del gremio de los Jinetes Morados, Chiko-kun.

—No se encuentra por el momento.

—Oh, ya veo—el hombre tenía un timbre de voz que hacía creer a Isuke que era solo un subordinado de mamá, pero por lo que había oído, el tipo pertenecía a un gremio, quizás algo importante como una misión bacante…una misión que quizás le estén ofreciendo a su mamá, el cual no se encontraba en estos momentos—bueno, entonces quizás llame más tarde ¿con quién tengo el gusto?

—Inukai Isuke, heredera de Inukai Eisuke ~3

— ¡Oh! Eres tú realmente, la hija de Eisuke, no sabía si creer en esos chismes que Eisuke había tenido una hija, parece que solo fue ayer que él y yo…

—Chiko-sam, ¿Por qué razón llamó? 3

—Oh, era para ofrecer un importante…trabajo importante a tu padre—Isuke frunció el ceño con el error cometido por el hombre en la línea, pero decidió dejarlo ir por ahora—pero en vista de que no está disponible, creo que tratare de contactar a otra persona.

—Por pura curiosidad, Chiko-sam, ¿de qué trata este "trabajo"?

—Oh Isuke-chan, no sé si su padre estaría muy feliz de que usted sepa de este tipo de trabajos y…

— ¿Quién es el objetivo? 3—de pronto el tono de voz infantil y animado cambio, Isuke sabía que este número era solo para este tipo de "trabajos".

—Así que también es heredera del trabajo de Eisuke-kun…ya veo, pero lamentablemente no puedo proporcionarle dicha información, esta no es una misión de bajo rango y solo podemos proporcionar la información a quien acepte participar.

—Por algo estoy preguntando por la información, Chiko-sam 3 Isuke tomará la misión en nombre de Inukai Eisuke 3

—Muy bien entonces, señorita Inukai, si está interesada, por favor vaya a la calle Chikako a la media noche, encontrara un auto estacionado con los faros de color purpura.

—Antes de que se moleste en enviar un auto, ¿de cuánto es la recompensa?—veía distraídamente su manicura cuando sus ojos se agrandaron un instante y luego sonrieron— ¿es el presidente o algo así?

—Alguien mucho más importante y relevante, señorita Inukai

—Le traeré su caveza en bandeja de plata 3

—Quien estará en el auto le proporcionara la información para su paga, pero recuerde algo, una paga tan significativa se debe a que un gran riesgo se corre, usted estará sola y no se le proporcionara equipo ni seguridad, ¿está segura que no quiere dejárselo a su padre?

—Chiko-sam, ¿Qué tan importante es esta misión en la Assassin Society?

—SI logra eliminar a esta persona, usted será conocida como la sucesora de Inukai Eisuke, comenzaran a llegar miles de misiones.

—Muchas gracias, Chiko-sam 3—cuelga el celular y una grata sensación hace que las ansias salten a su cuerpo—esto siempre pasaba cuando mamá me dejaba las primeras misiones—da un vistazo al reloj de la pared—a Isuke le quedan un par de horas para prepararse—y con eso, entra a su habitación para buscar los objetos necesarios.