Nota de autor (no es necesario leer): Quizás es bastante corto, pero me he puesto a pensar sobre la persona que me gusta en específico y como más de una vez cuando me hablaba de la cosa más trivial del mundo yo sólo podía pensar en besarnos en contra de una pared, y quizás sólo sean las hormonas, pero luego he pensado que seguramente Fred ha pasado por lo mismo y él ha tenido el valor de hacerlo. Muchos me han dicho que mis Fremiones son muy buenos, pero los últimos que escribí eran terribles, por eso he decido no ponerlos en sólo un lugar, si no que postearlos por separado, esto, de alguna forma, me hace sentir menos atada y más inspirada. Claramente no es tan bueno como Guapísima, Granger, pero me encantó, pese a lo corto. Espero que a ti también.

Irresistible,

un cuento corto por mrv

Bueno, esto no era su culpa de ninguna forma, todo era por esa desesperante bruja que estaba mirándolo entre sorpresa y satisfacción romántica. Sabía que le gritaría después, de la misma forma que le gritaba en indignación su hermano menor, pero es que no pudo evitarlo. Lo intentó, lo juraría por su hermano, lo intentó con todas sus fuerzas, pero al verla ahí, tan atenta a lo que decía su padre, el Señor Weasley, con el cabello indomable enmarcando su cara, los labios algo rojos e hinchados por el chocolate caliente… ¡Era imposible!

Y bien, quizás habría podido aguantar un poco, quizás besar a tu novia secreta en una comida familiar con todos sus amigos y seres queridos no era la idea más brillante o racional. Quizás, contando que el ex novio de esta muchacha, y también, su hermano menor, estaba presente, debería haberle inhibido lo suficiente, pero… ¿Has conocido a Hermione Granger alguna vez? ¿Has tratado de verla toda sonrojada y con los labios sabor a chocolate y con las cejas juntas en concentración y no besarla? ¡Ni el más poderoso de los magos se resistiría! Fred Weasley sólo era una víctima en esto, esa es la verdad.

Entonces, cuando estaban todos en la sala de estar, sentados en sillones, y la muchacha más guapa que ha visto en su vida está con los labios tan exquisitos y un aura tan atrayente, tuvo que levantarse de su asiento, interrumpiendo a su madre y a su hermana, y agarrar a Hermione de las mejillas y estrellar sus caras.

Y por supuesto, lo hecho, hecho está, había que disfrutarlo.

Quizás tu has pasado tu vida leyendo sobre besos o mirándolos, pero no hay mejor cosa que experimentarlos, y no hay mejor beso que el de Hermione, sus labios suaves rozando los tuyos, mientras abre la boca y toma aire sorprendida, y cuando mueves tu cabeza un poco hacia el lado y te hundes en ella, porque todo tu estomago revolotea y una calidez te sube por la espalda, y sientes sus pestañas rozar tus mejillas y es tan jodidamente excelente que no puedes evitar morderle los labios, y efectivamente, saben tan bien que lo haces otra vez, y lentamente tocas su lengua con la tuya y todo es áspero y suave y exquisito que te inclinas un poco más en ella y cuando sientes que te falta el aire, te alejas y le continuas besando el cuello, pasando un poco tu lengua por ahí, agarrando de su cuerpo como si tu vida dependiese de aquello, porque es irresistible y no importa nada más, porque tenerle ahí, tan hermosa y tan independiente y magnífica y ella no tiene ni la remota idea de lo suertudo que te sientes, porque los dedos te llegan a picar, las piernas a temblar y el corazón a latir tan fuerte de solo pensar en verla.

Así que, cuando te separas y ves la cara sorprendida de todos tus familiares, honestamente no importa, porque la has besado.

Por lo tanto, Fred Weasley no tenía ni la más mínima oportunidad en contra del deseo, y es que aquella bruja, un poco enfadada y tan exquisita, le resultaba completamente irresistible.

Cualquier daño colateral no importaba.