Gracias a las personas que dejaron reviews en el capítulo anterior, aunque sean pocos comentarios todo lo que se deje es un gran apoyo moral para mí y me hace estar deseoso de seguir escribiendo esta historia a la que le tengo tanto cariño.
A partir de este punto la historia va a ponerse mucho, mucho más escabrosa así que los que hayan sobrevivido hasta este punto sin duda disfrutarán de una historia completamente dramática con un final explosivo.
Los temas fuertes comenzarán a tratarse a continuación, espero no genere problemas.
¡Gracias de nueva cuenta!
Capítulo 16: Máscaras y mentiras.
"Desde que era una niña tuve todo en la vida...Y no tuve nada. Mis padres estaban siempre fuera, siempre trabajando, siempre ocupados, siempre en una junta de negocios o en un viaje importante y eso afecta más de lo que uno puede pensar.
Crecí con la idea que me merecía el mundo, siempre rodeada de sirvientes que me cumplían cada capricho, ¿Mis hermanos? Ellos eran irrelevantes, ¿White? Siempre ocupado estudiando para suplir a papa cuando el momento llegará, ¿Red? Él era igual que yo: Un niño podrido hasta su centro por la falta de amor que fue compensada con posesiones materiales y muestras de afecto vacías.
Cuando su avión sufrió ese fallo y me enteré de su muerte no llore, ¿Porque debería? Éramos extraños, gente que veía en fiestas y nos tomábamos fotos, su existencia no sobrepasaba a mis profesores en relevancia a la hora de recordarlos. Ni una lágrima en su funeral...Ni una sola.
El mundo hacía y deshacía a mi voluntad, después de todo quien tiene dinero maneja todo a su alrededor ¿No? Aprendí que mientras pudiera comprarlo podía tenerlo…
Así es como me convertí en lo que soy, así es como me volví la Velvet que soy hoy.
La Velvet...Que no pierde jamás."
Sus pasos retumbaban en los pisos de mármol, la mansión secundaria dentro del terreno de su familia era la que ella ocupaba para sí sola ya que había decidido dejar de vivir bajo el mismo techo que Red y White por sus problemas constantes con estos, en especial con el mayor que cuestiona todas sus decisiones y no paraba de intentar controlarla. A su lado su siempre eficiente mayordomo la seguía mientras ella se retiraba las perforaciones falsas, meros broches que adornaban sus oídos y nariz pasándolas a este que las guardaba en un contenedor plástico hecho a la medida.
—¿Como ha estado ella?—Preguntó con toda calma pues había dejado a su querida Sunset Shimmer allí todo el día para asistir al partido, habían estado faltando casi toda la semana a la escuela, Velvet se justificó con una lesión en el entrenamiento del equipo y Sunset solo desapareció dejando un mensaje a Celestia sobre estar "Enferma del estómago"
—No ha comido ni salido, señorita Velvet—Explicaba el hombre de mediana edad mientras se detenía junto a la puerta para abrirla y dejar a la joven entrar, tras esto cerró y las dejo a solas. Velvet dio un par de pasos en la recamara viendo a Sunset recostada en la cama, su cama, tan hermosa como siempre pero con el rostro apagado a pesar de estar dormida, dejando ver la depresión que la embargaba, una que ella buscaba alimentar lo más posible para que no se alejara de su lado.
—Buenos días bella durmiente...—Murmuró acercándose a la joven de cabellos bicolores, agitándola por el hombro de forma ligera. Esta abrió sus ojos lentamente y aun somnolienta murmuró su nombre—Si, soy yo… ¿Me extrañaste? —Su tono era dulce, cariñoso como nunca había sido con nadie.
—Si… ¿Dónde estabas? —Pregunto pues había despertado por la mañana y la vio cambiarse antes de irse más fingió seguir dormida para no perturbar a la joven Lotus, ella negó ligeramente.
—A ningún lugar, no importa...Solo importa que estoy aquí, contigo—Le tomo las mejillas y sin ningún pudor se acercó a dejarle un suave beso en los labios. La primera vez Sunset se sintió incómoda, no era algo que estuviera acostumbrada pero ahora...Era una muestra de afecto, una muestra de afecto que nadie más le daba pues todas sus amistades la habían traicionado, ella era la única que la quería, que la amaba…
—Gracias Velvet...—Se acurrucó contra ella, podía sentir su calidez, su afecto...Pero no se sentía real, conocía el amor y sabía que eso no lo era, pero ¿Porque seguía allí entonces? Debía irse, debía alejarse, sabía bien que Velvet era tóxica, que todo a su alrededor se contamina y que aun con sus mejores amigas botándola por Twilight estar con Velvet no era mejor...Pero—Solo tu estás conmigo en estos momentos de soledad, sin ti yo...Yo—No podía decir nada pues no se imaginaba como estaría de no tener a la joven Lotus protegiéndola.
—Está bien, no tienes que decirlo...Yo lo sé, yo se bien cómo te sientes—Le beso la frente ahora mientras le permitía acurrucarse todo lo que quisiera. Estaría con Sunset hasta que le amará de vuelta, hasta que fuera solo suya...No importaba cuánta gente tuviera que destruir para lograrlo.
Y ya había comenzado...Hacía un rato una ambulancia había recogido de emergencia a una pobre muchacha con el rostro molido a golpes, por suerte solo había sido daños superficiales a primera instancia haciendo que su vida no peligrara en exceso pero la brutalidad del ataque alertó rápidamente a las autoridades que buscaron identificar a la menor por todos los medios ya que no tenía ninguna identificación consigo cuando fue encontrada por una pareja que iba por la calle donde estaba tirada.
Como si esto no bastara su móvil por igual había desaparecido...Móvil que ahora estaba en las manos de Velvet Lotus que lo utilizará para sus propios fines dado el tiempo apropiado. Tras varias horas lograron identificarla, Twilight Sparkle, una chica de 17 años que cursaba su último año de preparatoria en la escuela Canterlot High, esto sin duda sería la comidilla de la prensa…
Claro estaba que semejante noticia no llegaba aún a ojos de los alumnos de dicha preparatoria, la mayoría viven sus vidas despreocupadas sin notar lo que se cernía sobre ellos. En el caso de nuestro protagonista, Tlec, él había regresado a su hogar siendo felicitado en el trayecto por su madre adoptiva y su hermana menor por el grandioso partido que había tenido, del mismo modo les contó las cosas que se vivieron dentro del campo y sobre todo la felicidad de seguir anotando goles para su equipo.
—¿Y estas listo para el concierto? —Solo de llegar al departamento es que Luna se puso histérica, le había conseguido ropa nueva para verse "En onda", perfume incluido y no paraba de preguntarle si tenía todo listo para el evento, casi esperándolo fuera de la ducha para ayudarle a secarse.
—Por millonésima vez Ma: Si, tengo todo—Soltó una carcajada ante lo adorable que se veía la mayor, era obvio que no tenía experiencia en esos temas y el pensar que su retoño saldría a su primer concierto era algo que la tenía extremadamente feliz. El muchacho salió de la recamara vestido con una camiseta nueva de color oscuro, pantalones por igual nuevos y zapatillas deportivas como era típico en él, su cabello siempre rebelde y un collar con una placa de águila, todo un nuevo look para el joven deportista causando que Luna le tomara una fotografía al instante—¡Mamá! —Se quejó ante la vergüenza de semejante acto.
—Lo siento hijo, ¡Pero te ves fabuloso! —Le halago buscando aminorar la vergüenza del menor, estaba feliz por él y se notaba a leguas. Su hermana menor veía todo con extrema diversión y gran alegría puesto que su madre jamás tuvo la oportunidad de verlos en situaciones así, Luna quizá fuera una madrastra pero era la mejor que jamás pudieron desear y por mucho que ella clamara que jamás se consideraría su madre los quería como tal y eso era lo importante para ellos.
—Te ves muy bien hermano—La pequeña extendió sus brazos hacia su única familia de sangre, este la cargo desde abajo en un apretujado abrazo.
—Gracias hermanita...Lamento que no puedas ir—Eso era cierto pues si bien él conocía una canción o dos de la famosa cantante Pop la pequeña Quetzal sí que era su fan número 1, lamentablemente ella era muy joven para ir a un concierto tan tarde pero Luna la llevaría a un concierto de esta en el parque la semana próxima a esa.
—No te preocupes, Mamá Luna me llevara a verla ¡Pero si me consigues su autógrafo te amare por siempre! —Le dio un tronado beso a la mejilla en un gesto tan común entre ambos que el muchacho no tardó en apretujarla devuelta causando que la menor hiciera un ruido de broma por sentirse destripada por esto causando que ambos soltaran una risa...Y que la mayor presente les tomara una foto.
—¡Mama! —Dijeron a coro con cierta vergüenza pero la mujer de piel azul solo se acercó a ellos y sujetando la cámara a cierta distancia puso una sonrisa pues quería una foto con los dos.
—¡Sonrían! —Les dijo y solo comenzaron a sonreír tomó una serie de fotos...En la primera era una imagen digna de una postal, los tres sonreían con Quetzal entre los dos más grandes mientras el flash les iluminaba los rostros, en la segunda se podía ver como Tlec volteaba hacia abajo pues su móvil estaba sonando y en la tercera las dos mujeres volteaban hacia el que se alejaba de ellas para contestar.
—¿Capitana?—Parecía ser Rainbow Dash, el muchacho tenía una sonrisa en el rostro pero tras escucharla hablar esta se borró en segundos—¿Qué? ¿Como? —Silencio de nuevo mientras escuchaba de nueva cuenta, se pasó una mano por el rostro sin poder creerlo y entonces Luna noto que algo estaba mal—¿Donde esta? Necesito. Pero necesito—Seguía cortando sus palabras al hablar, parecía estar siendo interrumpido por Rainbow—Entendido, voy para allá, gracias por decirme Colorida—Colgó al instante y se giró hacia Luna, el rostro del muchacho estaba completamente cambiado pues lucía totalmente desconcertado.
—Tlec, ¿Que sucede?—Se acercó a él rápidamente y el muchacho la tomó por los hombros.
—Debo ir al hospital Grand Central, algo le paso a Twilight—Sus palabras bastaron para dejar en completo shock a Luna, tardó unos segundos en procesarlo y si bien quería preguntarle más detalles sabía que la prioridad era llevar a su hijo adoptivo con su compañera.
—Vamos, Quetzal ven con nosotros, te dejare con mi hermana esta noche—No podía dejar a la pequeña sola pero tampoco quería tenerla toda la noche en un hospital pues dudaba que Tlec fuera a alejarse del sitio si era algo grave y ella no dejaría a su muchacho solo en semejante momento.
—Si Mama Luna—La pequeña no puso pero alguno, rápidamente salió disparada a su recamara para buscar sus cosas, si bien Twilight no le agradaba del todo por ser la que "substituyo" a Sunset Shimmer no le guardaba ningún tipo de rencor, principalmente porque un ser tan dulce como ella era completamente incapaz de sentir rencor contra otra persona.
Media hora después, en el hospital Grand Central un enorme grupo de personas comenzó a llegar de forma intempestiva, amigos y conocidos de la chica se arremolinaban en la sala de espera pidiendo un turno para poder verla aun cuando la enfermera a cargo les dijera que era imposible.
—¡Tiene que dejarnos verla!—Rainbow Dash había sido de las primeras en llegar, Rarity les había recogido a ella y Applejack para ir al hospital, pocos minutos después Pinkie Pie y Fluttershy aparecieron por igual.
—Como ya te expliqué: Hasta que el Doctor lo indique no puede recibir visitas de nadie que no sean sus familiares directos—La mujer trataba de sonar lo más amable posible, pero en su línea de trabajo esto era tremendamente complicado.
—Trata de calmarte Rainbow, solo hace su trabajo—Applejack intervino rápidamente para aplacar a su compañera, incluso cuando ella estaba igual de consternada por Twilight busco mantener la serenidad por el bien de todas ya que Rarity era un mar de nervios, Fluttershy no paraba de temblar y Pinkie...Bueno, Pinkie estaba seria lo cual era decir demasiado de la situación.
—...Lo siento—Murmuro la chica de cabellos arcoíris mientras apretaba los puños, no quería ser ruda con la pobre enfermera solo que esta entendiera su coraje y suplicio ante la situación reinante.
—Ya nos dijeron que Twi está fuera de peligro, lo que debemos hacer ahora es tranquilizarnos, esperar que nos permitan verla y ayudarla lo más posible fuera de esto ¿Esta bien?—Como siempre la rubia tenía las palabras apropiadas en el momento idóneo, varias cabezas se movieron en señal afirmativa mientras se abrían las puertas automáticas se abrieran ante una nueva llegada.
—Colorida, A.J. ¿Dónde esta Twilight?—El joven latino acababa de llegar, Luna entró poco después que el buscando aplacar cualquier sospecha pero en ese momento le importaba mucho más el bienestar de su hijo que el que descubrieran su situación en la escuela.
—Sigue con el doctor, no nos han permitido verla todavía—Explicó la joven Dash mientras se cruzaba de brazos, terca de querer ver a su amiga.
—Dice la enfermera que solo su familia cercana puede verla por ahora—Ahora fue turno de la joven Apple que incluso se había quitado el sombrero de la consternación.
—La tensión me está matando—Rarity decía mientras se acariciaba el tabique nasal una y otra vez tratando de calmarse.
—Debemos ser positivas, apuesto que Twilight estará muy bien—Fluttershy hacia el intento de sonar positiva, pero su tono bajo y ojos vidriosos no ayudaban para nada.
De pronto una de las puertas se abrió, las miradas se enfocaron en ese punto viendo como salían el señor y la señora Sparkle, algo que los animó en gran medida esperando lo mejor...Pero toda esa esperanza se quebró cuando vieron como la mujer lloraba fuertemente mientras su marido le abrazaba buscando consolarla.
—Oh no.…—La joven amante de los animales se tapó la boca mientras lágrimas se agolpaban en sus ojos, no quería creer lo peor.
Tras de los padres de Twilight vino su hermano acompañado de su esposa, lucía triste y enojado al mismo tiempo, dando varios pasos fuera de la recámara de su hermana antes de sujetarse el rostro con las manos denotando frustración
—¡Shining Armor!—La de piel azul salió disparada hacia él, buscando saber el estado de Twilight, el resto espero al final del pasillo viendo como el hombre hablaba con su compañera, Rainbow apretaba más y más los puños solo para terminar soltando su agarre mientras bajaba la cabeza, tras unos segundos de aparente silencio se dio la vuelta para otorgarle una imagen poco vista a sus compañeras: Dashie estaba llorando.
—… ¿Dashie?—Pinkie le llamó mientras se acercaba a abrazarla, sin esperar respuesta para darle confort, al chica de cabello arcoíris comenzó a sollozar mientras se cubría el rostro con las manos no queriendo repetir lo que le acababan de decir.
—Rainbow… ¿Que te dijo sobre Twilight?—Murmuró Applejack mientras se acercaba a tomarle de las manos y buscar que se descubriera el rostro, la chica de ojos violetas le vio por unos segundos antes de sollozar de nuevo.
—Tw...Twilight...—Sollozo sin poder contenerlo—Sufrió...Un daño trauma no sé qué cerebral—Esas ya sonaban como palabras pesadas—Tuvieron que inducir un no sé qué sueño largo—Esto les cayó encima como un balde de agua helada… ¿Acaso la joven Sparkle?
—Rainbow, querida…Twilight fue puesta…¿En coma?—Esa era la pregunta que nadie quería hacer...Porque la respuesta sería dolorosa: Dash asintió ligeramente y entonces la conmoción les llego, las chicas se abrazaron entre sí buscando fuera en ese momento de flaqueza mientras el joven Tlec que escuchaba todo se tapó la boca con una mano sin poder creerlo, giró el cuerpo sobre sus talones y se recargo en una pared usando el antebrazo de su mano libre.
—Dice su hermano que fue para evitarle más daño, pero no saben cuándo despertara... O si lo hará sin problemas serios—La piel azul se tapó los ojos con las manos, no quería llorar pues si bien se suponía que eso era para ayudarla a sanar seguía siendo una idea demasiado terrible para sus jóvenes amigas ante la incertidumbre del procedimiento.
—Hijo...—Luna se acercó a él para acariciar uno de sus hombros, no podía imaginar por lo que debía de estar pasando, ya a este punto no se molestó mucho en guardar apariencias sobre todo cuando su hijo adoptivo se giró hacia ella buscando un abrazo que le reconfortará en esos momentos de completa tristeza—Muchachas, yo entiendo bien que deben sentirse desoladas, pero lo mejor será que vuelvan a sus casas por esta noche...—Las jóvenes se vieron entre sí, era doloroso de admitir pero tenía razón, no podían hacer nada por Twilight esa noche.
—Desde mañana debemos visitarla diario después de clases—Rápidamente Applejack comenzó a discutir con las chicas de cómo y cuándo debían de visitarla, dando turnos de dos en dos para asegurarse de siempre visitar a su amiga y claro, todas asegurándose de visitarla al día siguiente en grupo.
—Hey, Eagle—Antes de irse el joven latino escuchó el llamado de su capitana que camino a él rápidamente.
—¿Qué pasa Colorida? —Preguntó en un tono calmo, se sentía demasiado desasosegado de la situación como para mostrar mucha emoción.
—No es por meterme en tu vida privada pero… ¿La subdirectora te dijo "Hijo"? —Mierda, había olvidado esa parte. El muchacho se pasó una mano por la cara pues ya no tenía sentido ocultarlo.
—Si...Escucha, esto es complicado de explicar pero—Trago saliva, si podía confiar en alguien era Rainbow Dash de eso no había dudas—Ella me adopto, a mi hermana y a mí...Era la única forma de que nos quedáramos en el país de forma legal—La peli arcoíris abrió los ojos con sorpresa, ya se preguntaba cómo es que el chico que varias veces comentó haber pasado ilegalmente al país ahora estaba tan tranquilo como residente.
—Tu tranquilo, de mí no escapa nada—Se pasó un dedo por los labios en señal que guardaría silencio ante lo que acababa de escuchar—Tampoco de las chicas, ya verás que ni Pinkie dirá algo al respecto—Entonces le pegó un suave puñetazo al hombro de forma amistosa, sin importar sus gestos usuales y actitud algo soberbia el latino sabía bien que la joven Dash era por mucho la persona más leal que jamás hubiera conocido, siempre fiel a sus amigos sin importarle nada.
—Gracias Colorida—Le dio una palmada al hombro, no era que le fuera a pegar devuelta, venga que seguía siendo una damita...Más o menos—Te veré mañana ¿Okay?—La muchacha asintió.
—Cuídate Eagle, discutimos mañana durante el entrenamiento—Entonces se dio la vuelta para ir por Applejack ya que ambas venían con Rarity en su auto.
El moreno dirigió su mirada hacia el largo pasillo de hospital, más en especifico a la dirección donde estaba la habitación de Twilight, maldijo para sus adentros el no haber estado siquiera para ayudarla cuando más le necesito. Apretó los puños con impotencia antes de caminar hacia donde estaba su madrastra, esto no había terminado y se iba a vengar de quien fuese que hirió a la chica sin importar quién hubiese sido.
—¿Uh?—Noto como su teléfono comenzó a vibrar, al revisar de quien se trataba noto el nombre que saltó en pantalla "Cielito Lindo" el apodo burlón que le había puesto a Sky Whisper, contestó entonces escuchando música estridente de fondo.
—¡Hermano, el concierto acaba de comenzar ¿Dónde carajos estas?!—Gritaba de emoción al punto que tuvo que bajarle al volumen para evitar que se escuchara como si hablara en alto parlante.
—Lo siento Sky, no pude ir...Algo sucedió—Habló en un tono audible mientras salía del edificio, Luna había ido por el auto así que tenía un par de minutos en lo que ella pasaba a recogerlo.
—¡¿Que?! ¡Espera! —Se comenzó a escuchar como el chico luchaba por apartar gente de su lado y tras un corto periodo de tiempo la música de fondo pasó a ser mucho menos estridente—¿Que paso? ¿Estás bien? ¿Necesitas un abogado? —Aunque entre hombres es común hacerse bromas bastante pesadas el status migratorio del moreno era algo que siempre solía preocupar al joven americano, la idea de ir un día a la escuela y saber que Tlec fue llevado por la migra sin duda le tenía con gran pendiente.
—Yo estoy bien, es solo que...Twilight fue encontrada muy maltratada, acabo de salir del hospital donde está y—No pudo decir más pues fue interrumpido.
—¡¿Que?! ¡No me! —Maldijo por lo bajo—¿Dónde estás? —Su tono serio daba miedo, jamás le escucho así.
—Voy de regreso a mi departamento, pero Sky no hagas—
—Te veré allá en 10 minutos—Y entonces le colgó...Menudo muchacho.
Tras esa extraña conversación es que su madre llegó en el auto, el chico no tardo en subir a este manteniendo total silencio mientras la mujer trataba de mantener la vista siempre en el camino pero igual le daba constantes miradas de reojo al estar preocupada por su estabilidad emocional tras tantos eventos recientes.
—¿Quisieras hablar Tlec?—Pregunto en el tono más sereno y neutral posible, su entrenamiento como psicóloga profesional le había enseñado a buscar proyectar la mayor parsimonia posible con sus pacientes, incluso si estos eran conocidos suyos.
—No.…—Murmuró mientras se hundía un poco más en su asiento, los pacientes más difíciles siempre eran los adolescentes.
—No tienes que hacerlo si no lo deseas, pero quiero que sepas que estoy aquí para ti ¿De acuerdo? —Un refuerzo positivo mientras respetaba su espacio, el chico suspiro.
—Es sólo...Sunset y yo dejamos de hablar, ahora no ha ido a la escuela en días y está muy rara con todo mundo, entonces comienzo a salir con Twilight y después de una cita termina en el hospital—Sus ojos oscuros veían a por la ventana, notando las luces de la ciudad apenas iluminando la noche—Siento como si cada mujer con la que tengo contacto termina mal...—Quiso acariciar su cabeza, pero ambas manos deben de estar en el volante al manejar.
—Hijo, lo que Sunset Shimmer haga de su vida no es tu culpa, no puedes culparte por ello y mucho menos de lo que la pobre Twilight ha sufrido, son situaciones de la vida que escapan a nuestro control y solo podemos buscar afrontarlas en unidad, superarlas y seguir adelante—Como siempre la mayor sabía que decir y cómo decirlo, dejando ver lo que sus años en psicología infantil le habían dejado.
—Aun así no puedo evitar sentirme culpable, si yo hubiera sido un mejor amigo, yo pude—Pero entonces una mano en la cabeza le hizo guardar silencio mientras el vehículo acababa estacionado frente al complejo de departamentos donde vivían.
—No, no hubieras hecho nada diferente—Dijo la mujer girándose hacia él para que viera su rostro serio—Hiciste lo mejor posible dentro de tus capacidades, culparte de "Si hubiera" jamás resuelve ni resolverá nada, hijo. Debes ver hacia adelante, ver que puedes hacer con lo que tienes para mejorar las cosas, nunca sentirte mal de lo que ya sucedió pues no se puede cambiar—El latino se sorprendió bastante por sus palabras, sobre todo por lo ciertas que eran.
—Yo...—Murmuró y aun cuando no podía sonreír de manera natural terminó forjando una minúscula que ofreció a su madrastra—Gracias ma.…—Ella le devolvió el gesto antes de jalarlo para besar su frente de forma ligera.
—Estoy para ti, hijo—Le gustaba llamarlo así y no sentía ya incomodidad alguna de hacerlo pues notaba que el chico por igual era feliz de ser llamado así por tan buena persona—Anda, ve al departamento. Te deje algo en el refrigerador para cenar, esperaba lo comieras tras el concierto pero...Tendrás que comer solo, yo iré con mi hermana y pasaré la noche allí cuidando a Quetzal, si necesitas algo llámame, ¿Entendido?—El chico asintió ligeramente antes de bajar del auto—Y Tlec...Eres un muchacho maravilloso—Le recordó haciéndolo sonreír una vez más.
—Gracias...Y tú eres una mama increíble—Sabia que a la mayor se le daba vueltas el corazón en el pecho cuando decía esas cosas y le gustaba verla feliz, merecía eso y mucho más por la magnífica persona que era. Tras que el auto arrancara se dio la vuelta para ir hacia las escaleras, había sido una larga noche y ni siquiera había ido al concierto de la tan mentada estrella pop que—...Este wey—Murmuró con una media sonrisa al notar el Porsche de Sky Whisper estacionado en el aparcadero del edificio.
Subió lentamente las escaleras hacia el tercer piso, donde era que él vivía con su madre y hermana. Avanzando por el pasillo lo pudo ver, el rubio estaba de cuclillas frente a su puerta revisando su móvil y solo de notar su presencia alzó una mano en señal de saludo.
—Hey, ¿Qué tal? —Se levantó de golpe caminando hacia él, abrazándolo sin aviso mayor antes de palmear sus hombros—¿Me explicarías a detalle qué demonios pasó?—Preguntó con cierta preocupación mientras el moreno asintió haciendo un gesto para que le siguiera.
—No sabemos los detalles, solo me dijeron que la encontraron muy golpeada tirada en una calle—Comenzó a explicar mientras sacaba sus llaves para abrir la entrada del departamento, una vez dentro cerró tras su amigo dejando el cerrojo—Estaba muy herida y terminó inconsciente...Sufrió un daño cerebral o algo parecido, no saben qué tan serio es pero los doctores la pusieron en un sueño para que su cerebro se cure, algo así me explicaron...—Se puso las manos a la cadera para suspirar fuertemente buscando no tener que decirlo.
—Viejo, ella está… ¿En...Coma?—Pensaba en eso o en una muerte cerebral pero no quería siquiera imaginar que fuera lo segundo pues de allí no había retorno.
—Así parece...Sólo nos queda esperar que mejore—Se escuchaba tan poco convencido que era más que obvio lo decía solo por tener algo que decir en semejante situación.
—Verás que si hermano...—Le palmeo el hombro buscando darle aunque fuese un poco de apoyo moral—Estaremos todos para apoyarla a ella, a su familia y a todos sus amigos. Canterlot High somos un equipo ¿No?—Trato de sonreír lo más posible pero no resultaba nada fácil, ni siquiera para alguien tan risueño y alegre como él.
—Gracias wey...—No entendía qué pasaba con ese rubio, normalmente las personas americanas, y más aún los de dinero, eran de muy mala actitud con las personas diferentes ¿Pero ese chico? ¿Sky Whisper? Para nada, él era un amor de persona, siempre atento, jovial, alegre, buscando hacer reír a todos un poco, un coqueto de primera pero que jamás insulto o hizo sentir incómoda a una mujer que no fuera Velvet y ella bien que se lo merecía—Lo que no se es porque dejaste el concierto, no era necesario—El otro negó ligeramente guardando un leve silencio.
—¿Sabes?—Hablo el rubio de la nada antes de pasarse una mano por sus dorados cabellos—Cuando llegaste pensé que eras extraño, no porque fueses latino quiero aclarar, sino porque me parecías demasiado… "Meh"—Fue la única palabra que logró encontrar para describirlo sacando una suave risa al otro joven, sin mucho ánimo, pero una risa al final del día.
—¿Y qué es exactamente "Meh"?—Pregunto curioso.
—Pues eras…"Meh, ese tipo de allí". Eras irrelevante, obtuso, un pequeño conito en el campo de entrenamiento—Entonces le pegó un suave golpe al hombro derecho—Pero entonces, comenzaste a destapar tu verdadero yo. Dejaste ver al Eagle que todos conocemos ahora, eres terco, cabeza dura, determinado, un gran amigo y muy confiable—Encogió los hombros entonces—Lo que quiero decir...Es que has cambiado mucho desde que te conocí y en ese tiempo te has vuelto el mejor amigo que jamás he tenido—La sinceridad de sus palabras era prácticamente palpable.
—...Wey—Murmuro viéndole con sorpresa total, nunca espero que su mejor amigo terminara siendo un chico rico norteamericano.
—Ven, te daré un abrazo. Nada homo por cierto—Aclaro mientras se le acercaba con los brazos extendidos—Ven aquí, con cuidado, flojito y cooperando—Terminaron abrazados y le palmeo la espalda suavemente—Eso es, muy bien, pelvis con pelvis, no te emociones eso que sientes es mi cinturón, lo otro es mi teléfono y lo tercero si es mi pene pero no está duro por ti—No podía creer lo fácil que era para él defensa de su equipo hacerle reír en momentos incluso así de lúgubres.
—Eres un pendejo—Soltó una leve risa mientras le palmeaba la espalda por igual.
—Si vas a insultarme la menos hazlo en un idioma que comprenda, no me escuchas insultarte en Francés ¿O sí? —El contrario parpadeo varias veces.
—¿Hablas francés? —No se lo creía.
—Bien sûr, beau—Su acento incluso era bueno, el contrario aplaudió varias veces.
—No entiendo, si eres rico, gracioso, hablas francés y eres buena onda ¿Porque no tienes novia? —Alzó una ceja curioso.
—¿Que te digo? Me gustan las chicas problema, esas que no se sienten atraídas por mi hermosa sonrisa, mi bonito auto o que les cuente una buena broma—Exageradamente se cubrió el rostro con una mano—...Además que cuando me pongo nervioso digo muchas, muchas estupideces—Y tras esto ambos carcajearon.
—¿Quieres jugar a la Play?—Preguntó apuntando a su consola personal regalo de, adivinaron, el mismo Sky Whisper.
—Seguro, te deje una partida de Dark Souls 3 casi terminada así que aprovecharé para torturarme a mí mismo fallando la misión donde me quede atascado hasta llorar ¿Quieres algo de cenar? Puedo ordenar pizza—
—...Sky, son las 12 de la noche—
—...Conozco a un sujeto—Y entonces sacó su teléfono, iba a animar a su amigo costara lo que costara. Incluso si eso implicaba pagar 25 dólares por una pizza prepara casi a medianoche.
Todos necesitamos un amigo como Sky Whisper ¿No creen?
¡Bueno Todo-Pony, la trama se complica!
Quería hacer la historia aún más oscura que antes y siento que vamos por buen camino
Doy por hecho que ya solo un puñado de personas leen esto pero aun así quiero seguir escribiendo solo por el amor que le tengo a esta historia
A los que aún siguen aquí ¡Muchas, muchas gracias por su apoyo!
En serio que valen oro, plata y platino.
Esperen el próximo capitulo
¡Hasta la próxima!