Disclaimer: Los personajes le pertenecen a su debido creador. En otras palabras; en gran Hidekaz Himaruya.
Advertencias: Este fic esta hecho con intensiones de entretenimiento, no para ofender a nadie. Nada de lo que viene aquí es oficial. Es de fan para fans.
-Contiene lenguaje fuerte y ofensivo.
-Mención de latinos.
-Mi caligrafía y redacción horrorosa.
N/A:
¡Bien! Aquí me tienen con una nueva historia, ¿Cuando continuare mis otros proyectos? Dios sabrá cuando -Es gracioso por que no me considero católica (?)- Buah, como sea...Esta historia esta basada en cierta foto de un cierto vestido de un cierto color que causo mucha polémica alrededor del mundo. Se me hizo graciosa la idea de representarlo con las naciones y...¡Boom! Aquí esta xD ¡Este fic se lo dedico a mi amiga Tania Bernal que me dio ideas a media noche para este fic! :'v Por cierto, perdón la horrorosa redacción, tenia mucha prisa tratando de terminarlo
Sin mas, disfruten su lectura~
¡No olvides dejar tu review!
Estaban, como siempre, en una de esas aburridas juntas mundiales discutiendo los temas que afectaban a todo el mundo. Pero, ese día pintaba a ser un día perfecto. No había peleas, no discusiones, todo el mundo, y si, cuando se dice todo el mundo se referían a TODO EL MUNDO estaban poniendo atención a lo que el alemán decía para resolver el calentamiento global. Todos en la sala, por primera vez estaban poniendo de su parte para resolver en equipo los problemas más relevantes que dañaban al mundo.
Era realmente hermoso, todas las naciones…Trabajando juntas, unidas por una sola causa. Por el bien del mundo.
Sin duda era un día hermoso, lleno de paz y tranquilidad.
Hasta que el mensaje que definiría el fin del mundo llego
Fue cuando la paz acabo
El mensaje era de Estados Unidos, era para su vecino del sur, México.
Normalmente ellos texteaban durante las juntas mundiales, ya que el mexicano acostumbraba a sentarse del otro lado de la mesa, junto a Inglaterra y Canadá. Eran contadas las veces las que se sentaba a su lado, ¿Razón? Quién sabe. Pero armar una escena de celos por eso no le funcionara, lo intento una vez y le fue peor.
Pero aun así, entre los dos no perdían comunicación. Como amiguis del alma que eran –Aunque cierto gringo buscaba más que una amistad- El punto era, que ambos se llevaban bien. La mayoría del tiempo.
El celular de México vibro al instante de que el mensaje fue enviado, el latinoamericano enseguida tomo el celular y leyó el mensaje. Rio un poco y escribió quien sabe qué y volvió a mandar el mensaje al estadounidense para, acto seguido guardar su móvil en el bolsillo de su pantalón y volver su atención hacia el alemán.
Cuando México le respondió, el norteamericano leyó el mensaje enseguida, al terminar de leer arqueo una ceja en forma de disgusto, tecleo enojado algo y volvió a mandar el mensaje.
Al enviarse el mensaje, México lo leyó instantáneamente, arqueo una ceja aparentemente disgustada y respondió con la misma brutalidad el mensaje del gringo.
Y así se la pasaron por alrededor de unos quince minutos, algo que sin duda no paso por desapercibido por la vista de "Halcón caza-irresponsables" del alemán que furioso les llamo la atención y les retiro el celular.
Cada uno se fue a sentar a su respectivo lugar hasta que…
—Es azul con negro…—Murmuro el latinoamericano cruzando los brazos, sonriéndole de una forma gatuna al angloamericano.
—DONT YOU DARE! —Grito Estados Unidos, mientras se paraba de su asiento y golpeaba la mesa con sus puños. Todos en la sala se le quedaron mirando asustados, era muy raro ver a Alfred F. Jones enojado. — ¡ES BLANCO CON DORADO!
— ¡CIEGO DE MIERDA! ¡ES NEGRO CON AZUL!—El mexicano había hecho lo mismo. Nadie sabía lo que pasaba, todos estaban tas desconcertados mirando expectantes la discusión de los americanos. - PUEDES PREGUNTARLE A QUIEN SEA Y TE DIRÁ QUE EL VESTIDO ES AZUL Y NEGRO
Todos en la sala se quedaron callados, mirando a ambos norteamericanos con cara de "Really nigga?"
—… ¿Es enserio?—Pregunto Inglaterra molesto. Tenía mejores cosas que hacer como para escuchar una de esas molestosas peleas entre los norteamericanos. Como tomar su te,…Su hermoso te. — ¡¿Se están peleando por un maldito vestido?!
— ¡No es un simple vestido! ¡Es EL vestido!—Dijo Alejandro, la representación de México enfatizando sus palabras
—Look, this is the dress…— Alfred saco un celular de quien sabe dónde y le enseño una foto donde se encontraban México y Canadá rallados en la cara a mas no poder de cosas obscenas y garabatos , ambos dormidos en lo que parecía un bar. El británico miro aterrorizado la foto para después ver al americano con cara de reproche— ¡Ups! Wrong one…—Rio nervioso y cambio de foto, ahora a la de un vestido. — Dime, ¿De qué color es?
—Black and blue…—Dijo el británico, como si fuera lo más obvio del mundo. PORQUE REALMENTE ERA LO MAS OBVIO DEL MUNDO.
— ¡Ja! ¡Dos contra uno!— Canturreo el mexicano, paso un brazo por el hombro del británico –El cual se sonrojo a mas no poder- y saco la lengua al estadounidense.
—But…—Se quedó a medias el estadounidense, alguien le había rebatado su teléfono. — ¡Hey!
—Es blanco y dorado, en definitiva. —Dijo Ludwig, examinando el celular del americano.
— ¡Ve~! ¡Alemania tiene razón! ¡Es blanco y dorado!- —Italia del norte fue el que hablo, se encontraba a un lado del alemán admiraba el vestido desde el celular.
México e Inglaterra se miraron mutuamente, no era posible. Indiscutiblemente ese vestido era negro y azul.
Arthur le quito el teléfono al alemán, se dirigio hacia el asiento de su "querido amigo" y lo restregó en el rostro del francés.
—Dime, ¿De qué color es bloody frog?—Dijo el inglés, golpeando sin compasión al francés con el aparato en la cara.
— ¡Mon dieu! ¡Ni si quiera me dejas ver con claridad a foto! —De un manotazo le arrebato el celular a Arthur y vio la foto. — Agh, ¿Cómo es que no sabes distinguir los colores Inglaterra? ¡Es blanco y dorado!
—De hecho…—Esta vez era Rusia el que hablaba. — Es negro y azul, da.
— ¿Tu que vas a saber maldito comunista?— Dijo Alfred, cruzo sus brazos y frunció el ceño.— Es blanco con dorado.
—Al parecer tanto capitalismo te a dejado hueco, cerdo capitalista…. —El ruso sonrió cínico. Habia dado justo en el clavo.
—Es blanco con dorado…—Dijo Argentina, que pasaba el celular al chileno para que lo viera.
—Weon, ¿Cómo puedes confundir azul con blanco y dorado con negro? ¡Ese vestido es azul con negro!—Exclamo enojado el chileno proporcionándole un fuerte zape en la cabeza al argentino.
—Bueno, no es para tanto…Solo es un vestido, ¿No puede causar una tercera guerra mundial, verdad?—Dijo Perú, sonriéndole a sus vecinos sudamericanos.
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—WHITE AND GOLD—Grito el estadounidense, parándose en la mesa. Alzo su puño, incitando a todos a que se unieran a su argumento.
Varios países lo apoyaron, de los que destacan; Francia, Alemania, Italia del norte, Dinamarca, Hungría y Argentina.
—NEGRO Y AZUL—Grito el mexicano encarando al rubio de ojos azules, la diferencia de estatura era tanta que daba risa…El latino era realmente pequeño a comparación del amante de hamburguesas, y verlo con el ceño fruncido no hacía nada más que hacerlo ver más adorable.
—BLACK AND BLUE—Lo apoyo Inglaterra, que de un momento a otro se había vuelto la mano derecha del latinoamericano.
El británico fue apoyado por Chile, Rusia, China, Italia del sur, España –lo había visto blanco con dorado pero quería unirse a este equipo-, Noruega, Austria entre muchos más.
Los bandos eran dos, Los que decían que era Blanco con dorado y los que decían que era azul con negro…Y Polonia.
— ¡ROSA! ¡ROSA! ¡EL VESTIDO ES ROSA!-Gritaba el Polanco histérico.— ¡Y NI SIQUIERA ESTA BONITO! –Con esto tiro la mesa desesperado y comenzó a patearla. Pronto vinieron unos guardias y lo sacaron de la sala.
Todos miraron sin haba hacia la escena…Sabían que estaban en una "escandalosa" disputa, pero sabían que no actuarían así…No, debían comportarse.
Eran naciones y debían actuar como tal.
Claro que no lo harían
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La sala de juntas estaba hecho un completo desastre, parecía más bien un ring de boxeo que una sala de conferencias. Todo estaba sin ningún orden, con las cosas regadas por doquier y papeles esparcidos por todos lados. Todos estaban discutiendo o golpeándose entre sí. Era un completo caos…y todo por un vestido
— ¡Suéltame hijo de puta!—Gritaba México el cual se encontraba siendo cargado como un costal de papas por Estados Unidos.
—HA HA HA, ¡No hasta que admitas que el vestido es blanco y dorado!—Dijo el estadounidense.
— ¡NUNCA!—Pataleo y trato de golpearlo, pero en la posición en la que se encontraba le daba mucha desventaja. — ¡Arthur! ¡Ayúdame a derribar a este titán!
Pero el inglés estaba muy ocupado en una pelea con el francés la cual había subido de nivel, porque el británico se quitó su saco. ¡SU SACO!
Mientras tanto, arriba de la mesa se encontraba a un molesto chileno discutiendo a gritos con el argentino.
— ¡ESTO ES GUERRA!—Grito el chileno arrancándose la blusa y dibujándose dos marcas con tinta sobre las mejillas. Acto seguido se lanzó desde la mesa hasta el argentino con un golpe certero a la cara.
— ¡Quítate de enzima boludo!—Gritaba el pobre argentino. Giro su cabeza por todos lados en busca de alguien que lo pudiera ayudar, hasta que cierto danés paso por enfrente suyo— ¡Ayuda! ¡Dinamarca ayúdame!
Pero el danés ni siquiera le hiso caso al argentino, tenía otros asuntos pendientes…
— ¡HERMANO MAYOR! ¡DIME HERMANO MAYOR!—Grito el danés pero al instante callo, ya que había sido golpeado por el noruego.
—Esto es por decir que el vestido era blanco y dorado—Dijo el nórdico de cabellos platinados y se fue sin más.
Canadá estaba escondido debajo de su asiento, ese era uno de aquellos raros momentos en los que le gustaba y agradecía a ser invisible. Miraba todo a su alrededor, todo era un completo caos. Y estaba por hacerse uno más grande si la pelea de los Italianos llegaba a mayores.
— ¡SI SERÁS BASTARDO! ¡EL VESTIDO ES NEGRO Y AZUL!—Gritaba Romano a su hermano menor.
— ¡Fratello! ¡Me da miedo cuando me gritas!—lloraba el pobre de Feliciano el cual sacudía una pequeña bandera blanca. — Aunque el vestido es blanco con dorado…—Murmuro muy a duras penas.
— ¡TE ESCUCHE BASTARDO!—Y con esto comenzó una persecución de vida o muerte entre las dos Italias y un heroico alemán al rescate.
Mientras tanto, en una esquina de la sala de conferencia s se podía apreciar a todos los asiáticos en bolita discutiendo y apostando.
— ¿Así que blanco y dorado, eh?—Pregunto China a Hong-Kong, con la guardia arriba dispuesto a soltarle un golpe cuando menos se lo esperara.
— ¿Algún problema con eso, viejo?—Dijo Hong-Kong, retando al chino con su mirada.
— ¡NO SOY VIEJO!—Y así comenzó una guerra épica de Kun-Fu y Karate entre todos los países asiáticos.
— ¡Patéale el trasero Japón!—Gritaba Taiwán la cual no dejaba de apostar a cuál sería el asiático que ganaría.
Fuera de los gritos, discusiones y la violencia. Suiza y Liechtenstein se encontraban sentados en su lugar, teniendo una pequeña merienda.
— ¿Hermano?—Pregunto la pequeña e inocente Liechtenstein al ver como todos los países peleaban entre sí. — ¿No vas a hacer algo al respecto?
—Tu solo mantente neutral y evita a toda costa ver ese vestido—Le dijo Suiza, tomando un sorbo de su te.
Volviendo a la violencia, insultos, gritos y apuestas. Todo en la sala de conferencias parecía un ring de combate. Todos peleando por sus ideales.
—Negro y azul. —Gritaban unas naciones, alzando sus armas dispuestos a patear traseros
—Blanco y dorado. —Gritaban otras naciones, también alzando sus armas.
Parecía que todo en aquella guerra estaba perdido, pero, una luz de esperanza llego a iluminar a todos en la sala…
— ¡ROSA! ¡ROSA HIJOS DE PUTA! ¡ES ROSA Y SE CALLAN!—Era Perú. El valiente Perú junto a Polonia. Ambos estaban en ropa interior, gritando y corriendo sin sentido.
— ¡Różowy! ¡Pink! ¡Rosa!¡Rose! ¡Rózsaszín!—Grito el Polanco en todos los idiomas posibles. Estaba realmente delirando.
Un silencio incomodo se hizo en toda la sala, todos habían parado lo que estaban haciendo para ver como las dos naciones eran llevadas a quien sabe dónde por los guardia s de seguridad.
— ¿Qué mierda?—Dijeron el mexicano y el británico a la vez.
—Ah… ¿De que estábamos hablando?—Pregunto el estadounidense
—Ah~ No recuerdo…—Canturreo Francis, sosteniendo una chuleta congelada sobre su ojo morado.
— ¿No tienen hambre? —Pregunto Alejandro cambiando de tema. — Conozco un pequeño restaurante que está a la vuelta, ¡Vende comida buenísima! ¿No quieren?
— ¡Yo voy!—Grito el rubio de ojos zafiro encaminados a la salida.
—I dont have choice, so…También iré. —Dijo el inglés, que junto al mexicano se fueron también a la salida.
Y así todos se fueron de la sala… hasta que…
— ¡Chicos! ¿Ya vieron la imagen de este vestido? ¿Pueden adivinar que color es?—El danés, fue corriendo hacia las demás naciones con su celular, en él estaba la dichosa foto del vestido
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Y la guerra comenzó
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¿Fin?