Disclaimer: Total Drama series no me pertenece, sino que a Jennifer Perth y Tom McGill. Escribo por diversión, no por dinero y blah, blah, blah...

Resumen: Si has llegado hasta aquí a la espera de otra historia pseudo-romántica con humor basura y escenas de naturaleza sexual explícita baratas, por favor, no te molestes en leer. Gracias. Inserte-comentario-sarcástico-aquí, Noah. / Post-serie.


Prólogo... o algo así. Meh.


Nunca fui el chico más popular, ni el más agraciado, ni el más talentoso. Nunca me importó, tampoco.

Crecer como el menor de nueve hermanos no me hizo el trabajo más fácil. ¿Por qué tantos hijos?, se preguntarán. Pregúntenle a mis padres, les responderé.

Mi padre, nacido y criado en India, llevaba el inusual apellido Blain. Era inusual por aquellos lares, y la historia detrás del mismo no ayudaba mucho.

Mishka era su nombre, y nació de la unión no sagrada de su madre, hindú nativa, con su padre, canadiense con aires de grandeza. Aquello no podía terminar bien. Y así fue.

Aunque despreciaba por completo la mala fama y rumores que se había ganado aún antes de nacer por su etnia, mi padre adoraba Canadá. Amaba su apellido. Idolatraba a sus padres, ambos.

Todo, sin perder el amor y respeto por la cultura hindú, la cual practicaba con entusiasmo y orgullo cada día de su vida.

Su matrimonio con mi madre, Yalitza, fue pactado desde el mismísimo nacimiento de ambos. Y fue un poco difícil lograr arreglar un matrimonio para Mishka Blain, el niño bastardo. Pero no imposible, y gracias a eso, el mundo es bendecido con mi existencia. Y la de mis hermanos, pero eso no importa.

Mis hermanos, Elijah, Isaiah, Jeriah, Josiah, Jonah, Zachariah y Jeremiah nacieron en India. Luego de que mis padres se mudaran de una vez y para siempre a Canadá, nació mi hermana Mariah. Y finalmente, Noah.

Lo notaron, ¿verdad? Entonces no necesito resaltarlo. Las redundancias me enferman.

De nuevo a mis hermanos, todos ellos resaltaban por algún motivo. Zachariah, Jonah y Jeriah, eran excelentes deportistas. Isaiah, Elijah, Josiah y Jeremiah, tenían voces formidables además de un talento innato para los instrumentos musicales. Mariah cocinaba como nadie, pero probablemente eso era por todas las clases de cocina que mi madre le metió por los ojos.

¿Y Noah? Noah era un niño prodigio.

Ahora, dejaré de referirme a mí mismo en tercera persona. Eso me hace sonar bastante estúpido, y de estúpido, no tengo un pelo.

Aprendí a leer después de mi cumpleaños número tres, y desde entonces, no me detuve. El primer libro que leí completo fue Cien Años de Soledad, a la edad de cinco años. Y lo comprendí, de principio a fin.

No era muy hablador, y prefería callar mis opiniones. Mis hermanos siempre callaban lo que pensaban frente a nuestros padres, y se descargaban cuando ellos no estaban presentes.

Yo solía escribir todo lo que no podía decir. Y antes de que algún imbécil diga "Oh, los diarios son para niñas", diré "No, querido Homo Erectus, esa es una observación estereotipada y misógina".

Sí, tenía un diario. Sin embargo, dejé de escribir en él cuando cumplí ocho años. No sé por qué. Sólo dejé de hacerlo.

Hoy en la mañana, revisando el ático porque mi madre me obligó (¿de qué otra forma YO haría algo que requiere esfuerzo físico?), lo encontré. Mi viejo diario.

Comencé a releerlo, y a reírme del niño que fui. Quiero decir, ¡creía en Santa Claus! ¡Con mi IQ, aún creía en esa farsa!

Luego de las risas, al terminar de leer los garabatos absurdos que eran mi caligrafía, llegó el inevitable momento de la reflexión.

Me pregunté "¿Por qué dejé de escribir, si tan libre me sentía al hacerlo?". Nadie me juzgaba, nadie me reclamaba. Éramos sólo el bolígrafo, el diario y yo. Nadie más.

Fue entonces que busqué un cuaderno sin usar en mi armario, y decidí que escribiría otra vez. Doce años después de haber abandonado aquel hermoso pasatiempo, decidí regresar.

Tal vez lo mejor sea presentarme 'oficialmente', por si en alguna remota situación muero heroicamente y todos quieren leer mis más profundos pensamientos. A Ana le funcionó, ¿por qué a mí no?

Mi nombre es Noah Blain, y actualmente, tengo 20 años. Soy un universitario destacado, en una universidad donde no todo es lo que parece... lo explicaré luego. Soy moderadamente 'famoso', por mucho que odie esa palabra.

Participé en un reality show bastante popular, y contra todo pronóstico, me convertí en un favorito de los fanáticos. Les sorprendería saber la cantidad de 'fangirls' que fantasean con mi persona... pensar en eso me produce escalofríos.

Soy de pocos amigos, y de bastantes enemigos. ¿Por qué? No lo sé. Tal vez sea mi personalidad abierta y alegre, la cual ahuyenta a otros seres humanos. Meh. ¿Qué importa? No los necesito.

Pasaron muchas cosas en mi vida durante eso doce años en los que olvidé por completo desahogarme. Demasiadas cosas. Las escribiré aquí. ¿Por qué no?

Así que... creo que eso es todo por ahora. Creo que debería terminar mi ensayo antes de la medianoche. O antes de que mi compañero de habitación llegue con su novia y me eche de aquí.

En fin. La vida me odia, lo sé. Y yo la odio también.


Hola a todos.

No sé cómo nació esto. De verdad, no tengo idea. Sólo empecé a escribirlo, y ya. Creo que me di cuenta de la enorme cantidad de fics sobre Noah, que no son exactamente sobre Noah (?) No, ni yo entendí eso.

En fin, no tengo mucho para decir, en realidad. Sólo gracias por darle una oportunidad, intentaré continuarlo pronto.

Los reviews y críticas constructivas son bienvenidas, y serán respondidas en el próximo capítulo.

Ah, sí. Feliz día de San Valentín. Hagan un favor al mundo, y salgan a golpear parejas felices (?)

En fin, creo que eso es todo.

¡Nos leemos!


_-*-_-*-_KovatePrivalski97._-*-_-*-_