Pareja: SasuHina
Autora: DarkAmy-chan
Género: Romance/Hurt/Confort

- pensamientos
- Hablan
- "Recuerdos"

El Conejo y el León

[Yaoi SasuHina]

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Los Personajes de Naruto no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto

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Tapando mis labios trataba de contener los gemidos que escapaban de estos. Como ya venia siendo varios días, el apetito sexual de Sasuke-kun ha ido en aumento. No es que era que el mío no ha aumentado, es solo que yo trato de contenerme. Claro. Eso hasta que me encuentro con mi pareja como cada noche en este lago, el mismo lugar donde lo hicimos la primera vez.

Esa primera vez donde me deje devorar por este león, por este ser que siempre cuido de mí.

Estábamos en época de celo, y yo no podía contener los espasmos de mi cuerpo cuando sus manos recorrían cada centímetro de mi piel, cuando sus dedos comenzaban a jugar con mis tetillas.

Ngh... ─ Avergonzado aparte la mirada. Me daba vergüenza que apreciase mi rostro sumido en el placer, que notase que trataba de que no escuchase los vergonzosos sonidos que escapaban desde lo más profundo de mí ser. Claro que aquello era cada vez más dificultoso, en especial cuando sentí la humedad de su lengua rodeando uno de mis pezones, mordiéndolo luego con suavidad como si estuviese jugando conmigo, para que no pudiese contener mas estos penosos sonidos que quería soltar.

¿Por qué sigues intentando contenerte? ─ Le escuche soltar de pronto. Con timidez abrí mis ojos solo para toparme con los suyos, aquellos que eran tan opuestos a los míos. Mi corazón comenzó a latir cada vez más intensamente al notar su sonrisa ladina, lo mucho que le divertía mi reaccionar. ─ Sabes que nunca logras permanecer callado.

Sabía que me estaba delatando al sonrojarme de esa manera, al desviar mi rostro tras escucharle, pero no podía evitarlo; en verdad me sentía demasiado avergonzado por sus vocablos, porque aunque no quería aceptarlo estaba en lo cierto.

...

Mi respiración aún no logro controlarla después de lo que habíamos hecho una vez más. Este lugar que tantas veces me había visto sumergirme en la tristeza de la soledad que expresaba, ahora se había convertido en cómplice de nuestros encuentros, de todos los momentos de pasión que compartíamos.

¿Cuándo planeas decirle a los tuyos de lo nuestro? ─ Mis pómulos se encendieron ante lo escuchado. Tímidamente me levante levemente del calor del pecho de esta persona amada, apreciando así la seriedad de sus vocablos, sus ojos negros lo reflejaba. ─ Por esperarte aún no logro poner a mi padre en su lugar. No deja de joderme con que busque una pareja.

La sorpresa se instalo por unos segundos tras oírle. No pude evitar sonreír por unos segundos ante la ironía de la vida, ya que nuevamente nuestras similitudes se hacían presentes. Hace unos días mi padre también me asaltaba con esas palabras. Aunque claro, nuevamente estaba esa diferencia tan clara entre nosotros. Sasuke-kun no esperaba el momento para poder dejarle en claro sus sentires, mientras yo era todo lo contrario. Seguía aplazando esto que siento por temor, por ser una vez más rechazado.

Y-Yo lo siento... ─ Era lo único que podía decir ante mi debilidad. En verdad quería luchar por esto que había entre ambos, pero aún no lograba reunir el coraje suficiente para un futuro arranque de furia de mi progenitor. ─ Padre también quiere que tenga pareja, p-pero aún...─ Bajando mi mirada trataba de esconder esto, este sentir que estaba tan impreso en mí ser desde que nació mi pequeña hermana. ─...no logro decirle que ya tengo...

Me sentía terrible. No quería ver lo que mi manera de ser causaba en ti, lo decepcionado que seguro estabas de mí. Si bien era cierto que antes mi padre me entrenaba, que tenía sus esperanzas puestas en mí. Cerrando mis ojos aun podía conmemorar esos días en los que me instruía con esmero, todas estas desaparecieron cuando Hanabi tuvo la edad suficiente para empezar con su preparación. Yo era mayor que ella y aún así me venció en batalla. Era superior a mí en todo sentido. Hanabi tenía porte de guerrera, cosa de que yo carecía en todo sentido.

No me gustaba dañar a otros, y Sasuke-kun se había dado cuenta en nuestra primera pelea de entrenamiento.

De pronto fui sacado de mis recuerdos por una mano jalando de mi cuello con fuerza, pero no la suficiente como para dañarme. Al abrir los ojos me encontré con la oscuridad de los de mi pareja. Podía ver la clara molestia que sentía, pero también había algo más. Más que miedo sentí que nuevamente estaba decepcionando a un ser querido. Era un caso perdido.

No creas que te dejare ir ahora que por fin te tengo Hinata. ─ La sorpresa se instalo en mis facciones, en todo mí ser. Podía notar la determinación en sus expresiones, en el tono de su voz. Esta persona hablaba muy enserio. ─ No me importa por sobre quien tenga que pasar para tenerte. ─ Mi corazón comenzaba a latir cada vez más intensamente con sus vocablos. No podía ser verdad lo que escuchaba. ─ Y eso incluye a tu padre y los tuyos. No te arrebataran de mi lado.

No tuve tiempo para articular algo, para reaccionar, ya que sus manos comenzaron a acariciarme en los lugares precisos para sacarme unos cuantos suspiros, para que ardiera nuevamente en su anhelo.

Todo tu ser es mío y de nadie más. ─

...

Un suspiro escapaba de mis labios mientras permanecía de pie frente al espejo de mi habitación. Hace días de no veía a esa persona que había estado esperando por tanto tiempo, por quien velo siempre por mi bienestar, esa persona que me necesitaba tanto como yo a él.

Había tomado la decisión de hacerme más fuerte, de enfrentar mis temores y decirle a mi padre que ya tenía a quien querer, que esa persona que me quería tanto o más que yo. Pero no solo lo quiero hacer por Sasuke-kun, sino también por mi mismo, para por fin superar esto que me ha marcado desde hace tanto.

Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensares. Al abrir mis ojos blanquecinos se toparon con la imagen de mi primo. Algo no estaba bien, podía sentirlo en el ambiente, al punto de dudar en consultar.

Hinata-sama... ─ Pero los vocablos de mi pariente quedaron a medio camino cuando una figura salió desde su espalda. Era una chica de nuestro Clan, alguien que yo conocía desde que éramos pequeños.

Su persona salto hacía mi abrazándome con fuerza, enterrando su rostro en mi pecho. Estaba tan sorprendido de verle aquí en mi casa, fuera de mi alcoba. Su nombre era Hitomi. Era una chica muy dulce. Sus cabellos eran castaños, y estos caían lacio sobre su espalda. Obviamente no hacia falta decir el color de sus ojos, puestos que el color blanco era el característico de nuestro Clan.

¿H-Hitomi...? ─ Con clara incertidumbre le aparte lo suficiente para que nuestras miradas se encontraran. ─ ¿Qué haces aquí?

Estamos prometidos. ¿No estas contento Hina-kun? ─ Sin poder creer lo que escuchaba, mis blancas orbes buscaron respuestas en Neji-niisan, notando como este desviaba la mirada evitándome. Entonces era cierto. Mi padre me había prometido sin decirme nada.

¿Qué iba a hacer? Ahora no solo iba a decepcionar a mi progenitor, sino también a esta chica inocente que no tiene culpa de nada, y todo por mi debilidad, por no haber tenido el valor suficiente para decir mis sentimientos.

...

En silencio observo a la mujer que va junto a mí. En verdad lucía feliz mientras hablaba de lo felices que seriamos cuando nos casáramos. Su actuar solo causaba que me sintiera peor de lo que ya me sentía. Yo no podría brindarle tal alegría, no cuando en mi mente y corazón se hallaba otra persona.

Mis pensares me recordaron que en cualquier momento podríamos ser vistos por el. Nunca debí haber aceptado que saliésemos a caminar, más cuando sus vocablos habían sido tan serios sobre que no me dejaría ir. ¿Y si se atrevía a hacerle algo a quien caminaba a mi lado? ¿Debería decir que nos regresáramos a los dominios de mi Clan?

¿Hina-kun? ─ Levemente asustado dirijo la atención a quien va junto a mi, dándome cuenta que me había perdido en mis pensamientos una vez más, y que ella me había estado llamando con insistencia. ─ ¿Sucede algo? ─ Negué con suavidad mientras bajaba el rostro. Quería decirle que nuestro compromiso no podía ser, pero por mucho que apretaba mis puños para alentarme, nada salía de mis labios. ─ Te decía si recordabas nuestra promesa, esa que hicimos cuando éramos pequeños.

¿Promesa?

Bajando la mirada trataba de conmemorar lo que me decía. La verdad es que siempre he estado tan metido en mis problemas, en todo lo relacionado con mis intentos por superarme, que todo lo demás siempre es dejado en un lugar apartado de mi mente. Al pensar aquello las memorias de lo último pasado, desde que Sasuke-kun llego a mi vida asalto mis pensamientos, logrando que mis pómulos se encendieran debido a la vergüenza.

Era verdad. Ahora no solo pensaba en mi sufrimiento, ya que también estaban esos instantes de felicidad junto a esa persona.

¿No lo... ─ Fui sacado por la melancólica voz de quien estaba junto a mi. Detuve mi andar al ver que se detenía de igual forma. En verdad lucia muy triste al no poder recordar ese suceso. ─...recuerdas?

"Si ambos estamos solos cuando crezcamos, ¿Por qué no nos quedamos juntos?"

Unas palabras soltadas por quien estaba mirándome llena de angustia de pronto me llego como un rayo. Ella estaba en lo cierto. Yo se lo había prometido, que estaríamos juntos si ninguno de los dos teníamos pareja cuando llegase en momento. Pero yo en estos momentos si tenía a alguien. Quizás no sea una persona con la cual podría traer nuevas generaciones, pero era quien estaba en mi corazón, a quien necesitaba para obtener la completa felicidad.

Hitomi... ─ Debía decirle. Aunque doliese, aunque no quisiese causarle tales sentimientos estaba en su derecho de saber que yo había encontrado a alguien, que ese ser me quería igual o más que yo, que no iba a dejar escapar esto que sentía. Pero en el instante que había puesto mi mano sobre su mejilla en un intento de preparar el golpe, unas voces nos distrajeron. Había perdido mi oportunidad, se había escapado como el suspiro que acababa de soltar para luego ver a mis dos amigas acercarse.

¿Por qué nos tenias tan abandonadas Hinata-kun? ─ Avergonzado salude a ambos chicas que me sonreían como siempre. Tanto Sakura-chan como Ino-chan siempre les ha gustado molestarme de esa manera. Ambas poseían mucha personalidad. ─ Parece que ya tienes pareja por lo que veo, por eso te olvidaste de tus amigas. ─ Con una gotita bajando por mi cien sonreí con clara incomodidad. Si supiera que en parte tenía razón, ya que por pasar mucho tiempo con Sasuke-kun casi no las he visto. Aunque claro. Ellas parecían creer que mi actual acompañante era el motivo, cuando no era así. ─ Por cierto. Mi nombre es Yamanaka Ino.

No te olvides de mi Ino cerda. Yo me llamo Haruno Sakura. ─ Mi amiga de la infancia les saludo con una sonrisa, mientras yo miraba disimuladamente a mí alrededor. Estoy seguro que esa persona puede salir en cualquier instante, y no sé que podría hacer tras lo dicho la última vez. ¿En verdad podría atreverse a lo que sea por mí?. ─ Por cierto. Últimamente no solo Hina-kun anda desaparecido, sino también Sasuke-kun. Seguro ya encontró pareja...

Mis pómulos se encendieron instantáneamente. Tuve que desviar mi rostro para que no lo notasen, para que no viesen lo que esos vocablos causaron en mí.

Es verdad. Estamos en época de celo, y yo me había puesto bonita solo para el. ─ Como siempre ellas se sumían en su plática sobre su ídolo, olvidándose de nosotros que les mirábamos con clara incomodidad. Sin contar que cada vez que nombraban el hecho de que estaban en etapa de apareamiento, mi timidez solo iba en aumento de solo recordar todo lo que hemos hecho con ese león que les quita el sueño. ─ ¿Ustedes también están en esa etapa, no Hinata-kun?

Ahí estaba nuevamente esa vergüenza impresa en mis facciones, intentando por todos los medios de no delatarme mucho mientras asentía levemente en respuesta.

Hitomi, ¿Cómo es Hina-kun en tu sabes? ─ La voz de Haruno-chan atrajo mi atención. Mis mejillas se colorearon instantáneamente ante la vergonzosa interrogante. ¿Cómo podía preguntar algo como eso así sin más?

Él es bastante bueno, muy sensible. ¿Cierto Hyuga? ─ Quería desmayarme. Quería hacer un hoyo y enterrarme ahí mismo. ¿Por qué tenia que aparecer el ahora, y decir eso?.

¡Que Dios se apiade de mí, y me lance un rayo!

¿S-Sasuke-kun? ─ Por más que fue mi amiga la peli rosa la que le llamo, fue mi interior quien más decía su nombre, añorando que no dijese algo más. ─ ¿Q-Que quieres decir?

Oh no. Al parecer ella sospecha algo. Instintivamente una de mis manos fue a parar a la venda que cubría esa marca en mi cuello, sorprendiéndome cuando los ojos verdes de la Haruno se fijaron de nueva cuenta en mí, en donde permanecían mis dedos. Rápidamente los quite de ese lugar, nervioso por su escudriño, porque se fuese a percatar lo que con tantas fuerzas trataba de esconder.

No eres tan estúpida como pareces Sakura. ─ Bajando la mirada me di por vencido. Él estaba confirmando sus creencias, así como si nada. Ahora si que ambas me odiaran por no decírselos, porque sus corazones pertenecían al chico que ahora posaba su atención en mi persona. ─ Y tu mujer. ¿Quién eres?

Yo me llamo Himura Hitomi, soy la prometida de Hinata-kun. ─ Con sorpresa mire a la mujer que estaba a mi lado. No podía creer que ella también dijese algo como eso. ¿Es que se dio cuenta?. No había vuelta atrás.

Todos permanecimos en silencio. Yo volví mi vista hacia quien había llegado al último. Podía ver la molestia en sus oscuras orbes. Temía por lo que pudiese hacer, porque seguramente estaría decepcionado por no decir nada aún. Y tendría razón si fuese así, porque soy un cobarde, porque por temor a herir a otros y a mi mismo aún no logro sacar esto de mi.

Tenemos que hablar Hyuga. ─ Un estremecimiento me recorrió por completo ante el oscuro tono de su voz. Sin duda estaba enfadado.

El esta conmigo en estos momentos, y nosotros ya nos... ─ Me solté de las manos de mi amiga de la infancia. Aun cuando me decía que no tenía que ir a ningún lado, ella estaba equivocada. ─ ¿Por qué...?

Los Uchiha marcan a sus parejas en el cuello. ─ Las palabras de Ino-chan se hicieron escuchar, causando que mis dedos nuevamente tocaran ese sitio, el lugar que indicaba que yo le pertenecía a esa persona. ─ Hina-kun tiene cubierta esa parte. ¿Necesitas saber más?

¡No importa eso! Nuestros padres nos prometieron... ─ Esto no podía seguir así, ella debía saber la verdad, pero no era el momento. Por eso saque el habla cortando lo que iba a decir.

Es suficiente Hitomi. Hablaremos en casa. ─ Murmure con suavidad para luego sonreírle lo mejor que podía. Le estaba haciendo sufrir, así que lo menos que podía hacer, era seguir siendo dulce con ella. Al segundo de verle bajar su mirada llena de melancolía, mis ojos blancos se reunieron con esos tan opuestos. ─ Sasuke-kun.

...

...Yo...siento no haber aclarado todo aún... ─ Cuando por fin nos deteníamos en el lugar de siempre, mi voz había encontrado el aire, las fuerzas para poder decir algo. El silencio hasta este lugar en verdad me tenía ansioso, nervioso por el aura oscura que emanaba de la persona que quería. Pero a pesar de que me encontraba hablándole, lucia el mismo semblante mientras permanecía de la misma manera, con la mirada perdida en la nada. ─...Cuando me levante esta mañana, mi padre había decido por mi...

...¿Estas de acuerdo con su decisión? ─ Al oírle tras unos segundos de silencio, mi cuerpo se tenso por la seriedad que emanaba de su ser. Instantes después volví mi vista hacía el lago, el mismo que nos había visto juntos tantas noches, el mismo que había presenciado como esta persona me había protegido incontables veces de los peligros de la noche.

...Yo estaba por decirle a Hitomi que tenía a alguien, pero llego Ino-chan y Sakura-chan... ─ Apretando mis manos a cada lado de mi cuerpo, me di los ánimos para volver a mirarle, para enfrentar lo que tuviese que mostrarme en sus expresiones. ─ N-No quiero estar con nadie más que no sea Sasuke-kun...

Ya no podía seguir enfrentando su mirada. Tenía demasiada vergüenza como para seguir viéndole. Jamás pensé en enfrentar este tipo de situaciones, y no podía evitar esta tímida personalidad mía. La misma que se acrecentaba al percibir como unos brazos me rodeaban atrayéndome al calor de ese pecho tan conocido.

Te estaba dando la oportunidad de escapar de mí. ─ Le escuche susurrar en mi oído. El calor de su aliento me hizo estremecer, trayéndome recuerdos vergonzosos. ─ Ahora estarás atrapado por siempre conmigo Hinata.

Logre asentir suavemente tras unos momentos de mutismo, donde por fin había vencido aunque sea un poco a mi cortedad. Aunque eso se vio quedado en alguna parte de mi mente al notar como cogía mi mentón, invitándome a verle directamente. Podía sentir el calor en mis pómulos, el palpitar de mi corazón.

Lo quería, estaba enamorado de este león de oscura mirada, el mismo que ahora posaba sus labios sobre los míos para luego devorarlos intensamente al darle acceso.

Si siento que algo va mal, nada impedirá que vaya a proteger lo que es mio. ─ Una suave sonrisa se poso en mis labios al oírle. Este calor, este sentimiento de resguardo solo me lo brindaba su ser. A su lado me sentía seguro, que nada malo podía ocurrir. Ya no estaba solo, y debía ser fuerte por esta persona, por mi felicidad.

...

Espero que sea una broma lo que dices Hinata. ─ Negué ante los frías palabras de mi progenitor. Estaba nervioso no lo iba a negar, y el hecho de que estén todos mis familiares cercanos no ayuda mucho tampoco. Pero no iba a dar mi brazo a torcer, ya no más. Ni siquiera la mirada de suplica de mi prometida forzada. ─ ¿Te das cuenta de la magnitud de tu estupidez?

Sinceramente no esperaba que me compren... ─ Un golpe en mi mejillas me hizo callar, encontrándome con la mirada feroz de mi padre. Mi mano fue a parar al lugar donde sentía calor. Si bien ya estaba acostumbrado a este tipo de trato, esta vez me lograba sentir más lamentable. Podía ver la decepción impresa en sus facciones, la rabia por no ser como siempre quiso. ─...Y-Yo lo siento...

No tienes por qué pedir perdón Hinata. ─ Estupefacto mira hacia mi espalda, apreciando la figura de mi pareja, sus feroces ojos negros que veían con enojo a quien me había pegado. ─ Un padre que nunca se dio cuenta los esfuerzos de su hijo por ser notado, no merece compasión alguna.

¿Un león? ¿Quién te crees para venir a mi Clan? ─Podía notar las tensiones entre ambos, al punto que creía que en cualquier momento comenzaría una pelea entre ellos, pero mis pensares se vieron cortados al sentir la mano de Sasuke-kun en mi cuello. Mis pómulos se encendieron al ver que mi marca estaba a la vista de todos.

Su hijo es mi pareja, y no permitiré que le ponga un dedo encima. ─ Mis blancas orbes se posaron en la persona que ahora me ponía a su espalda protegiéndome. Tenía vergüenza por como estaba sucediendo todo, pero ese calor que solo me brindaba esa persona volvía a envolverme. Era su fuerza, sus sentimientos.

Sé que Padre no esperaba algo como esto de mí, que siempre quiso algo completamente diferente. ─ Ya no me importaba ver más ese semblante frio en sus ojos blancos. Era él o yo, ser infeliz por siempre tratando de complacerle, o estar junto a quien me brinda la alegría que siempre busque. Y yo ya me canse de todo eso, de luchar siempre por ser reconocido. Era hora de ver por mí, de buscar mi propia felicidad. ─ No fui nunca quien espero que fuese, y ahora por fin estoy bien con eso.

Hinata se ira conmigo. ─ Sorprendido mire a quien estaba adelante, encontrándome con esos ojos negros que me inspiraban seguridad. ─ Partiremos de viaje en búsqueda de una vida juntos.

Estoy seguro que su padre tampoco debió haber aceptado lo nuestro, que para estar juntos esta mano que me sujeta decidió marcharse, marcharnos para no separarnos. Estaba arriesgándose, perdiendo todo por mí. ¿Tan fuertes eran sus sentimientos?

"Todo tu ser es mío y de nadie más."

...

¿Estas seguro de esto Sasuke-kun? ─ Le consulte con suavidad a quien permanecía a mi lado. Nos encontrábamos en la orilla del lago, tras ser rechazado por mi padre una vez más, después de despedirme de mis seres queridos y coger lo necesario para partir, solo nos faltaba un lugar al cual decir adiós. ─ ¿Hacia donde iremos?

Esto es algo que venia planeando desde hace mucho tiempo. Tu solo debes seguirme. ─ Asentí tras ser apreciado por sus negras orbes. Aún no podía creer que todo esto estuviera pasando, era tan irreal que temía que en cualquier momento despertaría en la frialdad de mi dormitorio, pero cuando sentía la calidad de su mano envolviendo la mía me hacia caer en cuenta que todo era una realidad, que por fin había logrado salir de esa jaula de mi hogar hacia la libertad del mundo. ─ Iremos hacia las montañas del norte. Ahí nos están esperando unos conocidos.

...Muchas gracias por todo. Siempre estuviste protegiéndome, dándome fuerzas ¿no es así? ─ Logre decir luego de unos segundos de silencio. Instantes que luego fueron repetidos al sentir una de sus manos sobre mi mejilla. Mis pómulos se llenaron de calor al sentirle, al perderme nuevamente en su mirada.

Fuiste tu me dio una razón para vivir, por la que luchar. ─ Podía percibir como las lágrimas comenzaban a juntarse en mis ojos. Había sido de utilidad para esta persona. Inclusive un debilucho como yo podía ser necesario para alguien. Estaba feliz. ─ Debería ser yo quien te agradezca siempre.

Ya no podía contener aquellas gotas saladas. Era esta alegría que la cual se desbordaba, que nunca espere sentir, no en esta magnitud.

Sus labios se fundieron con los míos aun cuando esta felicidad comenzaba a recorrer mis mejillas ruborizadas, aun cuando era recostado en este césped que tantas veces nos acogió. Esta era la mejor manera de despedirnos de este sitio, de este lugar que nos vio entregarnos por primera vez. Se sentía igual de especial, que nunca se olvidaría.

Tus lagrimas solo serán por mi, solo por mi brotaran. ─ Dijo tras separarse lo suficiente para que nuestras miradas se encontraran. Podía apreciar el deseo en ella, el mismo que seguro lograba apreciarse también en mí. ─ Pero serán lágrimas de placer de tenerme dentro de ti.

Cerrando mis ojos le di la bienvenida una vez más a su boca, a su lengua para que comenzase a batallar con la mía. Sus besos eran exigentes, tan necesitados que lograban quitarme por completo el aliento. Claro que este lograba volver un poco, aunque solo un poco, cuando sus labios empezaban a descender por mi cuello. Mi cuerpo se estremecía por completo de solo sentir su cálido aliento sobre mi pecho, arqueándome como si pidiese más en el instante que lamia una de mis tetillas.

Calor, todo en nuestras pieles se resumía a eso. Era tan intenso que era imposible contenerse, evitar que todo el placer que expresábamos solo se pudiese expresar en gemidos, en nuestras respiraciones cada vez más frenéticas.

Siento los dedos de Sasuke-kun dentro de mí, abriéndose paso en mi interior. Es tan embarazoso esto que siento. Con cada movimiento que hace el calor aumenta en todo mí ser. Un quejido quedo ahogado en mi garganta al percibirlo en ese lugar que había proclamado abiertamente como suyo. Aún me daba vergüenza que estuviésemos de esta manera (no lo voy a negar), pero tampoco podía negar que se sentía bien, que me gustaba estar de esa forma con esta persona; ser uno al menos por unos momentos.

Ngh...Aghr... ─ Mordí mis labios para evitar que cualquier sonido vergonzoso escapase. Sus movimientos en ese lugar provocaban que mi cuerpo se estremeciera, que pidiese mucho más internamente, que me tocase en muchos más lugares. Era como si supiese exactamente donde tocar para dejarme sin aliento, para que pronto llegase a mí limite.

Aquí esta muy caliente, ¿estas por venirte? ─ Aún con la misma expresión le mire, notando así esa sonrisa que lograba quitarme el aliento. Como siempre parecía disfrutar provocarme esto, verme así de avergonzado y necesitado. ─ Te daré una mano...

De pronto mi cabeza se perdió en el suave toque de sus dedos sobre la carne caliente, en como movía su mano en ese lugar. Para arriba y para abajo, rodeando el borde y acariciando en las partes justas. Solo se podían escuchar mis respiraciones cada vez más agitadas. Estaba a punto de terminar, de explotar en miles de pedacitos...

Mis ojos blanquecinos buscaron entre la neblina de la insatisfacción a mi pareja, encontrándome nuevamente con esa expresión de macabra diversión.

Relájate. Y levanta un poco tus caderas para mi Hinata...─ Puedo notar la preocupación en su rostro mientras va abriéndose paso en mí, al ir llenándome cada vez más hasta que somos solo uno. Y es que ciertamente aún me dolía un poco cada vez que se movía en mi interior, cuando me embestía una vez que lográbamos acoplarnos, pero me gusta sentirme de esa manera si es con Sasuke-kun.

¿Todavía te duele? – Me pregunto al estar ya por completo en mi interior. En un hilo de voz logro responderle que solo un poco, pero cuando lograba acostumbrarme el dolor se convertía en placer, en un mar de deliciosas sensaciones. ─ ¿Te viniste solo al entrar en ti?

Estaba sonriendo ladinamente. Como siempre le divertía causar esto en mi cuerpo. Era tan embarazoso.

Desvié la mirada en un intento de ocultar la vergüenza expresada, porque estaba en lo cierto. Pero no tuve tiempo para perderme tanto en mi cortedad porque el placer volvía a tomarme rápidamente al sentir como Sasuke-kun comenzaba a moverse, al notarlo cerca de mi rostro respirando agitadamente.

Maldición. Me estas apretando mucho...─ Un fuerte gemido escapaba de mi al notar como aplicaba mas fuerza tras acomodarse levantándose un poco. ─ Tan delicioso...

Escuchaba sus palabras a la lejanía, en un tono tan erótico que lograba excitarme más de lo que ya estaba. Quizás por eso siempre me decía esas cosas tan vergonzosas, o tal vez solo le gustaba verme tan apenado. Aunque claro. No había mucho tiempo para pensar en esos momentos, porque el placer que sentía con cada violenta estocada hacía que mi mente se nublara, que fuese de un lugar a otro en un mar de gemidos imposibles de contener.

Mira Hinata, estas duro de nuevo. ─ ¿Cómo quería que mirase? Si ya suficiente vergüenza tenia con estos ruidos que escapan de mí, de solo escuchar los sonidos que hacen nuestros cuerpos cuando se estrellaban. No había nada más en mi mente más que esta persona entrando y saliendo de mí, más que su mano volviendo a recorrer mi creciente excitación. ¿Podía existir tanto placer? ¿Era malo sentirse de esa manera?

Nagh...No aguantare más... ─ Se que podía sentir que pronto me vendría, lo podía notar en esta neblina, su rígida expresión al apretar su miembro en mi interior. Ya no podía decir nada, mi mente estaba quedando en blanco con sus movimientos cada vez más intensos e irregulares tanto abajo como con su mano en mi pene. ─ E-Espera...ya...de...deten...

Mi mente cayó en el limbo del calor que exploto en mi ser. A duras penas percibía los gruñidos de Sasuke-kun tras recibir mi placer, y por unos segundos me extravié en esta magnifica sensación que solo esta persona me brindaba, hasta que nuevamente fui preso por sus arremetidas sin contemplación, notándolo cada vez más caliente en ese lugar. Él también estaba por alcanzar la cima, y yo solo podía seguir gimiendo por sus movimientos.

¿E-Escuchas esos sonidos Hinata? ─ Solo gemidos escaparon de mi boca como respuesta. Su voz se escuchaba tan ronca, tan tirante. ─ Es tu humedad...que esta por recibir mi descarga...

Casi como un rugido se escucho en ese lago al venirse en mi interior, opacando mi intenso gemido al venirme una vez más. Habíamos quedado completamente sucios, llenos de sudor y semen, pero completamente satisfechos. Eso se podía notar en nuestras respiraciones cansadas, en nuestras expresiones.

¿Quién hubiera pensado que todo resultaría de esta forma? Si hubiera sabido que mi felicidad estaría de manos de ese ser que me había estado cuidando desde siempre, creo que hubiese luchado mucho antes por estar a su lado, por brindarle todo lo que el me a dado.

...¿S-Siempre estaremos juntos? ─ Sabía que estaba mal, que me había demostrado no una, sino muchas veces que así seria, pero no podía evitar sentir temor, no estaba acostumbrado a tal sentimiento de alegría después de todo. El desprecio, el miedo siempre había opacado mi intento por ser feliz.

Con duda busque los ojos negros de quien se levantaba levemente de mi cuerpo, encontrando así una sonrisa que jamás había apreciado de parte de esta persona. Mi corazón comenzó a latir intensamente mientras el calor volvía a reunirse en mis pómulos.

No te dejare escapar. ─ Un gemido por bajo escapo de mis labios al percibir como volvía a despertarse en mi interior. No podía creer que quisiese nuevamente, pero cuando su sonrisa tomo forma a esa tan característica suya, supe que no me había equivocado. ─ Tuviste tu oportunidad de dejarme y no lo hiciste. Ahora te comeré por siempre Hinata.

Como era de esperarse. Era temporada de celo, y este león era más insaciable que nunca.

Ahora entre gemidos logro pensar en lo que vendrá, como será nuestro camino hacía las montañas del norte en este tiempo. No estaba seguro de lo que nos esperaría, pero de lo que si estaba era de que seria un viaje completamente agotador.

Pero aquí entre nos, no era como si me disgustase.

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Fin:-


Notas Dark:- Hola a todos mis lectores. Y bueno. Al final se transformo en un two-shot. Pero no creo que les haya molestado, porque todos son unos pervertidos (como yo xD). Neh. Espero que haya sido de su agrado.

Ah. Y para quien preguntaba si estaban desnudos siempre. Pues si, así es kukuku.

Cuidense mucho

Besitos

DarkAmy-chan