Glitter Freezer

Disclaimer: Haikyuu pertenece a Furudate Haruichi

Weise


I

Mi compañero de equipo Bokuto dice que todos nacemos bisexuales, que según el tiempo que pasemos en la incubadora tiramos de un lado u otro. Pero los «retrógrados estereotipos pasados de moda» fuerzan la inclinación hacia un lado y no otro, y aquello limita nuestra capacidad de pensamiento.

—Los filósofos griegos eran todos homosexuales —era su mejor argumento—. Platón, Aristóteles, Jenofonte… y Aristóteles.

—Ya mencionaste a Aristóteles.

—¿Lo hice? ¡Es que Aristóteles en genial! ¿Sabes quién obtuvo un 90 en su composición sobre Aristóteles? ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo!

Y revoloteó por el vestuario como el desquiciado que era.

A mí, es como argumentar que Star Wars es la mejor película porque los cerezos florecen en primavera. Nada de lo que dice Bokuto está hilado y a mí me explota la cabeza.

No estoy seguro qué estudiaba Bokuto. En ese entonces, tenía clases como «introducción a la lógica», y «teoría del pensamiento I», pero nadie se imagina a un tipo como Bokuto cursando alguna filosofía. Siempre está comentando sus buenas notas, así que algo de neurona debe de tener, pero cada vez que abre la boca, deja al descubierto una mentalidad simple y básica que todos, me incluyo, ponemos en duda su alardeo.

Un 90 ¿Bokuto? Ya…

Yo no tenía las mejores calificaciones pero me había librado de los reprobados, y me gustaba la astronomía, pero estudiaba bioquímica.

—No tienes que estudiar astronomía para dedicarte a investigar sobre el espacio —hubo dicho Hajime tiempo atrás—. Estudia biología, o química, y luego saca un postgrado en astrobiología o lo que sea.

Y ese era el plan. Pocas universidades impartían astronomía, y la universidad que me ofreció la beca deportiva no era una de aquellas. Me encogí de hombros y me matriculé en la que creí, de todas las ciencias, podía tener mayor cantidad de mujeres inscritas. Por supuesto, me equivoqué.

Por sacar algún tema, le mencioné a Hajime las teorías de Bokuto respecto a la bisexualidad. Estábamos en un establecimiento de soba-ya, eran las diez de la noche, y llovía a cántaros.

Hajime dejó sus palillos sobre el cuenco de la soya.

—Eso lo dice porque no se atreve admitir directamente que es gay.

Hajime suele juzgar a la gente muy rápido. Yo me encogí de hombros.

—Boku-chan dice que la palabra correcta es pansexual —y aclaré—: esto es, que le gustan todos los traseros del mundo: hombres, mujeres, adolescentes, ancianos, transexuales, fantasmas, cadáveres. No le importa, puede sentirse atraído por cualquier ser dotado de un buen par de nalgas. Es muy abierto al respecto.

—Ahora hay términos para todo. Te juntas con gente muy extraña.

Yo también lo pensaba.

Bokuto era la persona más extraña que conocía.

Tenía unas espesas cejas en forma de «v» invertidas, y unos saltones ojos amarillos bajo unos párpados gruesos. Sus rodillas nudosas tenían un diámetro inusitadamente largo, y cuando usaba pantalones ajustados, daba la impresión que se había dejado las rodilleras. Su risa recordaba al canto de un búho y producía cierto escalofrío, pero sin dudas, lo más llamativo de él, y el rasgo por el que todos los recordaban, era su cabello encanecido.

No se trataba de canas normales esparcidas azarosamente por su cuero cabelludo, sino regiones de mechones blancos y negros intercalados. Incluso sus cejas espesas eran blancas. Al principio pensé que era una estúpida moda de Tokio. Después supe, era una condición genética hereditaria llamada poliosis, presente en toda su familia, y de la cual se sentía orgulloso.

—No es una enfermedad —explicó cuando uno de los veteranos del equipo le preguntó al respecto—, es una característica. Como poseer muchos lunares ¿sabes? En mi caso, son lunares de canas.

Se peinaba el cabello en punta para que a nadie se le fuese a escapar la segmentación de pigmentos, y él pensaba, que su look era genial. No lo era. Era raro. Pero Bokuto estaba tan seguro del éxito de su apariencia, que a veces yo también me lo creía, y más de alguna vez, me sorprendí cuestionándome cómo luciría en mí un cabello bicolor como el de Bokuto.

No lo conozco más allá de cómo se muestra en las prácticas, pero cada vez que cruzo alguna palabra con él, me invade una sensación de desconfianza. Bokuto suele mostrarse enérgico y alegre la mayor parte del tiempo. No le importan las bromas a su costa, parece disfrutar de ellas. Y también, es muy despierto a la hora de la revancha, saca a relucir todo el ingenio que esconde en su cabeza. Sin embargo, cuando piensa que nadie lo ve, la sonrisa declina y sus ojos amarillos se vacían.

—A veces siento lástima por él —le dije a Hajime—. No parece tener ningún amigo. Es conversador, y las prácticas son más agradables cuando está. Pero siempre vuelve solo a casa.

La mirada de Hajime se perdió a través de la ventana empañada.

—No me lo creo ¿desde cuándo te importan las personas?

—¡Iwa-chan! ¡Siempre me importan las personas!

—Pidamos la cuenta —Hajime levantó una mano—. No va a escampar nunca.

·

·

Tenía diez años cuando mi primo Tetsuya se suicidó. No lo conocí antes de su funeral, y el vínculo familiar entre ambos es incierto. Heredé de mi padre una debilidad patológica hacia las faldas, quien a su vez la heredó de su padre, y por aquella razón, hay muchos primos y tíos insertos por aquí y por acá en el árbol familiar. Tetsuya probablemente, fue uno más.

Cuando le pregunté a mi hermana de qué había muerto exactamente mi primo, el semblante de ella se ensombreció.

—De pena, Tooru. Tenía mucha pena.

—Pero… ¿y a nadie se le ocurrió hacerle reír?

—Ese fue el problema. Que Tetsuya reía todo el tiempo, así que nadie se percató de su tristeza.

A la madre de Tetsuya le suministraron calmantes para tranquilizarla. Recuerdo sus reflejos lánguidos durante el entierro, sus ojos desconectados que vagaban entre las nubes, y el modo en que asentía una y otra vez, sin entender ni una palabra de lo que le hablaban. Apreté con fuerza la mano de mi hermana, y me prometí, no ser ciego a la tristeza.

Lo menciono porque, de pronto, lo he recordado.

El servicio de Bokuto-san se estrella contra la red y él cae de rodillas al suelo.


Editado 20/12/2015. El ranting de la historia ha sido modificado de T a M por precaución. Puede que, más adelante, la historia se ponga tensa.

Editado 16/03/2015. El primer editado es en fecha 20/02/2015. Evidentemente, aún no llegamos a diciembre.