La historia pertenece a Princess Kitty1 y los personajes a Tite Kubo.

Historia de Amor III

Ulquiorra no se habría acercado a las bibliotecarias en su siguiente aventura literaria, pero viendo que no había ninguna sección en todo el edificio llamada "amor humano", no sabía dónde buscar por su cuenta. Así que se encontró delante de la mesa de información, mientras las tres mujeres discutían acerca de qué sería lo más adecuado para sus gustos, ahora que ya había entrado en harina, por decirlo de alguna manera.

- ¿Sabes, Cifer?- le dijo Rina, la de pecas- Tu interés en estas historias de amor llama mucho la atención.

- No veo por qué- contestó él impaciente, mientras las otras dos se cogían mutuamente de la cara y se apretaban los ojos con los pulgares. ¿No se hacían daño?

- Es decir, normalmente, cuando un chico se interesa en cosas como esta- continuó, mientras las otras dos aullaban y gruñían en la parte de atrás, ahora también haciendo cosas con los pies- es porque… bueno, porque está enamorado de alguien.

Las otras dos se congelaron, interesándose. Ulquiorra las miró como si se hubiese dado de bruces con un grupo de monos lanzándose caca entre sí.

- Ridículo- y con eso se despidió, las otras dos retomando la batalla, Kumiko quejándose acerca de que Yuri había sugerido el último libro. Rina desvió la vista y le indicó a Ulquiorra que la siguiera.

- Aprovechemos que están distraídas- le susurró con una sonrisa secreta, que él no le devolvió. Juntos se adentraron en la sección de literatura, donde Rina examinó las estanterías, moviendo la nariz pecosa con concentración- Eres un chico muy taciturno- le señaló con ligereza, mirándole rápidamente para asegurarse de no haberle ofendido. De haberlo hecho no habría sido capaz de saberlo; parecía tan emocionado- y ligeramente dolido- como alguien a quien estuviesen sermoneando- Así que yo creo que lo que necesitas es… ¿eso es un tamagotchi?

Ulquiorra bajó la vista hacia la mascota virtual enganchada en su cinturón.

- No- contestó secamente- Es una misión- En serio, ¿por qué la gente seguía preguntándole lo mismo? El otro día había tenido un desafortunado incidente con el shinigami, en el que esa basura se había quedado mirando boquiabierto a James Madigan- leal asesino de Su Majestad y guardián de la paz en el interior del dispositivo, ahora responsable de las muertes de Boris y su linaje- como si este le hubiera estado haciendo gestos obscenos.

- Vale…- Rina volvió hacia la estantería, encontró lo que estaba buscando y lo sacó con cuidado- Este es de ficción, pero no parece que te gustase mucho la historia real que te dimos la última vez, así que voy a cambiar. ¿Te parece?

- Si aprendo algo, entonces no me importa.

- ¡Bien!- le dejó el libro en las manos y Ulquiorra lo examinó con curiosidad. Cumbres borrascosas. La portada no era en absoluto interesante, mostrando un paisaje de árboles descuidados y un cielo nublado. Miró dubitativo a la bibliotecaria, pero ella parecía confiada en haber hecho la elección correcta y le indicó que se acercara a las mesas- Puede que la escritura te resulte un poco complicada, pero merece totalmente la pena.

La última vez que alguien- en ese caso Jinta- le había dicho que algo "merecía totalmente la pena" se había acabado tragando una golosina tan agria que le había quemado la lengua, terminando con una voz bastante ronca en los siguientes días. La mujer al principio se había creído que había tenido un ataque y habría llamado a una ambulancia, de no haberle sujetado el tobillo para evitar que se moviera. No hacía falta decir que había empezado a no fiarse de esa frase.

Disponiendo de mucho tiempo que matar antes de que la mujer volviese a casa del trabajo y del instituto, se sentó en su mesa de siempre, aquella que tenía la mesa de información nada más levantar la vista, en caso de que necesitara lanzarles un cero a las bibliotecarias hacia el olvido. Las otras dos se estaban quejando de la misteriosa desaparición de Rina, que sirvió para que esa novela acabara en sus manos.

Así que había un lugar misterioso con una historia misteriosa. De naturaleza curiosa, Ulquiorra supuso que habría que leer detenidamente el libro para empaparse mejor del trasfondo de la hacienda y de sus habitantes. Aquí empezaba la historia de amor, asumió, con un chico huérfano viviendo en una casa y entablando amistad con la joven chica que vivía allí. Se crían juntos, salvajes y libres y se enamoran al hacerlo; hurra por ellos. Ulquiorra entrecerró los ojos. Aquello empezaba a apestar.

Ah… ¿Quiénes eran esos parientes? Frunció el ceño mientras el libro daba otro giro, al desviar el personaje de Catherine su interés hacia el otro hombre de la ecuación, mientras el despreciado Heathcliff se ponía verde de envidia. Ulquiorra se detuvo para dar de comer al Sr. Madigan, que había empezado a piar con insistencia y retomó su lectura. Vale, podía entender los celos, pero claramente un hombre como Heathcliff tendría un modo de hacer que la mujer idiota volviera a prestarle atención.

No; escuchó por encima algo equivocado y dejó la hacienda. Ulquiorra se acordó vagamente de Romeo y Julieta y se tomó un momento para imaginarse lugares en los que esconder los cadáveres de las bibliotecarias, antes de seguir adelante con indecisión.

Ahora la mujer estaba casada y no era feliz. ¡Oh! Heathcliff había vuelto. Tal vez el argumento tuviera esperanza, después de todo. No, un momento, daba igual. Se casó con la hermana del marido de su amante. En serio, uno creería que los adultos serían más maduros en cuanto a esos temas, pero ese hombre se estaba comportando como un niño malcriado.

Oh y entonces la mujer murió.

Ulquiorra se levantó de la mesa. Cogió el libro, metiendo el dedo índice dentro y se acercó a la mesa de información. Rina, Kumiko y Yuki levantaron la vista de donde se encontraban, ordenando libros devueltos.

- ¿Ya has terminado?

Tomó una profunda bocanada de aire, contó hasta diez al revés. Si Yammy hubiese estado ahí, le hubiese ordenado al mastodonte glotón que devorase sus almas.

- No- contestó, cogiendo un marcapáginas de uno de los libros devueltos- Necesitaba un sustituto- lo deslizó entre las páginas de la novela y la dejó en la mesa- Volveré enseguida.

La tienda de Urahara no estaba lejos de la biblioteca. Fue hasta allí, encontrando a su jefe vestido con sandalias y sombrero, hablando con Yoruichi Shihoin, la mujer gato que iba y venía a placer.

- Hola- le saludó Yoruichi, sin saber cómo dirigirse a él.

Kisuke le saludó alegremente con la mano.

- ¿Qué te trae aquí por la tarde, Espada? No trabajas hasta dentro de otros dos días.

- ¿Trabajas?- gritó Yoruichi.

Ulquiorra pasó por saludo, sin responder a ninguno de ellos, mientras cogía una taza de plástico y se acercaba a la máquina de granizado.

- Ahora trabaja aquí- le informó alegremente Kisuke a la mujer- Algo que sabrías si no te hubieses ido en busca de aventuras sin mí. Pero es un secreto- creo que está ahorrando para comprarle a Orihime un disfraz de doncella gatita o alguna guarrada parecida.

- No inventes historias sobre mí, basura- siseó Ulquiorra, mientras se llenaba el vaso con hielo con sabor a fresa.

Kisuke se acercó aún más a la perpleja Yoruichi.

- Sigue costándole hablar de eso. Tienen una de esas, ¿sabes?- hizo gestos obscenos con la mano- Una de esas relaciones.

- ¡Orihime es demasiado joven!- exclamó Yoruichi, en actitud protectora hacia la chica que había ayudado a entrenar.

- Está mintiendo- contestó Ulquiorra, antes de que Kisuke pudiera dar ninguna información falsa más. Cogió una pajita de color rojo y la introdujo en el granizado. Con los dos ex shinigamis mirándole, selo bebió entero de un trago… y de inmediato soltó el vaso y se llevó las manos a la cabeza del dolor.

- Oh, congelación cerebral. ¡Sube la lengua al paladar!- le dijo Urahara.

Pero no contestó y se tambaleó hacia el mostrador, rebuscando en su bolsillo y sacando el dinero suficiente para el granizado, con una mueca. Después salió a trompicones de la tienda, dejando a un sonriente Kisuke y a una estupefacta Yoruichi mirando el dinero.

- Me pregunto a qué vendrá esto- Urahara se sacó el abanico de la manga, lo abrió de golpe y empezó a darse aire apáticamente.

Mientras tanto Ulquiorra había vuelto a la biblioteca, el dolor que sentía en la sien disminuyendo al andar. Ahora que había conseguido dejar de sentirse rabioso, podía terminar de leer el libro. Tenía tiempo suficiente. Aún le quedaban dos horas hasta que la mujer volviese a casa.

Nada más entrar al edificio fue directo hacia la mesa de información y cogió la novela de la mesa, sin siquiera saludar a Yuri, que había estado ahí sentada mientras las otras dos colocaban los libros. Volvió a sentarse en su sitio de siempre, aunque con bastante mal humor. Más valía que la historia se redimiese.

Catherine había muerto y había dado a luz a una hija. Heathcliff estaba desmadrado. Pasan diecisiete años y tiene un hijo, a quien obliga a que contraiga matrimonio con la hija de Catherine y así tener el control de ambas propiedades. Mientras ocurre todo eso, el fantasma de su amada le persigue y él desea reunirse con ella, lo que ocurre… al final.

Así que, para conseguir un final feliz, los dos tuvieron que morir, después de comportarse como idiotas durante sus vidas enteras.

Ulquiorra olvidó momentáneamente su ira para contemplar los términos "alma gemela". Podría habérselo preguntado a las bibliotecarias, pero probablemente le hubiesen dado una explicación muy macabra, transformando ese término humano tan célebre y aparentemente bonito en algo mucho peor de lo que era. Así que les devolvió Cumbres borrascosas, ofreciéndoles su más sincera opinión al hacerlo.

- Heathcliff es casi agradable.

Rina les sonrió triunfalmente a las otras dos.

- Os dije que este le gustaría.

- No me ha gustado lo más mínimo- le corrigió Ulquiorra. Estuvo a punto de marcharse, pero se detuvo de pronto, mirándolas- ¿No hay ninguna historia de estas que termine sin que uno o ambos enamorados mueran?

Las tres pestañearon. Kumiko fue la primera en responder.

- Bueno, viéndolo desde una perspectiva realista, todas las relaciones terminan en tragedia, porque todos acabamos muriéndonos- dijo.

Ulquiorra entrecerró los ojos aún más. Eso era cierto técnicamente, pero no era la respuesta que estaba buscando. Se marchó de la biblioteca, planteándose pararse en la tienda para otro granizado.

….

- El caso es que estaba en plan "Orihime, es que no entiendo cómo puedes comerte esas cosas raras que preparas" y le dije que no podía criticar algo que no hubiera probado. Pero claro que no podía probarlo, porque es Tatsuki y Tatsuki es muy terca. ¡Aunque Rukia sí que lo probó! Eso me hizo feliz. Puede que sea cosa de shinigamis, porque a Rangiku también le gusta cómo cocino- Orihime detuvo su narración teatral de lo que había ocurrido esa tarde- Aunque a Rukia empezó a dolerle mucho la tripa. Estuvo hora y media en la enfermería.

- Eso es porque no te ayudo a prepararte la comida- le dijo Ulquiorra y ella puso una mueca. Estaban disfrutando una cena normal- arreglada por él, por supuesto- con James Madigan sentado justo a su lado; ella había insistido en que la criatura pixelada necesitaba compañía femenina. La televisión estaba puesta de fondo, escuchándose una carcajada a través de los altavoces- Mujer- dijo Ulquiorra al fin- ¿qué es un "alma gemela"?

A Orihime casi se le cayeron el bol y todo lo demás. Lo miró, su boca atrapando una larga tira de noodles, ayudándose con los palillos para conseguirlo. Cuando él no dijo nada más, ella los sorbió y masticó detenidamente.

- Oca ena- murmuró antes de tragar la comida- Un alma gemela es, eh…- el rubor inundó sus mejillas- Es difícil de explicar.

- Inténtalo- le medio ordenó, medio pidió Ulquiorra. Al fin y al cabo le había explicado el "corazón" de un modo que había tenido sentido.

Orihime apoyó el bol y los palillos, moviendo sus manos exageradamente.

- ¡Emm! ¡Un alma gemela! Pues es, eh… una persona, sí. Es una persona que, eh, bueno…- se sonrojó aún más.

Ulquiorra esperó pacientemente a que ordenara sus pensamientos.

- Es una persona- repitió y ella asintió furiosamente.

- Un alma gemela es una persona que, básicamente, bueno, esperas toda tu vida conocer, pero sin saber que estás esperándola- sonrió un poco- Es la persona con la que vas a estar para siempre- el pecho de Orihime se hinchó y dejó escapar un suspiro soñador- Se dice que incluso has estado con esa persona otras vidas. A través de la muerte y el renacimiento, tu alma y la de esa persona estarán juntas. Sin importar quiénes seáis, dónde estéis en el mundo… siempre encontraréis el modo de estar juntos, porque estáis hechos el uno para el otro.

Comparada con la respuesta que habría tenido de las bibliotecarias, aquella le pareció mucho más tolerable. Juvenil, pero preferible. Probablemente la expresión de su cara dijese eso mismo, porque Orihime bajó la cabeza, pasándose las manos por la falda.

- Probablemente suene estúpido, ¿eh?

Ulquiorra levantó la vista para mirarla.

- No me mentiste acerca de la existencia del corazón, por lo tanto no tengo ningún motivo para no creerte.

Orihime abrió los ojos de golpe y el único sonido que quedó en el apartamento fue el de la televisión y las ocasionales risas del público. Se miraron durante unos largos momentos y entonces la mascota virtual pio para tener compañía. Ella la buscó a tientas y se entretuvo jugando con ella, mientras Ulquiorra seguía comiendo.

Pero ninguno de los dos volvió a hablar, ambos sumidos en sus contemplaciones silenciosas.

/Continuará/

Hola a todos! Cuánto tiempo! Qué tal? Antes que nada, Feliz Navidad a todos! Espero que lo vayáis a pasar muy bien y que os regalen muchas cosas, porque seguro que os las merecéis. Volviendo a la historia, perdonad la tardanza! He estado sin ordenador bastante tiempo y no tenía manera de actualizar, pero al final lo he conseguido. Cómo me gustan los capítulos de "Love Story". Bueno, en general me gustan todos los capítulos que sean profundos y analicen cómo se sienten los personajes. Y este sin duda ha sido uno de ellos. Espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo. Un beso!

IrisTohruSohma: hola! Me alegro de que te gustase! La verdad es que creo que me costó bastante traducirlo por eso, porque era bastante "ligero" y realmente no contaba nada serio ni profundo. Supongo que tiene que haber de todo, pero ahora mismo me apetecen cosas con más carga emocional. (De hecho, este capítulo lo he traducido en muy poco tiempo). Espero que te haya gustado y nos vemos en el siguiente. Un beso!

Princess Kitty1: hi! How are you! Enjoying your holidays? I hope so. I've seen you've updated the story and it's going to be 100 chapters long! OMG. Guess I'll have to speed up my translations. Anyway, I've read the final chapters and I love them; I feel they are more serious and sentimental. I hope I can translate them soon. How are your writing courses? See you!

Hanasaki95: hola! Jaja quién sabe, cosas misteriosas que les pasan a estos dos. Iré poco a poco, pero el fic lo quiero terminar como sea. Gracias por la paciencia y un beso!

GalateaDreams: hola! Me alegra que te haya gustado el capítulo y espero que este también. Un beso!

Kimikoson4: hola! Era de esperar; el pobre estaba tan preocupado por Orihime que se despreocupó de él… Pobre, la de cosas que sufre. Un beso!

GalileaGalilei: hola! Muchas gracias por los ánimos! Espero que el capítulo te haya gustado. Un beso!

Cat Kawaii: hola! Bueno, con que te gustara me conformo. Espero que este también. Un beso!

nochedeinsomnio: hola! Ya, ese capítulo fue muy hot (qué ganas de que pase algo así de verdad entre estos dos). Sí, ya se van notando los sentimientos, pero esta historia se va cociendo poco a poco. A ver qué pasa! Un beso!