N.A: Espero que les guste y por favor comenten en que puedo mejorar (posiblemente en todo)

N.A2: No soy dueña de Dude thats my ghost


Capítulo 1: Plan A

*9 meses más tarde*

Billy mira aburrido hacia el documento que tiene entre sus manos. Dirige su mirada hacia la gran ventana que hay en la habitación.

-Baruch…-dice Bobby entrando por la puerta.

-Ya te dije que me llamases Billy.- suelta un bufido.

Bobby entrecierra los ojos, pero no dice nada al respeto.

-¿Ya has decidido que vamos a hacer?- dice señalando hacia el documento que tiene Billy todavía entre sus manos.

-Ah, por supuesto- dice haciendo una bola e intentar encestarlo en la papelera- canasta.

Bobby cierra la puerta del despacho y se dirige hacia Billy.

-Oye… ¿no crees que deberíamos empezar a atacar?

Billy le lanza una mirada asesina:

-Jamás atacaré a los humanos, Spencer es uno de ellos y él es toda mi vida.

Bobby se sienta en una de las sillas:

-Pues recuérdalo cada vez que lo veas, él es humano, no es de nuestra especie, es de la enemiga, puede que no te des cuenta porque el humano y el traidor te hayan lavado el cerebro, pero ellos solo buscan destruirnos…

-Ruberto no es ningún traidor.-dice Billy mirando a los ojos a Bobby.- sí por mi fuera le quitaría el destierro de ser condenado a vivir en el límite entre MJL y el otro territorio.

-Eso es lo que busca, que lo vuelvas a dejar a entrar acéptalo Billy yo soy tu único amigo y si por mi fuera hubiera echado hace mucho a ese humanito del palacio en lugar de cerrar la parte dónde lo escondes. Él solo quiere ganarse tu confianza para que bajes la guardia y cuando menos te lo esperes atacarte.

Billy se dirige a la salida del despacho.

-Eso es mentira, yo confío plenamente en él.-dice saliendo.

(…)

Entra en una de las habitaciones del oscuro corredor.

-Spens, Spens, ¿Cómo te encuentras?

Spencer intenta mantener los ojos abiertos, pero cuanto más lo intenta, más se cierran.

-Tranquilo, shuu, sí, ya verás como pronto te recuperas.

-No podrías hacer venir a Ruberto.- dice mientras Billy empieza a acariciarle el cabello, vuelve a escuchar tararear a Billy una nana para que se duerma- no quiero dormir más, estoy cansado de dormir tanto, no lo necesito lo que necesito ahora es curarme.

-Lo sé- dice Billy mientras se tumba en la cama con Spencer, deja que su mente recuerde lo que le dijo Bobby, puede ser que este algo en lo cierto. De repente Spencer tose violentamente, la tos resuena por los pasillos.

Alguien llama a la puerta, Billy se levanta y abre la puerta. Spencer se da la vuelta y mira hacia el lado opuesto a la puerta.

-¿Cómo se encuentra?- dice Bobby entrando en la habitación y dejando una bandeja llena de alimentos.

-Creo que algo mejor, al menos ahora habla, aunque ha dejado de comer de repente- dice Billy mirando hacia Spencer.- si es que no hay manera.

Spencer esconde la cabeza entre las mantas, hace meses que se ha estado sintiendo extraño y hace poco empezó a sentir mareos y a no dejar de dormir, se sentía como si tuviera gripe, pero no era eso.

Empieza a cerrar los ojos de nuevo. No le interesa la conversación entre Billy y Bobby y menos sabiendo que el último lo odia como si no hubiera mañana.

-Ey, Spens…- escucha decir a Billy.

-Mm.

-Me ha salido un contratiempo de última hora.-dice acercándose a él y dándole un fuerte beso en la frente- descansa mucho, ya verás como pronto te encontrarás mejor.

-Y no olvides comer también.- suelta Bobby mientras abre la puerta.

-Cierto- dice Billy acariciando el pelo- te amo.

-Yo también a ti- dice Spencer cerrando los ojos y quedándose completamente dormido.

Pasadas unas horas nota una mano sobre su frente, abre lentamente los ojos. Sale de la cama y se sienta en el bordillo de esta.

-¿Cómo te encuentras?

Spencer se frota los ojos rápidamente, reconoce esa voz.

-Ruber, esto… mira no te voy a mentir como hago con Billy, me siento horrible, horrible en mayúsculas.

Ruberto palpa las mejillas de Spencer con las dos manos.

-Sinceramente no sé que tienes, no soy médico, lo único que sé es que tiene mala pinta.- dice mientras inspecciona la habitación.

-¿Billy te llamo?

Ruberto niega:

-Tristemente no, estoy desterrado de MJL, ¿Por qué te crees que vivo en el límite de la muralla?

-¿Por qué?

-Creencias, supongo, a decir verdad yo tampoco lo sé, todo lo que me dijeron fue "Ruberto, coge tus cosas y vete fuera de MJL"

-¿Quién te lo dijo?

-Bobby, ¿Quién si no?- dice agarrando una de las piezas de fruta que había sobre la cómoda del dormitorio. La observa detenidamente, saca algo de la bolsa que lleva encima es una lupa. Observa detenidamente la manzana y luego expira.- ¿Quién te trajo todo esto?

-Bobby, ¿Por qué?

-Porque está envenenado.- dice Ruberto como si ya se lo esperase.- creo que intenta librarse de ti.

-¿Cuál es el motivo?

-No lo sé.- rebusca en su bolsa y saca un pequeño frasco.- una gota al día durante un mes, a ver si te limpia.

Spencer coge el frasco y lo esconde debajo de la almohada. La puerta se abre.

-¿Qué haces aquí?- dice Billy súper enojado.- Estás desterrado recuérdalo Ruber…

-Billy hay algo que debes saber…

-Me da igual lo que me intentes decir como tienes la cara de aparecer aquí, crees que porque soy tu amigo y ahora sea el rey de MJL te voy a levantar lo que te hizo mi consejero. Lárgate ahora mismo antes de que avise a alguien.

Spencer mira en silencio lo que está pasando cuando Ruberto ha cruzado la puerta, Billy cierra la puerta, ahora se le ve más tranquilo.

-¿Por qué le hiciste eso? Él es tu amigo, tú mismo me has dicho que si no fuera por el podría seguir encerrado…

-Lo hice porque un amigo nunca desobedecería una ley que se le ha impuesto y mucho menos intentaría aprovecharse del poder que tengo. – dice rebobinando mentalmente toda la conversación que tuvo a la mañana con Bobby.

-Pero…- Spencer se calla al ver la mirada asesina de Billy- ¿te he demostrado ya lo mucho que te amo?- Spencer sonríe divertidamente.

-Y luego yo soy el pervertido, cuando tú lo estás pensando en hacerlo enfermo.- Billy sonríe lentamente, está claro que solo Spencer es capaz de apagar su mal humor.

Aunque ni Billy, ni Spencer, ni tan siquiera el propio Ruberto lo supiese estaban siendo observados desde una pequeña habitación dónde él que estaba dentro sonreía maléficamente, puede que su plan A haya fallado por culpa del estúpido de Ruberto, pero todavía le queda un plan B y ese fijo que no falla dado lo que acaba de ver.