Hue~Hue~Hue~Hue~Hue~ (?) Traicioné otra vez al UraYoru para volver a aparecerme en la zona YoruSoi (?) No soy muy fan del yuri, por lo general me aburro con los animes de ese género, pero esas dos tienen algo tan… tan… awww :'DD que no puedo resistir mis impulsos de escribir sobre este par. Por cierto, ¿Soy la única que está en la fila de espera para que Fanfiction agregue al hermanito (¿Es hombre, cierto?) de Yoruichi y poder hacer un fic de él y Soi Fon? ¿Nade más? ¿Solo yo? ¿Seguros? ¿No? Ay :C En fin, este es un songfic (sí, por fin lo hice) inspirado en la canción Iris de Goo Goo Dolls, la canción está en inglés, pero me pareció mejor idea traducirla en español .-.

Ah, y el capítulo está ambientado en el capítulo especial de año nuevo, no tiene naaaada que ver con Advocaat, pero no tenía ganas de subir un nuevo fic, es mucho enredo para un solo ser humano. (?) Espero que no les moleste :D

Bleach no me pertenece.

-Yoruichi-sama…- Susurraste perdida en los besos.

Amargas lágrimas resbalaron de tus mejillas para humedecer mis labios. Habías estado llorando, tu alma entera lloraba desde hace horas, horas que te parecieron un siglo. Habías estado llorando, llorando por mi fatal descuido. Te abrazo más fuerte, queriendo unir las piezas de tu helado y roto corazón con un solo toque. Claro, algo como eso jamás funcionará. Y aun así tú sigues aceptando sin ninguna queja el dolor, siempre aceptas gustosa todo lo que viene de mí.

¿Ya desde cuando te llevo lastimando, Soi Fon?

El primerizo e inocente amor que destruí con mi partida; aquella gélida reacción cuando a mis pies te pusiste a llorar; esa fría indiferencia que recibes de mi parte cuando tomas el valor para acercarte; los ridículos juegos que incrementa tu adoración y confusión hacia mí… Y hoy.

Suspiro. ¿Se puede ser tan descuidado en esta vida?

La supuesta ignorancia hacia tu sentimientos ya es una cosa, pero… Olvidar el simple detalle de enviarte una tarjeta para que iniciaras el año nuevo, después de haber repartido centenares a todos mis amigos, conocidos y personas que recuerdo haber visto una, dos o tres veces. Aquello era el colmo, incluso para mí… Sé que podría excusarme con algo como: "Tan solo es una tarjeta, Soi Fon" o "No es para tanto, habrán cientos de tarjetas más", agregándole a esto una enorme sonrisa te tendría otra vez en la palma de mi mano y lo olvidarías; mejor dicho, te lo tragarías.

Eres una tonta, abeja. Una tonta por aun querer a mi lado estar. Una tonta por seguir aceptando las peores piezas de mí. Una tonta por haberme entregado un amor puro y eterno, ¿Qué no ves las inexistentes razones para que me idolatres tanto? No te merezco, abeja tonta.

Y abandonaría por siempre el tocarte…

Porque sé que de algún modo me sientes.

Estás más cerca del cielo de lo que yo jamás estaré.

Y ahora no quiero irme a casa.

Acaricio tus mejillas con ambas manos, limpiando el rastro de tu amargo llanto. Tiemblas, y solamente respondes con un sonrojo mayor al original. Siento como utilizas tus brazos para aferrarte más y más, temiendo que este maravilloso momento sea un simple sueño que te desgarraría al despertar. Te conozco más que a nadie. Y aunque no lo creas, puedo leer a perfección los sentimientos desbordados por tus lágrimas. Me dedicas una de tus temerosas y sonrojadas miradas, miradas que me han enloquecido hace más de cien años. Abres los labios, como si quisieras empujar tímidas palabras de tu garganta; tragas saliva, y haces un segundo intento; tu sonrojo se intensifica más; te es casi imposible respirar y las manos que hace unos segundos me abrazaban con fervor empiezan a tiritar.

No lo digas, por favor.

-Y-Yoruichi-sama, yo… yo…- Tomas una bocanada de aire.

Te lo ruego, no hables.

-Y-Yo… H-Hace tiempo q-que y-yo…- Tu voz empieza a deshacerse en un hilo a medida que un gran manojo de nervios comenzaba a envolverte.

-Soi Fon…- Acaricio tu mejilla, acercando mi rostro hacia ti. Un poco más. Cada vez más, y finalmente llego a tus inocentes labios –No es necesario…- Susurro contra ti.

-¡La amo!- y en un ataque de valor, lo dices. O mejor dicho, lo gritas al mundo.

Atrapo tus labios, besándote con mayor ferocidad. Quiero sentirte. Utilizo el peso de mi cuerpo para tumbarte en la cama y así quedar sobre ti; abrazo firmemente tu espalda, recorriendo mis manos una y otra vez por toda su suave extensión. Deseo sentirte. Beso, relamo y muerdo tu boca, olvidando el mínimo sentimiento de inhibición al ser este uno de nuestros primerizos besos. Necesito sentirte. Deslizo mi lengua entre tus labios, finalmente entrando en su interior; siento un sorprendido jadeo de tu parte, pero haciendo el mejor esfuerzo, buscas seguir el ritmo mis caricias.

Y todo lo que puedo saborear es este momento.

Y todo lo que puedo respirar es tu vida

Porque tarde y temprano acabará.

Solo busco no extrañarte esta noche.

Lo habías dicho, habías dicho lo que menos quería, y a la vez, lo que más necesitaba. Abeja tonta. Me estás obligando a meter las garras en aquel panal. Ambas saldremos heridas, eres lo suficientemente lista como para saberlo. Ante ti soy débil; no podría resistir cinco minutos bajo tus tímidas y dulces miradas sin tratar de comerte a besos; con cada una de esas sonrisas destinadas solo para mí, provocas una envidiable calidez en mi alma; siendo tú, la fría y despiadada capitana del segundo escuadrón, aun obedeces mis tonterías con completa docilidad. Te amo, abeja tonta, no tienes idea cuánto. Y eso por esa razón que evitaba escuchar tus últimas palabras. Me tratas igual que una diosa, pero sé perfectamente que no merezco tu amor.

Altanera, orgullosa, exhibicionista, perezosa, descuidada, narcisista, pocas son las veces que tomo algo en serio. Siempre me enorgullecí de estos aspectos, pocos son los nobles con la valentía suficiente para comportarse así. Pero contigo… ¿Cómo es que me soportas? Das lo mejor que hay en ti solo para mí, y yo… Olvidé entregarte una simple tarjeta. Y de todas formas volviste a mí, te obligué a decir palabras de las que te avergonzarías el próximo día, pero… Aun después de eso, ¿Cómo puedes ver lo mejor de mí? ¿Qué no te he mostrado suficientes defectos? Y sabes perfectamente que no cambiaré. Mi orgullo y altanería jamás permitirán que me exprese frente a ti de esta forma; por mi orgullo y altanería jamás sabrás lo mucho que te adoro, abeja tonta, te adoro por haber transformado estos defectos en razones para amarme más.

Y no quiero que el mundo me vea,

Porque dudo que ellos me entenderán.

Cuando todo de mí esté roto…

Solo quiero que sepas quien soy.

Nuevamente siento esas lágrimas correr por tus mejillas, pero ya no había amargura en ellas. Estabas feliz, tus besos y tímidas caricias me lo decían a gritos. Tal vez un simple beso era pegamento suficiente para unir tus piezas rotas. Un beso acompañado de un "te amo" recíproco. Entonces, ¿Por qué no te lo había dicho todavía? La respuesta es obvia.

Un "te amo" no es suficiente para expresar todo lo que siento, a duras penas son dos palabras. De seguro que al mencionar esas cinco letras para ti bastaría, y sobraría. Pero no son suficientes para mí; te mereces algo más, algo más sincero de mi parte, pero… Me es difícil expresarme con seriedad. Bromeo y juego tratando de ocultar sentimientos que jamás podría tomar a la ligera, siempre he sido fría en ese aspecto. Y aun, cuando envidio tan expresivas lágrimas de felicidad que humedecen mi piel, no soy capaz de darte ese gesto genuino de lo feliz que me siento al final poder tenerte junto a mí, siendo más que mi adorada discípula. Hoy nos convertimos en algo más, y lo único que te puedo dar son feroces besos, apasionados por quererte; y suaves caricias, añorando tenerte para siempre.

Y no puedes luchar contra lágrimas que no vienen,

O contra la verdad en tus mentiras.

A pesar de que todo se siente igual que en las películas.

Sí, tú sangras para recordar tu existencia.

Me separo un poco de ti para observar tu adorable rostro. Tus mejillas ¿seguían cubiertas por un hermoso color carmín; tus plateados ojos brillaban más que de costumbre, embelesados con los míos; tus labios seguían entre abiertos, tenían un ligero color rosa y brillaban más de lo normal.

-Yoruichi-sama…- Murmuras con una preciosa y tímida sonrisa.

-¿Qué pasa, Soi Fon?- pregunto divertida, deslizando mi mano por tus cabellos, acariciando tu cabeza con delicadeza. -¿Hasta cuándo vas a seguir llamándome de manera tan formal?- Bromeo, depositando mis labios sobre tu frente.

-P-Pero es q-que llamarla así…-

Sonrío. Adoro ver esas reacciones tan infantiles, me hacen recordar a la pequeña niña de hace ciento diez años dispuesta a convertirme en su todo… No has cambiado mucho, Soi Fon. Se siente bien, que tú, una de los capitanes más fríos de todo el Seretei deje salir su lado más tierno y frágil por impulso cada vez que estoy frente a ti, no tienes idea de lo bien que me haces sentir, abeja tonta. Deslizo mis labios, besando tu frente, tu pequeña nariz y finalmente tus labios, proporcionándote cortos besos una y otra, y otra vez para hacerte guardar silencio. Tampoco querías que explotaras por los nervios y vergüenza.

-¿Te he dicho lo linda que te ves cuando te pones así?- Susurro, volviendo a besar tus temblorosos labios, y a acariciar tu ruborizada mejilla.

Y no quiero que el mundo me vea,

Porque dudo que ellos entenderán.

Cuando todo en mí esté roto…

Solo quiero que sepas quién soy.

-Te amo, Soi Fon.-

Solo aquellas mediocres palabras deciden salir de mí, pero por la fuerte forma que me abrazas das a entender que aquellas se han vuelto todo para ti. Tengo tantas cosas que decirte, mi pequeña y hermosa abeja. Tengo tantas cosas por las cuales debo pedir tu perdón. Tengo un manojo de sentimientos que no se atreven a salir de la forma que deberían. Y es por eso que, tragando todo el orgullo que me caracteriza, he decidido escribirte esto.

Apuesto que dos semanas después de haber leído este pedazo de papel lleno de cursilerías, una pequeña Soi Fon vendrá a mí con el rostro totalmente rojo, tartamudeando una especie de gracias y otras cien palabras sin coherencia alguna, yo lo tomaré como un presente de poca importancia o simplemente diré que fueron tonterías pensadas en el momento. Pero quiero que sepas que todo es verdad, una verdad que en palabras me cuesta admitir y por eso la escribo. Mereces mucho más que esto, abeja tonta.

Solo quiero que sepas quién soy.

Con amor,

Yoruichi Shihouin.

Siento que el fic me salió algo deprimente e_e Este me costó bastante, prefiero escribir desde el punto de vista de Soi Fon porque me resulta muy cute cuando se refiere a Yoruichi (?) ¡Pero era necesario uno que expresara los sentimientos de la mujer gato! Yoruichi es uno de mis personajes favoritos de todos los animes :D El punto es que no me logro imaginar a esta haciendo una súper declaración o aceptando que no es tan perfecta como todo la ven, así que preferí indagar en lo más profundo de su mente (?) Disculpen si me quedó muy OoC :(

¡Hasta pronto! ¡Cuídense de los camellos rosas! (?)