NOTA DEL AUTOR: Esta idea se me ha ocurrido hablando con Varanus K, gracias al ejemplo de algunos fics anglosajones parecidos. Esta historia no está en formato script (FanFiction lo prohíbe), pero se acerca a él porque mi intención es plasmar al máximo el estilo del juego.

Este fic es conjunto, ya que lo hemos hecho Varanus K y yo. El objetivo es ir incluyendo conversaciones de apoyo al estilo de Fire Emblem Awakening, protagonizadas por Daraen en sus dos sexos. Planeamos hacer los apoyos de todos los personajes capaces de hablar de Super Smash Bros., y como ocurre con el juego de 3DS, algunos acabarán en el rango S... sí, con el matrimonio.

Esta primera historia está protagonizada por el Daraen masculino y Shulk, héroe de Xenoblade Chronicles. No os preocupéis: no hay spoilers de ninguno de los dos juegos, así que podéis leer este texto tranquilamente y sin miedo de destriparos absolutamente nada.

Supongo que no hace falta que lo diga, pero los textos legales son lo que son: estos personajes no me pertenecen, y no han sido creados ni por mí ni por Varanus K. Los dos protagonistas de este fic pertenecen a Nintendo, y si concretamos más hay que decir que Daraen ha sido creado por Intelligent Systems y Shulk por Monolith Soft. Super Smash Bros. ha sido desarrollado por Nintendo, en concreto por el equipo de Masahiro Sakurai.

Espero que os guste, y recordad que esto también es obra de Varanus K.


Apoyo C

Música recomendada: 63 Come, Don't Be Afraid

— Hmm... entonces si le damos la vuelta...

—¡Ey, Shulk! — Gritó Daraen al huma, que estaba completamente enfrascado en la lectura de un libro.

—Aunque el tornillo se podría salir... vaya...

El estratega, sintiéndose ignorado, se colocó delante del espadachín.

— ¡ Shulk! ¡Eh, Tierra llamando a Shulk!

El huma se sobresaltó tanto que estuvo a punto de dejar caer el libro.

— ¡Ahhh! ¡Daraen, qué susto! ¿Cuánto tiempo llevas ahí?

— No mucho. ¿Tan interesante es lo que estás leyendo? ¿Qué es?

— Ah, esto... Bueno, es un libro que encontré en la biblioteca...

Daraen se quedó de brazos cruzados, mirando fijamente a su compañero. Shulk tragó saliva.

— Y... bueno... ¿por qué me miras así?

— Es solo curiosidad. A ver... ¿qué pone ahí...? "Robótica"... ¿Estás leyendo una novela? No la conozco.

— Jajaja... veces se me olvida que venimos de mundos totalmente diferentes, Daraen. A ver cómo te lo explico...

(...)

La larga explicación de Shulk había dejado al estratega con una expresión extraña en el rostro. Le brillaban los ojos y miraba al infinito, pensativo, apoyando la barbilla en una mano.

— Oh, así que consiste en crear seres de manera artificial... eso no es muy diferente de la magia.

— Sí, más o menos. Funcionan de manera distinta a nosotros y no necesitan comida ni bebida: solo energía.

— ¡Increíble! Me encantaría poder hacer algo como esto algún día. ¿Te imaginas cómo sería un ejército de robots? ¡Los mandaríamos al frente y no tendrían que morir más soldados! Shulk, tienes que enseñarme este arte, por favor.

— Un ejército de robots...

El huma se mordió el labio. Parecía disgustado por alguna razón. Se apresuró a hablar antes de que el estratega pudiera añadir nada más:

— Es que... No creo que sea buena idea, Daraen. Además, no creo que en vuestro mundo haya material para construirlos.

— Bueno, tenemos acero, hierro y un montón de herreros buenísimos. Algo podremos hacer, ¿no?

...

¿Por qué pones esa cara? ¿Qué te pasa?

— Verás... no me encuentro bien, Robin. ¿Podemos hablar en otro momento?

El huma se levantó de la silla y salió a toda prisa de la habitación.

— ¡Shulk, espera...! Hmmm...

Me está ocultando algo, pero... ¿qué es? ¿Habré dicho algo malo?

Daraen y Shulk llegan al nivel de apoyo C.


Apoyo B:

Música recomendada: 64 We Battle Supported By Bonds

— Daraen, ¿tienes un segundo?

— Sí, ¿qué pasa?

— Es sobre lo que estuvimos hablando ayer. Me fui de repente y quería disculparme.

El estratega sonrió, quitándole importancia al asunto.

— No te preocupes: tus razones tendrías. Supongo que mis palabras te hicieron recordar algo desagradable...

— No, no pasa nada. Simplemente, en mi mundo sufrimos una terrible guerra contra un ejército de robots. He visto morir a muchísimas personas por culpa de ellos, los mekon.

— Lo comprendo. No fue mi intención...

La mirada del huma se ensombreció.

— ¿Sabes? Mi viaje empezó porque quería buscar venganza. No estoy orgulloso de ello, pero esos robots entraban cuando querían en las aldeas, las arrasaban... Mis amigos y yo no podíamos permitirlo.

Daraen dio un respingo, sorprendido.

— Vaya, eso sí que no me lo esperaba. ¿Tú, un viaje por pura venganza? No te ofendas, pero no pareces ese tipo de persona...

Shulk soltó una risita nerviosa.

— Je... ¿Tú crees? Mi mejor amigo me dijo prácticamente lo mismo que tú. Además, si pude empezar ese viaje fue gracias a... esto.

El huma mostró su arma:

— Esta espada, la Monado, es la única capaz de dañar seriamente a los mekon. Solo yo puedo utilizarla, y me permite proteger a mis amigos... y ver el futuro.

Daraen frunció el ceño.

— ¿Ver el futuro?

— Sí, y eso me ha salvado la vida en muchas ocasiones. Además, si alguien cercano a mí está en peligro de muerte, puedo verlo antes de que ocurra y evitarlo.

— ¿Cómo? ¿Puedes ver el futuro? Pero eso es...

— Ocurre solo de vez en cuando, no te creas que lo puedo controlar cuando quiera. Cómo y cuándo veo las visiones depende de la Monado.

Tras eso, Shulk se despidió y se fue.

— Aún así, de ser cierto, con un arma así la estrategia militar sería un juego de niños. Sin embargo...

(Viajar en el tiempo, ver el futuro... Ese tipo de cosas dependen del poder de Naga. ¿Cómo va a tener Shulk una habilidad así? No, no puede ser. Imposible).

Daraen y Shulk llegan al nivel de apoyo B.


Apoyo A

Música recomendada: 63 Come, Don't Be Afraid

Ese día era particularmente caluroso. Link, Dark Pit y algunos luchadores más habían decidido entrenar fuera, aprovechando el buen tiempo. Daraen, en cambio, caminaba por el interior de la mansión.

— Buf, qué calor. No me extraña que los demás hayan abierto todas las ventanas... Esto es insoportable.

Entonces, antes de que el estratega se pudiera dar cuenta, una figura conocida se abalanzó sobre él.

— ¿Shulk? ¿Pero qué...?

— ¡CUIDADO!

— ¿¡Te has vuelto loco!? ¡quítate de encima!

Entonces, la vio. Una flecha atravesó a toda velocidad la ventana... justo por donde él estaba pasando segundos antes. Esta quedó clavada en la pared.

Shulk suspiró, aliviado.

— Ah, menos mal que estás bien... acabo de verte atravesado por esa flecha, y créeme: no ha sido agradable.

— ¿Estás diciéndome que... has visto que estaba a punto de morir?

— Sí. Ya te lo conté, ¿recuerdas? La Monado me permite ver el futuro cuando alguien cercano está en peligro.

La cara de Daraen se iluminó de inmediato.

— Es... ¡magnífico! ¡es increíble! ¡acabas de salvarme la vida!

Shulk dejó escapar una carcajada.

— Eso es lo que hacen los amigos, ¿no?

— ¡No, no, no lo entiendes! ¡Te debo una disculpa! ¡Al principio no te creí!

— Bah, ya estoy acostumbrado. ¿Sabes cuántas personas me creyeron a la primera cuando lo conté en mi mundo? ¡Una! No eres el único, Daraen.

— Pero aún así... yo...

Shulk sonrió.

— A mí también me resultó raro que pudieras hacer salir fuego de un libro. Pero bueno, creo que en esta mansión ya hemos visto de todo a estas alturas, ¿no crees?

El estratega asintió rápidamente.

— Totalmente. ¡Si hasta he podido conocer a los tatatarabuelos de dos amigos míos! Ah, la verdad es que no sé ni por qué me sorprendo...

— Si contásemos todas estas cosas en casa, nos tomarían por locos.

— Sí, pero descubrirlas es algo increíble. Hoy he conocido algo que pensaba que era imposible... te doy de nuevo las gracias por salvarme la vida, Shulk.

— Ya te he dicho que no ha sido nada. Si yo hubiera estado en peligro, estoy seguro de que me habrías salvado también.

— No lo dudes, compañero. ¿Sabes? Esto me ha sorprendido mucho... me gustaría saber más cosas de tu mundo. ¿Podrías contarme cómo vivís ahí?

— Por supuesto. A diferencia de lo que ocurre en tu tierra, nosotros vivimos sobre el cadáver de un titán que se enfrentó a otro hace miles de años...

— Ja, ja, ja...La verdad es que parece que todavía tienes muchas cosas interesantes que contarme...

Daraen y Shulk llegan al nivel de apoyo A.