Skip Beat pertenece a Nakamura Yoshiki.


«SORPRESA»


Nueve meses exactos.

El dolor esta vez fue más fuerte.

La cara de mi marido es todo un poema. Soy yo la que lo debe tranquilizar cuando tendría que ser a revés.

— No estés nervioso amor—. Es lo único que puedo decirle, antes de que otra contracción me hiciera ver, literalmente, estrellas, grite por el dolor y eso no ayudaba en nada a mi ya casi desmayado esposo.

Él se encontraba más nervioso que yo; nuestro primer bebe estaba dando muchos problemas y el otro problema era que Kuon no podía más de los nervios y sin contar con las nueve horas que llevaba de labor, me encontraba agotada.

Mi adorado «padre» estaba filmando el parto, lo cual, a decir verdad me incomodaba bastante. Fue algo a lo que no pude negarme ya que vino a Japón solamente por este día, se convertiría en abuelo.

— ¡Kuon! — Tomé su mano, apretándola muy fuerte ya que nuestro bebe estaba por nacer, no escuchaba nada de lo que me decían, sólo me concentraba en tranquilizar a mi esposo ya que por trabajo no pudo estar en algunas consultas con el doctor por no decir en la mayoría, pero entendía, el trabajo era trabajo. Kuon no quería perderse el parto.

Pude escuchar un llanto furioso que provenía de mi hijo, me sentía tan feliz, después de tantos meses al fin...

—«Es un niña»—. Pude escuchar a la enfermera decir.

Pude ver que a mi esposo se le iluminaba el rostro con nuestra pequeña en sus brazos y me miraba, feliz y ya sabíamos como la llamaríamos...

—Odette—. Ese era el nombre de mi preciada hija.

Lo que mi marido no sabía era que esto recién comenzaba, de nuevo ese dolor en mi vientre, que hizo que Kuon le entregara a nuestra bebe a una enfermera, tanto él como su padre me miraban preocupados.

—Querido, olvide decírtelo, tendremos otro bebe—. No me culpen, es que ambos estábamos muy ocupados y ese pequeño detalle se me olvido contárselo...

3-2-1 Escuche un golpe, un golpe muy fuerte, Kuon se había desmayado y padre estaba pálido con cámara en mano.

Sólo un último esfuerzo más y allí pude oírle llorar, mi otro hijo había nacido.

«Es un varón»— Yo estaba feliz, ya quería tenerlos en mis brazos.

Sí, un niño, sentí otro golpe más...

Se supone que la que estaba teniendo a los bebes era yo, no ellos. pero allí estaban, padre e hijos desmayados en el suelo. Creo que dejare que ellos elijan el nombre de mi bebe. Este día, sin lugar a dudas, seria un día para recordar.


Fin.