Hoola! Gracias por darme su opinión en los rewies, no sé como responderlos así que mejor los respondo por acá en general: Que bueno que les agrade la temática, no se preocupen por el sufrimiento de Sasuke, que tendrá todo lo que se merece. También me alegro que les haya gustado la pareja SakuraxKakashi, se viene una sorpresa con esa pareja, aunque deben esperar, pero si o si habrá Kakasaku, no se preocupen.

También les aviso que la actualización será semanal, pero como estoy a las finales de mis exámenes en mi universidad y pues no me ha ido muy bien con las matemáticas, esta vez subiré el capítulo hoy porque dudo que en el transcurso de la semana tenga tiempo. Así que deséenme suerte para pasar todos los exámenes, luego de eso actualizaré semanalmente sin retrasos, les prometo.

Y bueno, ya saben, los rewies aconsejando, dando su opinión siempre son bienvenidos!

En fin, espero no decepcionarlas con la actualización.


Capitulo 2

Ya no te quiero.

Hinata:

Llegué al departamento después de un largo día en la universidad, el cual había sido una tortura de enorme dimensiones. Mi timidez me había jugado en contra a la hora de socializar, cuando en un principio mis compañeros mostraron gran interés en conocerme pronto notaron mis pocas habilidades sociales y desistieron de ir más allá en la interacción. La verdad es que la otra chica de la carrera era el centro de atención, todo lo contrario a mí, extrovertida, guapa, inteligente… no podía si no envidiarla sanamente.

Y encima el ayudante de la clase…

Había estado con un nudo en la garganta toda la mañana desde que conocí al ayudante de mi sección, debía contárselo a Sakura cuanto antes o mi faringe probablemente explotaría.

Apenas crucé el umbral de la puerta el olor a comida me dio sorprendió de golpe haciéndome recordar que no había comido nada durante todo el día, la ansiedad no me lo había permitido. Me dirigí de inmediato a la fuente de aquel delicioso aroma. Sakura se encontraba en la cocina americana, tras el mezón, vigilando una olla como si fuese una bomba que pudiese explotar en cualquier momento.

-Bienvenida Hinata –habló sin dirigirme la mirada.

-¿Se trata eso de la cena? –pregunté al mismo tiempo que mi estómago rugía haciendo ruidos como de dinosaurio.

-Ajá.

Sakura de pronto se puso en cuclillas a buscar, el mezón ocultaba mi visión de ella urgando ahí abajo pero pude oír como hacia sonar un montón de trastos.

-¿Dónde hay un colador por aquí, Hinata?

-Ah… no-no lo sé Sakura-chan, yo no ordené la cocina-a, lamento no poder ayudarte-e, déjame buscar…

Mi amiga, con su increíble capacidad de interpretar mis expresiones y tonos de mi voz se puso de pie de inmediato al escucharme.

-Lo siento tanto Hinata, vienes de un día que debe haber sido realmente agotador y yo preocupada por un colador… cuéntame ¿cómo te fue hoy?

-Sasuke estaba ahí y es mi ayudante! –solté sin siquiera pensarlo, la idea aún parecía irreal en mi mente, tenía que cerciorarme y concretarla con palabras, alguien más además que yo debía saber el hecho para que al fin pudiese pensar en él como un hecho.

-Sasuke, el chico que te gusta?! –chilló Sakura actuando como una adolescente norteamericana en una pijamada.

-No-no- ya-no-no-no-ya –no logré articular un común y fácil "ya no me gusta".

A esas alturas de la conversación mi rostro se debía asemejar fielmente a los tomates apilados en la despensa.

Un fuerte golpe vino desde el mezón en medio de la habitación, Lee-kun se asomó como un fantasma desde ahí.

-¡¿Te gusta el ayudante Uchiha?! –exclamó con sus ojos como dos platos.

-Lee-lee-kun ¿qué-que hace aquí? –tartamudeé, la aparición de mi vecino era desconcertante, no había color rojo que figurara en la paleta de colores que describiera mi rostro -¿Estaba-as escondi-dido ahí? ¿Sakura-chan?

Ella empezó a mover las manos frenéticamente para negarlo, mientras lanzaba miradas asesinas al joven Rock Lee.

-No es así Hinata, solo buscaba el colador –argumentó Lee –no era mi intención escuchar a cerca de tu objetivo amoroso.

Intenté articular unas palabras pero mis cuerdas vocales solo pudieron formar un sonido parecido al graznar de un ganso, luego me rendí y atiné a cubrir mi cara para ocultar la excesiva migración de sangre a mis mejillas. Ahora Lee sabía que el ayudante de la clase era mi objetivo amoroso… ¡no! No lo es, lo fue alguna vez, hace muchos años, y de eso ha pasado mucho, maduré, acepté el rechazo cuando llegó y… no lo había olvidado, de eso estaba segura, de ser así no lo habría reconocido apenas sus orbes oscuras se posaron sobre mí para indicarme el número de sala, pero ser mi objetivo amoroso, lo dudaba, ya no. Probablemente el Sasuke universitario había cambiado radicalmente, también era probable que tuviera una hermosa novia, y que apenas recordara a la tonta niña que le declaró su amor bajo la escalera de su viejo y olvidado instituto.

-Lamento no haberte avisado sobre Lee-kun, Hinata –se disculpó Sakura a la vez que se acercaba para abrazarme –él solo vino a ayudarme con la cena y bueno… no… ¿No le dirás nada a nadie, cierto Rock Lee?

-Mi boca está sellada, jamás podría traicionar así a mis queridas amigas –prometió el joven con excesiva formalidad.

Al parecer se había tomado las cosas muy rápido con nuestra relación como vecinos ¿Amigos? Bueno, Lee-kun era un buen chico, quizás también sería un buen amigo.

-¿Cómo ha-ha-has- llegado antes a casa Lee-kun? –inquirí tratando de cambiar el tema, así por lo menos mi rostro recobraría su color original.

-Pues viajo en mi motocicleta, traté de buscarte después de clases pero fue imposible ubicarte, son demasiados alumnos, incluso yo no sabía que vamos a la misma sección con el ayudante Uchiha.

Mi intento fue fallido, el color recién recobrado de mi cara volvió a cambiar drásticamente.

Yo tampoco había visto a Lee, en parte porque estaba demasiado pasmada con la presencia de mi antiguo amor Sasuke Uchiha, y en parte porque era verdad lo que mi vecino decía, la cantidad de alumnos era excesiva.

-Dios mio, Lee, trae un vaso de agua –ordenó Sakura –La pobre Hinata sufrirá una embolia cerebral si sigue así de colorada.

-No-n-o esto-o-y –mis protestas fueron inútiles y claramente una gran mentira, hasta yo podía sentir el calor, mis mejillas estaban abrasadoras.

Sakura me condujo al living, donde me senté, Lee llegó rápidamente con un vaso de agua fresca, el cual bebí de un solo trago.

-Está bien, ahora estás más tranquila, pero no permitiré que te quedes con el asunto atrapado en tu mente. Adelante señorita, suéltalo todo.

-Nosotros te apoyaremos en cualquier decisión que tomes, como amigos que somos.

Sakura dirigió una mirada divertida cuando Lee soltó esa frase tan cliché. Él mientras tanto permanecía inmutado, con el semblante serio y sus ojos refulgentes de la emoción que causa una reunión con buenos amigos. Debía aceptarlo, aunque extraño y singular, mi vecino era una buena persona.

-Él estaba ahí…. Y-y-y me indicó la sala –logré por fin decir –Lee-kun, tráeme otro vaso con agua por favor… -Lee corrió a la cocina.

-Con que él estudia lo mismo que tú –comentó Sakura pensativa –y además se apuntó para ser ayudante de la sección, eso quiere decir que está corto de dinero, eso todo el mundo lo sabe…

Me molestó en cierta manera que Sakura hiciera esa observación tan superficial, al menos a mí jamás me interesó el lado socioeconómico de las personas. De todas maneras el comentario de mi amiga era acertado, simplemente yo no había analizado la situación, estaba demasiado confundida para hacerlo.

-¿Él te reconoció?

La pregunta del millón, ¿me había reconocido Sasuke? No lo creo, lo dudo, de ser así al menos se hubiese sorprendido, mentira, Sasuke jamás expresaba sus sentimientos, eso lo sabía yo. Sus ojos eran los mismos, sin emoción alguna, oscuros pozos donde la oscuridad ocultaba todo. Entonces quizás me había reconocido pero no le intereso, ¿por qué le habría de interesar? Yo era un pasado patético en su vida, su presenta era demasiado brillante como para opacar sus recuerdos de adolescente.

-No lo creo –respondí finalmente sin ocultar la decepción en mi voz.

Lee llegó con el segundo vaso con agua, esta vez, solo tomé un sorbo y que la decepción y añoranza que me habían invadido se habían llevado cualquier color que pudiese predominar en mi rostro.

-No comprendo nada de nada –comentó nuestro nuevo amigo.

-Prefiero que Hinata no se altere contando esa historia… ¿Crees que es prudente que yo le cuente la historia Hinata-chan?

Le permití hablar sobre mi patético pasado a nuestro recién conocido vecino.

-Cuando Hinata y yo asistíamos al instituto, ella entró al club de ciencias. –comenzó a narrar Sakura –Era un club lleno de nerds que hacían explotar líquidos y mezclaban otros cuantos para formar colores, también miraban por sus microscopios por horas…

-Saku-ku-ra-chan… -la interrumpí, reprochándola con la mirada.

-Está bien, está bien –se disculpó mi amiga –ellos trabajaban en proyectos, como sea. Ahí estaba Sasuke Uchiha, era uno de los mayores cuando Hinata entró, él cumpliría 18 años, ella solo tenía 15. Sasuke era muy guapo, pero también muy callado y serio, tuvo muchas pretendientes pero se habían alejado de él al ver sus extraños intereses por la ciencia. –hizo una pausa para comprobar que la historia seguía su correcto curso y también para saber si Lee seguía el hilo. Ambos asentimos. –Bien, Hinata pudo conocerlo más a fondo, yo jamás lo imaginé, digo, ella era muy tímida, sobretodo con los hombres. Ella me habló por primera vez de él y yo no podía creer que lo conociera tanto, y que el Uchiha tuviera gustos tan parecidos con los de ellas, él tenía una personalidad escondida que había revelado a la tímida compañera que nadie más tomaba en cuenta. A decir verdad siempre pensé que eran el uno para el otro y que él mostraba un interés especial por ella…

-¡Sakura-chan! -volví a reprocharla, esta vez porque el dolor de escuchar sobre aquellos recuerdos apareció como si nunca se hubiese ido.

-Vamos Hinata, eso era verdad.

-Hasta ahí la historia suena como bastante linda… -acotó Lee -¿Qué pasó después?

-Yo la alenté a declarársele –suspiró Sakura –en parte fue mi culpa, él se iría muy pronto del instituto, como dije, era del último año. Convencí a Hinata, ensayamos el momento una y otra vez para superar su timidez y ataques de pánico. Cuando finalmente lo hizo él la rechazó ¡la rechazó! ¿Puedes creerlo? ¡A una chica tan dulce como ella!

-Hinata-chan es encantadora, como pudo hacerlo –Lee llorabá con real conmoción, como si estuviera viendo una película de amor muy triste, me sentí mal por él.

-¡Pero lo hizo! –Sakura elevó su voz indignada –Ese maldito Uchiha… sé fue del instituto y le rompió el corazón a Hinata. Ella estuvo 3 años sin pensar en el amor, a pesar de que tuvo muchos pretendientes, se volvió una chica muy hermosa, la ayude a cambiar su imagen, se dejó crecer el cabello, hice de todo para que ella recuperara su autoestima, lo estábamos logrando ¡pero tenía que llegar ese imbécil a arruinar todo mi trabajo.

Lee se abalanzó contra mí y me envolvió en un abrazo demasiado apretado, mientras lloraba con genuina emoción.

-Hinata-chan, eres una chica hermosa que cualquier hombre querría, no puedes dejar que tu autoestima se dañe por un hombre –me decía Lee.

Debo aceptarlo, me sentí tranquila. Luego Sakura se unió al abrazo mientras propinaba insultos al aire sobre lo imbéciles que eran los hombres y que él se perdía una chica con un gran y bonito busto.

-Sakura-chan –me sonrojé nuevamente, esta vez quería tomar el vaso de agua y lanzarlo sobre mi cara para apaciguar el calor.

Mis particulares amigos comenzaron a reir.

-No-no te preocupes Sakura-chan –dije luego de que sus ataque de risas finalizaran –yo-yo ya olvidé a Sasuke, eso fue hace muchos años… no siento nada por él…

-Eso es lo mejor que podrías hacer Hinata, hay miles de chicos en esta universidad que apreciarán tus buenos sentimientos. –dijo Lee-kun, al parecer era muy bueno con las palabras de alivio.

-Y sus curvas –añadió Sakura –no olvides sus curvas –y volvieron a estallar en carcajadas, esta vez me les uní, aunque algo avergonzada.

Desde la cocina, un fuerte olor a comida quemada se deslizó entre nuestra pequeña reunión, apagando nuestras risas y haciéndonos correr en esa dirección.

-o-

Sasuke:

Había sido un día agotador, la ayudantía que hacía a los primer año no había sido la mejor idea que había tenido, pero necesitaba la paga y era mejor dar clases a un montón de chicos que apenas salían de la adolescencia que repartir pizzas o peor, hacer comida frita en un restaurante de comida rápida.

Entré en la residencia, la cual compartía con 4 estudiantes más, Naruto, mi mejor amigo, Kiba Inuzuka y su perro ilegal –en las residencias de estudiantes prohibían las mascotas, pero Akamaru era demasiado apegado a Kiba -, Sai, el chico recién llegado era extraño pero para nada molesto, por último estaba Neji Hyuga.

Naruto se encontraba en la cocina viendo al parecer un programas sobre adolescentes idols en bikini, cuando sintió mi presencia cambió el canal de la pequeña televisión y comenzó a reir como un imbécil.

-No te preocupes, conozco tu lado pervertido, no trates de ocultarlo.

-No sé de que hablas –mi amigo se hizo el desentendido sin dejar de reir -¿Vas a hacer la cena?

-¿Qué? –el dobe se pasaba algunas veces –no me jodas, no haré nada, no soy tu sirvienta.

-Joder, no digas eso, que a mi sirvienta la vestiría de sexy maid, a ti eso no te viene.

-Maldito pervertido –lo golpeé suavemente en la cabeza.

-Ya! Ya! -exageró sobando su cabeza llena de cabello rubio –creo que me haré un ramen instantáneo para cenar.

-Morirás de cáncer ¿lo sabes? –le advertí.

-Que va, que va, eso son cosas que se inventan los científicos, todos saben que están medios locos.

Puse los ojos en blanco. Saqué la mercadería que traía en las bolsas y la acomodé en el refrigerador, intentando hacer espacio entre los packs de cerveza barata que probablemente pertenecían a Naruto y Kiba.

-¿Qué tal fue tu primer día de trabajo y estudio? Imagino que agotador, yo no podría enfrentarme a eso, es ridículo. –comentó Naruto mientras esperaba que el agua hirviera. -¿no crees que afectará tu desempeño en clases?

-Tú no lo entenderías dobe –contesté, mi amigo, a pesar de ser un imbécil, tenía razón, pero no lo aceptaría delante de él –necesito el dinero, además por supuesto que no afectará mi desempeño, soy demasiado listo para eso, eso solo le pasa a los mediocres como tú.

-Pues soy el mejor dibujante de mi carrera, hasta Sai me pidió consejos ya que él entrará a primer año y admira mi trabajo. –Naruto infló su pecho expandiendo sus pulmones el doble del tamaño normal, al parecer estaba orgulloso.

-Apuesto que pidió te pidió consejo para no seguir tus pasos y ser tan malo como tú.

-Teme.

-Dobe.

El agua hirvió y Naruto la depositó sobre su sopa maruchan, llena de químicos e ingredientes deshidratados.

-Naruto, hoy conocí a una chica –solté sin mirarlo a los ojos.

El dobe abrió tanto los ojos que parecieron dos huevos estrellados, incluso se le pasó el agua caliente que revalsó el envase de la sopa.

-Mierda, Sasuke –maldijo Naruto limpiando la mesa –no me digas esas cosas mientras realizo maniobras de cocina peligrosas, pude haberme quemado.

Me preparé un café con lo que sobraba de agua caliente, mientras mi amigo de poco cerebro limpiaba el desastre sobre la mesita de la cocina, él maldecía sobre lo desubicado que era algunas personas al decir noticias tan serias en momentos de alto riesgo.

-No sé por qué te lo tomas como algo sobrenatural –mencioné para calmar el ambiente –soy un hombre después de todo, además solo dije que conocí a una chica, te precipitaste a los hechos.

-¡¿Qué Sasuke está enamorado?! –Kiba entró de pronto en la cocina junto a akamaru, el que corrió a olfatear el ramen instantáneo de Naruto.

-¡No he dicho nada de eso, Inuzuka! –me exasperé –¿además que no te han enseñado a no meterte en conversaciones ajenas?

-Tranquilo Uchicha, solo bromeaba, disculpa, fue inevitable escucharlo –se disculpó Kiba mientras se sentaba a la mesa junto a nosotros.

Naruto luchaba contra el gran perro para que se alejara de su Ramen.

-No te preocupes, Naruto, akamaru no es tan tonto como para tragarse esa potencial bomba de cáncer –dije, y de inmediato akamaru se sentó junto a su dueño tranquilamente.

-Así que… ¿quién es? –inquirió Naruto con una sonrisa pervertida en sus labios –¿es alguna compañera?

-Lo dudo –se apresuró a decir Kiba pensativo –casi no tiene compañeras, y todas ellas no son muy agraciadas que digamos, excepto Tenten, pero sabemos que ella le lanzado ya la red a nuestro querido Neji Hyuga… entonces…

Tragué saliva, los chicos se lo estaban tomando demasiado en serio. ¿Es qué acaso era raro ver a Sasuke Uchicha interesado en una chica? ¿interesado era la palabra? Solo había visto a una chica linda, nada más, tampoco podía apresurarme a los hechos, puede que su personalidad se tratara de un asco. Un envase bonito ocultando un producto realmente de mala calidad.

Pero hacía demasiado tiempo que no pensaba en una chica como algo más que una amiga o compañera, pretendientes no me habían faltado, pero siempre puse mis estudios como primera prioridad, las chicas que me abordaron pronto se aburrieron y dejaron de intentarlo. Debía reconocer que haber fijado mi atención en una chica era algo completamente extraño, pero aquella nueva chica de primero tenía un rostro difícil de ignorar, un aura tan delicado que te obligaba a tratar de protegerla con tus propios brazos, y la tierna forma en que sus mejillas se ruborizaron cuando la ayude a encontrar su sala fue lo más encantador que había visto en muchos años.

-Es una nueva estudiante de primer año –les dije finalmente.

-¡Wow, wow, wow! –exclamó Kiba gesticulando exageradamente.

-¿Cómo es? ¿es linda? ¿cómo se llama? ¿Tienes su Facebook? –atacó Naruto.

-Basta, no sean idiotas, ni siquiera he dicho que me guste, solo dije que llamó mi atención –aclaré elevando la voz. –y yo, ni siquiera sé su nombre…

-Estás sonrojado Sasuke, querido –bromeó Naruto haciendo gestos ridículos a los que Kiba se unió.

-Idiotas. –dije finalmente antes de levantarme para irme a mi habitación.

Antes de alcanzar mi habitación me detuve frente al baño por un minuto, me decidí a entrar, prendí la luz y observé mi rostro… no estaba sonrojado, el dobe me estaba tomando el pelo ¿Pero por qué lo dudé? Cerré la puerta con un fuerte golpe. Abajo Naruto y Kiba seguían riendo como idiotas.

Al día siguiente abordaría a la chica, decidí, tenía que ayudar en el laboratorio al profesor Orochimari a primera hora. Le preguntaría su nombre y por fin sacaría la duda de mí. A puesto que era tonta y superficial, eso era lo mejor que me podía pasar, así zanjaba el asunto de una vez por todas y nadie saldría herido.