-¿E-en serio vas a ayudarme Fortachón? –Pregunto Tontín.

-Claro. Primero bájate los pantalones para que pueda empezar.-Pitufo Tontín no lo dudó ni un segundo cuando ya tenía los pantalones hasta abajo e igualmente dando una visión completa de su pene endurecido. Pitufo Filósofo también estaba observando, y no le gustó nada que primero Fortachón lo ayudara a él y ahora a Tontín ¿Acaso eran celos? Jamás estaría dispuesto a admitirlo en voz alta pero si, definitivamente eran celos.

Fortachón comenzó a repetir el mismo proceso, pero su mano derecha ya no iba muy rápido para complacer al necesitado miembro de Tontín; ya se le habían acabado las fuerzas por hacérselo a Filosofo, y con la izquierda no se ponía cómodo; entonces se le ocurrió una idea, algo loca, pero tal vez funcionaria. Abrió su boca lo más grande que pudo y en ella se metió todo el falo completo, haciendo que Tontín soltara un gemido tanto de sorpresa como de placer.- ¡Ahh!…Fortachón… ¿E-estas seguro que s-sabes l-lo q-que…haces?-El Pitufo no le respondió, parecía muy concentrado en su tarea, así que la continuó. Estuvo unos minutos más en la misma posición.-Es-espera, siento que...algo…

-Está bien Tontín, déjalo salir, no te contengas.- Hasta que Tontín dejo salir todo su semen. Pitufo Fortachón saboreo con calma aquel líquido.-Mmm…no está mal. Sabes muy bien Tontín.

-G-gracias Fortachón.-Y de nuevo el Pitufo continuo dándole placer.

Esto igualmente sorprendió mucho a Filosofo, no esperaba que Fortachón haría semejante cosa; pero el ver eso hizo que su miembro comenzara a despertar de nuevo. "Parece que necesitare ayuda otra vez"-Se dijo. Y ya no le importaba si los otros dos se daban cuenta, pero Filosofo comenzó a masturbarse él solo y ahí mismo. Escuchar los gemidos de Tontín de como disfrutaba lo que Fortachón hacia también fue muy útil para que se excitara más y las caricias en su parte baja se sentían mejor.-P-pero… ¡No es justo!-Grito de repente; y esta vez atrajo la atención de Tontín e incluso la de Fortachón.

-¿Qué ocurre Filósofo? ¿Qué cosa no es justa?-Preguntó el ultimo.

-Lo que le haces a Tontín no es justo… yo también quiero sentirlo.

-¿Y por qué no lo dijiste antes? Ven aquí.-Filosofo muy obediente se acercó hasta donde estaba Tontín. Ahora los dos tenían enfrente a Fortachón y le permitió engullirse a este último todo su miembro en la boca. Fortachón lo degusto como si fuera un caramelo, e igual lo besaba desde abajo hacia arriba, parecía que nunca se cansaría de hacer aquello, y eso a Filosofo lo ponía muy feliz.-Mmm está muy bueno.-Dijo.-Y el tuyo tampoco se queda atrás, Tontín.-Fortachón parecía estársela pasando muy de complacer de un solo Pitufo a dos sin ningún problema.- ¿Les gusta, cierto?-Pregunto mientras acariciaba con delicadeza ambos miembros con sus manos. Ante esto los dos Pitufos respondieron afirmativamente pero con dificultad debido a que no podían ni terminar una oración completa por la adrenalina que sentían; pero llego un momento en el que Fortachón se cansó de hacer lo mismo y decidió cambiar la estrategia.-Creo que ahora yo merezco algo de atención ¿No creen?

Al principio Pitufo Tontín no estaba muy dispuesto a cooperar, pero las palabras de Filosofo lo convencieron.-Fortachón tiene razón, Tontín, él ya ha hecho mucho y ahora nosotros debemos regresarle el favor. ¿Qué quieres que hagamos Fortachón?

-Lo mismo que les hice a ustedes. Y me gustaría que lo hicieran al mismo tiempo.

-¿Al mismo tiempo? ¿Estás seguro de que eso puede hacerse?

-No lo sabremos hasta intentarlo.-Entonces los dos Pitufos se inclinaron enfrente de Fortachón, y mientras unos se encargaba de acariciarle el pene, el otro comenzaba a lamer uno de sus testículos.

-Ahh…sí, esto se siente…tan bien.-Gemía.

Todo eso era…bastante divertido, a la vista de Tontín. Él, Filosofo y Fortachón hacían algo juntos por primera vez y sin pelearse entre ellos. Ninguno de los otros dos le había reclamado hasta ahora nada por el hecho de hacer algo mal, lo que significaba que estaba haciéndolo bien entonces. Aun sentía la necesidad de que su miembro estuviera dentro de la boca de Fortachón, pero él mismo dijo que le tocaba recibir toda la atención. Pensó rápido en otra posibilidad y le vino una idea a la mente. Dejo de lamer el testículo de Fortachón y ahora se posicionaba detrás de Filosofo, tomándolo por las caderas.-Tontín ¿Qué haces?-Preguntó este.

-Solo déjame intentar algo ¿Sí?

Tanto Pitufo Filósofo como Fortachón observaron lo que Tontín haría. Fue acercando lentamente la punta de su miembro hacia el ano de Filosofo y empezaba a introducirlo lentamente.- ¡Ahhh Tontín, eso duele!-Al saber que estaba lastimando a su amigo, lo mejor sería sacar su pene de ahí, pero ese pequeño agujero se sentía tan cálido que no quiso apartarse por más que quisiera.

-L-lo siento Filosofo. Aquí-adentro se siente muy rico.-Oír esto hizo que el Pitufo se sonrojara.

-E-entonces continúa, n-no me molesta.

-P-pero dijiste q-que te dolía.

-No importa.

Con esa respuesta Tontín vio la oportunidad de empezar a empujar, eso era lo que necesitaba su miembro en eso momentos. Al ver que Filosofo no dejaba de gemir, era otra señal de que le estaba gustando. Comenzó a hacer que sus embestidas fueran más rápidas y mantuvo ese ritmo durante unos minutos más.

Mientras tanto, con la distracción que Tontín había hecho, Filosofo se había olvidado de seguir atendiendo el miembro de Fortachón, cuando se dio cuenta de esto, no perdió más tiempo para retomar la acción hasta que sintió el líquido caliente llenar su boca y le siguió que Tontín terminara dentro de él.-Filosofo.-Escucho que Tontín le llamaba.

-¿Qué ocurre Tontín?

-Q-quiero probar el líquido de Fortachón; si es que me lo permites.

-Claro.-Respondió este. Acercaron sus labios hasta que se encontraron, y Tontín pudo disfrutar del líquido de Fortachón que había quedado en la comisura de la boca del otro

-Bueno, que bien que se estén divirtiendo. Es mi turno de nuevo.- Dijo Fortachón.

-¿Y qué quieres que hagamos ahora?-Pregunto Filosofo bastante animado para participar.

-Bueno…me gustaría saber que se siente lo que Tontín te hizo a ti, pero también quiero hacerlo yo. Eso es un problema.

-Claro que no, hallaremos la forma de que se pueda.

Así fue que se formó la escena de que Pitufo Filosofo era penetrado por Fortachón quien a su vez era penetrado por Tontín. A cada uno de ellos le toco estar posicionado debajo mientras uno de los otros dos le metía el pene y le daba fuertes embestidas. Nunca antes ninguno de ellos había tenido tantos orgasmos como ese día, pero estaba muy bien.

Esa fue la última acción entre los tres en esa mañana; fue bueno mientras duro, pero Pitufo Fortachón les recordó de repente que aún tenían que regresar a la Pitufi-aldea porque la hora para comer ya se estaba acercando y los demás sospecharían si ellos no estaban ahí presentes.

Volvieron a la Pitufi-aldea, pero durante el resto del día no volvieron a dirigirse la palabra y seguían normalmente con las demás actividades diarias, cada quien por su lado.

Cuando ya iba anocheciendo y todos se preparaban para ir a dormir, Papá Pitufo citó a Filósofo para que se encontraran en la casa del más viejo.

-¿Papá Pitufo, me llamaste?

-Sí Filósofo, entra.-Filosofo entro a la casa.- Mira, quería hablarte de tu…problema ¿Sabes?

-Oh sí, eso…bueno…eh…-Comenzaba a ponerse nervioso, pero intento guardar la calma.-Todo está muy bien, perfectamente, no tienes de que preocuparte Papá Pitufo.

-Me alegra oír eso ¿En verdad me hiciste caso cuando te dije que no te tocaras?

Filosofo seguía nervioso, pero no iba a dejar que Papá Pitufo lo notara.-Claro que si Papá Pitufo, yo nunca te desobedecería ¿Por qué habría de hacerlo? Sabes muy bien que yo nunca…

-Muy bien Filósofo, ya me quedo muy claro. Ya puedes irte a descansar, eso era todo lo que quería preguntarte.

Filósofo estaba a punto de marcharse, muy alegre porque Papá Pitufo no notó su nerviosismo, pero en el interior se sentía fatal porque acababa de mentirle. Y se sentía más fatal aun…por el hecho de no saber por qué tocarse a uno mismo era tan malo.-Papá Pitufo ¿Puedo preguntarte una última cosa?

-Adelante Filósofo.

-¿Qué pasaría si llegara a tocarme? Es solo una pregunta, nada más.

-El tocarse uno mismo conlleva a la lujuria, que a su vez te lleva a tener pensamientos impuros. Claro que descartamos tu sueño con Pitufina porque como ya te dije antes, eso es normal. Y bueno, es por eso básicamente que no debes tocarte, los humanos lo hacen y por eso ellos ya no hay ni cómo ayudarles.-Eso basto para que Filosofo se sintiera destrozado. Claro que no había sido él quien se tocó, fueron Fortachón y Tontín la mayoría del tiempo, pero igual eso ya le había ocasionado tener los "pensamientos impuros" por el resto de su jornada laboral. Estaba perdido, igual que un humano, tal vez para él ya no se podría hacer nada tampoco para ayudarlo.

-E-está bien Papá Pitufo…que bueno que me lo dijeras.-Dijo simplemente.

Ya en su propia casa intentaba acorrucarse en la cama y conciliar el sueño, pero le era algo imposible. Pasaba más de la media noche y nunca se pudo dormir.

Unos golpeteos en su puerta le hicieron levantarse e ir a atender, pero de nuevo procuró cubrirse con una cobija, pues no quería que ningún Pitufo notara su problema debido a los pensamientos impuros e imposibles de sacarse de la mente.- ¿Quién es?-Preguntó, debido a que no pudo reconocer a quien le estuvo llamando por la oscuridad de la noche. Y en lugar de obtener una respuesta, Filosofo sintió un par de manos sostenerle por los hombros y empujándolo hacia atrás, mientras unos labios se posicionaban sobre los suyos y una lengua juguetona ansiaba jugar un poco con la propia. Todo eso le bastó para saber de qué Pitufo se trataba.-Fortachón ¿Ahora qué quieres?-Pregunto con dificultad, pues los besos del otro apenas le dejaban hablar.

-Repitamos lo de hoy otra vez, ahora mismo, por favor.-Dijo con voz ronca.

-¿Qué? No, no puedo.-Le evadió.

-¿Por qué no?

-Papá Pitufo ya me dijo la razón de por qué no debes tocarte. Todo eso me dejo pensando y…es por eso que no puedo.

-Oh vamos, tú dices que no puedes, pero sabes que si quieres.

-P-por favor vete.

-Yo quiero estar contigo.-Se le acercó más hasta dejar a Filosofo atrapado entre su cuerpo y la pared. Se acercó hasta tal punto que ambos miembros erectos se rozaron.- ¿Lo ves? Estás tan necesitado como yo. Además ¿Que importa lo que Papá Pitufo haya dicho? Ya está muy viejo, llegará a un punto en el que ni él mismo sepa de qué está hablando. Tal vez diga que tocarse es malo, pero para nosotros no, porque eso nos divierte ¿O no?

-B-bueno…tal vez tú…

-Tengo la razón.-Concluyó.-Date prisa, vamos a buscar a Tontín para que nos acompañe.-Fortachón finalmente dejo a Filosofo libre yéndose a buscar a Tontín, pero él se quedó ahí meditándolo.

Tal vez después de todo Papá Pitufo ha estado hablando puras tonterías. Si, a lo mejor ellos tres ya estaban lo suficientemente lujuriosos como para negarlo ¿Y qué? Podrían vivir con eso.

Casi sin que se diera cuenta, sus propios pies lo llevaron hasta el riachuelo donde todo había pasado. Los arbustos de Pitufi-fresas no le dejaban observar bien, pero pudo escuchar perfectamente más gemidos que provenían de Tontín; probablemente Fortachón estaba haciendo con el algo muy placentero.-Oigan-Les dijo a ambos una vez que logro pasar los arbustos.- ¿Por qué no me esperaron? Que malos son.-Hablo fingiendo enojo.

-Qué bueno que llegaste.-Dijo Fortachón.- Te estabas tardando.

-De todas formas no podíamos empezar sin ti, Filosofo.-Secundó Tontín.

-Solo hay que procurar no hacer tanto ruido para no despertar a toda la Pitufi-aldea ¿De acuerdo?-Les advirtió.

-No te preocupes, nadie nunca tiene por que enterarse.-Respondió Fortachón con sonrisa audaz.

Entre los tres empezaron por juntarse lo más que pudieron para que sus miembros se tocaran, una que otra vez alguien metía la mano para acarícialos al mismo tiempo.

Supuestamente juraron no hacer tanto ruido, pero eso era algo imposible. Bueno ¿Qué más da? Nadie estaría dispuesto a despertarse a esas horas para investigar de todas formas.

La diversión volvía a comenzar.

Y tal vez Filosofo debiera considerar el llevarse mejor con Pitufina; todo aquello era gracias a ella después de todo.