Mica: Hola, solo quería decirles que hice esto y, depende de ustedes, lo voy a continuar o no. Espero que les guste y recuerden que los TMNT no me pertenecen. También perdonen los errores (y/u horrores) ortográficos ¡Disfruten! ^_^

P/D: Miko si me pertenece a mi, me quise meter a la historia XD


Un chico pelirrojo y de ojos verdes, vistiendo pantalón de vestir gris, camisa blanca (con los primeros botones sin prender) y una corbata roja mal puesta, corría como alma que lleva el diablo. Corría, esquivando a cada persona que se le cruzaba en frente y con el grupo de porristas detrás de él. Con rapidez, se metió al salón de arte, sentándose en el piso y apoyando su espalda en la puerta, suspirando de alivio total al escuchar como los gritos de las porristas se alegaban del lugar.

-No debiste cerrar la puerta, ¿sabes?- escucho que alguien le hablo con tono divertido. Busco con la mirada al dueño de la voz y se encontró con un chico rubio, de ojos celestes y con pecas en la cara, también tenía el uniforme pero con una corbata naranja.

-¿Por qué lo dices?- pregunto bruscamente el pelirrojo. El rubio, quien estaba sentado en el piso y con la espalda apoyada contra la pared, se rio levemente.

-Porque la puerta no se abrirá- respondió el rubio encogiéndose de hombros. El pelirrojo, con el ceño fruncido, se levanto de donde estaba y miro al rubio.

-Si claro, a otro perro con ese hueso- apenas dijo eso, el pelirrojo intento abrir la puerta pero esta no cedió. -¿Pero qué…?- intento con un poco mas de fuerza pero seguía sin funcionar. -¡Mierda!- golpeo la puerta con enojo y se alego de esta, empezando a respirar profundo e intentando tranquilizarse. Caminaba de un lugar a otro bufando como un caballo salvaje. El chico rubio no le quito el ojo en ningún momento, de hecho lo observaba con intensidad. De pronto, y sin aviso, el pelirrojo se detuvo en seco y lo miro, lo miro como si fuera el culpable y el rubio se percato de esto.

- ¡Hey!…¡Y-Yo no fui, l-lo juro!- intento incorporarse para hablar mejor pero, al intentarlo, solo consiguió caer sentado de nuevo. -¡Hay!- se quejo el rubio. El muchacho pelirrojo se preocupo al ver que ese chico no pudo levantarse, se acerco y entonces, pudo verlo mejor: ese chico rubio estaba todo sucio y golpeado

-¿Qué rayos te paso?- pregunto bruscamente pero se podía percibir un toque de preocupación. El rubio lo miro asombrado y con una enorme sonrisa contesto.

-¿Qué? ¿Esto?- se miro a sí mismo. -Naaa…solo eran los del grupo futbol que me estaban persiguiendo- dijo como si fuera la cosa más natural de mundo. Esto molesto al chico pelirrojo pero le vino un recuerdo a la cabeza.

-¡Creo que se quién eres!- exclamo. –Tú eres ese al que siempre molestan, ¿cómo es tu nombre…? ¿Filip? ¿Miguel?..- al escuchar esto el chico rubio se sonrojo, sintiéndose avergonzado.

-Miguel Ángel…pero me dicen Mikey…- dijo con una sonrisa falsa agachando su cabeza. -¿Y tu…?- pregunto.

-Ah, yo soy Raphael- dijo desinteresado. –Pero mejor dime Raph- agrego el pelirrojo cruzándose de brazos.

-Entonces Raph…¿qué hora es?- pregunto Mikey con una sonrisa nerviosa. Raph, un poco extrañado, saco su celular de su bolsillo y miro la pantalla.

-Las 8:55, ¿por qué?- respondió Raph. Con aquello, Mikey suspiro frustrado.

-Demonios, ella va a matarme- murmuro el rubio. El pelirrojo, al escuchar eso, se acerco y se sentó al lado del rubio herido, haciendo que este se sonrojase un poco. Raph lo miro de reojo, como pidiendo una explicación a aquello. –Soy el compañero de Miko, ella me pidió que la ayudase con algo a las 9:00- se encogió de hombros.

… … … …

-¡Miko!- exclamo un chico castaño, con anteojos y un pequeño espacio en sus dientes, tenía el uniforme escolar con una corbata violeta, mientras se acercaba a la mencionada. Miko, una chica de cabello largo y ondulado azabache, de ojos marrones, con el uniforme (pollera gris tableada, remera blanca, medias grises y zapatos negros) y con una corbata negra, se dio vuelta para mirar al chico.

-¿Qué pasa Donnie?- pregunto ella una vez que el chico estuvo a su lado.

-¿Viste a Mikey?- pregunto preocupado. Miko, quien tenía una mueca rara en a cara, negó con la cabeza.

-No lo vi- respondió Miko. –Solo sé que lo necesito para la entrevista que tengo dentro de unos minutos- agrego ella mirando su reloj que tenía en la muñeca y ganándose una mirada de extrañeza de parte de Donnie. En eso, una sonrisa rara apareció en la cara de la chica.

-¿Qué? ¿Por qué me miras así?- pregunto extrañado Donnie pero después de unos minutos, se dio cuenta de algo. -¡No, claro que no! ¡Jamás en esta vida!- se negó rápidamente, mientras que Miko se le empezó a acercar sin borrar la sonrisa de su cara.

… …Momentos después… …

-No puedo creer que me hagas hacer esto- comento Donnie con cara de aburrimiento y una cámara en la mano.

-Ho vamos, te deberé un favor- contesto Miko con una sonrisa y un micrófono en mano.

-Te odio…- murmuro Donnie, haciendo que Miko se riera levemente.

-Yo sé que no lo haces…- contesto ella sin borrar la sonrisa de su cara. Justo en eso, un chico de cabello azabache y de ojos azules (un poco más obscuros que los de Mikey), tenía el uniforme impecable y con la corbata azul. Donnie se le quedo viendo y, extrañamente, un sonrojo apareció en su rostro.

-Hola Miko- saludo con una leve sonrisa. A Donnie, esa sonrisa, le pareció hermosa.

-Hola Leo, muchas gracia por aceptar esto- respondió Miko con entusiasmo.

-No hay problema- se rio levemente Leo. –Pero quisiera saber, ¿por qué una entrevista conmigo?- pregunto con diversión y curiosidad.

-Por dos razones- hablo con entusiasmo la chica, mientras levantaba un dedo. –La primera: por ser el presidente de la clase- levanto un segundo dedo. –Y la segunda razón: porque muchas chicas me pidieron que te haga preguntas- Leo se rio con simpatía.

-Bueno, tampoco es como si pudiera negarte una entrevista escolar- dijo Leo. –Puedes empezar cuando quieras- Miko se entusiasmo y con una energía se volvió hacia Donnie

-¡A mi señal Donnie!- el mencionado, quien se sobresalto levemente, asintió enfocando con la cámara a Miko y a Leo. Ella sonrió y asintió, empezando así la grabación. -¡Hola a todos los estudiantes! Hoy estoy aquí con una entrevista y con, nada más y nada menos, Leonardo Hamato. Mejor conocido como el presidente de la clase- hablo por el micrófono, mientras que el mencionado se rio e hizo con ademan con la mano. –Hoy le haré las preguntas que ustedes, los espectadores, me pidieron que le hiciera- Miko hablaba y hablaba de Leo y su grandiosidad, mientras él solo reía y contestaba a preguntas con precaución y disimulo. Donnie grababan y no podía evitar mirar todo el tiempo a Leo. Entonces, Miko hizo una pregunta que le llamo la atención.-Leo, ¿hay alguien de quien te sientas atraído en este momento?- dijo con picardía. Leo sonrió con mucha clase y miro a la cámara fijamente pero, en realidad, miraba a quien la sostenía.

-Digamos que si- contesto sin borrar la sonrisa de su cara. El sonrojo en las mejillas de Donnie aumento pero se sintió un poco mal por lo que había dicho el chico.

-¿Por qué me siento así?- pensó Donnie, sintiendo una opresión en el pecho.

-Y ahí lo tienen estudiantes- hablo Miko con una sonrisa, para después mirar a Leo. -¿Quieres agregar algo más Leo?- pregunto, para después poner el micrófono en frente del mencionado, quien negó con la cabeza. Ella, ante eso, puso nuevamente el micrófono en frente de ella. –Entonces, nos despedimos- después de decir esto, le hizo una seña a Donnie y este corto la grabación. Donnie se quito la pesada cámara de los hombros y miro a Leo, mientras este hablaba amistosamente con Miko. El presidente de la clase era realmente muy guapo, se pregunto quién sería esa persona especial para él…entonces, recordó sus ojos azules a través de la cámara, como mirándolo a él, mirándolo tratando de decirle algo, ¿pero qué?, ¿qué sería?… ¿o tal vez solo lo imagino? Como sea, ese asunto ahora lo tendría toda la mañana dándole vuelta en la cabeza. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por Miko.

-Donnie, acompaña al presidente al salón de música para ayudarlo con unos asuntos- dijo mientras cogía la cámara en sus manos. –Yo ya no te voy a necesitar y como él necesita ayuda…- Donnie no sabía que decir, pero sabía que no quería ir, pero sería malo negarse a ayudar al presidente de la clase…así que acepto y fue con Leo al salón de música. Cuando estuvieron hay no paso mucho, solo lo ayudo a organizar unas partituras y a clasificar los instrumentos, todo lo hicieron en silencio lo y eso solo logro poner más nervioso a Donnie que era un poco torpe para acomodar los instrumentos.

Finalmente terminaron todo y solo quedaba llevarse los instrumentos obsoletos al taller del colegio para su reparación.

-¿Esto es lo que haces?- pregunto Donnie, mientras trataba de llevar tres tambores –Estos tambores no parecen estar tan dañados- comento. Leo lo escucho en silencio.

-Hago muchas cosas y estas entre otras. No me quejo, es mi responsabilidad- respondió Leo. Donnie se avergonzó tanto que perdió el equilibrio con los tambores y cayó al piso, desordenando todo lo que provoco la caída de Leo también, quien que trato de ayudarlo. Pero todo resulto mal y los dos cayeron al piso desordenándolo todo.

-Hay que mal…- dijo Donnie cuando vio el desastre. –Lo siento no quise…- Donnie no pudo seguir diciendo nada más. Leo estaba encima de él. Mirándolo fijamente a la cara. -Aa-ah…¿c-como paso esto…?- pregunto Donnie mirando a su alrededor para entender lo que pasaba, pero solo se confundía mas. –Y-yo…- susurro nervioso pero Leo lo estaba mirando y estaba muy cerca de su cara, que no podía hacer más que callarse y mirarlo.

-¿Por qué estas tan nervioso?- pregunto Leo, él podía ver claramente los nervios de Donnie.

-Y-Yo…y-yo…- tartamudeo el genio, no sabía qué hacer. Leo, con una leve sonrisa, se levanto y ayudo a Donnie a levantarse, pero no le soltó la mano. Donnie y él se miraron fijamente, los colores no tardaron en subirse a la cara del de corbata violeta.

… … … …

-¿Mikey? ¿Estás aquí?- pregunto Miko entrando al salón de arte. Ella miro a su alrededor, hasta que u vista se detuvo en su rubio amigo sentado en el piso. -¡Mikey!- con preocupación, entro rápidamente al lugar…dejando la puerta abierta.

-Miko…hola- Mikey le sonrió con nerviosismo, una vez que ella estuvo a su lado.

-Me gustaría que algún día me dijeras la razón por la cual no te defiendes- comento Miko con ironía y, como respuesta, Mikey sonrió nervioso.

-Jejeje…a-algún día lo sabrás- contesto Mikey, viendo como la chica lo analizaba con la mirada.

-Por fin- Miko, al escuchar una tercera voz, se volteo hacia la puerta y se encontró con Raphael. Ella suspiro lentamente, para después rodar los ojos y pararse.

-¡Espera!- lo detuvo al ver que él se iba a ir. Raph se detuvo y miro la chica por sobre su hombro. –No sé qué haces aquí o el cómo terminaste aquí pero…por favor, ayúdame a llevarlo a la enfermería-

-¿Por qué lo haría?- pregunto con frialdad, aunque en el fondo una voz le decía que si y eso le estaba empezando a extrañar cada vez mas.

-Por favor- repitió, ignorando la pregunta. –Yo sé que él no puede levantarse o mantenerse de pie- con un suspiro, Raph se dio vuelta y se acerco al rubio.

-N-No, e-espera…n-no es n-necesario- se negó Mikey pero Raph no le hizo caso y se acuclillo en frente del rubio. Miko se le quedo mirando en silencio total.

-¿Qué?- el pelirrojo la miro. -¿Te quedaras parada viéndome o me ayudaras a montarlo en mi espalda?- hablo con brusquedad. Miko salió de su trance y, sin darle importancia al comentario, se acerco y ayudo al rubio a subirse a la espalda del más alto. Una vez que terminaron, después de muchas quejas de parte del menor, empezaron a caminar hacia la enfermería en silencio total.

-¿Qué habrá pasado ahí? Sea lo que sea, lo descubriré- pensó con decisión Miko.

-¿Qué es lo que siento?- pensaron Mikey y Raph al mismo tiempo.


Mica: Espero que les haya gustado. Recuerden que acepto ideas y personajes, al igual que críticas buenas y/o malas. Espero que me lean otro día y cuídense ¡Adiós! ^_^