Con un nuevo Fic.. pero esta vez de Bleach…
Aclaraciones: Bleach no me pertenece es de mister Tite Kubo DonHagoLoQueQuieroConMisPersonajesPorQueQuieroYMeDivierteHacerZombiesALosShinigamis
Siete Noches Contigo
1.-Lujuria
Despierto y te veo a mi lado dándome la espalda, con solo una manta delgada cubriendo tu desnudo cuerpo. Me acerco a ti y respiro tu aroma que es una mezcla de perfume de hortensias y jazmines.
Eres tan pequeña, delgada y delicada que con un simple toque te puedo destrozar, siento que en cualquier momento pueda llegar a lastimar, pero a la vez eres tan fuerte y decidida que no creo poder alcanzarte.
Descubrí que te amaba tiempo después de terminar la guerra con Aizen, empecé a extrañarte por que te habías ido para siempre a la sociedad de almas.
Todas las noches pensaba en ti, en tus gritos, en tus sonrisas y en tu peculiar forma de vestir.
Siempre te considere atractiva, no lo puedo negar, quise olvidarte por qué sabia que nunca nos volveríamos ver, pero cada vez que lo intentaba recordaba la última mirada que me diste, estaba tan llena de dolor y de… ¿Arrepentimiento?... no lo sé… simplemente quería olvidar todo lo que mi corazón sentía, quería arrancarme todo el sufrimiento que sentía en ese momento.
Cuando creí haberte olvidado regresaste y me devolviste mis poderes… Tu rostro… ¡Por dios! Te veías más hermosa y tus bellos ojos color zafiro me hipnotizaron, todo el maldito y jodido trabajo que había puesto en arrancar tus recuerdos de mi mente regresaron, quise en ese momento abrazarte y besarte, pero… ¿Por qué diablos Kempachi, Toushiro, Byakuya, Renji e Ikkaku están aquí?... que pregunta más estúpida, estaba claro que habían venido para acabar con los tipos de x-cution.
Cuando por fin estuvimos juntos, te acercaste a mí y me preguntaste que seguía siendo el mismo idiota que habías conocido, solo pude sonreír, en cambio tu… tu cabello más corto hacían que tus ojos se vieran más hermosos que nunca, pero tu carácter de mandona no había cambiado en nada.
Días después fuiste a mi casa y te quedaste en mi cuarto, nadie de mi familia se encontraba y fue más fácil poder hablar contigo.
Platicamos sobre todo lo que había pasado en esos dos años, durante un par de horas contamos anécdotas y nuestras risas se escuchaban por todo el cuarto, hasta que una sola oración hizo que todo el sonido de la habitación desapareciera.
-Te extrañe-Dijiste….
Mi mundo… mi corazón… mi alma y mi mente se detuvieron en ese momento.
Reaccione segundos después, levante mi mirada para verte… estabas completamente sonrojada, tus ojos brillaban y poco a poco comenzaron a cristalizarse por las lagrimas contenidas que te negabas a que rodaran por tus mejillas.
Me acerque a ti y tome tu rostro con una de mis manos y la otra sobre tu cintura, y… otra vez apareció esa expresión, esa última mirada que me diste el día en que te fuiste de mi lado, mi corazón se partió en mil pedazos, no soportaba esa mirada.
Pusiste tus manos sobre mi pecho y cerraste tus ojos, lentamente tus lagrimas empezaron a rodar por tu bello rostro.
Limpie tus mejillas con el dorso de mi mano.
Alzaste tu mirada y tus labios rosas quisieron pronunciar una palabra, pero no te deje hacerlo porque mi boca cubrió los saboreó.
Sentí tu cuerpo tensarse y tus manos apretar mi pecho, pero conforme pasaban los segundos, tu cuerpo se relajo y tus labios se movieron al mismo compas que los míos. Pusiste tus brazos alrededor de mi cuello para poder besarnos mejor, mordiste mi labio inferior y abrí mi boca al saber lo que deseabas, la pasión y la lujuria empezaba a afectar mi cuerpo.
Nuestras lenguas danzaban la una sobre la otra, y tu respiración se volvía más pesada, puse mis manos sobre tu trasero para poder cargarte, y sin mayor esfuerzo te subí hasta mi altura.
Me sorprendí un poco al sentir como tus piernas rodearon mi cintura, y solté una pequeña sonrisa en ese momento; tus labios se separaron de los míos y me miraste a los ojos.
-Ichigo… te amo-
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No recuerdo lo que paso en ese instante.
Cuando recupere la cordura te tenia sobre mi cama, estaba besando cada parte de tu cuerpo mientras tu gemías en voz alta y me pedias que no parara, arranque de tu cuerpo la pequeña camiseta blanca y los shorts azules que traías, sonreí de nueva cuenta al ver que no traías brazier ni pantis… eso me ponía más caliente.
Comencé a lamer tus pechos y a morder tus pezones, te tapaste la boca para que no gimieras, quite tus manos y toque tus labios con mis dedos, empecé a lamer con más entusiasmo mientras tú lamías mi mano y sentía el calor que emitía tu boca.
Abandone tus pechos y con la misma mano que lamiste toque los pliegues de tu vagina, gemiste tal alto que tuve que besarte, metí un dedo en tu centro, lo saque varias veces hasta que estuviste totalmente mojada para mí.
-Ichigo, hazme tuya-
El fuego de la lujuria se encendió en mí, y te volví a besar mientras me colocaba en medio de ti.
Lentamente fue adentrándome hasta sentir el velo que protegía tu virginidad; trate de ser lo menos rudo que pude, pero sentí tus dedos aferrarse a mis hombros, de una sola estocada entre hasta lo más profundo de tu ser, un gemido seco salió de tus labios, y tus ojos se dilataron al máximo.
-Te amo Rukia-
Por segunda vez en la noche tus ojos se llenaron de lágrimas, pero esta vez sonreíste.
Comencé a moverme poco a poco, estabas muy estrecha y mi pene lo sentía entumir y un gran placer recorría mi espalda, mis movimientos se hicieron más fuertes y rápidos, tu boca lamia y mordía mi pecho para reprimir los gritos y gemidos que el placer de mi miembro provocaba en ti.
Sentí tu vagina contraerse sobre mi pene, te habías corrido, pero a mí me quedaba mucha más energía y no la desaprovecharía; tome tus piernas y las puse sobre mis hombros, entre mucho más adentro de ti, y empecé a moverme un poco más lento.
-Ichigo, me acabo de correr, déjame descansar o me volveré loca-
Sentí mi hombría hincharse y en vez de cumplir tu pedido, me moví más rápido, tus ojos se pusieron en blanco y en unas estocadas más volviste a tener un orgasmo, tu pequeño cuerpo se arremolinaba bajo el mío, salí lentamente de ti y puse tu cuerpo boca abajo.
Pensaste que te dejaría descansar, pero no lo hice, levante tu trasero y lamí los hinchados labios de tu vagina, pensé que mi hollow interior había tomado posesión de mi cuerpo para poder hacerte el amor de esa forma.
Tus manos y tus pies se aferraban a las sabanas de mi cana y tus suspiros y gemidos hacían eco en mi cuarto.
Sabias condenadamente bien, mi lengua no quería dejar de lamer cada parte de ti, mis dedos tocaban y acariciaban tu clítoris que estaba completamente rojo y duro, y entre más lo hacía tus jugos inundaban mi boca, quería saborearte mucho más, fue en ese momento en que te corriste de nuevo, te deje descansar por un par de segundos hasta que me hablaste.
-Ichigo te quiero dentro- Me dijiste mientras abrías tus piernas.
Esta vez sí acate tus ordenes, y sin que me lo pidieras otra vez entre en ti de forma salvaje y bestial, tome tus caderas para poder hacerlo más rudo y más fuerte, nuestros fluidos se mezclaban entre si y no me importo que con mi liquido preseminal quedaras embarazada, es más, quería eyacular dentro de ti.
Cuando sentí que pronto llegarías de nuevo al orgasmo salí de ti, te tome del brazo, me acomode sobre la cama y te indique que si querías más, tendrías que sentarte sobre mi erección, no lo dudaste y te sentaste sobre mí, te moviste a tu ritmo, un poco torpe y lento.
Sentí la imperiosa necesidad de eyacular y por eso tome tus caderas y marque un ritmo aun mucho mayor, note tus pechos y me lleve tu pezón derecho a mi boca, y lo mordí suavemente.
-Hazlo más fuerte-
No supe si querías que te mordiera más fuerte o que entrara más rudo en ti, pero hice las dos cosas.
-Rukia… me vengo-
-Hazlo dentro- Dijiste entre gemidos.
Te volví a acostar en la cama, me abrazaste y aumente el ritmo de las embestidas, sentí una gran mezcla de estasis en mi bajo vientre y me corrí dentro de ti, la sensación de expulsar una enorme cantidad de semen en tu vientre fue maravillosa, tanta que me volví a dicto a ello.
Salí despacio, y vi tu cuerpo, completamente perlado por el sudor, pero te habías desmayado por tanto placer que te había administrado.
A partir de ese día, cada vez que estábamos solos, o cuando la lujuria nos invadía, ya fuera en la escuela, en la casa o si estábamos en la calle entrabamos a un hotel del amor y dábamos rienda suelta a nuestra pasión.
Hoy hace un año de esa fecha en que tu y yo nos amamos por primera vez, pero, aunque está prohibido que los dos estemos juntos, siempre buscaremos la manera de hacer el amor.
…..
¿Les gusto?
Bueno dejen review y al quinto subo el segundo capítulo :3