Si por fin vine a terminar este fic, debo decir que la razón por la que tarde fue más falta de tiempo que por falta de inspiración (aunque hasta a mí se me olvidaron unas cosas y tuve que revisar los capitulos pasados un par de veces jajaja) pero en fin, creo que he hecho esperar a varias personas por este último capitulo así que sin más lo dejo leer, nos leemos al final!

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Este fic va dedicado a FerCervella querida hermana y compañera Yakuza

Advertencias

• UA (Universo Alternativo)

• OoC en algunos personajes

• Lenguaje fuerte/soez

Aclaraciones

•El texto en cursiva son recuerdos.

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Ámame

— Ámame... por favor, aunque tú no sientas nada — gimoteó con dolor — solo... ámame.

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Tropezó al entrar al elevador, al parecer estaba más ebria de lo que había pensado, ya ni siquiera recordaba porque estaba ahí; pero no importaba, sintió un par de lagrimas resbalar por su rostro...

Dolía.

Dolía darse cuenta que por más que intentará Naruto no la vería con otros ojos porque sin importar nada él seguiría enamorado de Sakura; y a pesar de que lo había sabido siempre se repetía constantemente que debía mantener la esperanza, cuando menos lo pensará ya estaría siendo su novia pero había sido sumamente estúpida.

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¿Qué, Hinata? — la miro con aflicción, una que solo estrujaba aún más su corazón — ¿Qué es lo que tiene Neji que yo no?

Aquello casi le hizo sonreír con ironía, porque eso mismo era lo que se preguntaba, lo que había persistiendo en tu cabeza desde que se había enamorado de él. Lo miró y supo que no importaba cuanto se esforzara... su corazón no sería suyo.

H-Hinata ¿estás llorando? — Negó suavemente, no tenía caso explicarle nada, él quiso acercarse pero ella salió corriendo. Él no la siguió y en el fondo se sintió aliviada, eso solo significaba una cosa.

Justo lo que acababa de comprobar.

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Sintió unas terribles ganas de reír como posesa pero no lo logró, no era capaz por más ebria que estuviera. Porque siempre había sido de corazón blando.

No se percató del momento en que se había sentado en el suelo del elevador, ya tampoco recordaba cuanto tiempo llevaba ahí. Su ropa estaba algo desacomodada al igual que su cabello, pensó que en otras circunstancias se habría parado de inmediato solo para arreglar su aspecto; ahora todo carecía de importancia.

Limpió sus lagrimas con la manga de su blusa haciendo que el maquillaje se corriera junto a ellas, era un ser tan patético que incluso se dio lastima a sí misma. Estaba cansada y frustrada por haberse enamorado de un chico que no estaba destinado a ella, era doloroso pensar que sus esfuerzos de años habían sido en vano.

¿Acaso era tan insulsa e invisible?

Solo quería ser feliz, sentir un amor como los que leía en las novelas, no es que no fuera feliz... simplemente pensaba que a sus veinte años de edad era la única que no había sentido una vida en pareja y eso la hacía sentir una niña.

De pronto sintió unas manos tirar de ella, levantándola en el proceso, todo había sido tan rápido que no había podido ofrecer resistencia — sin contar que su mente estaba ida en algún lugar lejano—.

Enfocó su vista y el rostro ceñudo de Sasuke Uchiha fue lo primero que distinguió, ahogo un lamento que amenazaba con salir de su garganta.

¿Por qué? ¿Por qué había tenido que ser él quien la encontrara?

Era lo que menos hubiera querido, el moreno había sido su amigo incondicional durante años y a pesar de los pequeños inconvenientes —y con eso quería decir que su actitud era inconveniente— lo apreciaba en demasía; por tanto era sumamente vergonzoso que la viera en ese estado.

Mierda Hyuga— lo oyó mascullar mientras la arrastraba fuera del elevador, suponía que a su departamento.

Agacho la cabeza, no había tenido intenciones de presentarse ante Sasuke hasta que pudiera ocultar su tristeza, ahora la rabia en su mirada le había dejado ver cuánto le molestaba su situación.

No le gustaba verlo así, tan frío y distante, molesto con ella por algo que para él y para el mundo era una reverenda estupidez. Sasuke era como su confidente, podía hablar y la escucharía, podía quedarse en silencio sentada a su lado y no hablaría... para ella el Uchiha era la única persona que no la trataba con una delicadeza extrema, él la trataba como una mujer.

Además Sasuke estaba enamorado de ella, sí, lo había sabido desde hacía bastante tiempo. La amaba casi de la misma manera que ella había amado a Naruto. Por eso mismo había querido evitar un encuentro, no quería lastimar al moreno con su aspecto destrozado por causa del Uzumaki.

Entraron a su hogar y la sentó sobre el sofá, podía sentir su mirada clavándose como una estaca en su interior.

Eres una estúpida —dijo casi suspirando y ella hizo acopio de todo sus esfuerzo para no romper a llorar.

Lo sé— respondió con la voz rota, encogiéndose en su lugar, no tenía sentido negar sus palabras.

Entonces ¿Por qué carajos sigues llorando?— levantó su mirada y sus ojos se encontraron, sus ojos enrojecidos quisieron evadir aquellos orbes ónix pero no la dejo apartar la mirada. —No vale la pena, entiéndelo de una vez Hyuga—la crudeza en su voz la hizo sentirse culpable por lo que le hacía.

No es tan fácil— arremetió con una valerosa crudeza que solo el alcohol le proporcionaba— quiero olvidarlo— admitió— quiero dejar de quererlo pero... no puedo— aunque pusiera todos sus esfuerzos en ello no podía quitarse al rubio del corazón.

Hinata siempre deseó que con solo decirlo logrará superar aquel amor que no la llevaba a ninguna parte, pero en la realidad volvió a caer cada día.

No es que no puedas, es que no quieres—se miraron de nueva cuenta, la Hyuga se sintió confusa, ¿era verdad que no olvidaba a Naruto porque no quería hacerlo? No lo sabía, jamás lo había pensado.

Sasuke se sentó a su lado y por alguna razón quedaron cerca —muy cerca— el uno del otro, la chica de ojos aperlados sintió un cosquilleó avanzar por su cuerpo, desde la punta de los dedos del pie hasta su nuca, la respiración del moreno chocaba con su rostro, el calor se acumulo en sus mejillas y la boca se le seco.

No era la primera vez que le pasaba, desde hacía unos meses la presencia de Sasuke la inquietaba y los nervios se le disparaban con tan solo caminar a su lado; Hanabi solía insinuarle un enamoramiento para con el Uchiha pero lo había negado una y otra vez.

Y no solo ella se lo había comentado, Neji, Ino, Kiba, Shino e incluso Karin se habían percatado de la situación en que se encontraba, pero de nueva cuenta ella lo negó.

Quiso apartarse de su lado pero aún cuando su mente lo pedía, su cuerpo se negaba a obedecer, ¿Sería tan malo darle una oportunidad?, a ella nunca se la habían dado...

¿Sería una bajeza pedirle que la quisiera? ¿Qué la amara?

No quería ser egoísta pero tenía esa necesidad asentada en lo más hondó de su corazón.

Solo quería sentirse amada por una vez, quería sentir que era bonita y deseable; y no solo la chica tímida que no podía decir una frase completa.

Bésame— susurró en un impulso y cerró los ojos, esperando.

Quería una razón, algo que le dijera que no sería un error, con suerte eso bastaría para silenciar esa vocecilla que le decía que iba a fracasar. Pero Sasuke no la besó, abrió los ojos y se encontró en la misma situación.

Sintió las manos de moreno deslizarse por espalda, la tomó por la cintura y la cargo hasta poder sentarla en su regazo. Lo dejo hacer, porque su tacto le nublaba la razón. Su mirada incitadora aumento aún más el rubor en su rostro pero aún así se atrevió a tomar sus labios, estaba nerviosa ya que nunca había besado a nadie en su vida, con torpeza inició un contacto lento y tímido.

Mientras más sentía sus labios, una necesidad crecía en su interior. Quería más de Sasuke, más de sus labios, de su piel, de su calor. Abrumada bajo entre besos por su cuello, abriendo la camisa conforme descendía. Se detuvo por un instante solo para pedirle lo que tanto anhelaba.

Ámame... por favor, aunque tú no sientas nada — gimoteó con dolor — solo... ámame — le temblaba la voz pero estaba segura y necesitaba saber que Sasuke le correspondería. Lo besó en los labios, ansiosa porque aceptará su petición pero la separó de él y temió una negativa.

Te amaré pero tu tendrás que aprender a amarme en compensación — eso fue lo que salió de su boca, su dedo índice se deslizó desde el centro de su cuello hasta el canalillo entre sus pechos, se tenso al sentir un ardor placentero— dime—sus manos comenzaron a desabrochar los botones de su blusa, uno por uno, para ella esa lentitud era como una eternidad— ¿estás dispuesta a hacerlo Hyuga?— su respiración se agito de sobremanera y el sonrió por ello.

Lo haré Sasuke-kun — musitó mientras se deleitaba con la sensación de sus manos tocando sus pechos aún por encima del sostén. Deseó sentir en sus brazos lo que era hacer el amor, algo dentro de ella le decía que sería tal y como lo había imaginado.

Como si él leyera sus pensamientos la cargo en sus brazos y la llevo hasta su habitación, la dejo sobre la cama con una delicadeza que regocijo su corazón. Besaron sus labios y exploraron sus bocas con una necesidad inexistente.

Sasuke coló una de sus manos hasta los pliegues de su intimidad y ante eso no pudo evitar arquearse y mover las piernas. Él dejo sus labios y descendió por su cuello justo como ella lo había hecho antes, sintió un cosquilleo en cada parte que era tocada por su húmeda lengua.

De pronto beso sus pechos, comenzando a acariciarlos con su boca, ahogo un sobresalto; realmente estaba perdiéndose en el placer que cada uno de sus movimientos le provocaba. Lo llamó una y otra vez en consecuencia y no tenía que mirarlo para saber que aquello le gustaba.

El moreno comenzó a masajear su clítoris con una lentitud apremiante, por un momento la Hyuga había contenido el aliento pero pronto volvió a respirar agitada. Deslizó un dedo dentro de ella y soltó un leve grito de sorpresa, era una indecente acción pero su excitación llego al máximo solo con eso. Sasuke introdujo un dedo más e inicio a moverlos desde dentro y hacia afuera, la fémina soltó varios gemidos y llamados para el Uchiha, incluso le pidió parar pero no lo hizo, la llevo hasta un estado en que solo podía sentir, al final termino explotando en un largo y erótico 'Sasuke'.

Lo vio levantarse de la cama con la sonrisa más arrogante que le había visto gesticular, estuvo a punto de decir algo pero cuando se comenzó a quitarse los pantalones su voz se quedo atorada en algún lugar. Lo miró atenta y aun cuando era bastante indecoroso aquel acto le pareció bastante sensual.

El Uchiha volvió a posicionarse sobre ella mientras una de sus manos acariciaba delicadamente una de sus piernas.

¿Estas lista?— susurró en su oído para luego mirarla a la cara.

Por su lado la chica de ojos aperlados se sintió insegura, por un lado deseaba aquello más que nada en el mundo pero por otro tenía miedo del dolor que iba a sentir.

Si— susurró también ignorando los sentimientos oscuros que intentaban nublarla.

Te dolerá— dijo mientras besó sus senos— no hay forma de evitarlo— se sintió confusa por sus palabras pero no se atrevió a hablar— pero te lo compensaré— prometió con una voz tan ronca que apenas le dejo entender sus palabras.

Asintió segura y lo miró mientras este tomaba sus piernas alzándolas a la altura de su cintura, la acarició suavemente y la comenzó a penetrar lentamente. Soltó un alarido de dolor y se abrazo a él, dolía más de lo que pensaba y lo cierto es que mientras más avanzaba este crecía.

Se mordió un labio acallando su dolor, Sasuke se quedo inmóvil durante un instante esperando que se acostumbrara a su intromisión pero bien sabía que siendo su primera vez posiblemente eso no pasara. La toco con suavidad, intentando darle placer por lo menos para que menguara un poco lo que sentía.

Continua— pidió en un tono bajo, aún dolía pero ahora se sentía capaz de aguantar.

Sin más el Uchiha comenzó a moverse despacio, gruño ante el esfuerzo que —Hinata suponía— le costaba para controlarse y no tomarla con más ímpetu. Se mantuvieron así unos minutos que más parecieron una eternidad, Hinata tardo en darse cuenta del gozo que su cuerpo sentía, inició a mover las caderas al compas del moreno; su respiración chocó contra su oreja y eso provocó una estocada más fuerte.

Sus gemidos regresaron pero esta vez estaban a un paso de convertirse en gritos, sus penetraciones eran lentas pero profundas.

Hinata— le llamó y ella se sintió terriblemente feliz de que le nombrara de aquella manera, hacía años que no oía su nombre salir de sus labios.

Sasuke— suspiró y sus manos se apoyaron en sus hombros, lo miró con una sonrisa.

Se sentía tan plena y tan excitada que creyó se desmayaría, una sensación tan parecida a la que le había provocado anteriormente se alojo en todo su cuerpo; estaba por correrse y por la expresión de su pareja, él también.

El orgasmo la lleno completamente y solo pudo cerrar los ojos para luego corresponder un beso de Sasuke, él salió de su interior y al hacerlo se dio cuenta de que había terminado dentro de ella. Sorpresivamente no se sintió preocupada por ese hecho, al contrario, se sentía tranquila sabiendo que había sido el Uchiha el primer hombre con el que había estado en tan intimo acto.

Descansa un poco— dijo tan serio que más que una sugerencia le pareció una orden.

Duerme conmigo— pidió pues no quería que aquello terminará de manera tan fría, como si solo hubiera sido una aventura de una noche.

Para su tranquilidad el moreno se acomodo a su lado y la rodeo con sus brazos, acomodo su cabeza sobre su pecho y pudo dormir oyendo el sonido de su corazón.

Al final lo había entendido, no necesitaba olvidar a Naruto, porque sin darse cuenta ya lo había hecho... lo único que necesitaba era sanar su corazón porque solo lo había lastimado aferrándose a un falso amor. Sin duda el amor de Sasuke Uchiha era el alivió que lo repararía y para su suerte tenía toda una vida para ello.

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Notas de autora:

Bien este es el final, si sé que en el segundo capitulo de Sasuke esto continuó pero realmente sentí que lo demás estaba de sobra (me hubiera alargado más de la cuenta y no quería echarme más trabajo a cuestas) igual espero que te haya gustado Nana-nee-chan y a la demás chicas también.

Fue un gusto escribir este fic y aunque dudo mucho escribir algo más del fandom (cosa que no es definitiva) realmente me dio mucho con que trabajar.

Sin más me despido solo preguntando una última cosa:

¿Me regalan un último review?