Nuestra querida pareja por fin es canon y no puedo aguantar las ganas de publicar la segunda parte. Así soy yo de impulsiva...

En fin, os traigo el primer capítulo de la segunda parte. Espero no arrepentirme y tener que editar cosas en el futuro por publicarlo antes de tiempo aunque me he asegurado de leerlo varias veces y saber que al menos tengo diez capitulos que creo que son inalterables pase lo que pase.

Ya sabeis que intento seguir partes de la historia al pie de la letra...

Enjoy!

Los personajes de esta historia pertenecen a la serie Naruto & Naruto Shippuden © Masashi Kishimoto


Capítulo 1.

- Negativo… - susurró Temari con un hilo de voz.

- ¿Negativo? – repitió las palabras de la kunoichi el Nara.

- Sí, negativo. – confirmó ella.

Los dos suspiraron a la vez. Ella se limpió y se acomodó la ropa.

- Sujétalo un rato más por favor – le dijo la rubia abriendo la puerta el cubículo. – me tengo que lavar las manos.

Él esperó con paciencia a que Temari se lavara y se secara.

- ¿Estás segura que ese test está bien? – dijo Shikamaru que estaba recostado contra la pared del fondo del baño de mujeres. – entonces, ¿por qué no te ha bajado la regla?

Temari lo miró en plan "tienes razón…". Arrugó la frente y se miró al espejo.

- Debe ser por estrés – dijo ella finalmente – no es tan raro que a una mujer se le altere el ciclo por estrés. Yo nunca había pasado tanto estrés: los preparativos de la guerra, ayudar a Gaara y a la vez pensar que estaba embarazada… todo eso me estaba afectando, supongo.

- Este último año ha sido muy intenso, todavía recuerdo cuando me dijeron que trabajaría contigo. Yo tenía quince años y era un estúpido vago.

- Es raro que seas tú el que diga eso – dijo ella.

- Temari, me hubiera gustado hacerte un regalo por tu cumpleaños… - dijo el Nara - ¿ya son veinte, no?

- Sí… pero no te preocupes, este año nadie celebra nada.

- Pero tú me hiciste uno cuando cumplí dieciséis…

- De verdad, no me debes nada – dijo ella.

- Mañana es el tuyo, ¿no? – dijo la kunoichi tirando el papel con el que se había secado a la basura – Esta vez no tengo ningún regalo.

- No importa – dijo Shikamaru – tú lo has dicho antes, este año no se celebra nada.

- ¿Pero… ahora qué? – dijo Shikamaru entregándole el abanico.

- ¿Ahora qué de qué? – dijo ella.

- ¿En qué punto estamos? Tú y yo me refiero…

- ¿Por qué insistes? Ya lo hemos hablado un millón de veces Shikamaru…

- Vale, está bien. Sólo quería confirmarlo. Toma – dijo Shikamaru dándole el abanico. – será mejor que me reúna con mis compañeros. Estarán buscándome.

- Entonces, ya nos veremos por ahí – dijo ella mientras salían del baño.

- Adiós Temari – dijo él con la mano yéndose por el pasillo.

[239]

- ¡Maldita sea! – exclamó Ino delante de Chōji y Shikamaru. - ¡Es tan insensible!

- Hey, vamos… - dijo Shikamaru – No deberías pelear con tu padre estando la Gran Guerra Ninja a punto de comenzar.

- Pero… - dijo Ino ruborizándose recordando las palabras de su padre. Inoichi había abierto la puerta de su habitación encontrándola desnuda. Ella se enfadó mucho con su padre y él se sentía avergonzado. No obstante, eso no impidió que le dijera que si estaba preocupada por algo que podían hablarlo. Y que si ya había elegido a un chico. - ¿¡Por qué piensa debería salir con uno de vosotros?! ¡Y SOBRE TODO, SE ATREVIÓ A ENTRAR EN LA HABITACIÓN DE UNA SEÑORITA SIN LLAMAR A LA PUERTA!

- Hey, Ino… ¿por qué la tomas contra nosotros? – se quejó Shikamaru.

- Venga… ¡haya calma…! - dijo Chōji – Inoichi-san sólo está preocupado por ti.

- Recuerda que lloraste mucho por lo de Sasuke – dijo Shikamaru – por lo que no es algo tan descabellado…

- ¡Eso es porque pasó muy repentinamente…! – dijo Ino con las mejillas coloradas – Además, preocuparme por Sasuke-kun no me hará ningún bien. He decidido dejárselo a Sakura y a su equipo.

- Bien, parece que Ino lo ha superado. Con la guerra acercándose, nuestro equipo sufriría si ella no estuviese concentrada. Supongo que Ino estará bien..

Su conversación fue interrumpida por unos niños que se peleaban y que Chōji trató de parar. Un niño iba a llamar "gordo" al Akimichi pero Shikamaru completó su jutsu de posesión de sombras a tiempo para taparle la boca con la mano de uno de los niños. Entonces apareció Kosuke, un anciano que es famoso por ser el gennin más fuerte de todos, y también por ser el shinobi que lleva más de cincuenta años siendo gennin.

Kosuke pasó todo el día contándoles las historias de la formación Ino-Shika-Cho y como había sido salvado en dos ocasiones, una por sus padres y otra por ellos mismos.

Al atardecer Ino, Chōji y Shikamaru recuerdan que aunque la guerra es inminente, ellos tienen un nivel muy por debajo del de sus padres:

- Bueno supongo que nuestro padres tienen sus cosas y nosotros las nuestras – dijo Shikamaru – No tiene sentido ser igual que ellos.

- Tienes razón – dijo Chōji entusiasmado.

- Es un hecho que no hemos llegado al nivel de nuestros padres. Pero aun así no debemos olvidar que nuestro enemigo es más poderoso que nuestros padres. Lo que significa que la guerra que se acerca es… - pensaba el joven Nara.

Shikamaru soltó una risita pensativo.

- Cuando éramos gennin lo único en lo que pensábamos era en escapar. – dijo él.

- Es cierto, siempre estábamos asustados y buscábamos la forma más fácil de salir. – dijo Ino.

- Sí… – dijo el Akimichi.

- ¡Es verdad! ¡Somos débiles! – dijo Shikamaru – Es por eso que siempre pensamos en mantenernos con vida usando todos los medios y las mejores estrategias. Cuento con vosotros, ¡Ino, Chōji! ¡Puede que no coincidamos con nuestros padres pero no estaremos solos en la guerra! ¡Así que hagamos todo lo que podamos de la mejor manera que sepamos!

- Lo único que podemos hacer es dar lo mejor de nosotros. - dijo Ino.

- ¿Estaremos bien? ¿NO? – exclamó Chōji entusiasmado.

- ¡Claro! – dijo el Nara.

- ¡No nos preocupemos! ¡Estaremos bien! – dijo la rubia de Konoha. - ¡Está bien chicos, este es el espíritu! ¡Vamos!

Los tres juntaron sus manos en modo equipo:

- ¡Sí! – dijeron.

[256]

Shikamaru estaba con su padre en el cuartel general de guerra poniéndose al día de todos sus planes. El joven Nara admiraba la inteligencia de su padre y deseaba poder ser algún día como él.

- Oe, Shikamaru – dijo Shikaku. - ¿estás bien?

- Sí, llegado este momento ya no siento nada. Ni temor ni nada.

- Tu novia se ha ido a cambiar por allí – dijo su padre señalando una puerta al fondo del pasillo.

- No es mi novia… y no pienso ir – replicó Shikamaru dedicándole una mirada de odio.

- Vamos, sé un hombre y ve a verla. En verdad es lo que deseas. – dijo su padre - pero no te entretengas. En breves seréis convocados.

- Lo sé – dijo Shikamaru alejándose de su padre, yendo en dirección a la puerta – nunca pensé que serías un alcahuete… pero te lo agradezco viejo.

Shikaku esbozó una leve sonrisa. Se sentía feliz por brindarle la oportunidad a su hijo pero a la vez triste por lo que se avecinaba.

Shikamaru llegó ante la puerta y llamó dando dos golpes:

- Temari, soy yo – dijo el Nara. Pero dentro no respondió nadie. Tras unos segundos de espera Shikamaru decidió llamar otra vez dando otros dos golpes.

La puerta se abrió sin que pudiera ver a la persona que había abierto. Él entró sin dudar.

- ¿Temari? – preguntó sin ver a nadie dentro.

Ella cerró la puerta dejando ver que se había escondido detrás de la puerta. Se tapaba el pecho con una camiseta azul oscura.

- Me estoy vistiendo – dijo ella yendo hacía un sofá donde tenía la ropa anterior.

- Ya veo… así que los shinobis que acompañáis a los Kages tenéis ciertos privilegios – dijo Shikamaru mirando a su alrededor.

- ¿Privilegios? – dijo ella buscando algo entre la mochila - ¿Por cambiarme aquí? No tiene nada de especial…

Ella dejó la camiseta en el sofá y le dio la espalda para que no le viera nada. Entonces empezó a enrollarse una venda alrededor de los pechos. Él observó lo que hacía y se acercó por detrás. Cogió la venda de su mano y le ayudó a pasarla por detrás.

- Nunca te habías puesto esto – puntualizó el Nara.

- No sabemos cómo de devastador será… debo estar preparada. Y no sirve la lencería normal. – dijo ella explicando el motivo – Ya termino yo, gracias.

Shikamaru le dejó que acabara y vio cómo se puso la camiseta de malla encima. Luego la camiseta azul manga larga. Era el uniforme de los shinobi de Suna. Llevaba un pantalón a juego.

Luego se acercó a la pared donde estaba colgado un chaleco táctico de color arena oscuro y se lo puso encima de todo. Terminó de ponerse los accesorios para los kunais y shuriken. Se aseguró de llevarlo todo. Después se acercó al tocador y dejó la bandana de Suna para ponerse la de "shinobi".

- Estoy lista – dijo finalmente.

- ¿Lo llevas todo?

- Sí, seguro – dijo ella volviendo a comprobar sus bolsillos.

- Hay algo que todavía te falta… - dijo él aproximándose.

- ¿El qué? – preguntó ella. Shikamaru la aferró contra él rápidamente robándole un beso. Temari que estaba con los ojos muy abiertos por la sorpresa los entrecerró dejándose llevar. Tras casi un minuto pegados él se apartó y ella le dio una bofetada.

- ¿Tenías que hacerlo, no? – dijo ella tocándose el labio inferior, tenía las mejillas enrojecidas por el fervor del shinobi.

- Sí, tenía que hacerlo – dijo él poniéndose la mano en la mejilla izquierda, donde había recibido el golpe. Shikamaru la miraba con mala cara – te veré abajo – fue lo único que dijo saliendo de la estancia.

- ¡Espera! Pero si ya estoy… - dijo ella apresurándose para coger el enorme abanico. Pero Shikamaru ya iba varios metros por delante.