Bueno, hey you! La verdad no sé como me atreví a publicar esto, quizá porque es muy tarde y es sueño ayuda. Se me ocurrió la idea a principo de verano y aquí está. Espero que la disfrutes y que te haga pasar un buen rato, sin más, me despido bye bye! ;)

Los personajes pertenecen a la gran Cassandra Clare la idea de la trama es cosa de mi cabeza, ahi arriba funciona, espero que aquí también lo haga.

Desde el cuarto de baño pudo escuchar el sonido de unos pequeños pasos que poco a poco aumentaban el ritmo de su carrera. Sonrío. Eran esas pequeñas cosas por las que merecía la pena no haberse rendido en ningún momento. Una dulce voz infantil lo sacó de sus pensamientos.

"Ya estoy listo papi." Jace dirigió su mirada hacia esa voz y se encontró con una personita que le sonreía emocionada por la simple razón de que iban a dar un paseo.

"Perfecto. Yo también estoy listo. ¿Nos vamos?" El pequeño asintió y empezó a saltar. Fue en uno de esos botes cuando Jace lo cogió y lo subió a sus brazos. Jace escuchaba lo que el niño le estaba diciendo mientras cogía las llaves y salía del apartamento.

Una vez fuera empezaron a caminar hacia un parque que sólo muy poca gente conocía. La razón, estaba bastante escondido del núcleo urbano. Ellos lo encontraron en uno de sus paseos sin rumbo que hacían de vez en cuando.

Cuando llegaron, Jace bajó al niño y dejó que corriera libre por el lugar. Él se fue a uno de los bancos que rodeaban la zona de juegos. Se deleitaba con la imagen de su hijo jugando e imaginando historias que únicamente tenían sentido para él.

Sin que el menor se diera cuenta su padre se levantó y se acercó al columpio que con mucho esfuerzo, pero sin ningún resultado, estaba tratando de mover. Agarró las cadenas del columpio y las impulsó un poco hacia atrás.

"¿Cuál es nuestro destino mi Capitán?"

El niño pegó un bote cuando sintió su asiento moverse. "¡Papá!" El pequeño se rió y Jace movió un poco más el columpio. "Quiero tocar las nubes." Dijo mientras señalaba el cielo.

"Bueno, vamos a intentarlo. Pero antes tres reglas básicas para cualquier Capitán de columpios profesional." El menor asintió decido. "Primera, las manos siempre en las cadenas, segunda, cuando el columpio esté adelante las piernas estiradas hacia delante también y cuando vaya hacia atrás las piernas encogidas bajo el asiento y tercera y más importante, divertirse mucho."

El pequeño sonrió "Manos, piernas hacia delante y hacia atrás y divertirse. Listo papi. Cuando quieras." El mayor asintió y soltó las cadenas, el columpio se movió y el niño empezó a disfrutar.

"¡Mira papi voy a llegar!" Gritó emocionado mientras seguía las indicaciones de su padre.

"Venga campeón, más alto que tú puedes." Dijo mientras lo impulsaba un poco más.

Estuvieron un rato tratando de alcanzar las nubes, pero no tuvieron suerte. "Cuando sea más alto lo conseguiremos." Aseguró con tanta convicción que Jace no se atrevió a refutarle.

Salieron del parque y caminaron hasta el bar donde habían quedado con Isabelle mientras planeaban diferentes maneras de atrapar las nubes. Cuando llegaron Jace le señaló a una chica que estaba en la entrada y el pequeño salió corriendo en su dirección mientras gritaba. "¡Tía Izzy!" La muchacha se giró al escucharlo y se agachó para abrazarlo. "Hola Ángel, ¿Cómo está mi sobrino preferido?"

El niño se rió mientras ella lo alzaba. "Soy tu único sobrino y soy tu favorito."

"Me parece un buen argumento sobrino favorito." Le dio un sonoro beso en la mejilla.

"Cuidado, que me lo vas a romper." Dijo Jace mientras se acercaba para saludar a Izzy.

"Soy muy fuerte. Yo no me rompo"

La chica miró al niño y luego al padre. "El veredicto ha sido proclamado." Jace rodó los ojos y Ángel sonrió triunfal. " Alec es un tardón ¿Vamos entrando?."

"Yo no soy ningún tardón." Dijo una voz por la espalda. Todos se giraron.

Ángel abrió los brazos haciendo amago para que lo cogiera. "Buenas tío Alec"

El pelinegro le sonrió y lo cogió. "Hola muchacho. ¿Qué tal?" Le preguntó mientras le revolvía el pelo.

"Muy bien, estuvimos tratando de coger nubes, pero no llegamos. ¿Nos ayudas?"

Alec sonrío, nunca le habían gustado los niños, y a día de hoy tampoco le gustaban, pero Ángel es una excepción. "Claro, un día quedamos e ideamos algo para alcanzar las nubes."

Izzy y Jace se miraban con complicidad y sonreían. Alec se dio cuenta. "¿Qué?"

"Es sólo que estás muy guapo con un niño en brazos, y no somos los únicos que lo pensamos..." Dijo Izzy mientras le guiñaba un ojo y entraba en el bar,

El chico se empezó a poner rojo, aunque llevaba con Magnus seis años aún seguía siendo muy tímido frente a algunas cosas. Sintió un tirón en la camiseta y bajó la vista hacia el niño. "Tío Alec, yo quiero un amigo para jugar..." Dijo de manera inocente el pequeño. Jace no contuvo la risa mientras entraba al bar seguido de un Alec que a cada paso aumentaba su sonrojo y de un Ángel muy desconcertado.

Cuando salieron del bar aunque era tarde aún había luz, una de las pocas ventajas que traía el inicio del verano. Se quedaron hablando un rato en la entrada del bar hasta que se despidieron y cada un se fue para su casa.

Jace casi tuvo que hacer malabares para poder abrir la puerta del apartamento sin despertar al niño que tenía en brazos. Había empezado a dormirse en el bar y terminó por hacerlo mientras ellos hablaban en la entrada al salir. Una vez dentro dejó al niño en su cama y fue hasta su habitación donde se quitó la chaqueta y las deportivas. Algo más cómodo volvió junto a su hijo, al que encontró profundamente dormido en su cama. Se sentía mal por despertarlo pero tenía que ponerse el pijama. Se agachó a la altura de su cama y mientras le acariciaba la espalda le susurraba: "Hey Ángel despiértate, sólo un momento y luego ya sigues durmiendo."

Poco a poco el pequeño se fue espabilando y cuando vio a su padre le sonrío adormilado. "Buenos días papi... Sólo cinco minutos más porfis."

Jace se rió mientras cogía el pijama y se sentaba en la cama. "Aun es de noche, puedes dormir más de cinco minutos pero antes ponte el esto que seguro que estás más cómodo."

El pequeño asintió y se sentó como pudo en la cama. Con ayuda de su padre se desvistió y se puso el pijama. "Buenas noches Ángel, descansa." Dijo el mayor mientras lo tapaba con la manta. "Buenas noches papi...voy a soñar con alguna forma de atrapar las nubes...mañana te cuento..." Se abrazó al niño y le dio un beso en la cabeza. "A ver que se te ocurre." Dicho esto el pequeño se dio la vuelta y se abrazó a su espada de juguete dispuesto a dormirse y el padre salió de la habitación dando un último vistazo.

Cuando salió de la ducha ya listo para acostarse no tenía sueño, así que se dispuso a leer un rato. Cogió un libro de la estantería y se tumbó en la cama. No supo que se había dormido hasta que sintió que alguien lo llamaba. "Papi...papá...por favor despiértate...papá..." Se sentó en la cama apoyado contra el respaldo de esta medio dormido, pero cuando vio a su hijo al lado de su cama, con los ojos rojos de llorar, todo el adormecimiento se esfumó en cuestión de segundos.

"¿Hijo que pasa? ¿Estás bien?" Le preguntaba Jace a Ángel mientras lo cogía y lo sentaba en su regazo.

Lo único que el pequeño consiguió hacer fue abrazarse con fuerza al pecho de su padre, este lo abrazó fuerte mientras le susurraba cosas para poder tranquilizarlo. Un rato después cuando el niño parecía más tranquilo Jace le volvió a preguntar: "¿Que pasó pequeño?"

El niño dijo en un susurro: "Pesadilla..." El mayor lo apretó un poco más fuerte contra si. Ángel siempre había sido muy propenso a tener malos sueños.

"Hey campeón, ya hemos hablado de esto varias veces, son solo sueños..." Jace hablaba mientras acariciaba la espalda de su hijo.

"Pero esta vez no fue sólo un sueño..." Lo interrumpió el menor. "Fue sobre mamá..." Jace se estremeció ante la mención de la madre del niño. "Soñé que tú también te marchabas con ella y me dejabas..." El pequeño escondió la cara en el pecho de su padre en busca de protección. "Papi... por favor... no te vayas..."

Jace apretó con más fuerza al niño contra si. " Tranquilo An, tranquilo... Nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, nunca me iré, me vas a tener que aguantar muchos años, y él que se terminará yendo serás tú"

"¡No! No me iré nunca, me quedaré aquí contigo siempre" El mayor sonrió ante la respuesta del niño y le revolvió el pelo. "Venga, te dejo dormir conmigo ¿Sí?" El menor asintió mientras sonreía tímido y se movía del regado de su padre para acostarse a su lado a la vez que este.

"Buenas noche papi..." Se acomodó en el pecho de este y cerró los ojos.

Jace acariciaba lento la pequeña espalda del menor mientras hablaba."Buenas noches..."

El niño se durmió mucho antes rápidamente al contrario que su padre. Este maldecía internamente a la madre del pequeño que indirectamente le había provocado otro mal sueño de nuevo y así se quedó dormido.