Nota: Para empezar diré que el título es una mierda total. I know. Si se les ocurre uno mejor díganme.

Segundo, este fic está ambientado luego del fic "Súper papá", pero no es necesario leer el anterior.

Para Francia.

D! Powerpuff Girls Z no me pertenece.


Charlas entre tío y sobrina

Trató de reprimir un bostezo mientras trataba de peinar el cabello de su pequeña sobrina, sus dedos se enredaban en el cabello húmedo y le hacían más difícil la lucha. La pequeña no parecía molesta por los jalones que de a ratos recibía, al contrario; seguía y seguía con su parloteo.

Dai no puedo evitar pensar que los baños la volvían una charlatana. Igual que su tío Brick, se dijo.

—Entonces papá se metió en el armario y acabó con ese monstruo; ¡Fue increíble! —Gritó extendiendo sus manos hacia adelante.

—Que bien Bi, pero deja de mover tu cabeza ¿si? —pidió exasperado.

La pequeña morena le ignoro comenzando a relatar otras cuantas cosas que a él no le importaban.

—Papá es increíble, es el mejor papá del mundo —dijo—. Cuando mamá tiene pesadillas él se las espanta.

Al escuchar eso, Dai detuvo su lucha por un instante y preguntó un tanto curioso; — ¿Le espanta las pesadillas?

— ¡Sí! a veces escucho a mamá gritar —cuenta la infante volteando a ver a su tío—, pero los dos le rezan a Diosito y mamá no tiene pesadillas —terminó volteando a ver hacia el frente.

Luego de unos segundos de aturdimiento vuelve a su tarea inicial; cepillar el cabello de su sobrina. Pero carajo, que él no tiene cinco años y entiende que no le rezan, prácticamente, a ningún Dios.

—Ya verán esos dos, que Dios ni que nada —susurra para si mismo, pero la pequeña vuelve a hablar pensando que su tío habla con ella.

—Que sí tío Dai, que sí le rezan, yo escucho todas las noches a mamá gritar; "¡Ay Dios, ay Dios!, ¡así sí, así!

El rostro de Dai toma un tono tan rojo, que Bi no puede evitar pensar que el color se asemeja a los ojos de su tío Brick. Suelta una risa.

—A veces no pueden dormir igual que yo y juegan; es un juego muy raro, como el Twister—comenta—. Pero cuando les pido para jugar también parecen asustados. Creo que no quieren que sepa que juegan a eso.

Se queda observando un punto fijo de la habitación; — ¿Algo más? —preguntó sin apartar la vista de las paredes rosas.

—Sí, a veces ellos duermen desnudos, pero cuando yo quiero hacer lo mismo no me dejan— entorna los ojos—. Padres.

—¡Dai!, ¿Tanto te está costando vestir a una niña de cinco años? —escucha a Butch gritándole desde la sala—; ¡apresúrate!

Gruñe.

—Ni una palabra de lo que me has dicho a tu padres, ¿entendido? —ordena serio. La pequeña sólo lleva su manito a sus labios y hace como si los cerrase—. Buena niña.

Oh sí, tendría una larga charla con su hermana y su cuñado luego de darles una merecida y larga paliza por irresponsables, porque, ¿Cómo se les ocurre tener relaciones sexuales junto a la habitación de su pequeña hija?

Él no tenía problemas en que tuviesen sexo, pero prefería que lo hicieran con discreción. Por el bien he inocencia de su amada sobrina.

—Mira tío Dai, es un libro de el tío Brick.

La pequeña sostuvo en alto un libro en el que se podía leer con claridad "Los placeres de la carne". Eso definitivamente no era un libro de cocina, pensó.

Agradecía que la niña tuviese cinco años, no pudiese leer muy bien y que no supiese conocimiento alguno sobre sexualidad. Porque, Dios, estaba rodeada de adictos al sexo que no se molestaban en ser discretos por el bien de la inocencia de su hija.

Más de uno recibiría una paliza de parte del súper-tío-protector-Dai.