Notas del autor:

En fin se que llego 20 siglos tarde, pero fue ahora que me reincorporé :v/ ESPERO LES GUSTE

PD: traté que este capítulo fuera más adorable que gracioso :v así que tal vez sea muy aburrido :v

PD2: mi hermana dijo que mi fic mejoraría si no iba tan directo al grano como siempre :v IZE LO KHE PUDE JENTE

PD3: también intenté separar los temas con "-000-" para que no se viera como un patuque ;-; IZE LO KHE PUDE JENTE

Los personajes de Free no me pertenecen, son propiedad de Kyoto Animation y Animation Do.

Capítulo 12 - Los beneficios de una pareja.

Cuando uno es joven y loco, tiende a hacer cosas locas por su locura juvenil; a unos les daba por tatuarse el nombre de su relación de cinco semanas, a otros les daba por escaparse de casa a media noche y no regresar hasta una hora después, y a otros simplemente les da por complacer al amigo de su mejor amigo, ya que está enamorado de ti, y si no sales con él, es posible que se suicide en cualquier momento, y tu no quieres ver a tu mejor amigo deprimido solo porque una de las maricas de su grupo de amigos se decidió suicidar por tu culpa.

La amistad era algo increíblemente importante para Yamazaki Sousuke, por un lado quería acabar su relación y demostrarle a todo el mundo su heterosexualidad, pero, por otro lado, deseaba acompañar a Haruka hasta que se cansara de él para que su amigo no se arrepintiera de haberlo conocido, y además crea que es una buena persona que nunca rompe sus promesas.

Lo bueno de salir con Haruka es que era una persona que conocía de toda la vida, así que le sabía sus mañas, las buenas y las malas. Una de las cosas que no le agradaba a Sousuke, era que Haruka era una persona sensible, no tanto como Rin, pero tenía miedo de que cualquier cosa lo pudiese ofender. Esa mirada, esa odiosa mirada que siempre te lanzaba cuando hacías algo que no le gustaba, era casi la misma que cargaba siempre ya que Haruka no era muy expresivo, pero como lo conoce tanto, puede diferenciar la mayoría de sus gestos.

Pero vamos, era momento de ver los lados positivos de su nueva pareja, primero que todo, Haruka era su primera pareja de su mismo sexo, por lo tanto cuando tuviese una novia loca que quisiera que él hiciese cosas sexys como intentar tener un trio con algún hombre, ella recordará que Yamazaki Sousuke ya ha salido con hombres, por lo tanto sería peligroso si se llegase a enamorar de este sujeto, ahora todo el mundo es una amenaza, su novia nunca joderá con ese tipo de cosas. Cielos, era un genio. Bueno aparte de eso no se le ocurría otra cosa... Pero ya vería sus aspectos positivos. Todos los tenemos, no podía ser tan difícil.

Por el lado de Haruka era difícil encontrar aspectos negativos hacia su pareja. Era guapo, a veces lo hacía reír, y no jodía mucho, ¿qué más podía pedir? Con el hecho de que no jodía mucho era más que suficiente. Puede que a veces la cagase haciendo que su persona pasase pena en frente de desconocidos, pero eso no era tan malo, sabía que algún día se reiría de todo eso, y si nunca llegaba el día... pues que mala leche; Sousuke seguía siendo guapo así que, ¿qué importa?

Aunque Haruka supiese que toda su relación era una mentira, no tenía ganas de deprimirse por eso; simplemente evadía el tema en cuanto aterrizaba en su cabeza. Era lo mejor, era demasiado pronto como para amargarse la vida por su farsa. Y eso es más que comprensible ¿no es así? Sousuke era la única persona con la que deseaba estar en ese momento.

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Ya el sol había despertado a nuestro nadador prodigio, sus cabellos verde pasto saludaban el amanecer, revueltos y felices por el nuevo día, la puerta seguía estando rota y la cocina olía extraño, pero lo importante es que tenía todo lo que necesitaba: salud, comida, saber el hecho de que Kisumi no joderá más...bueno, por los momentos, y por último, pero no menos importante, más bien, lo que mas importaba, tenía a Sousuke de su lado como su novio, eso era mucho mejor que ganar la lotería, según él.

Justo en ese momento recordó un objeto de mucho valor, no se explicaba cómo era posible que se hubiese olvidado de "eso" , si prácticamente era posiblemente la herencia que dejaría atrás el día en que llegase a morir; "¿Lo habrán robado?" se preguntaba más que preocupado. Haruka revisó uno de los cajones de su armario y ahí se encontraba, intacto de cualquier anomalía, aquel peluche que le había regalado su pareja, ese pequeño Chopper que posiblemente valía más que cualquiera de sus amistades universitarias. Haruka lo abrazó fuertemente, definitivamente estaba empezando a pensar que se convirtió en una adolescente enamorada, restándole importancia a ese pensamiento, besó su tesoro y lo devolvió a su sitio, tenía que buscar una forma de proteger a aquella cosita en caso de emergencia, cualquier loco podía entrar ahora que no tenía puerta y robárselo. El peluche no tenía mucho valor, pero el simple hecho de que Sousuke se lo hubiese regalado, hacía que para el pequeño delfín aquel objeto fuera invaluable.

Mientras Haruka estaba idiotizado guardando aquella mina de oro, alguien tocó el cartón que tenía como puerta. Haruka salió con su cabello despeinado, y vistiendo solo un bóxer; prácticamente parecía un personaje de esas películas de mujeres independientes que quieren recuperar lo que es de su propiedad, como su casa o un perro, específicamente él era personaje del imbécil que le quitó aquella propiedad, cara de pocos amigos y en raras ocasiones siendo un sujeto extremadamente atractivo, solo le faltaba recibir la visita con un "¿Qué haces aquí bombón?" y ser cacheteado o algo por el estilo.

-¿La puedo ayudar en algo?- Preguntó el nadador. La persona tras la puerta era una de las vecinas que él detestaba toparse, la típica ridícula que anda pendiente de la vida de los demás, y se enteraba de todos los chismes porque era la que dirigía las juntas del condominio, a pesar de que ni siquiera era la propietaria.

-Si, señor Nanase, solo vine a preguntarle si iba a asistir a la reunión de esta noche. Ha habido unas cuantas quejas en cuanto a lo de su puer...- Haruka suspiró algo cansado, despeinando su cabello con la mano izquierda en señal de estrés.- N...No tiene que asistir si no quiere.- Cuando Haruka estaba a punto de intervenir con un "no se preocupe, iré" la mujer prácticamente ya había salido corriendo.

Haruka no había entendido aquella conducta, pensó por un momento que lo había malinterpretado y que no estaba muy interesada en que asistiera porque igual tenía que pagar la puerta. "Cuando vaya a salir le diré que iré a la reunión" se dijo así mismo, hasta que escucho las voces del piso de abajo, no sabía si es que todas las voces provenientes de los pisos se escuchaban con claridad, o simplemente las señoras que estaban hablando quería que todo el vecindario se enterase de su conversación.

-Me dio mucho miedo, tenía una cara que me daba mucho miedo, y prácticamente me recibió desnudo, no tiene ninguna vergüenza...- Decía una de ellas. - No me quise quedar con miedo a que me agarrara y me hiciera cosas indebidas.- Haruka arqueó una ceja, si estaban hablando de su persona estaban exagerando. Haruka tocó ligeramente su cara, pensando en aquel comentario, le habían dicho unas veces que tenía cara de odioso, pero jamás creyó que llegase a ese extremo.- Estaba demasiado asustada, jamás había sentido un miedo así.- Haruka le dió la razón, pensando para sí mismo que incluso la dejó tan tonta como para no tener otra palabra para expresarse además de "miedo".

-¿Conoces a Kisumi Shigino?, ahora está en el hospital por culpa de ese rufián.- intervino la otra. "¿Golpeó a Kisumi y está mal, pero si el hace una fiesta loca que se transformó en una redada de drogas, está bien?" se preguntó indignado. Sabía que golpear a las demás personas estaba mal, pero tampoco el chico de cabello de chicle era un santo.

Él cabeza de verde loro no sabía que hacer, ¿como la gente podía pensar que él, uno de los seres más inofensivos del planeta, llegase a ser un rufián?, esto no era para nada bueno, no llevaba casi nada viviendo ahí y ya tenía una mala reputación. Haruka, con un pequeño dolor de cabeza, agarró su celular, pensaba que era lo mejor contarle de esta situación a su novio, no sabía por qué pero tenía el presentimiento de que se sentiría más aliviado si se lo decía, aunque no siempre Sousuke tenía la respuesta correcta, o fácil de afrontar. Haruka quería saber lo que pensaba.

Después de haberlo escrito y enviado, el pequeño delfín se quedó viendo la pantalla, rascándose la nuca por los nervios que tenía, y por la fría brisa que pasaba hacia su cocina por culpa de su puerta de respaldo de cartón. Haruka dio un par de vueltas por su sala, energía un olor extraño de esta, pero no le importaba mucho, lo único que le importaba es que Sousuke le dijese en ese momento que sus vecinos eran muy idiotas y que no le prestase atención; de hecho cualquiera de sus amigos podría decírselo, pero si se lo decía Sousuke, entonces estaría extremadamente seguro de que no fue su culpa y podría sentirse aliviado, en cambio si se lo decía a alguien como Makoto o Rin quedaría aquel pequeño sabor de boca de "tal vez si fue malo lo que hice, pero no quieren que me sienta mal." y recaería en lo mismo; en cambio por alguna razón siempre sentía que Sousuke le decía la verdad en ese tipo de situaciones, no le importaba si le terminaba respondiendo algo como "te pasaste un poco... Te lo mereces". Si le llegase a responder de esa manera igualmente su mente estaría despejada y aprendería de su lección.

Ya estaba cerca la hora de irse a la universidad,a lo mejor su pareja se encontraba inconsciente en su cama y por ello no le podía responder en ese momento; lo mejor sería dejarlo descansar. Haruka no sabía mucho acerca del día a día de su novio, pero conociéndolo bien, seguramente estaba haciendo algo de mayor importancia que estar pegado al celular esperando mensajes de él.

Fue metiendo su celular lentamente en su mochila, todavía con un poco de esperanzas de que le respondiera, fue ahí cuando se escuchó un sonidito muy extraño, un sonidito que el solo escuchaba en ciertas ocasiones, a veces se acordaba de donde provenía, y a veces lo dejaba pasar, ¿que era, que era?, nada más y nada menos que el tono personalizado que le había puesto a los mensajes y llamadas de su amigo el pelirrojo, Haruka dibujo una pequeña sonrisa en sus labios y terminó de guardar su celular; iba a llegar muy tarde.

La primera clase que tenía Haruka era de la conservación y calidad de los alimentos, una de esas clases que el joven universitario veía como una del montón, ya todos sus años de amo de casa le habían ayudado lo suficiente para que esta asignatura fuese un paseo. Al bajar de las escaleras pudo notar que sus vecinas seguían hablando mal de él. Él caminó a través de ellas, rompiendo su círculo de confidencia, no fue a propósito, pero ellas lo tomaron como una amenaza.

-Creo que lleva un arma en su mochila.- Susurró la nueva que se había integrado a la conversación, lo suficientemente alto para que el universitario alcanzase a oír. Por su parte solo siguió su camino, además tampoco tenía la suficiente capacidad social como para arreglar el problema de manera pasiva-agresiva, esa era la especialidad de Sousuke, lo mejor sería dejarlo así como estaba.

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Mientras tanto en la vida muy ocupada de Sousuke, ahora mismo estaba haciendo una de las dos cosas que le había ordenado su madre hacer en su ausencia, limpiar la casa, y no destruirla, aunque está siempre era una broma, Sousuke tampoco era tan estúpido como para incendiar o demoler su propia casa.

Solo le faltaba hacer la cosa más fastidiosa a la hora de acomodar su cuarto, doblar las sábanas. Era un trabajo muy difícil, su mamá siempre las doblaba a la perfección, pero cuando él lo hacía no se veía tan profesional, y a veces recibía regaños porque las sabanas no parecían estar acomodadas, y que el cuarto se veía "sucio" por causa de ello. Después de eso tenía que limpiar la sala, pero eso era mucho más sencillo.

Sousuke se quedó viendo un rato mirando su cama, hasta que se decidió por ver un mensaje que había evitado leer para no perder la concentración de su limpieza. El mensaje decía lo siguiente:

"Mis vecinas creen que soy una especie de asesino, que intentó matar a Kisumi o algo parecido." Si Sousuke hubiese estado a medio trago de agua, lo hubiese escupido de la risa.

"Maldita sea, eso es genial, debiste golpear a Kisumi hace años." Le respondió todavía con las risas en la boca. "¿Como amaneciste?" Le envió seguido del otro mensaje, Sousuke no estaba seguro de si había enviado ese mensaje porque quería seguir hablando con Haruka, o si estaba evitando hacer sus quehaceres.

"Mal. Creo que todos mis vecinos me odian, ¿y tu?." Le respondió Haruka.

"No te preocupes por eso, dales una semana, ya verás que dentro de unos días serás noticia vieja, y bien, intentando limpiar la guarida." Sousuke envió muchos emoticones de enojo, tristeza, caras cínicas y como tres gatos, tal vez Rin lo había mal acostumbrado.

Haruka miró el mensaje con una mueca, por un lado se sentía aliviado al ver como Sousuke le restó importancia a su problema, y por otro quería ayudarlo a limpiar, era estúpido pero le quería ayudar al menos para compensar todo el mal que le estaba haciendo. Estaba parado justamente en el cruce entre la casa de Sousuke y la universidad, a él no le importaba mucho la primera clase, y la verdad es que quería ver a Sousuke, pero no quería verse desesperado. "Aunque puedo hacerlo, ¿no?, soy su novio después de todo" pensaba para sí mismo. Se agachó sin dejar ver su cara, el haber llegado a pensar eso le daba mucha vergüenza, Haruka recuperó su postura inicial, viendo que Sousuke le había enviando otro mensaje.

"¿Que rayos es eso?" Junto con el mensaje Sousuke le envió una foto de una sustancia pegajosa color morado en la cocina. Haruka hizo una mueca preguntándose seriamente lo mismo.

"Ah, era el helado que derramé ayer." Le escribió nuevamente, mostrando el envase de helado que estaba en la bolsa de basura.

Haruka soltó una carcajada y enseguida la calló tapando su boca con la mano derecha, uno de los viejitos que andaba de paso por la misma calle que él, lo vio de manera extraña, pero no le interesaba mucho.

Tragándose todo su orgullo Haruka finalmente se había dignado en escribir: "¿Quieres que te ayude?" . Por parte de Sousuke en cuanto recibió este mensaje se impresionó, "¡Si!, limpieza gratis." pensó.

"Esta bien... ¿pero no tienes que ir a la universidad?" Le preguntó fingiendo interés, no quería verse como un imbécil que usaba a su novio de sirvienta. Al enviar aquel mensajeSousuke terminó por tirar sus sábanas a un lado, y las dejó lo más desacomodadas posibles, ya no era su problema.

"Tengo las primeras horas libres" le mintió, el responsable de la casa Yamazaki en ese momento colocó su celular encima de un estante, y se recostó en su cama, sabía a la perfección que podía hacer esas actividades en un periquete, pero estaba más que obvio que si las hacía Haruka sería mucho más rápido, por algo había vivido tanto tiempo solo. Bueno ya había encontrado otro punto positivo de Haruka, sabía hacer las tareas de casa.

Sousuke entró en razón por unos momentos y se puso a buscar todas las bolsitas de té que tenía; tampoco podía recibir a Haruka sin una taza de té por lo menos. Tenía dos del mismo color usadas hasta la mitad, así que utilizó esas dos con miedo a que quedara muy soso si solo utilizaba una. Si en su otra vida no había nacido chef, no sabía cuál podría haber sido su profesión.

Ya listo el té, dio un sorbo para probarlo, sabía bastante raro, fue ahí cuando vió que una de las bolsas decía "té sabor a durazno", y la otra decía "Té medicinal para el dolor de espalda", algo apenado por algo que había hecho a solas, Sousuke decidió echarle un poco de leche, y un poco de miel ¿por qué no?, para que no supiera a ninguno de los dos anteriores.

Ya creado uno de los té más espesos que había probado en su vida, el castaño decidió poner la taza de té encima de la única mesa que había limpiado hasta el momento, así no notará tanto que la casa estaba patas arriba, se sirvió lo menos posible en una taza, para dar a la idea de que estaba bebiendo mientras esperaba a Haruka.

Buscó por la televisión alguna cosa que ver, pero como toda programación de las mañanas, todo era basura; por suerte ya Haruka estaba en frente de su puerta esperando ser recibido.

-Bienvenido a mi humilde morada Haruka... y Harukito.- Haruka hizo una mueca al escuchar el segundo nombre.- No te sientas celoso, los quiero a los dos por igual.

Haruka sin importarle mucho, termino de entrar a la morada Yamazaki, conformada por muchos papeles regados por el suelo, muchas bolsas de frituras a medio comer, entre otras cosas que no alcanzó detectar; se veía desde lejos que la mamá de Sousuke no estaba en casa desde hace un tiempo.

-Bueno ya sabes donde queda la habitación, ah sí, toma un poco de té.- Sousuke le cedió una de las tazas a Haruka, emanaba un olor muy poco apetecible, pero aún asi el salvador de hogares sucios aceptó la cortesía de su novio. Al probarlo pudo notar que al final del sabor había cierta amargura, como que fuese remedio lo que estaba bebiendo, se bebió el resto en un solo trago y devolvió la taza.- ¿Quieres más?

-No, gracias.- Le respondió, procurando que por esa boca no fuese a pasar otra cosa que no fueran palabras.

Haruka se dirigió a la habitación del propietario, pudo notar que sus sábanas estaban mal colocadas, y el resto de la habitación estaba irreconocible, se sentía como el patrocinador de uno de esos programas de "cambio de casa", solo le faltaba traer un cubo de basura, y botar todo aquello que considerase inútil, ir colocándolo dentro de ese cubo, mientras veía la cara de Sousuke aguantandose el dolor, y hasta quejándose por desechar sus recuerdos o algo así.

Sousuke se quedó limpiando el desastre que había ocasionado en la cocina, con esperanzas de que super Haruka sintiera pena por él y lo ayudará más de la cuenta, pero veía eso imposible.

El ojizarco agarró la escoba más cercana, y arrastró todo lo que tenía Sousuke en el suelo, dejando ver por fin de que color era. Dejó todas sus pertenencias en la sala, en donde Sousuke pudiese verlas, Haruka las señaló con el dedo y le dijo que agarrarse todo aquello que era vital para su día a día. Definitivamente estaba siendo el anfitrión de un programa de cambio de casa.

El encargado de la residencia Yamazaki asintió, dando dos largos pasos que lo dejarían estar al lado del anfitrión del programa. Se agachó y fue revoloteando, Haruka tambien se agachó, para ver si lo podía ayudar. Fue apartando las bolsas de papitas vacía que se encontraban entre las pertenencias del mayor.

-¡Eso no!- Le gritó dejándolo casi sordo, Haruka se hurgó la oreja para neutralizar el impacto.- Esta fue la primera bolsa de papitas que me trajo un cromo ganador.- Dijo como que se tratase de uno de los momentos más cruciales de su vida.

-E...esta bien.- Haruka dejó la bolsa en el lado de Sousuke, para recordarle que no lo debían botar.

-Solo bromeo, bota esa porquería.- Le dijo retirandolo de su lado, muerto de la risa.

Haruka se rió tontamente, no lo podía entender, ¿acaso se estaba volviendo en esas parejas tontas que cuando no saben que decir se reían? , pero eso no era importante ahora, lo importante ahora era arreglar la residencia Yamazaki. Entre las pertenencias de Sousuke, Haruka pudo encontrar uno que otro libro, unas cuantas cintas de videojuegos, ropa, y una que otra revista con chicas sexys. Haruka se quedó un poco curioso, la chica de la portada era específicamente del tipo que le gustaban, exactamente, el estereotipo de chica ideal japonesa, cabello largo negro liso, piel extremadamente blanca, y cara muy sofisticada, y obviamente figura de modelo. Siempre pensó que su primera novia seria alguien tan taciturno como él, y que al final se terminaría casando, dando a lugar a un matrimonio largo y próspero; la única persona que le llego a gustar fue Yazaki Aki, una de sus compañeras cuando estaba en secundaria, él nunca confesó sus sentimientos. Por esa falta de experiencia Haruka siempre creyó que la primera chica sería la indicada, y también llegó a pensar en estar solo, ya que nunca había sentido algo tan especial desde ese entonces. En ese momento se empezó a sentir un poco mal debido que la única relación amorosa que había tenido, o mas bien que todavía mantiene por los momentos, era un sujeto que estafo y que tal vez todavía no podía tolerar su existencia.

Haruka se quedó pensativo, tal vez cuando Sousuke se enterase de su estafa, podría ser fácilmente feliz con una chica bonita que le gustase, o morir felizmente solo sin que nadie lo molestase. O si tenía suerte, podría encontrar a una chica que le gustase antes de que el otro se diera cuenta de todo su malvado plan.

Sousuke al ver que Haruka se quedó viendo la portada de la revista, le dijo sin pelos en la lengua:

-Es un volumen bastante bueno, te lo presto si quieres.- Le dijo con una risita burlona.

-Ah... no...- Haruka estaba un poco apenado al escuchar eso por parte de Sousuke.

-No importa, no eres un vegetal después de todo, y yo soy una buena persona, solo agarralo.- Le dio tres palmadas en la espalda, como si se tratase de su pequeño hermano que al fin se daba cuenta de sus necesidades sexuales.

Después de un par de segundos incómodos con el silencio de Haruka, y Sousuke recordando el hecho de que ahora eran novios, Sousuke tosió un poco recordandole que tenía que ayudarlo a limpiar su desastre.

Haruka dejó a solas a Sousuke para que terminase de agarrar lo esencial, y termino de limpiar la habitación del propietario minutos más tarde, definitivamente era un amo de casa, Sousuke se quedó muy impresionado al ver que su habitación pudiese llegar a estar mas limpia de lo que él la dejó, parecía un lugar completamente nuevo. Se limpió el sudor de la frente con el brazo y miró la hora, ya estaba a punto de iniciar la segunda clase.

-Lo siento, ya me tengo que ir, suerte limpiando la casa.- Le dijo esperando a que Sousuke le abriese la puerta de salida.

-¿No quieres comer algo antes?- Le preguntó Sousuke un poco preocupado por la salud de Haruka.

-No, estoy bien.

El mayor terminó por abrirle la puerta a Haruka, y éste pegó una carrera a los dos segundos de abierta, "que bueno es ser joven" pensó Sousuke, sobándose con una mano la barba de tres días que tenía.

Por otra parte Haruka nuevamente sintió aquel sentimiento que detestaba sentir, el sentimiento de la culpa, ¿Por qué simplemente no le decía a Sousuke los hechos, en vez de esperar a que se agrandará el asunto?, Haruka tenía miedo de que si le dijese algo a Sousuke, él terminase despreciandolo, pero también cabía la posibilidad de que se riese y terminara diciendo: "No conocía este lado tuyo." Y después de aparentar que todo estaba bien, Sousuke le cortaría la muñeca esperando a que se desangrara y muriera...

Si... definitivamente estaba esperando que solo lo despreciara. El universitario llegó a su destino, el camino fue mucho más corto de lo que esperaba, no había dado ni dos pasos en cuanto las réplicas de sus amigos habían aparecido.

-¿Por que llegaste tan tarde?- Le preguntó Makoto inverso al recién llegado.

-Estaba ayudando a un amigo...

-Tipico de ti.- Le dijo Nagisa inverso golpeándole la espalda con su codo.

-¿Porque tienes el pelo verde?- Como que con un solo Makoto no le bastara, viene su inverso a hacerle una pregunta que no le incumbía.

-Larga historia...

-Tipico de ti.- Nuevamente Nagisa inverso le dió un codazo, ¿es que ya no se les ocurría nada inteligente que decir?- Así estás más guapo.

-Gracias...

Las dos chicas arrastraron a Haruka hasta la siguiente clase, Repostería, una de las clases favoritas de Haruka, no solo aprendía un montón de tips importantes, también podía comer algo dulce al final, eso tal vez haría que su sangre circulase bien.

La clase de aquel día era de experimentar con distintos tipos de mezclas para crema de pasteles, y como podía llegar un solo ingrediente a echar a perder todo. Haruka a cada rato probaba la suya, más por el hecho de que tenía hambre que por el de comprobar si estaba bien o no.

Haruka se la pasó casi toda la clase comiendo de su mezcla, estaba demasiado mareado como para poder detenerse.

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Sousuke después de un rato terminó todo lo que tenía que hacer en su casa, estaba un poco agotado, así que para relajarse un poco se quedo pensando en la revista que había visto Haruka, "asi que Haruka es completamente gay..." tenía una pequeña esperanza de que el pequeño delfín le gustase un poco las chicas, "encontrar un sujeto que le guste estara mas dificil..." pensaba.

El tiburón ballena se quedó viendo el techo, hasta que por fin se le ocurrió algo "Voy a comprarle una revista para gays, y vere cual es su tipo." sencillo ¿no?

Muy seguro de sí mismo salió de su casa, había una librería cerca de esta, estaba al borde de la quiebra por lo tanto no la visitaban mucho, era perfecto , ahí es donde compraba sus revistas de todas formas. Al entrar el lugar estaba despejado, era increíble, nadie lo vería comprar aquella porquería.

Sousuke se fue a la sección de revista para mayores, se quedo viendo como por dos o tres minutos, cuando finalmente vió una que no tenía la portada muy gráfica la tomó, y además aprovechó de agarrar tres más de su editorial favorita aprovechando que su madre no estaba por la casa.

-¿Yamazaki?- uno de sus compañeros apareció, era el típico enclenque con lentes que admiraba mucho a Sousuke, que Sousuke nunca se molestaba en recordar su nombre, y que pensaba que algún día podría a llegar a ser alguien como él.- ¿Tú también?

-... Tu... cuanto tiempo.- Sousuke le dió un mini abrazo de hombres, sin quitar la mueca que tenía en la cara al ver que no recordaba su nombre.

-Era obvio que alguien tan masculino como usted compraría en esta zona a horas tan tempranas.- El sujeto se quedó viendo lo que agarraba Sousuke, este lo trató de ocultar pero aun así pudo captar lo que tenía entre sus manos.- Ooh, para su novia ¿no?, típico de usted, seguramente debe tener varias chicas rendidas a sus pies.- "¿Es enserio?" Sousuke escondió ambos labios en incredulidad, ¿que tan patético podía ser este sujeto?

-Novio, son para mi novio.- Sousuke no le importaba lo que este sujeto pudiese pensar de él, es más quería incomodarlo para que se largara lo más pronto posible, El acompañante de Sousuke se quedó viéndolo, mientras que Sousuke se iba alejando lentamente. Y se detuvo al escuchar que éste "conocido" empezó a hacer un "aplauso lento."

-Si alguien tan masculino como usted puede admitir algo asi tan facilmente, entonces yo también ¡Usted es un gran ejemplo Yamazaki!- algunas personas que también estaban comprando empezaron a aplaudir.

-Ojala hubiera mas hombres como tu.- Le dijo una señorita que andaba por ahí.

-Ojala yo hubiese tenido a un novio como tu, ya no me da pena lo que piensen de mi.

Todos los presentes agarraron a Sousuke y lo empezaron a alzar como a una celebridad. El sujeto el cual Sousuke desconocía su nombre puso sus revistas en la caja registradora mientras se unía a la fiesta judía alzando al héroe.

-No... acabo de escuchar todo lo que acabas de decir hijo, quedatelas, es gratis.- Sousuke hizo una mueca mientras seguía siendo alzado.

-Jefe...- Dijo en un sollozo el sujeto que inició todo el revuelo, que incluso había tomado la mano de Sousuke para besarla mientras se arrodillaba en el suelo. Sousuke deseaba tener un anillo puesto para que este hubiese recibido el beso que lamentablemente había quedado grabado en su piel.

-Ya no me da verguenza lo que opinen de mi, compraré en este sitio todos los días.- Dijo otro, y la multitud que se había formado de repente estaba de acuerdo con él.

Sousuke fue tendido en la entrada, con sus revistas en manos y con el cabello despeinado, sin terminar de entender lo que había sucedido, cuando fue recuperando su paso pudo escuchar que todavía lo halagaban, un poco asustado por todo el despelote salió corriendo a su casa, no había entendido lo que acababa de pasar, pero la buena noticia era que obtuvo revistas gratis. Por suerte un mes después Sousuke se enteró que desde ese día tenía clientela regular y el local había sido salvado de la ruina. Ni siquiera le molestó ver la foto de su carnet de estudiante enmarcado en la pared que daba a la caja registradora.

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"¿nOS PODEMOS REUNIR LUEGO?" En medio de una de las clases Haruka había recibido este mensaje por parte de Sousuke, pudo notar que estaba apresurado al ver que la única letra que debía estar en mayúsculas no lo estaba.

Haruka no entendió la prisa que tenía Sousuke, pero había algo que quería comprobar, y solamente con Sousuke podría hacerlo, así que acepto.

"Ok, iré en cuanto acaben las clases" Le respondió.

"¿No tienes que ir a practicar?"

"Están limpiando el gimnasio."

La conversación se acabó en ese momento, Haruka tuvo que aguantar todo un día con preguntas incómodas de qué le había pasado a su cabello, y también ver que algunos profesores ni se acordaban de su existencia que ni sabían que se había teñido el cabello.

Ya terminadas las clases Haruka se dirigió a la casa de Sousuke, aún se sentía mal por engañar a Sousuke, estaba muy decepcionado de sí mismo, después de todo lo que habían pasado juntos y todas las vergüenzas que lo había hecho pasar ¿porque seguía engañándolo?

Ya en la puerta de la casa Yamazaki, Haruka tocó a la puerta, y Sousuke en menos de lo que cantaba un gallo ya estaba en frente de él , Haruka antes de que el otro hablase le preguntó una cosa que lo había estado inquietando todo el día.

-¿Me puedes prestar esa revista de chicas?- Estaba muy avergonzado mirando hacía otro sitio. Sousuke no sabía que polvo de hadas había sido vertido sobre Haruka, pero no pudo evitar darle un abrazo en ese momento por el orgullo que sentía "Haruka no era una causa completamente perdida" pensó. Haruka no entendió por qué lo hizo pero le correspondió el abrazo.

-Por supuesto, ya te la doy.- Sousuke con un par de brinquitos fué a buscar la revista, mientras que Haruka terminaba de entrar en la casa.

-¿Y que necesitabas de mí?- Preguntó para evadir un poco el tema.

-Ah... olvidalo...- Haruka asintió. Eso le gustaba a Sousuke, Haruka no se retorcía por saber las cosas, solo las dejaba pasar.

-Toma.- Sousuke le entregó la revista a Haruka.- No vayas a escurrir tu esperma en ella ¿ok?- Haruka se mordió el labio inferior por lo avergonzado que estaba, Sousuke solo se limitó a darle un pequeño golpe en la cabeza.- Acostumbrate, a lo mejor no será la única vez que te preste una, yo cuido mucho mis cosas. Esta casi no la he usado asi que no te preocupes no esta pegostosa... y la he tocado con la otra mano, bueno no aseguro nada.- Haruka hizo una mueca al escuchar eso.- Solo bromeo es una de las que compré hoy, es con la misma mujer que la que viste esta mañana, disfrutalo... Pero me la devuelves...

Haruka se rió, pero porque no sabía si reír o llorar, se despidió de Sousuke y se fue a casa muerto de la pena, al llegar pudo ver a todos sus vecinos reunidos, a lo mejor se había ido la luz o algo por el estilo.

-Señor Nanase, todos los vecinos nos pusimos de acuerdo y creemos que lo mejor sería que se retirara de los apartamentos.- Le dijo la misma mujer que tocó su cartón en la mañana.

-¿Qué?- Preguntó incrédulo.

-Si... aquí tiene un cheque con todo lo que pagó, no tiene que pagar la puerta, solo lárguese.- Dijo entre lágrimas la mujer.

detrás de la mujer Haruka pudo divisar aquello que parecían su juego de maletas de aluminio, a lo mejor con todas sus pertenencias empacadas, eso lo frustró ¿Quienes se creían como para tocar sus cosas sin su permiso?

-¿Puedo asegurarme de agarrar una última cosa?

-Pero rápido.

Haruka entró a su casa, todos los vecinos lo siguieron, eso lo molestó aún más. Haruka se dirigió a su cuarto, y abrió un cajón, en el cual se encontraba su tesoro.

-¿Que es eso?- Le preguntó la más vieja de sus vecinas, Haruka ya muy cansado decidió decir algo que nunca pensó decir en su vida.

-Dentro de este peluche tengo una bomba que nos matará a todos, y en mi mochila tengo una K-26c así que si alguno de ustedes agarró alguna de mis pertenencias, devuelvanmelo. Ahora.

-¿Una K-26c, estas loco, planeas hacer una masacre?- Dijo uno de los vecinos, Haruka realmente no sabía si siquiera existía un arma llamada así, pero de algo estaba seguro, ni él ni su vecino sabían de lo que estaban hablando.

Muchos devolvieron unos relojes que tenía, y uno le devolvió un par de sus medias, Haruka agarrando al chopper como una amenaza letal se fue de los departamentos.

Haruka muy deprimido en uno de los bancos del parque junto con su maleta le envió un mensaje a Sousuke diciendo la locura que acababa de hacer, y empezando a pensar en qué hacer. En cuanto recibió un mensaje de su amante.

"jjkakajajajja te pasaste de mierda, ven quedate a dormir en mi casa mientras tanto." Los ojos de Haruka se habían iluminado, aunque no no fuera muy aparente debido a lo seco que era, pensaba que Sousuke era una muy buena persona y eso era lo que más le gustaba de él.

-Fin del capitulo.-

¿Qué les pareció? :v comentenme y diganme que les pareció.

Bye los amo.