Hello, hello, hello! Desde que empecé este Fanfic, había estado pensando en cómo sería el momento que llegará a este capítulo, quería hacerlo super intenso y dramático xd y creo que estoy satisfecha con el resultado.

Mil millones de gracias a quienes me siguen leyendo, de verdad les agradezco todo el apoyo y paciencia. Definitivamente voy a terminar esta historia, para mí y para ustedes.

Perla es propiedad de Luuandherdraw (en DA), yo solo uso al personaje con el fin de entretener.

Disfruten!

Coronas, gemas y perlas.

Capítulo 10. Ultimo regalo.

En la vida muchas veces nos vemos enfrentado a situaciones surrealistas, de esas donde no puedes evitar parar un segundo, mirar a tu alrededor y preguntarte ¿Cómo rayos llegue a este punto? Claro que, Rarity había pasado ya por cientos de ellas, desde la primera vez que se enfrentó junto a sus amigas contra Nigthmare Moon supo que su vida nunca volvería a ser la de una simple costurera pueblerina. Había pasado por tantas locas y extrañas aventuras que ya estaba completamente acostumbrada a no sorprenderse por terminar enredada en momentos de lo más inverosímiles. Sin embargo… Esta situación, esta que estaba teniendo lugar en este preciso momento, la tenía de lo más sorprendida y sin parar de preguntarse ¿cómo ponis llegó hasta aquí?

Justo hace unos meses estaba siendo la yegua más afortunada y feliz en Equestria, era la diseñadora más reconocida y cotizada del país, estaba amasando una considerable fortuna, vivía en una elegante y enorme mansión, tenía las mejores y más increíbles amigas en el mundo y estaba comenzando una hermosa familia. Tenía a su lado al unicornio más importante de Canterlot, y claro, era madre de una preciosa potrilla unicornio, lo poseía prácticamente todo, no se le podía ocurrir una sola cosa que le hiciera falta durante ese tiempo,¿ y ahora? Se encontraba empacando sus cosas en un carruaje que las llevaría a la estación de tren, preparando todo para llevarlas directo a su antiguo hogar, todo bajo la atenta y seria mirada de Fancy Pants.

Envolvía con su magia cada maleta y la depositaba cuidadosamente sobre la enorme pila dentro del carruaje que estaba afuera de su, ex - mansión, algunas eran tan pesadas y grandes que Spike debía dejar su trabajo como supervisor de mudanza, para poder cargarla y colocarla a salvo en la pila. Ningún sonido era emitido dentro del salón, los tres presentes guardaban un silencio sepulcral e incómodo, tanto que hasta el dragón empezaba a sentirse sumamente sofocado. Para su suerte, las pertenencias de Rarity y Perla habían terminado de ser empacadas y todos procedieron a salir al jardín para los últimos preparativos.

Spike se removió incomodo en su lugar mientras observaba al conductor del carruaje de mudanza y sus ayudantes, asegurar las maletas para el trayecto. Dirigió su mirada hacía dentro del jardín donde Rarity había salido con su hermosa hija en cascos, la acunada delicadamente procurando que se quedará dormida antes de alistarla para el viaje. La atención completa de la unicornio se mantenía fija en su bebé, tanto, que casi parecía perdida en otro mundo, estaba tan ida que no se dio cuenta cuando Fancy se acercó por detrás de ella y se sentó a su lado.

"Espero recibir la noticia de que llegaron a salvo en cuanto pisen Ponyville" Dijo con su voz gruesa y educada. Rarity se sobresalto al escucharlo, volteó a mirarlo y se puso aún más incomoda al no detectar signo de sentimiento en el rostro del corcel.

La mirada de Fancy estaba serena y tranquila, sus expresiones relajadas y su voz había salido sin pizca de vacilación, parecía casi como si la situación no lo estuviera afectando en lo más mínimo, a diferencia de Rarity, la cual no podía hablar sin un tartamudeo nervioso.

"Por supuesto, Fancy" Afirmó ante la petición, desvió la mirada en cuanto terminó su frase, tratando de evitar el tenso sentimiento que le producía tener los ojos del Fancy pegados a ella.

Arrulló unos minutos más a su hija y esta cayó completamente dormida en los cascos de su madre. Rarity la cubrió con una pequeña manta de seda y la colocó con toda la delicadeza del mundo en un pequeño porta bebés. Hizo levitar un pequeño bolso y su sombrero de viaje hasta colocar este ultimo en su cabeza, soltó un ligero suspiro mirando a Spike, quien le devolvió la mirada junto con una pequeña sonrisa de ánimo. Y casi terminaba esto, un poco más y estarían disfrutando de una taza de té en la Boutique Carrusel de Ponyville, compartiendo una amigable charla con Twilight y Applejack. Solo tenía que aguantar un poco más.

Fancy Pants se levantó se su sitio para acercarse hasta donde se encontraba su durmiente hija, levanto un poco la sabana con su cuerno y murmuro tan bajo que nadie pudo escucharlo. "Adiós mi pequeña, te veré el fin de semana"

Spike levantó el entrecejo extrañado por la escueta despedida que había tenido el unicornio con su hija, sabía que Fancy era de pocas demostraciones públicas, pero, ¡vamos! Era su hija. La mirada del corcel se encontró de repente con el dragón y este no pudo mantener sus ojos en los fríos hielos azules "Nos despedimos anoche" Dijo Fancy adivinando lo que Spike había estaba pensando.

El dragón agacho la mirada apenado de haber pensado mal de él y tomando el porta bebé entre sus garras, se encaminó hacía afuera de la propiedad.

"Iré a prepararla" Dijo saliendo del jardín, volteo brevemente hacía Rarity "Te esperamos en el carruaje, cuando estés lista nos vamos" Anunció finalmente antes de dejar a los unicornios completamente solos.

La yegua asintió, sabía que tenía que llegar este momento, la despedía con Fancy. Aunque esto no significaba que dejaría de verlo para siempre, pues siempre iba a ser el padre de Perla y tenía todo el derecho de verla, si era el rompimiento definitivo de su relación, en cuanto pusiera un casco fuera de la mansión dejarían de ser pareja. Esta es la situación que Rarity no podía creer que realmente estuviese sucediendo, se había estado mentalizando y preparando desde que llegó a este acuerdo con Fancy, sin embargo, entre más lo meditaba menos podía creerlo. Llevaban cuatro años juntos, habían superado tantas cosas en ese tiempo, desde otros ponis tratando de entrometerse en su relación, hasta semanas sin verse a causa del trabajo o de los peligros que amenazan Equestria, claro que antes habían tenido problemas, tal y como cualquier pareja, en aquellas ocasiones todo se había resuelto hablando, pidiendo perdón y prometiendo cambiar, algunos problemas no fueron tan sencillos tampoco, pero, ¿esto? Si se suponía que se amaban, ¿por qué llegaban a esto?

Rarity agitó su cabeza para alejar todas esas divagaciones, ya no había vuelta atrás, lo habían hablado, lo habían decidido los dos, era lo mejor para todos, para la estabilidad emocional de ambos y para la salud y buena crianza de Perla. Por el bien de su hija debía mantener una buena relación con su padre, así que era el momento de terminar todo esto de la mejor manera .

"Bueno, creo que es el momento de irnos" dijo levantando su cabeza, su voz salió sorprendentemente tranquila, lo cual le dio valor para continuar "Puedes visitar a Perla todos los fines de semana, solo te pido que me avises con tiempo y que no te desentiendas de sus necesidades" continúo volteando para estar frente a él. Fancy se mantuvo en silencio mirándola fijamente "Sé que no necesito dinero extra, pero me parece justo que también aportes algo para…"

"Rarity" se calló en cuanto el corcel la interrumpió y no pudo evitar dejar salir un jadeo en cuanto se dio cuenta de que Fancy Pants estaba parado justo a unos cuantos centímetros frente a ella. Lentamente subió su mirada para pasar su vista por el pecho de Fancy, pasando por su cuello y deteniéndose justo en su rostro. Rarity sintió su corazón latiendo como loco al apreciar las expresiones de su ex poni especial. Los brillantes ojos azules de Fancy la miraban con tal profundidad que casi parecía que miraba su alma, los veía más brillosos, como si estuviera conteniendo las lágrimas, vio su labio temblar antes de que él emitiera sus siguientes palabras. "Tengo un regalo para ti, un ultimo regalo"

La yegua quien no apartaba su vista de él , permaneció en silencio sin saber como actuar hasta que vio como Fancy envolvía su cuerno con magia para empezar a hacer levitar un pequeño objeto del bolsillo de su traje.

Bajo la atónita, incrédula y dolida mirada de Rarity, Fancy Pants levitó frente a ella, el anillo de compromiso más impresionante que Equestria había visto alguna vez.

"F-Fancy"

"No por favor, no lo rechaces, era para ti de cualquier manera" dijo el unicornio con los ojos a punto de estallar en lágrimas "Se qué ahora parece una estupidez, pero… creo que se te vería sumamente hermoso, como cualquier cosa que uses" Continúo colocando el anillo en el cuerno de Rarity con su magia.

Para este momento, la unicornio ya estaba llorando, sentía su corazón romperse en mil pedazos ante la situación, su respiración se hizo pesada y errática, sentía que en cualquier momento se desplomaría en el suelo. Jadeo fuertemente al sentir el peso del anillo en su cuerno y lo remató ante las siguientes palabras de Fancy.

"Gracias, Rarity, gracias por todo. Lamento no haber podido ser el corcel que te mereces, pero…" Paro un momento para rodearla con sus cascos "Siempre voy a estar para las dos, pase lo que pase" Terminó con una pequeña pero sincera sonrisa.

Rarity sintió sus patas temblar, el contacto con el suave pelaje de Fancy le estaba quemando el cuerpo y el corazón, sentir su corazón latiendo contra su pecho en sintonía con el de ella, la hizo sentir tan contrariada y lastimada que, en un arrebato de fuerza, se separó del unicornio con fuerza y salió trotando a toda velocidad hacía el carruaje de mudanza. Las lágrimas obstruían su vista, pero no se detuvo hasta estar dentro del carruaje rumbo a la estación de tren. Solo cuando desapareció de la vista de Fancy Pants, este se permitió, llorar.

Gracias por llegar hasta aquí, espero haber podido transmitir todo lo que quería en este capítulo. Los leo pronto!