Gracias a Rose Black Dragon, por ayudarme con esta pequeña invensión mía y este fanfiction va dedicado a mis queridas amigas Yunuen y Rose Black Dragon


El chocolate no es para todos.

Unas pequeñas tortugas de ocho años estaban esperando a su padre. Cuando escucharon que se abría la puerta, los pequeños corrieron a abrazarlo. Splinter habló:

—Niños, vayan a lavarse las manos, pronto comeremos y les tengo una sorpresa— dijo Splinter con una pequeña sonrisa en su rostro.

Los pequeños fueron a lavarse, realmente emocionados de ver qué les había traído su viejo padre. Después de comer, esperaron pacientes a que Splinter les diera su sorpresa; a cada uno le dio una paleta y un chocolate. Los pequeños vieron las golosinas con ojos que delataban su alegría.

Muy contentos, dieron las gracias y se fueron a comer su sorpresa, cada uno corrió en una dirección diferente; el viejo sensei, al ver eso, se sonrió aún más. Mikey se comió las dos golosinas juntas. Donnie se comió la paleta primero y un rato después el chocolate. Rafa hizo lo mismo que Mikey y Leo sólo se comió el chocolate, decidió guardar la paleta.

POV Leo.

Cuando terminé mi chocolate, comencé a sentir unas ganas enormes de correr y mucha, mucha alegría, sólo pensaba en eso. También sentía que no podía estarme quieto, así que comencé a correr por la guarida esperando que papá no se enojara mucho.

POV Donnie.

"¡Qué raro! Acabo de ver a Leo corriendo como loco, debe de haber perdido algo… Bueno, no importa." —pensó el más listo primero para después seguir leyendo.

POV Rafa.

"Acabo de ver a Leo corriendo como loco, debe de estar entrenando. Bueno, muy su gusto, mejor me dormiré un ratito." —Sin darle mucha importancia, el pequeño de rojo se dirigió a su habitación.