Capitulo 01 "Gusto En Conocerle".
Este es Kageyama Tobio, un encantador joven de 17 años, está a punto de graduarse, pero más importante, está a punto de cumplir medio año con su novia. Sus amigos del colegio varias veces le habían repetido que debía de ser un buen novio y comprarle un regalo a su novia, de preferencia uno muy caro.
El de cabello negro camina por la calle fundido en sus pensamientos, no es que no quisiera gastar su mesada en un regalo para su novia, es solo que no tenía idea de que le gustaría a la chica, ¿Qué le gusta a las chicas después de todo?.
Despertó de entre sus pensamientos y noto que se había desviado de su camino, se encontraba en una calle que nunca antes había visitado, miro a los alrededores intentando ubicarse y termino topándose con una floristería.
¡Hey! A las chicas les gustan las flores… ¿No?
Suspiro y camino hasta la tienda intentando no mostrar demasiado interés. Observo las flores que estaban en exhibición, reconoció varias de ellas, pero no recordó el nombre de ninguna, después de todo no le llamaba mucho la atención un tema como las flores.
En ese instante la puerta de la floristería se abrió dejando así sonar la campanilla, una niña y una mujer sostenían un ramo pequeño de varias flores.
- Muchas gracias por las flores – la pequeña se despidió.
- Vuelve pronto – se despidió la persona que los había atendido. Algo llamo la atención de Kageyama, eso sonó como un hombre, ¿Los hombres trabajan en las floristerías? ¿Qué eso no es cosa de chicas?
Por pura curiosidad volteo la cabeza y parte del cuerpo, esperando ver a un chico realmente afeminado o algo por el estilo.
Y termino encontrándose con un encantador chico de cabello anaranjado, se veía menor que él, pero no por mucho. El chico volteo y sonrió cordialmente, el corazón de Kageyama dio un pequeño vuelco, no sabía si fue por la sonrisa o por el hecho de haberlo encontrado observándolo.
- Buenas tardes, ¿Busca algo en especifico? – el florista pregunto, Kageyama tomo ventaja de que estaba hablándole y aprovecho para detallar el rostro del de pequeña estatura.
Tiene bonitos ojos. Pensó el más alto y al darse cuenta se cacheteo mentalmente.
- No realmente – murmuro desviando la mirada, el cabeza naranja quito la sonrisa de su rostro.
- Por favor avíseme si necesita algo – a Kageyama le molesto un poco que le hablara de usted, pero al fin y al cabo era una simple relación trabajador-cliente.
El de ojos azules permaneció frente a la tienda unos pocos minutos más antes de darse por vencido, antes de retirarse dio un rápido vistazo por la ventana y logro ver a lo lejos unas macetas con flores amarillas.
Girasoles. Bien, esas flores si las reconocía.
Permaneció un par de segundos hay, le gustaban los girasoles, aunque no sabía por qué. Después de aquello continúo caminando hasta que logro encontrar el camino a casa…