La propuesta de Riddle
Con la ayuda de Luna, Hermione pudo visitar a Ron, pero el que la rubia fuera con ella no evito que la hermana del pelirrojo tratara de impedirlo.
― ¿Qué se supone que haces acá?― pregunto la chica poniéndose en pie en cuanto vio a la castaña, en verdad intimidaba aquella mirada de enojo que poseía.
―Ha venido a ver a tu hermano― apresuro a responder la rubia
― ¿No crees que ya hiciste bastante? No tienes nada que hacer cerca de él, vete y déjalo en paz―
―Solo quiero verle, saber cómo se encuentra― la voz de Hermione se escuchaba desanimada
―pues gracias a ti, casi pierde su brazo e incluso la vida―
― ¡Ginny!― regaño su madre, pero esta la ignoro
―solo digo la verdad y sé que todos piensan lo mismo ¿hasta cuándo piensas dejarlo en paz? ¿Acaso no te basto con lo que lo hiciste sufrir la última vez?―
― ¡Ginevra! Es suficiente― esta vez fue la voz de Arthur quien intervino ―ella tiene todo el derecho de verlo y sé que eso lo ayudara―
Ginny observo a su padre, se miraba realmente decidido, ¿Qué acaso nadie comprendía que solo quería proteger a su hermano? Se fijó nuevamente en Hermione y dando dos paso quedo a pocos centímetros de la castaña, era más alta que ella y las botas de tacón que llevaba le favorecían así que podía ver con desprecio a la chica mientras siseaba algo que solo ellas escucharon.
―si lo veo derramar una sola lagrima más por tu culpa, yo personalmente te entregare a Yacer―
Después de eso la pelirroja se marchó sin mirar a nadie más, y dejando a una Hermione perpleja, solo se escuchó el sonido de los pasos de Ginny mientras abandonaba la casa. Luna tomo de la mano a la castaña y con un asentamiento por parte de los padres de Ron fueron hacia su cuarto.
Al ingresar encontraron al chico en la cama aun dormido, parecía que la fiebre no le disminuía fácilmente por lo que Luna se apresuró a preparar algunos remedios a base de plantas, por esto Hermione se quedó sola en la habitación con el pelirrojo.
La chica se agacho junto a la cama y tomo la mano de Ron, se sentía realmente culpable, Luna le había contado lo que vio en cuanto encontró a los chicos en el segundo piso de la mansión, también que algo ataco a los invitados y por ello hubo una gran pelea entre todos, pero solo fue una distracción para ir por ella y de no haber sido por aquel rubio con aires déspotas y el chico que estaba frente a ella, de seguro ahora la estaría pasando muy mal.
―Gracias― le susurraba acercándose al rostro del chico mientras sus ojos se cristalizaban ―gracias por no abandonarme, no sé quién eres en verdad, ni por qué pudiste enfrentarlo, pero de alguna manera siento que eres alguien muy importante― el chico dejó escapar un suspiro mientras ella trataba de limpiar sus lágrimas con su mano libre ―no quiero que te pase nada malo, no quiero que termines como los otros…el no permitirá que nadie se me acerque…es mi maldición.
Después de aquellas palabras siente como el pelirrojo sujeta su mano con más fuerza y empieza a quejarse lo cual la preocupa ―Ron― trataba de llamarlo, pero el cada vez se ponía peor, apretaba sus labios como si estuviera sintiendo mucho dolor y su cuerpo se empezaba a contraer.
― ¡Luna! ¡Luna ven rápido, por favor!― la castaña se alejó al ver como Ron se retorcía, al parecer de dolor
― ¿Qué ha pasado?― pregunto la rubia en cuanto ingreso
―No sé, solo…solo tome su mano y le estaba...le estaba hablando― las lágrimas se empezaban a escapar y un nudo en su garganta se volvía insoportable. Los padres de Ron también aparecieron y enseguida ayudaron a Luna a sujetar al chico.
―aún sufre los efectos―Explicaba la chica
―Pero creí que habías controlado el veneno ― preguntaba una desconcertada Molly
―y lo hice, de lo contrario Ron estaría muerto, pero lo que resta del veneno debe ser expulsado por su cuerpo, lo único que podemos hacer es ayudar a disminuir un poco su dolor― la rubia tomo una mescla que tenía en un recipiente con agua y humedeció un paño con ella para ponerlo sobre la frente del chico ―con esto le ayudaran a disminuir la fiebre, pero para el dolor debo de cocinar algunas plantas―
Hermione simplemente retrocedió mientras observaba como los tres presentes ayudaban al pelirrojo. En cuanto el dolor de Ron fue controlado al igual que la fiebre, Luna les dejo algunas indicaciones y después se retiró junto con Hermione.
― ¿piensas regresar?― pregunto la rubia mientras caminaban en medio de la ciudad ―a tu trabajo―
Hermione la observo intrigada ¿a qué venia esa pregunta? ¿Acaso ella sabía cuál era su empleo? Desde que la conoció le pareció una chica realmente extraña, pero de eso a conocer detalles tan íntimos la asustaba, ¿Qué clase de personas eran ellos? ¿Qué clase de persona era aquella rubia?
― ¿sabes a qué me dedico?― cuestiono deteniendo su caminar
―Sí, y sé que es lo que más detestas en el mundo― un escalofrió recorrió la espalada de Hermione, si Luna sabia de su trabajo, entonces ¿Ron también? Y lo que más le preocupo por alguna razón ¿Draco lo sabía? La rubia le sonrió y ladeando un poco su cabeza, acaricio el rostro de Hermione ―no te preocupes, ellos no lo saben―
―¿Cómo es que…
― algunos de tus pensamientos flotan en el aire y no son difíciles de entender― ¿quería decir que, podía leer su mente? o algo así. La rubia siguió caminando y Hermione no tardo en alcanzarla ―creo que lo mejor será que regresemos al quisquilloso―
―No puedo, debo volver a Stratford, debo cumplir con mi trabajo― la rubia le sonrió y después pareció que observara a la nada, Hermione siguió su mirada pero se encontró con un muro tras ella y con un beso en la mejilla por parte de Luna, se despidieron.
Al llegar a la casa en donde se alojaba, se encontró con Ana en la sala. La chica al ver a Hermione no dudo en ponerse en pie y correr hacia ella, al parecer se había preocupado aun que entre ellas no hubiera una relación cercana. La anciana simplemente la miro con desprecio por lo que Hermione imagino que la mujer ya se estaba alegrando de no volverla a ver.
― ¿En dónde has estado? Me tenías preocupada, he llamado a la policía y John esta como loco buscándote―
― ¿a la policía? ¿Por qué?―
―Bueno, te fuiste el sábado en la mañana y no aparecías, entonces me preocupe―en partes se sintió culpable por no haber llamado, pero en verdad estaba muy mal y no solo físicamente.
―Iré a ducharme, después llamare a John― en cuanto Hermione trato de ir hacia las escaleras Ana la detuvo
― ¡No!
― ¿No? Pero, necesito…
―John está furioso y debes verle enseguida, hay alguien que te quiere conocer― no le dio tiempo de reaccionar a la castaña y casi empujándola la llevo hacia a puerta en donde la esperaba Cormac, entre los dos hicieron que Hermione subiera al auto y la llevaron al edificio de John.
Durante el camino Hermione ignoro cada palabra que le decía Cormac, lo cual lo empezó a impacientar, la chica siempre le había gustado, pero ella no le hacía fácil el conquistarla.
―Deberíamos salir, conocí una disco que se te va a gustar―nada, seguía guardando silencio mientras observaba por la ventana, entonces se le ocurrió enojarla ―Hermione ¿sabes quién es la persona que quiere conocerte?― con eso logro que ella lo mirara por primera vez durante el camino ― ¿no te haces una idea?―
Hermione siguió observándolo en espera de que el chico continuara, pero ahora fue el quien decidió guardar silencio.
― ¿Quién es esa persona?― no, era el turno del chico de no responder ― ¡Cormac!― el auto se detuvo y llegaron a un gran edifico ubicado en el centro de Londres, pero antes de que Cormac soltara su cinturón la castaña lo detuvo con su mano ―dime quien rayos es―
El chico se deshizo del agarre de la castaña y logro soltar su cinturón en cuanto bajo del auto Hermione hizo lo mismo y caminaron hacia el edifico, no tuvieron necesidad de preguntar, ellos podían ingresar como y cuando quisieran, abordaron el ascensor y todo el trayecto hasta la oficina de John guardaron silencio, pero justo cuando el ascensor se detuvo antes de que sus puertas se abrieran Cormac dijo.
―le ha encantado tus pinturas, ha comprado todas― después salió del ascensor dejando a Hermione con los ojos muy abiertos.
Llegaron a la oficina de John y el hombre no se encontraba para nada alegre, discutía por el teléfono por lo que ellos se limitaron a tomar asiento en un gran sofá que tenía la oficina.
eres un inepto, no me interesa si tienes que buscar bajo las piedras, tráela de vuelta el hombre se giró y observo a sus dos visitantes y concluyo con un olvídalo, estas despedido
Cormac había empezado a comer algunos dulces que sacó del bolsillo de su chaqueta, mientras Hermione observaba hacia la ventana, no sabía que explicación darle a John quien se sentó en la silla tras su escritorio y sonrió sus pies a la mesa para observar a Hermione.
―y bien, que explicación me tienes― Hermione observo a su jefe, un hombre de cabello negro, sedoso que caía hasta su cuello, siempre lo peinaba hacia atrás dejando ver así su rostro y sus ojos azules. Tenía unos labios delgados y una nariz puntuda, no pasaba los treinta años, en una ocasión hizo una apuesta con Lavender acerca de la edad del chico, pero hasta el momento ninguna la ha ganado. Se quedaron observando fijamente durante un momento, hasta que Hermione rompió el contacto poniéndose en pie y caminando hasta la ventana.
―Hermione ¿Por qué desapareciste?― ante la pregunta de John Cormac sonrió, pues el tono de voz dejaba saber que trataba de contener su ira
―estuve en una…fiesta y me reencontré con una amiga, tomamos de más y finalmente decidimos que pasaría la noche en su departamento―
― ¿No aceptas estar conmigo pero si te pierdes por dos días con una mujer? Ahora entiendo por qué me rechazas tanto―
Los dos observaron a Cormac y John con un simple movimiento de mano hizo entender al chico que se retirara.
― ¿eso es todo?― pregunto John poniéndose en pie y acercándose a la castaña en cuanto estuvieron solos
―Sí, lo lamento, no debí ser tan irresponsable, te juro que no volverá a suceder―
―han pagado mucho por tus pinturas, una cantidad exagerada dirían algunos, pero, creo que esa persona al igual que yo puede ver la belleza en ellas― Hermione empezó a sentirse nerviosa, el tenerlo tan cerca siempre la incomodaba, su jefe siempre le pareció atractivo, ero era alguien prohibido, sin importar cuantas veces él le dijera lo bella que era.
― ¿Cuánto pago por conocerme?― pregunto mientras sentía las manos de John acariciar su cabello castaño
―demasiado, estuvo esperándote y él no es un hombre al que hacen esperar― ya se encontraba demasiado cerca, así que la castaña se separó, si bien siempre le pareció guapo no por eso permitiría que se acercara de más.
― ¿Cuánto recibiré?―
―diez veces más de lo que ganas conmigo, solo debes cenar con él―
― ¿Cuándo?― no era común que un cliente pagara por conocerla, pero era mucho dinero y ella lo necesitaba para cuando regresara a San Francisco
― Esta noche, pero primero necesito que vayas a Kensington, te están esperando para continuar―
Hermione salió de la oficina sin esperar más palabras, ya habían decidido por ella, seguro el jefe de John lo había echo, pero el nombre del sujeto que compro las pinturas la dejo intrigada "Cuando llegues al restaurante pregunta por Tom Riddle"
Hermione llego a una antigua iglesia en Kensington, allí Jace el artista la estaba esperando para iniciar con la sesión. Después de una tarde tratando de recuperar el tiempo perdido, la castaña decidió ir a tomar algo con Lavender antes de tener que regresar a Strafford a prepararse para su cena con Riddle.
― ¿y tienes alguna idea de quién es?― pregunto la rubia mientras la camarera tomaba su orden ― una cherry-coke, una Pepsi y unos aros de cebollas, pero agrégales parmesano― la chica siempre tenía gustos extraños, pero Hermione también, sobretodo porque solía comer aros de cebolla en San Francisco siempre que salía del trabajo y fue ella quien le enseño a la rubia a comerlos con bastante parmesano.
―No sé quién es, pero me sorprende que allá pagado tanto por las pinturas―
―Bueno, pues debes ser alguien muy importante y con mucho dinero― la camarera las observo con el ceño fruncido mientras se retiraba, por lo que Hermione regaño a su amiga con la mirada.
―Sí, pero no por eso permitiré que vaya por otro camino―
― ¿de qué hablas?―
―Lavender, casi siempre los sujetos como el, quieren algo más que una simple cena―
―Hablas por lo que paso con el anterior ¿verdad?― en ese momento llego la orden y Hermione aprovecho para esquivar el tema, pues el recordar aquel tipo le enfurecía, al igual que Riddle, pago por una cena con ella, pero él quería algo más y de no ser por Cormac en ese entonces, de seguro le hubiera costado muy cara aquella cena.
―Hermione ¿Qué paso en la cena el sábado? ¿Por qué no regresaste?―
―es que…Aunque Lavender era prácticamente su mejor amiga, no podía decirle sobre lo que en verdad sucedió en la mansión, además también podría ponerla en peligro, así que solo conocería la misma historia que John.
―Entonces, ¿piensas volver tan pronto a San Francisco?― pregunto la rubia después de escuchar la respuesta de Hermione y escuchar que el domingo regresaría a Estados Unidos.
―Sera lo mejor, hablare con John en la mañana, ¿sabes que no me gusta estar tan separada de mi familia?― la verdad es que ella conocía a Víctor y sabía que ahora ellos estaban en peligro.
Después de una hora las chicas se marcharon y nuevamente Lavender ayudo a la castaña a lucir bien para la noche. Un vestido color azul, Hermione no poseía muchos así que la rubia le presto uno, por fortuna era totalmente holgado hasta más abajo de los muslos ya el que Lavender fuera un poco más acuerpada que la castaña hubiera sido un inconveniente.
John le había dado a Hermione la dirección del restaurante, la chica llego en taxi y al bajar de él, se encontró con un establecimiento muy elegante, su fachada era rustica y enorme, al ingresar recordó preguntar por el señor Riddle y enseguida fue guiada hasta él.
Un hombre un hombre de cabello negro y ojos castaños la esperaba con una amplia sonrisa, con un elegante esmoquin de color negro con bordes verdes, aun que debía rondar los cuarenta era refinado y buen mozo. Enseguida se puso en pie para invitar a la castaña a sentarse frente a él.
―Señor Riddle― saludo la chica
―Señorita Granger, un placer conocerla en persona― para poder iniciar una conversación amena Riddle pidió algunas bebidas y aunque a Hermione no le gusto que decidiera por ella, aun sin tener idea alguna de las bebidas de un sitio como ese, su pensamiento cambio al probar tan delicioso aperitivo
―Es Cosmopolitan― apresuro a decir Riddle al ver la cara de la chica ― es a base de Vodka―
―En verdad sabe bien―
―Y dígame, señorita Granger, ¿cómo logra dar tal vida a las obras de arte? ―pregunto mientras cruzaba sus manos y la observaba directamente a los ojos
―Oh, no eso debe preguntárselo a Jace, yo solamente sirvo como modelo―
―No, el solo plasma lo que ve, el verdadero arte está en usted― aquellas palabras la confundieron, ella siempre a creído que los artistas son los que se encargan de dar vida a sus creaciones, ella era simplemente una figura la cual retrataban
―Se equivoca señor Riddle, Jace es un excelente artista, la vida en las obras que usted ha comprado es gracias a él―
―Cada una de las pinturas, refleja un estado de ánimo, pero aunque sonría en algunas, su mirada es otra―
― ¿Qué quiere decir?―
―sus ojos, ellos me cuentan una historia, y es muy real― el hombre tomo un poco de su copa mientras ella procesaba sus palabras ―la vida que muestra atreves de ellos, cada sonrisa, incluso la calidez que se siente en su piel aun sí que esté presente, todo eso, lo hace usted.
Hermione termino de lo que quedaba en su copa de un solo trago ¿Cómo es que él podía ver todo eso? Entonces, ¿era por eso que la contemplaba con algo parecido a la devoción?
― ¿por eso ha pagado tanto por las pinturas? ¿También era por eso que quería conocerme?―
Riddle se limitó a mirarla con una pequeña sonrisa, aun que le encantaba la vida que ella le daba a las pinturas y el sentimiento que deja ver en ellas, la verdad es que la chica también era muy atractiva y en aquellas obras de arte lo era aún más, pero era un hombre de principios bien moldeados y sabía muy bien lo que quería y no era sacar provecho de la chica, solo quería su arte.
― ¿gusta ordenar?― pregunto el hombre mientras empezaba a ver el menú, Hermione incomoda por la evasiva también empezó a leer el menú, aunque muchos de los platos por no decir todos no los conocía, decidió ordenar el primero que fue el que mejor se escuchó pronunciado en su mente.
Por fortuna lo que ordeno resulto ser un estofado de carne a la italiana con otro nombre, así que no tuvo inconveniente en comerlo. En lo que cenaron, no cruzaron más palabras, pareciera que el hombre respetaba su comida y se dedicaba a ella en su momento. Finalmente unos minutos después de terminar con los platos, continuaron con el vino y fue allí que el retomo la conversación.
―Señorita Granger, la razón de esta cena, no es solamente para hablar de las pinturas, quiero hacerle una propuesta―
¿Qué clase de propuesta era? Eso asusto un poco a Hermione pues la última vez que ceno con un cliente él dijo lo mismo.
―de que se trata señor Riddle―cuestiono algo dudosa
―quiero que trabaje para mí, quiero que modele para uno de mis más preciados artistas, me gustaría que el hiciera una escultura suya―
― ¿una escultura?―
―Así es, sé que el lograra moldear a la perfección esa vida y calidez suya de la que hablo, estoy dispuesto a pagarle muy bien―
¿Trabajar para él? De seguro John la mataría, además de su conciencia, aunque a veces su jefe podía ser un grandísimo tonto o un total caballero, la ayudo en el momento en que más lo necesito y gracias a él es que ha logrado sobrevivir, por decirlo d alguna manera.
―la verdad, no creo que pueda, trabajo para Micheletti y no quiero…
―triplicare lo que he pagado por la cena, además, no le estoy diciendo que tenga que abandonar a John, sería solo mientras hacen su escultura, pasaría unos días en Italia―
En verdad era una propuesta muy tentadora, pero debía ordenar sus prioridades, debía regresar a San Francisco lo antes posible y no sabía si podría volver a salir de allí, ya que le esperaba un encuentro con Víctor.
―Solo piénselo, no me dé su respuesta enseguida, debo viajar a Holanda por unos negocios, volveré en uno o dos meses, para entonces, podrá decirme que ha decidido― el hombre saco una tarjeta de su bolsillo y se la entrego ―prométame que lo pensara―
―lo hare, lo prometo―respondió ella recibiéndola
Riddle la había acompañado hasta donde se hospedaba, por más de que ella se negó, él no le permitió regresar sola. En cuanto ingreso a la casa, imagino que los demás ya se encontraban durmiendo ya que todo estaba oscuro, tomo un poco de agua y fue directo a su habitación.
Guardo la tarjeta del señor Riddle en su cartera y después de desnudarse decidió tomar un baño, aun sentía el cuerpo un poco adolorido, pero el recorrer del agua tibia en su cuerpo la relajaba y ayudaba mucho a calamar cualquier signo de dolor, mientras secaba su cabello se observó en el espejo y por un momento recordó a Draco, lo sucedido en casa de Luna, aun no comprendía por que caía ante el de tal manera, aquel rubio era demasiado arrogante, por lo menos con ella. Quitando el vapor que se había acumulado en el espejo el lavabo, escucho un ruido proveniente de la cocina, así que salió del baño y regreso a su habitación creyendo que había despertado a alguien.
Hermione se encontraba con una pequeña bata de baño y llevaba una toalla en la cabeza de la cual se deshizo para proceder a aplicarse crema en el cuerpo, no supo si había dejado la ventana de la habitación abierta, pero sintió una brisa pasar por su espalda, en el momento en que se giró sintió unas manos cubrir su boca y lo que sintió después fue como la tumbaban en la cama y se posicionaban encima de ella.
Sus ojos se llenaron de lágrimas al verse inmovilizada, aquellas manos eran fuertes, eran de un hombre pero asumió que se trataba de Víctor por lo cual su cuerpo estaba paralizado por los nervios, él siempre la tomaba en sueños ¿Por qué esta vez había cambiado de parecer? Con un cuerpo sobre ella sintió como recorrían su cuerpo, el aliento de aquel hombre llego a su cuello lo cual le produjo un escalofrío en su espalda. Cuando sintió como su bata empezaba a ser subida, algo jalo con fuerza a aquel personaje y fue impactado contra la pared. Asustada giro su cabeza lentamente y se encontró con Cormac tirado junto la pared. El chico la observo horrorizado y mientras trato de incorporarse fue lanzado hacia el pasillo y empezó a retorcerse de dolor sujetando su rostro, Hermione aun sin entender bien que sucedía se acercó un poco y quedo asombrada al ver a Draco golpeando a Mcglagen pero al parecer el chico no lo miraba y cuando el rubio noto la mirada de Hermione sobre él, se escabullo por una ventana mientras Cormac se marchaba golpeado y gritándole a Hermione "eres una bruja"
Hermione aun sin comprender lo que había sucedido observo que ninguna de las mujeres había echo aparición lo que le indicaba que seguro estaba sola en la casa. Volvió a su habitación y cerrando la puerta con seguro se puso un pijama de dos piezas Short y blusa para después refugiarse en su cama, aun estaba asustada por lo sucedido con su compañero el haber visto a Draco golpeándolo le dio cierta sensación de seguridad por lo cual pudo dormir ras un tiempo de observar a la nada.
A la mañana siguiente, después del trabajo decidió ir a visitar al pelirrojo. Sabia el camino hacia la madriguera como escucho que le llamaba Luna, al llegar fue bien recibida por los padres de este y espero un poco en la sala ya que el chico estaba dormido, pero ya había despertado por lo cual pronto lo haría para cenar. La castaña acompaño a los señores Weasley a tomar un poco de té y poco después escucho el timbre, al ver una cabellera platinada ingresar se sintió realmente incomoda, el chico no se dignó a observarla lo cual la llevo a dudar de lo sucedido la noche anterior, pero en el día no había visto a Cormac por eso se extrañó.
―Hola Draco― saludo Molly muy alegre mientras el chico le saludaba con un beso en la mejilla
―Molly ― saludo ―me alegro de verte con mejor semblante―
―Es por que Ron ya está mucho mejor―respondió ella mientras se ponía en pie ―Draco iré a prepárate un poco de te ¿te quedaras a cenar?―
―por supuesto― en ningún momento había determinado a la castaña, lo cual la incomodo ― pero me gustaría poder ver a Ron―
―creo que será después de la cena, estuvo despierto gran parte del día y no quiero molestarlo aun― pedía la mujer dirigiéndose a la cocina
―creo que deberás unirte a la lista― señalo Arthur observando a Hermione
Por primera vez desde que llego a la casa, Draco la miro, pero solo fue eso una mirada como todas, cargada con desprecio o rencor, la chica no sabía cómo interpretarla, solo lo esquivo y se cruzó de manos buscando la atención del señor Weasley.
En la cena solamente fueron los cuatro, Ron aun descasaba y Ginny se había marchado temprano así que sosteniendo una conversación amena, salvo por que el rubio y la castaña no se dirigían la palabra, todo estuvo muy bien.
―señora Weasley permítame ayudarle con los platos― decía Hermione mientras los ayudaba a recoger
―oh no linda, no te reocupes―
―deja Molly, yo le ayudare, es una forma de agradecer tan deliciosa cena―la convenció Draco y ayudando a la castaña a recoger a mesa terminaron juntos en la cocina.
―Yo lavo y tu secas― fueron las nicas palabras de Hermione y el chico sin más acepto
Simplemente se escuchaba el correr del agua y el sonido de los platos mientras Draco los acomodaba. Hermione pensó en aprovechar aquel momento para preguntar al rubio, pero ¿Qué se supone le preguntaría? Además el no permitía ningún acercamiento de ella.
―ya hemos acabado― suspiro Hermione mientras se pasaba el reverso de su mano por su cabello, sintió como algo la detenía y se fijó que era el rubio.
―te estas untando de jabón― comento e rubio mientras sostenía la mano de la castaña
―gracias― respondió ella mientras bajaba su mano, pero el rubio aun no la soltaba
Nuevamente se quedaron viendo, por alguna razón que Hermione no comprendía, sentía deseos irremediables de tomar el rostro del blondo y besarlo, pero sabía que eso no era posible, además es siempre se ha comportado muy distante de ella, entonces ¿Qué le estaba pasando?
Lo siguiente que sintió fue la ano libre de Draco acariciar su mejilla, al ver sus ojos podría jurar que el la miraba deseo, notaba como observaba sus labios y un momento después sintió como los dibujaba con sus dedos.
― ¿Por qué?― pregunto ella en susurros a lo que el simplemente negó con su cabeza. El chico lentamente empezó a acercarse a ella, pero Hermione decidió apartarse
―no tengo idea de que es lo que quieres, pero no estoy dispuesta a ser parte de tu juego― el rubio simplemente cerro sus ojos y ella podría jurar que lo vio pasar su lengua por sus labios
―gracias, casi cometo el peor error de mi vida― respondió el después de abrir sus ojos y nuevamente observarla con desprecio ―no puedo creer que haya sido tan débil― dijo as para el que para ella
― ¿dime quién eres? ¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué intentas acercarse y después me desprecias como si te hubiera hecho daño alguno?―
―no tengo porque darte explicaciones a ti, solo eres una extraña que llego a arruinar nuestras vidas―
¿Por qué aquel hombre tenía que ser tan cruel? ¿Porque él y la pelirroja la despreciaban tanto? Definitivamente lo mejor si era alejarse de ellos, tratar de que su vida volviera a ser ella misma, aun que sentía algo por el pelirrojo algo que no sabía calificar, aquel rubio siempre la desconcertaba y no podía permitirse nada mas con ellos, prefería volver a San Francisco y olvidar todo, aun que eso signifique volver a las manos de Víctor.
Después de hablar con Ron por poco y lo besa, aunque en verdad quería hacerlo, quería que esa fuera su despedida. Draco ingreso y los interrumpió y por un momento llego a pensar que el chico se había mostrado celoso, pero tal vez solo quería alejarla de su amigo, mientras salía de la casa, sintió como el la observaba desde la ventana del cuarto de Ron, pero no quiso girarse a comprobarlo.
De camino a Strafford decido detenerse a comer algo y lo único que encontró abierto fue una pizzería, no le presto importancia a los chicos que la molestaron, de seguro no sobrepasaban los dieciocho, el tiempo paso y ya eran cerca de las once, así que pago y siguió su camino a casa. Faltaba unas cuadras ara llegar cuando una niebla se empezó a levantar, no puede evitar asustarse, recuerda a Cormac y empieza a acelerar sus paso, pero se detiene al percatarse de algo.
Ella ya había detenido su caminar, pero aun así resonaban unos pasos, la niebla cada vez era más espesa, casi no podía ver bien, siguió lentamente y de pronto recordó lo que Draco le había relatado la noche de la cena, según pudo ver cuando salió de la casa de Ron, había luna así que no creía posible, aparte de que se recordaba de que era una simple leyenda, pero aquellos pasos cada vez se escuchaban más lejos lo cual en verdad la asusto, trato de seguir pero la niebla no le dejaba ver nada, escucho como los pasos se detenían y supo que debía correr, pero era inútil seguro la alcanzaría, se giró lentamente y fue allí que lo vio, era el, era el mensajero.
Hola a todas les regalo este capi, espero les agrade, gracias a todas las que tienen la historia en favoritos y a quienes la siguen.
Gracias Bloody Snake 6 por comentar, gracias por tu palabras me sentí alagada y lentamente veras como se van descifrando los secretos de la castaña aun que me gusta tratar de dar a volar la imaginación y Draco por supuesto que el rubio entra en acción sobre todo por Herms, ya verás como se van a ir uniendo. Besos a todas y tratare de actualizar pronto :D
Nanaly