Sangre en el Agua
Título Original: Blood in the Water
Rating: M [18+]
Fandom: Ed Edd y Eddy
Pareja: Rev!Edd / Normal!Kevin
Resumen: Después de un accidente en el verano antes de su primer año de secundaria que dejó a Edd gravemente herido, él desarrolló una nueva actitud ante la vida. Ahora en su último año de secundaria, Edd es conocido como un bully, un buscapleitos y un genio delincuente. Su rival, Kevin, es el capitán del equipo de Baseball y el único en Peach Creek quién puede desafiar a Eddward físicamente.
Ahora, en un intento de entrar a Dartmouth, Edd es forzado a darse cuenta que sus poco honorables acciones le han quitado la oportunidad de ser aceptado. Kevin no puede arreglárselas solo con su beca de baseball, y necesitará subir algunas de sus calificaciones para poder postular a la universidad también. Edd busca una carta de recomendación de sus maestros, por lo que ellos ven que esta es una oportunidad para juntar a dos chicos que realmente necesitan la ayuda del otro.
Nota: Rev!Edd pertenece a Asphyxion
Traducción: Lykan Youko
Capítulo Tres:
Kevin se sentó apoyándose en la cabecera de su cama mientras observaba los libros y papeles esparcidos. Le dolía la cabeza y aún tenía que comenzar realmente, sus músculos le dolían por la práctica y el sol se ponía en la distancia - lo último que quería hacer era estudiar.
Su cuarto era un páramo de camisetas sucias, posters de bandas y béisbol, un televisor sobre un vestidor con cajones imposibles de cerrar propiamente. Para Kevin, era un perfecto templo adolescente de confort y frescura.
En una esquina, una figura blanca y canela se movió. Molly se paró de su fastuosa cama de perro y se estiró antes de ir donde Kevin, sintiendo su malestar y enterrando su nariz en su mano mientras se sentaba a lado de la cama. Él sonrió y felizmente acarició a la border collie, rascándose detrás de sus aterciopeladas orejas. "Buena chica," le susurró, llenándolo de elogios por la única razón de ser su mejor amiga.
Ella era una perra muy bien entrenada, tan inteligente como cualquier humano que Kevin conocía, con cuatro veces la capacidad emocional. Sí, una buena perra ciertamente.
Observó a los libros y hojas, el cuaderno en blanco y lápiz que habían permanecido sin ser tocados. Él no tenía motivación ni deseo. Sus ojos se movieron en dirección a su ventana, mirando el cul-de-sac afuera como esperando una divina intervención que le otorga el deseo de sumergirse en sus libros de matemáticas.
Un auto negro giró entrando a la calle y lentamente se deslizó hasta estacionarse en el garaje de la residencia de los Vincent. Kevin frunció el entrecejo mientras miraba la puerta abrirse, la figura de Edd era apenas visible entre las sombras emitidas en el camino.
Había pasado más de una semana desde que fueron forzados a trabajar juntos. Aunque trabajar juntos había significado que Kevin debía encontrarse un tutor por cuenta propia para que él y Edd pudieran seguir con sus vidas. No obstante, era difícil encontrar tutores, los horarios eran constantemente un problema, él tenía muy poco tiempo libre.
Un nudo de preocupación se formó en el estómago de Kevin. Tenía un examen de matemáticas al día siguiente y poca confianza en su habilidad para pasarlo. Él solo podía esperar por selección múltiple, y aun así tenía un gran presentimiento de que le iría mejor tratando de aprender braille.
Él sabía que tenía más por qué preocuparse que su propio futuro - recordó la mirada en el rostro de Eddward mientras leía la carta de rechazo, vio cómo trató de esconder el horror pero su rostro empalideció tan rápidamente y sus ojos se ensancharon en shock. Él no estaba acostumbrado en ver temor en el rostro del nadador, siempre era fastidio o arrogancia. Y aunque se llevaran tan bien como kerosene y una cerilla encendida había aún una larga historia detrás de ellos, una infancia de bromas y burlas y aunque nunca fueron amigos ellos siempre estuvieron junto al otro cuando lo necesitaban.
Siempre se ayudaron el uno al otro cuando era absolutamente necesario.
Recordó la sangre…
Kevin se sentó bruscamente y recogió sus libros y papeles, arrojándose a su mochila. "Quieta Molly" instruyó, dándole a la collie una gentil caricia en la cabeza. Ella le dio un pequeño whuff y saltó a la cama de Kevin para mantener su lugar caliente mientras el muchacho caminaba a la puerta.
Kevin pensó sobre la combustión mientras se hacía camino al otro lado de la calle. Donde sea que ambos adolescentes estuvieran cerca el otro inevitablemente estallaba una brillante explosión de testosterona - aunque Kevin se exasperaba por todo lo que el nadador hacía, no podía negar una sensación de excitación cuando chocaba cuernos con el cerebrito.
Tocó la puerta de Edd y esperó. Estaba preparado para una pelea, preparado para abrirse paso dentro y demandar ayuda.
Silencio…
Tocó otra vez, más fuerte.
Silencio.
Tocó el timbre.
De repente la puerta se abrió rápidamente y Edd estaba parado del otro lado, mojado por la ducha y usando nada menos que una toalla alrededor de su cintura y su beanie negro. Con esos ojos azules fijos en los de Kevin y mostrando fastidio, abrió entonces su boca y un montón de lo que Kevin pensó era Francés salió disparado de sus labios antes de finalmente terminar con un, "Ahora qué es lo que necesitan tan urgentemente?"
El hombre hizo una pausa, inseguro de qué decir o hacer. Finalmente reuniendo sus pensamientos dispersos, "Necesito me enseñes para mi examen de matemáticas de mañana." Dijo firmemente, no dando a Eddward lugar para discutir.
Edd no dijo nada.
"Mira, no quieres que tus cartas estén en riesgo verdad? Todo lo que necesito es un poco de ayuda con matemáticas."
De pronto el aura del nadador cambio de fastidio a desconcierto, y luego esa sonrisa maliciosa y predatoria formándose al lado izquierdo de sus labios. "Repite eso?" Demandó aunque había oído claramente a Kevin la primera vez.
"Dije que necesito ayuda con matemáticas!"
La sonrisa se tornó a una más grande, "Tú necesitas qué ahora?"
Kevin finalmente vio qué es lo que el nadador estaba intentando presionar. Rechinó los dientes y desafió la mirada de Edd con la suya.
Kerosene y cerilla encendida.
"Escucha cabeza de calcetín! Si yo no paso, tú no tienes tus malditas cartas."
"Realmente crees que las amenazas son sabias en tu posición, Kevin?" Edd contestó rápidamente entrecerrando sus ojos. Él tenía la habilidad de hacer bajar la temperatura del cuerpo de alguien con tan solo su mirada penetrante. Incluso completamente desnudo este hombre podía plantear una amenaza bastante intimidante.
Se quedaron en silencio por un largo momento.
Edd suspiró y se hizo a un lado, abriendo la puerta y haciendo pasar a Kevin "Quítate los zapatos," ordenó antes de cerrar y trancar la puerta, dirigiéndose luego a las escaleras, "En el living, voy a ir a cambiarme."
Kevin frunció el entrecejo mientras veía al otro dirigirse a las escaleras antes de ir al living. La casa entera era inmaculada, aun así depresivamente oscura. Se veía como una casa normal en general, pero las luces estaban todas apagadas, el aire era denso con el aroma de los aromatizantes Glade, y no había ni una mota de suciedad o polvo en ninguna parte. El lugar se sentía vacío, embrujado incluso. Kevin solía preguntarse dónde estaban los padres de Edd, pero él nunca habló de ellos y nunca había autos en el garaje. No había mascotas o plantas siquiera.
De pronto sintió como si estuviera viendo dentro del mismo Eddward. Inmaculado pero vacío y solitario.
Al menos Kevin sabía que su propio padre vendría a casa cada fin de semana…
"Tengo un interruptor de luz sabes" La voz de Edd arrancó a Kevin de sus pensamientos y lo hizo saltar. Se dio la vuelta para ver al nadador en una sudadera roja y deportivo, sorprendentemente casual. Y sin beanie. "Ya comiste algo? O también debo hacerte la cena además de enseñarte matemática básica."
Kevin bufó, fastidiado por el comentario como solía estarlo por cualquier cosa que saliera de la boca de Edd, "Ya comí, no te preocupes por ello."
Edd se encogió de hombros y se dirigió al living, prendiendo una luz que repentinamente se sintió cegadora. Con la espalda del nadador volteada, Kevin se tomó un momento para ver la cicatriz en su cabeza, recordando el día en que la obtuvo…
"Saca tus libros entonces, yo iré por algo de comer y podemos empezar." Entonces el más alto se fue y la habitación, aunque iluminada, aún se sentía vacía y oscura.
Se dirigió a la mesita de café y puso su mochila abajo, miró entonces alrededor de la habitación, "Hey, dónde está tu TV?" preguntó.
"No tengo necesidad de una." Fue la respuesta, "Si hay algo que deseo ver tengo mi computadora o puedo ir a la casa de Marie…"
Kevin resopló mientras sacaba sus libros, "Eso suena aburrido. Al menos dime que viste Games of Thrones."
Eddward vino caminando a la habitación con un emparedado en un plato y un vaso de leche. "Muy ávidamente de hecho, es una tradición entre Marie y yo ver los nuevos episodios cuando salen - pero nuevamente, es para lo que tengo una computadora." Puso su plato y vaso tranquilamente en la mesita de café con un individual debajo antes de ponerlo en la alfombra blanca.
"Entonces cómo entretienes a tus invitados?"
El nadador levantó una ceja, como si fuera una pregunta absurda.
"Y cuando viene tu equipo?"
"Vamos a la casa de Franklin, tiene una piscina." Fue la respuesta automática.
Kevin decidió dejar de presionar. Abrió su libro, "Bien, estamos en el capítulo doce."
Edd estaba dando una mordida a su emparedado mientras miraba sobre la página, y con su mano libre pasó la hoja. Estaba en silencio mientras examinaba el capítulo, poniendo nervioso a Kevin. Finalmente dio el último bocado a su comida, siendo meticuloso en no dejar caer ninguna migaja a la alfombra, y bebió rápidamente su vaso de leche. "Espera aquí." Indicó antes de pararse con su plato y vaso y dejar la habitación.
Kevin lo oyó un momento después y lo vio dirigirse a las escaleras, y retornar con un cuaderno de espiral amarillo en la mano. Cuando se sentó esta vez fue directamente a lado del pelirrojo quien repentinamente sintió el aroma dulce del jabon y aroma a flores del shampoo con un toque de cloro eternamente absorbido por su piel. Olía como mujer - y aun así había un toque de algo enteramente masculino.
"Ahora dime exactamente donde estás teniendo problemas…" Edd preguntó, acercando el libro.
"Bueno, en todo." Kevin dijo honestamente.
"…cuándo es tu examen?"
"Mañana…"
"…Fantástico." Pasó sus dedos por su corto cabello negro y tomó el cuaderno amarillo, "Empezaremos con suma. Uno más uno es dos."
"Ha-ha sabelotodo…"
Edd resopló, "Tú fuiste el que dijo en todo."
"Sí, sí. Sabes a lo que me refiero."
#
Estaba aún oscuro afuera esa madrugada cuando Kevin salió de su casa y empezó a correr. Durante el verano era usualmente demasiado caluroso para correr durante el día, sin embargo el aire de la madrugada estaba fresco y quemaba sus pulmones de una forma placentera.
Él estaba lejos de ser una persona madrugadora en lo absoluto, sin embargo si quería entrar al equipo de béisbol de primer año tenía que trabajar duro y entrenar su cuerpo. Kevin no era un vago, no tenía deseos de ser solo un miembro del equipo, él iba a ser la estrella. Quería que los fans griten su nombre, quería que sus compañeros de equipo contaran con él en situaciones difíciles, quería ser en el que pensaran cuando se hablara del equipo de béisbol.
Sabía que tenía lo que se necesitaba.
Con sus audífonos bien puestos y su iPod tocando a todo volumen rock y speed metal se fue por el camino, por las calles y a un parque donde podía usar el terreno para trotar hecho especialmente para quienes querían presionar sus cuerpos al límite.
Sintió el crujido de la tierra bajo sus zapatos, sintió su corazón acelerado en su pecho y se sintió increíble. Su cuerpo era evidencia de sus esfuerzos, no necesitaba que nadie le dijera que estaba orgulloso de él, porque cuando se veía al espejo veía el fruto de su propia labor. No era el trabajo de alguien más que de sí mismo.
El camino estaba inquietantemente vacío esa mañana, normalmente había al menos otros trotando junto al camino pero él estaba afuera más temprano de lo normal. Incluso las estrellas seguían visibles.
Pasó por la zona de patinaje, viendo la cerca de reojo en su camino a la carretera cerca al arroyo. Sus ojos se posaron en los candados tirados justo afuera de la cerca, y vio una figura acurrucada en el suelo. Primero Kevin pensó que se trataba de un perro, pero aun con la poca luz pudo distinguir indicios de color, rojo… Redujo la velocidad.
Había muy pocos vagabundos en Peach Creek, e incluso ellos dormían en bancos bajo periódicos o con una bolsa de latas. Algo no estaba bien en esa escena.
Se acercó trotando, vio la figura teniendo espasmos, tratando de acurrucarse más en sí mismo. Tiró de sus audífonos y sus ojos se ensancharon cuando escuchó sollozos… pudo distinguir los charcos de sangre en el suelo y finalmente cuando se acercó lo suficiente…
"Doble - D?!" Se echó a correr y cayó de rodillas tan fuerte que sintió al asfalto raspar su piel, pero apenas lo sintió mientras extendía su mano para tocar un tembloroso hombro, "Doble-D, Edd," Sus ojos estaban cerrados y se sacudió con sollozos.
El pánico invadió su pecho, y cayó pesadamente hasta sus entrañas. Levantó su mano de donde descansaba en el suelo y para su horror estaba empapada de sangre. La bilis se elevó en su garganta y había lágrimas en sus ojos.
Él y Edd nunca fueron amigos, pero de hecho, verlo morir justo frente a él… o al menos, eso parecía.
Buscó a tientas su celular, el celular que su padre le había dado para su cumpleaños. Sus manos temblaban tan fuertemente que manchó todo el teclado y la pantalla con sangre mientras trataba por cuarta vez marcar al 911. Estaba histérico al teléfono, y la operadora le aseguró que una ambulancia estaba en camino y que no debía mover o tocar a la víctima hasta entonces en caso de que hubiera un daño en la espina dorsal.
Pero acaso cómo podría? Estaba dividido entre el deseo de huir de la escena o tomar a Edd y hacerlo despertar. Rezó porque todo fuera un mal sueño pero el dolor punzante de sus rodillas rasguñadas le decía otra cosa. Se sentó ahí, helado en pánico mientras gritaba el nombre de Edd una y otra vez, queriendo que solo abra los ojos. La única cosa que le decía que Edd seguía vivo era el temblor - los sollozos se silenciaron después de un rato.
Cuando la ambulancia y la policía llegaron, Kevin fue separado para que los paramédicos pudieran asistir los daños. Él observó pero no podía ver, le tapaban la vista. Escuchó pero no podía entender, había mucho ruido, personas hablándole y hablando por radios. Él gritó, pero nadie lo oyó, porque Edd estaba aún inconsciente.
Oyó a alguien decir que había dejado de respirar.
Alguien dijo que se ahogaba en su sangre.
Ese día todo fue difuso. Aunque más que una vez lo llamaron héroe, o le dijeron que fue valiente, él seguía viendo sus manos como si aún pudiera ver la sangre en ellas. Su padre corrió a casa y fue una de las pocas veces en la vida de Kevin en la que el hombre de hecho lo había abrazado.
Kevin rogó a todos que no le dijeran a Edd quien lo había ayudado. Estaba inseguro de que pudiera manejar el sentimiento de estar en deuda con su bully de la infancia, él estaba inseguro de poder separar el pequeño 'dork' de la masa acurrucada de sangre y huesos rotos en el suelo.
Al día siguiente su padre lo llevó a la tienda de mascotas y le consiguió un perro.
Al siguiente de eso Kevin empezó terapia.
Tres días después le dijeron que Edd finalmente despertó. Kevin soltó un suspiro que no sabía estaba conteniendo.
La vida siguió adelante.
Kevin raramente veía al Sr. o Sra. Vincent, sin embargo cuando finalmente regresaron a su casa trayendo de vuelta a su hijo fue un alivio. Los vio más ese verano de lo que les había visto en toda su vida. Vio a Edd en una silla de ruedas desde la ventana de su habitación, vio cuán frágil se veía.
La vida siguió adelante.
Eventualmente un día mientras Kevin llevaba a Molly a dar un paseo vio el auto de los Vincents partir. Ellos no regresaron.
Ni Ed o Eddy fueron a la casa de Edd, él veía desde la ventana de su habitación y se debatía cada día si se atrevía a ir a tocar la puerta del dork. Una vez incluso empezó a cruzar la calle. Pero miró la mano con la que sostenía la correa de Molly y vio la sangre, se dio la vuelta y escapó de vuelta a su casa.
Lo aceptaron en el equipo de béisbol fácilmente.
Fue su más rápido corredor y el lanzador más fuerte.
La vida siguió adelante.
El siguiente verano finalmente vio a Edd consistente. Él usualmente estaba junto a una chica que tenía el pelo azul - casi siempre en la piscina local. Nadaba como si hubiera descubierto que tenía branquias, y Kevin finalmente relajó sus músculos que habían estado tensos por casi un año. Edd se estaba recuperando, y parecía que ya no estaba solo.
Vio el cuerpo de Edd ponerse en forma. Ya no era el pequeño niño larguirucho, el nerd de su infancia. Estaba creciendo en sí mismo, sin embargo también se estaba convirtiendo un poco en imbécil. Él ya no toleraba ninguna mierda de nadie, su sentido del humor era el de una piedra, y había alejado a todo el mundo a excepción de la peli azul quien Kevin luego descubrió era Marie Kanker.
La vida siguió adelante.
Edd se unió al equipo de natación, parecía que se estaba haciendo su propia reputación. Escuchó a chicas hablando de él en clase, oyó que el equipo de natación de Peach Creek finalmente puso su nombre en el mapa metafórico gracias a la contribución de Edd.
Finalmente Kevin siguió adelante.
Una vez que dejó de sentirse mal por el incidente de Edd, Kevin se encontró a sí mismo demasiado fastidiado por la actitud del adolescente. Donde sea que estuviera cerca suyo Kevin sentía la necesidad de enfrentarlo, a veces intencionalmente dándole la contra a Edd solo para poder provocar su agresión. A cambio, Edd siempre devolvería el favor y usualmente terminaba en golpes.
Más de una vez había sido sorprendido con la recién encontrada fuerza del nadador.
Y como siempre parecía hacer, la vida siguió adelante…
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"Ya sé que es difícil pero te imploro que por favor prestes al menos un poco de atención." La voz de Edd cortó los pensamientos de Kevin. Él había dejado volar sus pensamientos una vez más mientras trataba de entender las malditas ecuaciones frente suyo.
Kevin resopló, "No es como si fuera a usar nada de esta mierda."
Edd frunció en entrecejo, pasó a una nueva página y dibujó una figura en forma de diamante. Dibujó luego cuadrados en cada esquina, "Un campo de béisbol." Dijo, luego garabateó un cuadrado en el centro. "El montículo del lanzador." Luego dibujó una línea entre el montículo y la base, "La distancia entre el lanzador y el bateador," continuó, "Mientras que la distancia entre el montículo y la base están puestas relativamente a la misma distancia en la mayoría de los campos, la velocidad de la bola, la velocidad del bate, el tiempo de reacción y el ángulo de la bola son todas variables. Sin embargo si puedes entender la física básica, es posible calcular los tiros del lanzador para pegarle a la bola eficientemente." Él había dibujado una complicada ecuación al final de la hoja, "Te des cuenta o no, Kevin, usas esta ecuación cada vez que te posicionas para batear o subes al montículo del lanzador."
Kevin observó la fórmula, parecía un montón de garabatos inentendibles, "Puedo decir honestamente que nunca he usado esa ecuación en mi vida."
"Alguna vez le has pegado a la bola con un bate?"
"Por supuesto que sí."
"Entonces has usado esta ecuación, te dieras cuenta de ello o no." Asintió Edd seguro de sí mismo, "Tú solo no la entiendes, haces cálculos generales a la rápida. Cuenta para foul balls y pop flys."
Kevin pestañeó y miró fijamente a Edd, viendo los ojos azules devolviéndole la mirada con una mezcla de aburrimiento y sequedad, "Espera un minuto, sabes de béisbol?"
"Claro que sí. Soy fan de los Dodgers."
Kevin rió, acomodándose hacia atrás en el sillón.
"No veo qué es tan divertido."
"Tú!" respondió inmediatamente, "Eres endemoniadamente imposible de descifrar, siempre te taché como un grandísimo nerd pero aquí estas, hablando de béisbol conmigo."
Edd suspiró, "Difícilmente cuento esto como una 'charla de béisbol' trato de llegar a un punto contigo, y exprese que soy fan de los Dodgers. Si deseabas hablar de béisbol esperaría más hablar de estadísticas o discutir estrategias en una liga imaginaria."
"Estás en una liga de béisbol imaginaria?"
Otro suspiro profundo, "Quizá lo estoy. Es un buen ejercicio para practicar estadísticas."
Este era un lado de Edd que Kevin nunca supo que existía. Había supuesto que aparte de la natación, el hombre era un nerd, con su nariz enterrada en los libros, no fantaseando estadísticas imaginarias de béisbol y calculando probabilidades de bateos.
"Cómo es que nunca te apuntaste para el equipo de béisbol?" preguntó Kevin honestamente.
"Porque tú eras su capitán." Vino la respuesta burlona.
"Hey, ouch. Eso fue un golpe bajo."
Edd puso sus ojos en blanco, cerró el cuaderno y puso el libro de vuelta al borde de la mesita de café, "Por mucho que pueda disfrutar del aspecto cerebral de ciertos deportes, estos usualmente son muy sucios para mi gusto y requiere más contacto social del que deseo dar."
"Es una lástima, hubieras sido matador para el equipo."
Edd bufó, "Vamos a concentrarnos en este trabajo o no?"
Kevin miró al cuaderno y sintió sus ojos cerrarse, "No hay manera de que vaya a aprender todo esto esta noche."
De pronto el aire escapó de Kevin y se encontró a sí mismo golpeando su espalda contra el piso con Edd sentándose sobre sus caderas y sus piernas a cada lado, asomándose a él con ambos puños cerrados en su playera, manteniéndolo inmóvil, "Tú simplón, estas en matemática rudimental, no puedo esperar siquiera que seas capaz de aprender eso? Quizá si hubieras prestado atención durante clases como se supone que hagas!"
"Quítate de encima!" Kevin rugió, retorciéndose bajo el agarre.
"Vas a aprender este material aunque tenga que meterte este maldito libro por tu garganta!"
Bueno esto escaló rápidamente.
Kevin agarró las muñecas de Edd, se impulsó a sí mismo hacia adelante con todas sus fuerzas y forcejeó con el nadador por un momento. Algo no estaba bien sobre esta pelea. Era verdad que usualmente uno de ellos eventualmente la empezaría, pero era siempre para provocarse mutuamente.
Edd estaba genuinamente asustado.
Sin embargo Kevin no era alguien a quien se le podía estar empujando cuando sea. Se impulsó hacia adelante una vez más y sus frentes chocaron. Edd se alejó tambaleante con un grito ahogado de sorpresa y en un instante Kevin había revertido sus posiciones, sin embargo Edd no estaba atrapado entre la mesita y el sofá como Kevin había estado, el nadador se giró de lado y se quitó a Kevin de encima fácilmente.
Kevin cayó, su pelo cayendo de un lado de su cara. La adrenalina estaba fluyendo, saltó y se lanzó contra Edd, no para superarlo. No. Tenía algo que probar, algo, aunque no sabía qué.
Hubo un ruido sordo cuando su espalda golpeó la mesita de café. Eddward era muy hábil para redirigir ataques, pero Kevin tuvo una idea.
Se lanzó otra vez, sin embargo esta vez su ataque era centrado. Edd levantó las manos para cubrirse pero Kevin chocó contra su esternón con todas sus fuerzas. El nadador aterrizó con un golpe fuerte sobre su espalda y Kevin tomó sus hombros inmovilizándolo.
Labios chocaron juntos de repente, Kevin se había inclinado y estaba inseguro de cómo o porqué. Solo sabía que se sentía bien. Un acto de dominancia quizá, una muestra salvaje de quién estaba a cargo.
El aroma del jabón y el cloro llenaron su nariz, pero el sabor de Eddward era abrumador. Kevin volteó su rostro, forzando los labios del nadador a abrirse y profundizar el beso.
De repente ladró de dolor al sentir la fuerte mordida de Eddward a su labio inferior. Durante el pequeño instante de incapacitación de Kevin sus posiciones fueron una vez más invertidas y de pronto su boca era invadida por una muy agresiva lengua.
Estaban luchando por dominancia. Era como nada que hubiera experimentado antes. Estaba peleando y siendo besado hasta el fondo al mismo tiempo.
Dedos se deslizaron por su cabello y se aferraron a su cuero cabelludo, jalando las raíces mientras le hacía profundizar el beso. Edd había bajado la guardia y Kevin tomó esta oportunidad para enganchar sus piernas alrededor de los muslos del nadador y empujarlas de un lado a otro. La espalda de Edd aterrizó al borde de la otomana y cuando Kevin abrió los ojos estaba siendo observado fijamente mientras seguían peleando por dominancia.
Era una sensación excitante recorriendo por toda su espalda. Finalmente se separaron jadeando por aire, mitad contemplándose mitad fulminándose con la mirada mutuamente en el calor del momento.
El agarre de Edd en el cabello de Kevin se aflojó un poco, "Entonces?" preguntó este.
"E-Entonces qué?"
Edd sacudió su cabeza, "Nada. Retomamos los estudios?"
Kevin obtuvo una B en su examen de matemáticas al siguiente día.
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N/T: Bien, realmente lamento mucho la demora. No voy a aburrirlos con excusas.
Si notan alguna inconsistencia, como que traduje algo y luego en este cap no y lo deje en ingles, porque hice mucho en este cap. Por favor haganmelo saber si les molesta.
Espero lo hayan disfrutado! Felices Fiestas!
LykanYouko