Amarillo Turquesa


La siguiente historia contiene temática yaoi, si no es de tu agrado por favor abstente de leer. Para el resto… disfruten su lectura.

Vocaloid, todos los nombres relacionados, canciones, videos y traducciones utilizados en este fic son propiedad de Crypton Media Future y sus respectivos autores. No gano nada con el siguiente escrito, salvo un buen rato de entretenimiento que quiero compartir con ustedes.


Primera Voz

Cantarella

"Me acerco a ti escondiendo mi ardiente corazón"


"Este es el fin.

No puedo seguir esperando a que mi incompetente hermano me ayude cuando es obvio que ni siquiera es capaz de ver por si mismo que ¡esta enamorado!

Pero no importa. Por suerte me tiene a mí para cuidar de su persona. No puede ser tan difícil. Si yo me di cuenta y media compañía se dio cuenta… en realidad puede que solo yo me haya dado cuenta, ¡pero eso es solo porque es mi hermano y me preocupa!, obviamente para los demás no significa nada. Lo importante es que tengo que encontrar la forma de que lo acepte.

Que se de cuenta que esta enamorado, que suspira cuando lo ve, que su mirada lo persigue a donde vaya, que no le importe que sea un hombre, que sepa que siempre me tendrá a su lado para apoyarlo. ¡Que acepte que esta perdidamente enamorado de…!"

– Rin. ¿Estás hablando sola de nuevo? –las luces a su alrededor se encendieron de golpe provocando que Rin ocultara su rostro entre las manos un momento antes de enfrentarse al ceño fruncido de Len. Su hermano la miraba con una mano en la cadera– y además a oscuras. Te quedarás ciega como sigas así. ¡Ah! Lo sabía, tú los tenías –gritó de pronto arrebatándole los audífonos que Rin había puesto en su cuello.

– ¡¿De qué hablas?! ¡Son míos! –chilló intentando recuperarlos pero Len fue más rápido deteniéndola con una mano sobre su frente y con la otra mostrándole los audífonos– oh, es cierto, son tuyos –sonrió alejándose. Intentó acomodar torpemente su flequillo y solo entonces notó el atuendo de su hermano.

Aquel vestuario en negro le había gustado desde el primer momento en que lo vio, aunque en ese momento apenas era un traje más, ahora que Len lo lucía era mil veces mejor. Una sola pieza, abierto a los costados de la cintura, y short corto a la altura de los muslos. Las mangas típicas a partir del codo hasta las muñecas y medias que cubrían sus piernas hasta los zapatos. Todo en el mismo color negro resaltando con algunos detalles amarillos y el cinturón.

Y ahora que Len había recuperado los audífonos, terminó de ponérselos completando el atuendo. Su cabello lucía como siempre así que no había porque quejarse.

Rin lo observó con ojo critico llevándose una mano a la barbilla. Para su recientemente adjudica misión, era perfecto.

– ¿Qué ocurre? ¿Me veo raro? –preguntó Len sintiendo la mirada escrutadora de su hermana.

– ¿Podrías dar una vuelta? –pidió girando su dedo para indicarle lo que quería. Mantuvo su postura seria preocupando al otro que obedeció girando muy lentamente sin dejar de mirarla.

– ¿Y? –preguntó impaciente.

– ¡Perfecto! –sonrió levantando un pulgar con un breve guiño– estoy segura que le encantara verte…

– ¿A quién? –su obvia confusión fue completamente ignorada.

– ¿Aún no has ido al escenario, verdad?

– No. Necesitaba los audífonos.

– Lo siento, mi culpa. Pero no te preocupes. Vamos, vamos, se hace tarde –lo hizo girar de nuevo sobre si para empezar a empujarlo a la salida.

– Rin, en serio me preocupas. Tanto hablar sola te esta afectando –murmuró resignado cuando su hermana tomó su mano para guiarlo por un camino que de hecho conocía, dejando atrás la habitación en completo desorden.


Vocaloid era un sector especial dentro de la empresa Crypton, responsable de una forma muy peculiar de entretenimiento. Cada uno de los llamados "vocaloid" eran cantantes cuya voz era modificada para alcanzar cierta modulación. Entre conciertos, videos musicales, obras de teatro, comerciales, presentaciones privadas, y otros eventos; cada vocaloid contaba con ciertas capacidades individuales, siendo la base de todos Miku Hatsune, no la primera en convertirse en vocaloid pero si la más reconocida.

El sector completo se dividía en tres grupos de acuerdo a la antigüedad de cada uno. Rin y Len pertenecían al segundo, y de ellos, Len siempre tenía la agenda más ocupada.

– ¡Rin-chan! –tanto la aludida como su hermano voltearon para ver a Miku un segundo antes de que aterrizara sobre el pequeño cuerpo de Rin.

– Miku-san, no puedo respirar… –gimoteo sintiendo todo el peso de la chica que la obligó a soltar a su hermano, quien retrocedió un par de pasos por su propia seguridad.

– ¡Oh, Len-chan! Rin-chan tenía razón, ese traje te queda genial –observó la mayor sin soltar a Rin– ¿por qué no pude usar un traje como ese? Es el mismo baile y el mío era muy largo.

– Pero te veías muy linda –sonrió Len con aquel gesto que según su hermana tenía muy ensayado.

– ¿Eso crees? –sonrió soltando finalmente a la rubia, en seguida se acerco a Len quien le ofreció su brazo en un gesto caballeroso que rara vez se veía.

– Por supuesto.

– ¡Oigan! Sigo aquí –chilló Rin acomodando el moño en su cabeza que Miku había estropeado, pero ninguno de los dos la escuchó mientras continuaban su camino. Bufó dándoles alcance, a tiempo de escuchar a Miku.

– ¿Crees que pueda ver el ensayo? –preguntó acentuando un puchero que siempre le servía para conseguir favores. Len sonrío contagiado por el gesto– Meiko-san dice que encontró un lugar desde donde podemos verlos sin molestar pero tengo miedo de que sea otra vez en el tejado.

– Esa vez fue divertido –comentó recordando el ensayo del último video de Luka– hasta que casi nos caímos sobre uno de los camarógrafos.

– Lo sé. No quiero volver a pasar por lo mismo. Si vuelvo a escuchar a Miriam regañarme sobre la importancia de cuidar mi rostro, gritaré –murmuró con un gesto sombrío– por cierto, Rin-chan –llamó en cuanto notó que la menor los seguía– Leon dijo que quería verte.

– ¿Y eso hace cuanto fue? –preguntó temerosa. Miku siempre olvidaba dar los recados a tiempo.

– Mmm… no estoy segura, hace un par de horas, pero no importa, dijo que acompañaras a Len-chan. Tal vez debería aprovechar para hablar con Leon, ¿crees que podríamos bailar juntos, Len-chan?

– Suena bien. Creo que estábamos en cuarto lugar de popularidad, ¿no?

– No puedo creer que Rin-chan sea más popular que yo –dijo aunque su sonrisa decía lo contrario.

Rin sonrío llevando sus manos tras la espalda mientras caminaba. Aquella "lista de popularidad" había surgido tras la emisión del video "Cantarella" que originalmente había sido protagonizado por Kaito y Miku pero los fans rápidamente hicieron un listado sobre cuáles parejas les gustaría ver en el mismo video. "Len y Miku" habían sido la cuarta y "Len y Rin" la tercera. La primera obviamente había sido "Kaito y Miku" pero era la segunda opción por la que Len había ensayado tanto la última semana.

– ¿Y? ¿No estás nervioso? –preguntó Miku. Habían llegado al set, internándose en el primer pasillo que conducía al escenario montado.

– No, en realidad. Creo que todos vimos ese video tantas veces que no me preocupa olvidar los pasos.

Rin apretó sus puños con algo de fuerza. ¿Qué clase de respuesta era esa? ¡Claro que debía estar nervioso! Sino iba a bailar con cualquiera.

En cuanto salieron del pasillo los golpeo la intensa iluminación y el ajetreo del escenario. Era un amplio lugar con el aspecto de un castillo, específicamente el salón del trono, donde destacaba una pista de baile a mitad del camino. A los lados habían montado unas pequeñas divisiones donde estaban colocados algunos pilares. Las cortinas blancas colgaban de éstos y toda la iluminación se centraba en el pasillo, un poco más hacia el trono que en la pista. Exactamente el mismo que habían utilizado para la primera versión del video, aún así varias personas corrían en los alrededores dando los últimos toques. Leon estaba muy cerca dando indicaciones a los camarógrafos. Rin fue directamente hacia él dejando que Miku le mostrara el escenario a su hermano, aunque ya lo habían visto.

– ¡Leon, buenos días! –sonrió situándose a su lado.

– ¡Oh! Al fin te veo –respondió dejando que el camarógrafo continuara la revisión– y ni siquiera voy a preguntar. Miku acaba de decírtelo, ¿cierto? –Rin asintió con una enorme sonrisa– no importa, quería darte esto.

– ¿Qué es…?

– La letra de la canción –corto volviendo su atención al escenario, donde finalmente apareció Kaito. Rin sonrió ignorando al otro un momento mientras Miku apuraba a Len para que se acercaran a la pista. Su hermano parecía muy entretenido, no paraba de reír, y de nuevo Rin sintió una punzada de molestia. Últimamente ocurría muy seguido que Miku la reemplazara como hermana– cantarás la siguiente versión en cuanto terminemos con esos dos.

– ¡¿Eh?! ¿Qué?

– Ya lo oíste, los fans lo pidieron.

– ¡Espera! ¡¿Bailaré con Len?! –fue el turno de Leon para asentir con una enorme sonrisa antes que Rin saltara dando un agudo grito.

Corrió hasta alcanzar a su hermano, abrazándose a su cuello en un gesto tan rápido que lo hubiera llevado al piso si Miku no estuviera a su lado.

– ¿Rin? ¿Y ahora qué te pasa?

– Nada –sonrió divertida mirándolo un momento antes de girarse hacia Kaito quien se había estirado para detener la inminente caída de Len pero volvió a su lugar al sentir la mirada de Rin– ¡Kaito! No te había visto, te ves muy bien.

– Pero es el mismo modelo de la otra vez –terció el aludido.

– No, no. Sé que hay algo diferente –siguió llamando la atención tanto de Miku como de su hermano quienes miraron intensamente al mayor– hay algo diferente en ti.

En realidad no lo había, pero Rin se sentía satisfecha por lograr que su hermano, sin quererlo, aumentara la incomodidad de Kaito al mirarlo con tanto interés. Su traje seguía siendo el mismo conjunto de camisa, pantalón, saco y gabardina que lo hacían parecer un príncipe. Pero el mayor no pudo resistir las miradas sobre su persona. Rin esperaba ansiosa el momento en que lo viera sonrojarse, pero una nueva idea la hizo anticiparse.

– ¡Lo tengo! –gritó tomando a su hermano por el brazo jalándolo hasta que estuvo al lado de Kaito. Se alejó un par de pasos llevando una mano a su boca fingiendo estar muy concentrada, aunque en realidad intentaba contener la risa ante la mueca extraña de Kaito. ¡Era increíble que no estuviera sonrojado! Len era otro asunto, al parecer había nacido con un alto grado de ingenuidad– mmm… si, creo que eso es. ¿Qué opinas, Miku-san?

– Se ven bien juntos –dijo sonriente sin notar el peso que sus palabras provocaron en el mayor– pensé que con tanto negro se verían raros pero no. Según Leon, yo usé rosa para que contrastáramos.

– ¿Qué? ¿Están hablando de mí? –León se sitúo detrás de Miku y Rin viendo lo mismo que ellas– pues las fans tenían razón –murmuró dando el visto bueno– pero ya es hora de empezar. Rin, ve con Miriam para que empieces a ensayar y Miku, puedes quedarte pero que sea allá arriba –terminó señalando el andamio. Miku lo miró con terror un momento antes de aceptar resignada– y si ustedes dos están listos, podemos comenzar. ¿Kaito? ¿Estás bien? Te ves un poco pálido.

En seguida el otro reaccionó dando varios pasos hacia atrás, bajo la mirada curiosa de Len. De pronto el espacio a su alrededor se había reducido y estaba tratando de convencerse de que no había nada malo con el aire acondicionado. Bajó la cabeza sin mirar a nadie en un gesto que lo ocultó parcialmente entre el cuello de la gabardina. Asintió en silencio esperando no verse demasiado obvio. O ridículo.

– Entonces, empecemos –dijo sin prestar más atención al curioso comportamiento de uno de los mejores Vocaloid. Obviamente no podía asociarlo con nervios. Se dirigió a Len– Kaito ya se sabe la coreografía de memoria y confío en que tú aprendes rápido, así que empezaremos con algunos pasos sencillos.

Leon se encaminó a la pista cuyo centro era el único lugar libre del paso de camarógrafos y encargados de escena. Len lo siguió entusiasmado con Kaito un par de pasos detrás. Normalmente su relación no era tan apagada pero el rubio apenas lo notó, emocionado por su trabajo.

Leon era un director especialmente estricto pero en general el nivel de quienes lograban el título de Vocaloid era muy alto. En ese momento se esperaba que Len tuviera memorizada la coreografía, e incluso que ya la hubiera practicado por su cuenta. Los ensayos no duraban más de una semana, salvo en proyectos mayores, siempre era el reto más tardado la parte técnica: colocación de luces y cámaras para captar los ángulos correctos. De los Vocaloid se esperaba el mínimo de errores y para el primer ensayo siempre usaban los trajes elegidos, con la finalidad de arreglar cualquier defecto de materiales o movilidad.

– Por ahora solo vamos a ver la química entre ustedes –dijo señalando un punto en la pista en el que Len se detuvo, Kaito ya había ocupado su lugar en el otro extremo de la pista justo frente al rubio. Discretamente Leon hizo un movimiento con su mano y al poco comenzó a sonar la familiar tonada de "Cantarella"– de momento no te preocupes por el ritmo –terminó antes de empezar los pasos que le correspondían, del otro lado Kaito hizo lo mismo avanzando mientras bailaba, incentivando a Len a comenzar.

Apesar de atrasarse con los primeros pasos a Len no le costo trabajo alcanzar el ritmo marcado por Leon, no puso atención a Kaito mientras evocaba los pasos que había estudiado desde hacía varios días. En realidad no eran tan complicados, al parecer era más importante mantener las pausas y estilizar.

Algunas de las personas a su alrededor detuvieron su trabajo para observarlos y no mucho después Kaito también se detuvo saliendo del círculo cuando vio que Len continuaba solo y Leon ocupaba su lugar, tomando la mano del rubio para hacer los pasos en pareja.

Len ya se había equivocado suficientes veces como para perder la cuenta y para que en un ensayo normal hubieran detenido todo pero como había dicho Leon, solo era una práctica para adaptarse al ritmo y a Kaito pero éste ya había sido reemplazado. Y contrario a sentirse desplazado, permaneció entre los observadores aprovechando la ocasión para mirar a Len. No había duda de por qué era el número 2, era uno de los mejores y había que reconocerlo para ser la primera vez que ensayaba la coreografía.

Aún así, para Kaito lo único que existía era esa pequeña personita de ojos intensos y sonrisa brillante. Todo lo demás había dejado de existir mientras lo veía repetir la parte "en pareja" con Leon, cambiando la expresión de su rostro sin siquiera notarlo. Por eso cuando el mayor se acercó no lo noto hasta chasqueo los dedos frente a su rostro, sacándolo abruptamente de su ensoñación y ahuyentando al resto de observadores para que retomaran su trabajo.

– Tu turno –terció apurándolo para que volviera a la pista mientras la canción se repetía.

Len seguía en su sitio repitiendo un paso mientras miraba sus pies y casualmente tendió la mano esperando que su pareja continuara el ritmo. Kaito se acercó prácticamente arrojado por Leon, a tiempo para sostener su mano. Len continuo girando los pies sobre su sitio sin notar el cambio de compañero hasta que el paso cambio a un giro sobre si, dio la vuelta y volvió a tomar la mano de Kaito recordando un segundo después que no debía hacerlo, intento soltarlo pero el mayor lo aferró un poco más y por el movimiento brusco al querer dar el siguiente paso Len se fue hacia atrás jalando a Kaito quien no pudo apoyarse lo suficiente para detener la caída y terminó encima del rubio.

Ambos en el piso luego del sonido seco que provocó la caída llamaron la atención de nuevo y Leon pidió que detuvieran la música. Entonces el silencio fue total.

Len cerró los ojos y se abrazó al otro en un acto reflejo, cuando sintió que todo había pasado se encontró con la mirada fija de Kaito.

Lo único que Kaito podía pensar era que estaba encima de Len, terriblemente cerca, ambos agitados por el baile pero, de manera personal, con el corazón latiendo por una razón diferente. Len soltó sus ropas apoyándose completamente en el suelo, antes de empezar a reír con aquella ligereza que lo caracterizaba. Kaito compartió el gesto con una breve sonrisa, disfrutando del regalo entre sus brazos.

– De acuerdo, de pie –terció Leon acercándose– pensaba obligarlos a ensayar hasta que se cayeran a pedazos, pero nunca pensé en esto.

Ambos miraron al mayor y solo entonces Kaito fue consciente de la comprometedora posición en la que estaban, su pierna estaba levemente flexionada entre las de Len. Dio un salto hacia atrás incorporándose tan rápido como pudo mientras Leon ayudaba a levantar al rubio.

– Lo siento, mi culpa –dijo Len llevándose una mano al estómago, aún trataba de controlar su risa.

– Eso vi. Y por tu bien solo espero que no hayas arruinado el traje.

Detrás de Leon aparecieron un par de chicas a las que todos los Vocaloid estaban acostumbrados, Lily y Yukari eran las encargadas de los vestuarios. La primera se acercó a Len mientras la otra mantenía su atención en una pequeña libreta de notas.

– Creo que no lo dañe –sonrió Len.

– La caída no fue tan grave, ya sabes que a Leon le gusta exagerar –tras ella el rubio bufó sin quitarles la vista de encima– por suerte tenemos a Kaito que es todo un caballero –se mofó mirando disimuladamente al chico que parecía muy interesado en la lejanía. Obligó a Len a levantar los brazos revisando el talle del vestuario– más o menos ya tomamos todas las notas necesarias, solo quería checar esto… –estiró la tela entre el pecho y la espalda– bien, puedes cambiarte cuando quieras –un carraspeo delato la aún presencia de Leon– o cuando Leon se aburra. Lo que pase primero.

Len siempre se divertía con las ocurrencias de Lily, la rubia era exageradamente sincera y siempre tenía una opinión sobre el trabajo de los Vocaloid. Era la única a quien Leon no miraba mal por contestarle.

Un tanto lejos de ese pequeño alboroto, Kaito miraba de reojo a Len.

Sin saberlo, tanto él como Rin guardaban un secreto hacia el pequeño de los Kagamine. Algo que Kaito apenas había aceptado un par de días atrás, luego de semanas de confusión, molestia y depresión; y que ahora se permitía exteriorizar, solo un poco más.

Mientras miraba a Len, brillando con aquella curiosa aura que atraía a las personas, embelesado ante lo rápido que crecían sus sentimientos, se preguntó cuándo podría decírselo. Y casi al mismo tiempo recordó que eso no pasaría nunca. No se sentía capaz de arriesgar la amistad que ahora tenían por forzar sus sentimientos al menor.

No quería perderlo.

Y le bastaba con mirarlo. Mantenerse cerca y ser especial para él. Aunque no en el sentido que deseaba.

Cuando sus ojos se encontraron de nuevo, le regaló una sonrisa que solo estaba dirigida para él. Aunque era obvio que Len no lo sabía y no podía notarlo porque para él, Kaito era solo un amigo.

– ¿Listo para continuar? –preguntó cuando Len le respondió el gesto.

Leon retrocedió un par de pasos y en breve la música volvió a empezar.

Continuará…


Notas de la autora: ¡Saludos y bienvenidos a una nueva historia! (y si alguien más leyó el saludo pensando en japonés tenemos el mismo problema XD jaja) Y mi primera incursión en fics de vocaloid, yaoi como no podía ser de otro modo, así que veremos qué tal sale.

Espero que les haya gustado este pequeño capítulo 1, o primera voz =) Y si alguien tiene alguna sugerencia, comentario, amenaza, abucheo… prometo leerlos pero solo contestaré los primeros =P je, ya en serio, cualquier review es bienvenido.

Sobre el origen de esta historia… esperando ser breve, solo diré que un día (o muchos) viendo diferentes videos de Vocaloid se me fueron ocurriendo un montón de pequeñas ideas sobre un "detrás de cámaras" para esos videos, luego solo fue cosa de un pequeño añadido yaoi y ¡listo! Aquí lo tienen.

Explico esto porque todos los videos que usaré a lo largo del fic, solo serán referencias para que se imaginen un poco mejor la idea que yo tuve. Lo aclaro, para evitar malas ideas que el "uso" de estos videos pueda significar, y agrego las comillas porque en realidad solo me refiero a ellos como un apoyo visual para ustedes, queridos lectores.

Habiendo aclarado esto, al final de cada capítulo especificaré que video tiene cierta relación con el mismo, aunque espero que eso resulte obvio con el título o el contenido =)

¡Besos!

Yui-chan

"Cantarella" – Project Diva – Versión Kaito/Len