Tattoos and Sex Addictions

Summary: Bella es un artista del tatuaje en Seattle, y tiene una adicción a todos los temas sexuales. Edward se acaba de mudar a Seattle con sus hermanas y desea tatuar su cuerpo desnudo. ¿Podrán resistir la tentación? Clasificado M por el lenguaje, lemmons/referencias sexuales, etc. [Traducción]


Capítulo beteado por Pulpi Mortensen, Beta EFF.

www facebook com/ groups/ elite. Fanfiction


DISCLAIMER: Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer. La historia es de uselessid90, yo sólo me adjudico la traducción.

Capítulo 1

BPOV

Han pasado exactamente dos días y nueve horas desde que tuve relaciones sexuales, ¿cómo es posible que ya esté con ganas de más?

Probablemente estoy pensando en ello a causa del trabajo. Mi trabajo, aunque me encanta con todo lo que tengo, no ayuda a mi adicción.

Ahora mismo, estoy tatuando un hombre bastante atractivo. Eso ni siquiera es lo peor de todo. El tatuaje es un conjunto de labios, mis labios si tengo suerte. Los labios se han colocado estratégicamente lo más bajo posible sin chocar su pubis.

Estoy mirando hacia la entrepierna de un hombre con nada más que el sexo en mi mente.

Mi trabajo me proporciona una gran vida sexual, soy feliz siendo soltera, y sin mirar a nadie. Eso es lo que pasa con este trabajo. Consigues todos estos chicos jóvenes que vienen para los tatuajes y lo único que quieren es sexo.

Ahí es donde entro yo, todos aman a una chica con tatuajes, y estoy cubierta de ellos. Aparte de mis mangas tengo una pieza en el pecho y una pieza en la espalda. Por lo general, no los ven hasta que estamos de vuelta en mi apartamento.

He sido adicta al sexo desde que tenía dieciséis años. Jacob Black. Dios bendiga a Jacob Black y su herramienta de pantalón anormalmente grande. Él cambió todo para mí, pasé de ser una niña fresa inocente a una embravecida adicta al sexo. No me arrepiento de ello, él me introdujo a lo que más amo, le doy las gracias todos los días por eso.

Jake y yo seguimos siendo los mejores amigos, éramos los mejores amigos antes del sexo, y los mejores amigos después del sexo. Quiero decir, éramos tan jóvenes entonces, no teníamos ni idea de lo que estábamos haciendo. Los dos éramos muy curioso en cuanto a lo que el sexo era, y definitivamente no quería llegar como ese tipo de chicas en las películas, la que es virgen hasta ser una adulta. Esa no iba a ser yo, y yo confiaba en Jake más que en nadie, así que lo hicimos. Un montón.

Al final de la secundaria supe que no estábamos hechos el uno para el otro, ni siquiera pudimos decirnos te quiero sin tener sexo primero. No podía dejarlo ir, él era mi mejor amigo, mi único amigo de verdad. Así que hicimos lo que cualquiera haría, follamos por última vez y juramos no tontear entre nosotros nunca más.

Sorprendentemente ha funcionado de maravilla hasta ahora, seguimos siendo los mejores amigos. Nadie puede reemplazarlo.

Trabajamos para Emmett Cullen. Él es un tipo jodidamente genial quién probablemente tiene todo bien puesto, y es dueño de la tienda en la cual Jake y yo trabajamos.

Conocimos a Emm en el Community College, Jake y yo tomamos algunas clases de arte para tener algo en nuestro haber, cuando buscábamos el aprendizaje. Emmett estaba tomando clases de negocios para poder abrir su propia tienda. Él nunca se hizo, y sigue sin hacerse un solo tatuaje. Es diferente para él de lo que lo es para nosotros, él ama el arte, no se trata de ponerlo en su piel. Para él, esto es como su propio museo personal, sólo que no tienes que estar en silencio todo el tiempo, y no hay una ancianita a quien mostrarle los alrededores.

Esta tienda es como nuestro propio pequeño mundo, una vez que atravesamos las puertas es como si estuviéramos en casa. Nada nos puede detener cuando estamos aquí, podemos hacer cualquier cosa.

Vivimos y trabajamos en Seattle, no escogería ningún otro lugar en el cual estar. Tenemos buena música, excelentes bares, el océano, todo lo que pueda necesitar está justo aquí. Está a un corto trayecto en coche a Forks para ver a mi padre, y todos mis amigos están en la ciudad.

Jake y yo compartimos el mismo edificio, me negué a vivir con él después de todo lo que hemos pasado. Él rogó y rogó y finalmente accedí a dejar que él tuviera un apartamento en el mismo edificio que yo, encontré gracioso que él me lo pidiera.

Puedo ser pequeña, pero puedo defenderme. Mi padre es el jefe de la policía e insistió en que yo tomara clases de defensa personal cuando le dije que me estaba mudando a Seattle. Mi físico es duro, no es una broma. Emmett puede dar fe de ello. Jake sabe que no se debe meter conmigo, y tenía razón al pedir permiso. Él se muda a mi edificio sin obtener primero mi visto bueno, habría resultado en un viaje a la sala de emergencias, y yo no sería la única lesionada.

Trabajo fácilmente unas cincuenta horas a la semana, ¿qué puedo decir? Me encanta mi trabajo. Tengo la oportunidad de hacer lo que amo todo el día, no puedo cansarme de ello. Aparte de la ocasional colegiala promiscua que quiere una mariposa encima de su culo, tengo algunas personas muy interesantes aquí. Además de que hago todos los piercings para la tienda, por lo que ayuda a mezclar un poco.

Limpié el conjunto de labios y los cubrí antes de dirigirme al mostrador para darle un recibo. Recogí el dinero y empecé a escribir cuando le oí hablar:

—Así que... ¿saldrías conmigo alguna vez? —Había atrapado el anzuelo. A ellos les encantan las chicas con tatuajes, asumen que soy un monstruo en la cama a causa de toda la tinta que está en mi piel.

No pude contener la risa que se está construyendo dentro de mí, es tan predecible. Oh, bueno, polla es polla.

—Uh, sí, ¿está noche suena bien? Podemos encontrarnos en Heaven a las diez. —No parecía sorprendido por mi atrevimiento, una sonrisa se dibujó en su rostro.

—Sí, suena bien. Nos vemos a las diez. —Le di el recibo y lo vi alejarse, observé que tenía un buen culo mientras buscaba algo que hacer.

Limpié mi puesto y me senté en la silla de tatuajes a hojear una revista, entorné mis ojos por lo aburrido que era. Miré el reloj y vi que eran las siete, Jake debía llegar en cualquier momento.

En el momento justo, como siempre, Jake entró por la puerta. Él estaba... ¿hablando solo? ¿O a alguien? Oí la segunda voz y me di cuenta de que no estaba loco, gracias a Dios. No quería lidiar con un Jake loco justo ahora.

Escuché su conversación sin darme la vuelta, la mejor manera de parecer indiferente, de lo contrario no podría salir de aquí cuando quisiera. Estaban hablando de alguien que se estaba mudando aquí o algo así, realmente no podría decirlo ya que me había perdido la primera parte de la conversación. Aunque, sin duda, ellos hablaban de alguien que se estaba mudando para acá, una chica o algo así. Me di por vencida en tratar de descifrar su extraña conversación de chicos y me concentré en un artículo acerca de los piercings de pezón, que incluso tenía fotos.

Oí a Jake despedirse y a las campanas de la puerta sonar con la salida del hombre. Al instante salté de mi silla y me dirigí directamente a la puerta de atrás. Pude sentir Jake seguirme.

Después de sentarme en mi silla habitual y encender mi cigarrillo decidí que ahora era un buen momento, como siempre, para interrogarlo sobre el misterioso hombre.

—Entonces, ¿quién era ese tipo? —Su sonrisa se hizo un poco grande para mi gusto.

—Ese tipo era Edward, nos acabamos de conocer hoy. Él es jodidamente increíble. —Puse los ojos en blanco por el nombre. ¿Quién diablos nombraba a su hijo Edward en estos tiempos?

—Genial, ¿dónde lo conociste? —No salten con conclusiones, siempre estoy curiosa acerca de conocer gente nueva, especialmente de chicos.

—Al salir del edificio, se acaba de mudar con sus hermanas. —Así que eso era de lo que estaban hablando.

—Oh, ¿algún potencial? —Él sabía que yo estaba hablando de Edward, pero optó por responder acerca de las chicas.

—Las dos son jodidamente calientes, pero definitivamente no son mi tipo. —Me reí de su fallido intento de mostrar ningún interés.

—Coño es tu tipo, Jake. —Trató de fingir que estaba herido por mi comentario.

—Bella, soy un hombre nuevo. —Esa línea efectivamente me tenía agarrando mis dos lados por la risa.

—O-kay. Esa es mi señal para salir. —Arrastré mi cigarrito en el concreto y empujé mi encendedor en el bolsillo.

—¿Tienes planes para esta noche? —Le di la sonrisa más malvada que fui capaz de hacer.

—Sí, ese chico que estaba aquí para conseguir labios alrededor de su polla. Voy a encontrarme con él en Heaven. —Se echó a reír incontrolablemente.

—¿Labios? ¿En serio? —Traté de controlar la risa, pero no pude. Pobre chico, él alguna vez sabrá que nos dio mucha diversión.

—Sí, deberías pasar por allí después de cerrar. No me voy a encontrar con él hasta las diez, así que debería seguir ahí cuando hayas terminado.

—Está bien, debería estar allí alrededor de las once treinta o por ahí. Envíame un texto si te vas antes de eso. —Le di un movimiento de cabeza y me dirigí hacia dentro.

Agarré mi bolso, mi libro y me pasé hacia la puerta. El camino a mi apartamento era corto, yo vivo como a cinco minutos. Toda una maravilla.

Llegué a casa, me duché y me puse mi traje de club favorito. Pantalones de cuero, top brillante que dejaba ver mi tinta y mis tacones favoritos. Estaba lista en una hora y todavía tenía una hora entera antes de tener que estar allí. Es un viaje de quince minutos. Calculé la cantidad de tiempo que necesitaría para hacer un bosquejo rápido y sentarme con mi libro.

Pasé las páginas hasta que encontré una en blanco y empecé a dibujar. Iba a ser algo para mi pie, algo sencillo con suerte. Todos mis dibujos empiezan simples, entonces se convierten en monstruos que tengo que domar. Siempre tengo que cortar mierda o minimizar algo, sin embargo, Jake está acostumbrado a ello.

Jake hace todos mis tatuajes, nunca dejo que nadie me toque con una pistola. Para mí, tiene que haber una cierta cantidad de confianza involucrada, nunca dejaría que alguien que no sabe ponga la tinta en mi piel. Confío en Jake, él nunca me jodería. Envidio a la gente que puede venir y dejar que un extraño les marque con algo tan permanente, lo tenían fácil. Si alguien pretende siquiera tocarme con una pistola de tatuaje empiezo a hiperventilar. Lo sé, lo sé, tengo problemas.

Había trazado una muñeca vudú, que tenía los ojos tristes y agujas que salen de ella en todas las direcciones. Tuve que detenerme a mí misma de añadir una escena de fondo. Si mi coño quería acción debía parar ahora. Cerré mi libro y lo puse en el mostrador de la cocina, siempre me aseguraba de mantenerlo fuera del piso. Una vez, llegué a casa de una noche de beber y pisé sobre mi viejo libro. Fue, como mucho, el peor día de mi vida.

Agarré mi bolso y me dirigí hacia la puerta. Me maldije a mí misma por no llevar una chaqueta, hacía mucho frío esta noche. Llegué a mi coche rápidamente y dejé que se calentara antes de empezar a conducir.

Pasé a través de los canales estéreo y finalmente decidí por uno que estaba tocando una canción que vagamente reconocí. Tarareaba mientras conducía y me sentí excitada de echar un polvo. Algunos pueden decir que soy promiscua, pero ellos no me conocen. En realidad, no es algo que puedo controlar. Soy una esclava de mi gatita, y eso está bien para mí.

Quiero decir, tengo veintitrés años, ¿qué se supone que debería hacer? ¿Estar de compras en este momento? ¿Buscando al "indicado"?, ¿o alguna mierda así? Lo que sea, la gente puede hablar todo la mierda que quiera.

A decir verdad, no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Soy una firme creyente en aceptar el pasado y abrazar el futuro. Si vas por ahí todo el día quejándote de lo que pasó antes, nunca conseguirá nada en la vida, y me estoy yendo a lugares. Creo que cada noche me ha enseñado algo acerca de mí misma, me enseñó lo que soy. Nadie me puede decir que lo que hago está mal, porque yo sé quién soy.

Llegué a Heaven y pagué la tarifa de aparcamiento, escalofríos recorrieron mi cuerpo cuando me bajé del coche. Me dirigí hacia la entrada y miré alrededor para... ¡Joder!, olvidé su nombre. No podía encontrarlo cualquiera fuera su nombre, así que sólo entré y pedí un corto.

En el momento en que me encontró me había tomado cuatro cortos y estaba en mi quinto, él definitivamente tenía que ponerse a hacer algo. Ordenó sus cortos y comenzó a beberlos, él parecía que iba a vomitar después de cada uno. Mariquita.

Saqué mi teléfono y le envié a Jake un texto diciendo que sin duda esperaría por él y comencé a dirigirme a la pista de baile con "cuál es su nombre" detrás de mí.

Él ya se tambaleaba cuando llegamos allí. ¿Cuándo iba a encontrar a alguien que pudiera sostener su licor, tan bien como yo podía?

Empujé mi culo en su entrepierna y balanceaba las caderas de un lado a otro, sorprendente él se movió conmigo. Al parecer, él podía bailar incluso cuando estaba borracho, yo sabía que había una razón para que me gustara tanto.

Bailamos por unos buenos treinta minutos antes de que pudiera escuchar gritar a Jake crudos comentarios hacia mí desde el bar. Le di una sonrisa y le dije que estaría de vuelta dentro de poco, seguro que podría encontrar a una chica con quien bailar hasta que estuviera lista para irme.

Jake bebía cortos cuando llegué a él, tomé un vaso de mierda y choqué el mío con el suyo. Bebimos a la vez de los cortos y nos dio un ataque de risa por nada en particular. Es por eso que me encanta tanto Jake, nos tenemos el uno al otro. Es una de las pocas personas que entiende mi humor, y no me juzga por mis actividades sexuales. A pesar de que su vida sexual es tan activa como la mía, somos iguales cuando se trata de echar un polvo.

—¿Y dónde está ese chico con los labios? —Miré por la pista de baile y pasé por sobre todos los cuerpos hasta que encontré su cara, él estaba bailando con una chica que parecía que tenía dieciséis años y apenas había tenido su período.

Lo apunté y puse los ojos en blanco hacia Jake.

—Polla es polla —dije. Se encogió de hombros y recorrió la multitud por alguna chica que pudiera encontrar.

—Vamos a bailar, B —asentí y tomé su mano, lo saqué a la pista de baile conmigo y al instante apreté nuestros cuerpos juntos. Podríamos bailar como, diablos, podríamos incluso hacerlo un poco y no conduciría a nada.

Nuestra promesa sí significaba mucho más que echar un polvo. No es por ser arrogante ni nada, pero los dos somos personas atractivas, no tenemos problemas en ese departamento.

Bailamos el uno con el otro hasta que vi a "cuál es su nombre" caminar hacia nosotros, él parecía un poco irritado. Jake al instante retrocedió, nunca bloqueábamos la oportunidad de un polvo entre nosotros. Me besó en la mejilla y se dirigió hacia el bar, vi a una chica haciendo su camino hacia Jake y crucé los dedos por él.

"Cuál es su nombre" me miraba como si yo le hubiera dicho que era un hombre, él, obviamente, olvida que él también había estado bailando con otra persona. No soy una persona celosa, no he tenido problemas para compartir mis hombres con otras, yo no soy ajena al trío ocasional.

Supongo que ustedes me llamarían bisexual, estoy un poco atraída por las chicas, sin embargo, nada comparado con mi amor por la polla. Salir con chicas es una gran manera de conseguir chicos, pero vienen corriendo cuando ven a dos chicas conectadas por la boca.

Le di una sonrisa antes de agarrarle la mano y dirigirme a la puerta, mi cama me estaba llamando. Él obedeció y vi a la chica con la que él había estado bailando con una mirada de decepción porque él se iba. Él comenzó a tocarme mientras íbamos hacia mi coche, lo empujé lejos de mí y le señalé el asiento del pasajero.

Rodeó el coche y entró, respiré profundamente tratando de juzgar si estaba bien para conducir o no. Entré y encendí el coche, él me miraba como si fuéramos a follar aquí mismo.

Me reí un poco y empecé a conducir. Pasé a través de las estaciones y me decidí por algún programa de entrevistas que estaba en marcha. Para el resto del viaje me centré en la carretera, tratando con todas mis fuerzas para mantenerme entre las líneas.

Llegamos a mi edificio y le mostré el camino a mi apartamento, él me siguió en silencio. Le oía dando tumbos detrás de mí y oré para que él no se desmayara sobre mí, eso sería una gran decepción.

Parecía estar haciéndolo bien mientras abría la puerta y lo dejé entrar primero, tan pronto como pude entrar arranqué mi camisa sobre mi cabeza. Me moví hacia él y tiré su camisa, él levantó los brazos y me dejó deslizarla sobre su cabeza. Lo siguiente fueron sus vaqueros, los deslicé lentamente y miré su polla. Sonreí cuando vi que estaba de pie hacia arriba. A ellos siempre les encantan las chicas con tatuajes.

Caminé hacia mi habitación y le indiqué que me siguiera. Ya no tropezaba, gracias a Dios.

Lo empujé sobre la cama y me arrastré hacia la parte superior de él, luchó con el botón de mis jeans. Me frustraba con sus intentos, así que rápidamente los solté por él, me bajé de la cama y los deslicé por mis piernas. Había optado por no sujetador ni bragas esta noche, de seguro que le encantaría eso.

Sus ojos desorbitados cuando vio que yo era comando, deslicé sus bóxers por sus piernas y lamí mis labios al ver su polla. El hecho de que ni siquiera recordara su nombre pasó por mi mente, pero lo ignoré. El alcohol definitivamente estaba haciendo efecto.

Todo se puso muy nebuloso después de eso, recuerdo vagamente que él estuviera bien en la cama, sin duda nada especial. Él quería que yo hiciera todo el trabajo, los hombres son tan egoístas a veces.

Me desperté al escucharlo lloriquear por algo en su estómago o la cabeza o algo así. Me fui directamente al baño y me metí en la ducha, tenía la esperanza de que para cuando terminara él se habría ido.

No hubo tal suerte, en realidad tuvo el descaro de preguntar si podía tomar la ducha conmigo. Rápidamente lo ahuyenté y le dije que ya debía haberse ido para el momento en el que saliera, él estuvo de acuerdo, pero no parecía muy feliz.

Estaba como un niño, parecía que estaba haciendo pucheros, como si fuera a cuidar de él hoy. Uh, sí claro.

Salí y vi que había agarrado su ropa y se había ido. Ah, el paseo de la vergüenza. Después de tener que caminar hasta casa sin zapatos una vez, juré que yo siempre los traería de vuelta a mi casa, nunca me iría a la de ellos. Además, los chicos viven como cerdos.

Me pasé el cepillo por el pelo e hice una nota mental de que necesitaba pronto un corte, siempre tengo mi cabello justo encima de mi culo, nada más hippie.

Me puse unos vaqueros y una camiseta y me dirigí hacia la puerta. Planeaba que Jake me hiciera el tatuaje en mi pie hoy. Si se sentía bien, es decir, por suerte yo nunca tengo resacas. Jake, sin embargo, pasa la mayor parte de sus mañanas abrazado al inodoro.

Llegué a la tienda para encontrar a Jake viéndose sorprendentemente bien, sonrió en grande hacia mí cuando entré. Le di una igualmente gran sonrisa y me reí un poco. Él me había explicado después de que nos mudamos por primera vez que él podía escuchar todas mis actividades sexuales a través de las paredes.

—¿Buena noche, B? —Asentí con la cabeza y alcancé mi cuaderno de bocetos de mi bolso.

Le mostré la muñeca y le dije que la quería en mi pie, ya que los domingos eran nuestros días más lentos, él estuvo de acuerdo. Me senté en la silla y preparé mi pie para él, ya que lo hace gratis, me imagino que podría ayudar tanto como sea posible.

Tengo su tinta lista y pongo la pistola junto a ella, lo hice todo excepto poner sus guantes en sus manos. Era nuestra pequeña rutina, me gustaba tener todo listo para él; y justo antes de poner la plantilla en mi piel, él besaría el área que está a punto de ser entintada para siempre. Era la única cosa coherente en mi vida, mi pequeña rutina de tatuaje con Jake. Yo no creo que vaya a cambiar nunca, me encantaba demasiado.

Él besa la parte superior de mi pie y finge como si tuviera asco, todo el tiempo sonriendo. Le devolví la sonrisa y lo pongo de nuevo en la silla. Cerré los ojos y asentí con la cabeza diciéndole que estaba lista. Sentí la aguja en la piel y fue casi erótico. Eso es lo que pasa con los tatuajes, que eran realmente una experiencia sexual.

El artista llega a verte en tu momento más vulnerable. El dolor es casi orgásmico.

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¡Hola!

Espero que les haya gustado esta nueva traducción. Como siempre decirles que me encantaría leer sus opiniones sobre esta historia :D

Con cariño Nala.