Notas al final

Declaimer:Free! no me pertenece, es de sus respectivos autores y yo hago esto sin fines de lucro porque nadie en su sano juicio me pagaría.

Advertencias: Comedia de calidad dudosa

El lector podria morir de aburrimiento

Lemmon

Faltas de ortografia


Lumus


El nιño ѕιn тalenтo

Rei miró a Nagisa con el espanto pintado en el rostro al darse cuenta de que Makoto sólo era hermoso en la natación y que no destacaba en ninguna otra cosa. Nagisa supo lo que el de orbes violetas pensaba y le dijo:

—Tenemos menos de 24 horas para hacerle un nuevo talento a Makoto, así que no hay tiempo que perder. — lo tomo del brazo y se dirigió hacia donde estaban Tachibana y Nanase tiernamente abrazados mirándose el uno al otro.

Ambos metidos en su enorme, y cada vez más resistente burbuja de amor. Todos los que pasaban por donde ellos estaban los rodeaban, dándoles un perímetro de aproximadamente dos metros, pues aunque alguien quisiera pasar por ahí, chocaba con un muro invisible que lo rebotaba mandándolo al suelo. Con el tiempo los estudiantes y maestros habían aprendido a evitar a esos dos y su resistente, y cada vez más grande, burbuja de amor.

Así que esta vez Nagisa tuvo que solicitar el apoyo de 3 estudiantes del club de levantamiento de pesas para que con sus fuertes y hermosos brazos, según la mirada experta de Rei, pudieran meter a Nagisa en aquella casi impenetrable burbuja, arruinando nuevamente la escenita llena de miradas y de pensamientos leídos que Haru y Makoto estaban teniendo.

Y como era de esperarse, Haruka le dirigió a Nagisa una de sus más mortales y furiosas miradas, como siempre. Y el rubio la ignoro olímpicamente, mientras tomaba al de orbes profundamente verdes por la muñeca y se lo llevaba, como siempre.

Rei se quedó atrás, justo al lado del enojado nadador de freestyle(1), mientras observaba lo hermoso que se veía el trasero de Hazuki mientras corría y jalaba a Makoto, luego ladeó la cabeza y un escalofrío le recorrió el cuerpo cuando un recuerdo de él apretando ese magnífico trasero ayudándolo a subir y a bajar en un salvaje vaivén le cruzo por la mente. Sacudió la cabeza para alejar esas imágenes y centro nuevamente su atención en Haruka, quien aún tenía el ceño fruncido, pero ahora un brillo le iluminaba los ojos, un brillo que Rei reconocería en cualquier mirada, pues el mismo lo había reflejado en sus orbes violetas la noche anterior, cuando le había hecho el amor a Nagisa en la sala de su casa, mientras sus padres estaban en su respectiva recamara.

—Makoto-sempai tendrá una noche agitada hoy… — murmuró Ryuugazaki más para sí mismo, pero siendo escuchado de igual manera por Nanase.

—Así es — respondió Haruka alejando de mala gana esa imagen de Makoto desnudo saliendo de una alberca con gotas de agua lamiéndole todo el cuerpo que tenía en la cabeza.

Rei sonrió para sus adentros y se dispuso a explicarle a su sempai las ordenes que Nagisa le había mandado para la campaña de elección del Makoto. Haruka escuchó atentamente y al final asintió con desanimo, pues aquello lo mantendría ocupado y por lo tanto, lejos de su chico.

—¡Ese es el punto Mako-chan! —Exclamó Nagisa —tu talento es nadar y cuidar niños, pero no podemos presentar eso mañana porque: uno, no podemos instalar una alberca lo suficientemente grande en el escenario del auditorio de la escuela, además de que Haru-chan se apoderaría de ella. Y dos, no podemos sacar a algún infante de la escuela a esas horas. —Explicó por enésima vez —¡Necesitas un talento nuevo!

Makoto le dedicó una mirada de súplica y después asintió dándose por vencido, no tenía caso discutir con Nagisa, uno simplemente no podía ganarle y ya.

— ¿Qué tienes en mente?

Nagisa esbozo una sonrisa tan amplia que dejaba ver sus blancos dientes.

—Plan A: baile.

Makoto abrió los ojos desmesuradamente y trago saliva, realmente esperaba que Nagisa tuviera un plan B porque Makoto había intentado bailar sólo una vez en su vida y bueno, Haru y sus pisoteados pies sabrían que esa no era una muy buena idea. Lo intentaría por la competencia y el club de Natación pero algo le decía que nada bueno saldría de eso.

Media hora después Rei llegó al salón del club donde el rubio y el castaño estaban ensayando, la canción que sonaba tenía el volumen muy alto, razón por la cual paso completamente desapercibido cuando entro y se dirigió al estante donde se encontraba la grabadora. La apago.

Nagisa salió corriente hacia él y se lanzó a sus brazos, tenía los ojos llorosos y la nariz muy roja. Rei deposito un pequeño beso en la frente del más pequeño y luego dirigió su mirada a Makoto, quien se la devolvió algo apenado y con las mejillas levemente sonrojadas. Rei frunció el ceño al no entender que había pasado.

Makoto comprendió su incertidumbre y le explicó:

—¡Tengo dos pies izquierdos! —explicó mientras señalaba sus pies — y un localizador de Nagisa demasiado confiable. —Rei lo miro aún más extrañado y el castaño continuó — me refiero a que no importa a que parte del salón se mueva Nagisa, mi cuerpo de mueve al ritmo de la música y de los pasos que intento aprender, y tarde o temprano le doy un golpe con el codo a Nagisa en la nariz. —Eso explicaba el estado en el que encontró a Nagisa.

—Plan B: —sugirió Rei apretando a Nagisa un poco más entre sus brazos — Mimo.

Y Makoto lo intento, en serio lo intento. Ensayo, se puso cinta en la boca, trato, trato y trato, pero el castaño era tan torpe y no controlaba la fuerza de sus movimientos que parecía que estaba metiéndole un puñetazo a alguien cuando hacia el ademan de inclinarse y dar una rosa invisible a un Haru invisible, así de cruel estaba la cosa.

Nagisa suspiró y negó con la cabeza, aquello no estaba funcionando. Makoto era demasiado torpe para hacer algo con el cuerpo, lo cual limitaba bastante sus opciones.

Makoto estaba ensayando un movimiento donde se suponía que estaba encerrado en una caja que se iba haciendo más y más pequeña, pero en vez de que sus manos fueran tanteando el espacio como si se tratara de una caja, a veces si estiraba las manos y a veces no, por lo que parecía que estaba repartiendo golpes de kung-fu a diestra y siniestra, cuando entro Haru con una mueca de enojo que desapareció en cuando vio a su Makoto de espaldas a él siendo evaluado por un Rei que no sabía que rayos estaba tratando de representar el castaño.

Se acercó a Nagisa y le tendió un gran pedazo de papel que tenía como dibujo a un Makoto junto a una orca con el puño estirado y el pulgar arriba. El rubio quedo sorprendido ante aquel bello dibujo hecho con acuarelas, lleno de colores y mejor aún, captando el verde de los ojos de Makoto a la perfección. Nagisa asintió dando su aprobación y carraspeó fuertemente para llamar la atención de los otros dos miembros del club.

En cuanto los ojos de Makoto reconocieron a Haruka se llenaron de alegría, misa que fue reflejada en la sonrisa sincera que estaba esbozando. El corazón de Haru dio un brinco de pura ternura y amor.

—Creo que será mejor que pienses en otra cosa Nagisa —comentó Haruka, quien estaba al tanto de los planes para el nuevo talento.

El rubio sólo asintió para luego dirigirse a su lugar favorito del todo el mundo, los brazos de Rei. Así como lo leyeron, no la cafetería ni las tiendas de dulces, sólo los brazos de su amado Rei.

—Mamá y papá no están — dijo Makoto mientras introducía la llave de su casa en el picaporte y abría la puerta de esta para dejar pasar a Haru al interior seguido de él — hoy los gemelos tienen cita en el dentista, por lo que regresara hasta tarde.

Haru sólo asintió sin despegar los ojos del castaño. Este le devolvió la mirada y sonrió ante la pregunta no verbal que Haru le estaba haciendo.

—Sabes que no tengo ningún problema con las locas ideas de Nagisa, vida sólo hay una y hay que disfrutarla. —Explicó alegremente mientras tomaba a Haru de la mano para dirigirlo a la cocina de su casa — Además, tu y yo sabemos que hare mañana. Matare dos pájaros de un tiro, tendré un talento que presentar y Nagisa se sorprenderá ya que no conoce esta parte de mí.

—Se supone que sólo yo conozco esa parte de ti —murmuró Haru, nada contento con la idea de entregar esa parte de Makoto que sólo a él le pertenecía.

—No te pongas así Haru —le suplicó Makoto al tiempo que se paraba frente a él y ponía sus manos a ambos lados de la cara del de orbes oceánicos — sabes que hay muchas partes de mí que sólo son tuyas y de nadie más. —Haru suspiro y rompió el contacto visual antes de que su novio se diera cuenta del doble sentido de aquellas palabras. Makoto sonrió — ¿Quieres beber algo mientras preparo la comida? ¡Creo que he mejorado bastante! Tanto que cocinar se podría considerar mi nuevo talento.

Haru se mordió el labio y sin pensarlo mucho le dijo al castaño lo que tanto quería.

—Leche, quiero que me des leche.

Los ojos de Haru estaban oscurecidos por el deseo, y brillaban tan intensamente que enseguida Makoto entendió a qué se refería realmente.

—Tus deseos son ordenes — respondió el castaño con la voz levemente enronquecida por el deseo que la simple palabra 'leche' le había provocado — ¿Dónde quieres mi leche, Haru?

Y antes de que este último pudiera contestar, Makoto se inclinó hacia adelante y comenzó a besarle el cuello, repartiendo pequeños mordiscos y besos por todo el lugar. Luego hizo que Haruka levantara los brazos para quitarle la camiseta deportiva del club que llevaba en esos momentos.

Cuando el pecho de Haru quedo libre, Makoto se inclinó hacia él y comenzó a repartir rápidos besitos por los pectorales del más bajo, provocándolo antes de llegar a esa parte que a Haru tanto le encantaba.

—No me has contestado amor —le recordó Makoto, exhalando aire caliente sobre la tetilla derecha de Haru, causándole un estremecimiento de placer y una sacudida a su miembro, el cual estaba a punto de romper sus pantalones. Makoto sabía cómo excitarlo en tan poco tiempo.

—Tu s-sabes do-dónde… —balbuceó Nanase, sin prestar atención a si sus palabras tenían sentido o no.

—Dímelo.

Haru gimió cuando Makoto se metió su tetilla izquierda a la boca y pellizco la derecha para luego morder la otra. Aquello se sentía tan endemoniadamente bien.

—¿Haru? — volvió a preguntar Makoto aun con la delicada piel del otro entre los dientes.

—¡En mí! ¡Quiero tu leche en mí!

Un jadeo se escuchó y rápidamente el pants escolar de Haruka quedo en el suelo, junto a la olvidada camiseta deportiva.

—¡Oh Haru! — Murmuró Makoto bajando del pecho de Haru a su caliente y excitado miembro — adoro cuando no traes nada bajo ese pants. —con su dedo limpió una pequeña gota de líquido pre seminal que comenzaba a escaparse del duro miembro del más bajo y se la llevo a la boca. Cuando la saboreó un brutal gemido salió de su garganta, porque Haruka sabía tan endemoniadamente bien.

—¡Ma-Makoto! — la voz de Haru sonaba desesperada. Él quería a Makoto y lo quería YA.

—Tranquilo Haru, antes necesito prepárate. Abre la boca —le pidió.

Haru obedeció y enseguida tres grandes dedos se metieron para ser lubricados por la saliva de Haru, incluso este pudo sentir su propio sabor en uno de los dedos del castaño. Rápidamente los rodeo con su lengua y comenzó a chuparlos como si su vida dependiera de ellos y es que en esos momentos así lo sentía realmente.

Makoto jadeo ante las acciones de Haru e imagino que sus dedos eran sustituidos por su aun aprisionado miembro, donde una mancha de humedad comenzaba a rodear su entrepierna. Haruka enserio sabia como hacerlo escurrir.

Cuando creyó que era suficiente de un solo movimiento saco sus dedos de la cavidad bucal del más bajo y lo empujo hasta que este chochó contra la mesa y se recargo en ella dándole la espalda a su novio, pero dejando todo su trasero a su merced.

Makoto se agacho a la altura de este y dio un lametazo en aquel orificio que conocía tan bien. Haru se arqueó y presiono más esa parte contra la boca del de orbes verdes. Makoto volvió a lamer pero esta vez incluyo uno de sus dedos, que se abrió paso lentamente y luego giró dos veces antes de incluir el segundo. Haruka soltó un respingo de frustración.

¡Ellos hacían eso casi a diario! ¡Haruka no necesitaba tanta preparación!

Makoto soltó una risa divertida y se levantó, bajó el cierre de su pantalón y se lo quito de una patada. Camino hacia donde estaba Nanase, quien ya lo estaba esperando con la boca abierta, listo para lubricar a ese enorme pedazo de carne que estaría a nada de tragarse con su cuerpo.

Makoto lo tomo del cabello y le penetro la boca, gimiendo al sentir la calidez de aquella cavidad bucal, y chorreando liquido pre seminal por el simple hecho de imaginarse lo que le esperaba después de eso.

Haru recibió gustoso aquel miembro y comenzó a meterlo y sacarlo de su boca, rodeándolo con la lengua y escondiendo sus dientes para no lastimarlo. Amaba con todo su ser el sabor de Makoto, salado, fuerte y varonil. El olor del sexo, del buen sexo que le esperaba.

Makoto estuvo a punto de venirse cuando Haru levanto la mirada hacia él, aun con su pene en la boca, y las mejillas sonrojadas. Se veía tan hermoso así, con los ojos brillantes y la boca siendo follada.

Makoto se separó de él para dirigirse a esa parte de Haru que pedía a gritos por su atención. No se molestó en voltearlo, pues quería ver como Haru balbuceaba incoherencias con la mejilla pegada a la mesa debajo de él.

Froto levemente tu durísimo miembro contra aquella estrecha entrada y de una estocada lo penetro. Fuerte, rápido y directo.

Los ojos azules se abrieron desmesuradamente ante aquel brusco acto y su espalda se arqueó ante el latigazo de dolor y placer entremezclado que lo recorrió. Un jadeo bastante fuerte se escapó de sus labios. Nunca se le paso por la cabeza que Makoto lo penetraría de una, pero no tuvo tiempo de pensarlo más profundamente pues el castaño retiro su miembro casi en su totalidad de la entrada de su novio para luego volver a embestirlo como la primera vez. Y la tercera vez dios, si Makoto rozó aquel punto extremadamente placentero que Haruka tenía en su interior, sacándole un ronco gemido esta vez.

Eso era lo que el castaño había estado buscando. Y una vez que lo localizo repitió el movimiento, aumentando la velocidad y sujetando a Haru de la cadera, encajándole sus largos y fuertes dedos para ayudarlo a acompasarse a sus embestidas.

La cocina rápidamente se llenó de jadeos, gemidos y hasta gritos por parte de ambos. Cuerpos sudados y pegajosos chocando, frotándose, amándose. Besos en la espalda y uñas rasguñando una mesa de madera. Oh sí, eso un magnifico y grandioso buen sexo. O hacer el amor. Aquello era la máxima sensación que un cuerpo pudiera sentir. Makoto acelero el ritmo, deseosos de llenar a Haru con su esencia, mientras Haru balbuceaba con a cara contra la mesa:

D-diossss…. Si, sii, s-sii… ¡más! ¡Más! ¡Dios si más!

Ambos estaban tan concentrados el uno en el otro, en el apretado interior y en el enorme miembro que lo llenaba, que ninguno se dio cuenta de que el ruido que se había escuchado había sido el de una puerta abriéndose y no el de una mesa de madera a punto de romperse.

Y entonces cuando dos personas entraron a la cocina…

—Makoto-sempai, Haruka-sempai ¡Perdón por la interrupción, ya no retiramos y-y emmmm… ¡Volvemos en la noche!

Makoto se petrifico al oír la voz de Rei, seguido por un pequeño grito que salió de la garganta de Nagisa.

—No, yo… eh… nosotros… — comenzó a murmurar tratando de explicar algo que realmente no necesitaba ser explicado.

—¡No te atrevas a parar! — lo interrumpió Haruka, que seguía moviéndose contra el miembro de Makoto auto penetrándose con este. Makoto gimió ante la petición de su novio y volvió a tomarlo de la cadera para luego aumentar la velocidad de sus envestidas. Ambos estaban tan cerca, Dios, ya casi, unas cuantas embestidas más y Haruka obtuvo aquel increíble orgasmo que sabía que Makoto le daría. Su interior comenzó a apretarse alrededor del miembro del castaño y este tampoco pudo contenerse por más tiempo. Emitió un fuerte gruñido de puro placer y comenzó a llenar a Haruka con aquello que el otro le había pedido.

En cuando el más bajo sintió el caliente liquido deslizarse en su interior, una sonrisa de abrió paso en su rostro. Porque nada le encantaba más que tener dentro de sí algo que sólo Makoto podía darle.

Rei y Nagisa estaban petrificados aun en la puerta de la cocina de Makoto. Ambos pensando lo mismo, esos dos haciendo el amor eran jodidamente hermosos.

Al día siguiente Nagisa estaba que se moría de los nervios, Rei estaba en la competencia de las chicas haciendo algo que el rubio consideraba como súper secreto. Su gran plan maestro. Entonces Haruka y Makoto se acercaron a él. Nagisa tragó saliva y le dijo a Makoto:

—Supongo que si sacas baja calificación en este concurso aún tenemos oportunidad de ganar.

Makoto sonrió enigmáticamente, le dio un beso a Haru en la mejilla y corrió a formarse con los demás concursantes. Nagisa le dirigió una mirada a Haru y le dijo:

—Necesitare otro dibujo, el que me diste ayer se extravió misteriosamente. —detrás de él cruzo los dedos.

—No te culpo — dijo el moreno para sorpresa de su amigo — después de lo de ayer yo también hubiera perdido todo.

Nagisa se sonrojó ante el recuerdo de lo que él y Rei habían presenciado en la casa de Makoto. Así que sólo asintió por el comentario de Haruka y regreso su mirada al frente, sólo para ver como Rei ingresaba al auditorio con una gran sonrisa en el rostro y levantando los pulgares.

Todos pusieron su atención en el escenario en cuanto el concurso comenzó, ese día Makoto era el tercer participante. Así que en cuanto lo anunciaron los dos menores se quedó mudo de la sorpresa al escuchar los primeros acordes de una canción sonar. Haruka sonrió levemente divertido por las reacciones de sus amigos, quienes quedaron aún más estupefactos al cuando escucharon la voz del capitán del Club de Natación cantar tan hermosamente, que hasta a Rei se le salieron las lágrimas de la emoción.

Nagisa no podía creer lo que escuchaba, pues demás de la bonita voz de su amigo la canción que este cantaba era simplemente hermosa.

—¿Cómo se llama esa canción Rei-chan?

—No tiene nombre —contesto Haru por su amigo de ojos violetas — Makoto la escribió para mí cuando éramos niños. Creí que esa canción lo ayudaría con los nervios.

Nagisa y Rei regresaron sus miradas al frente, donde pudieron ver como Makoto no despegaba su mirada de su novio. Cantándole, como era de esperarse, sólo a él.

Aunque las calificaciones que el castaño recibió no fueran perfectas, su fueron lo suficientemente buenas como para mantenerlo en el primer lugar del concurso.

El día había sido todo un éxito.


(1)Estilo libre


Nox


Gacias a: asdf42, eclipse total, Monica, Anakashi, SexyDiva, Meredith Cho, Guest, Fernanda, Darkela, Nozomy, Sayuki Yukimura y EmiWasHereEV

Sus comentarios me annimaron a saguir :D

Hola guapuras!

Feliz año nuevo a todas!

Aqui un capitulo más que espero que les guste :3

No esta betado, asi que si alguien me quiere hacer alguna corrección son recibidas con gusto!

Y bueno, les propongo un trato! En cuantos más comentario más rápido actualizare~ (tenia que intentarlo! vivo de sus comentarios)

Una disculpa si no les respondo los reviews! ya me pondre las pilas con eso!

Espero que los reyes magos les traigan todo lo que quieren!

Besos y nos leemos pronto!

Atte: LaLa-chan (Kasumi Yami no Amaya)

'él eѕ тan мalo, pero lo нace тan вιen'