Disclaimer: PokeSpecial no me pertenece, son propiedad de Satoshi Tajiri.

Advertencias: Violencia, armas, AU, Apocalipsis zombie, Franticshipping, Ishishipping.

Notas iniciales de capítulo: Este fic es una participación para el Foro Dex Holders del Prof Oak, en el reto de "¿Donde está mi Pokédex?" Link del foro y del reto en mi perfil.


Capítulo VII
Secretos de desconocidos

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[***]
[Ciudad Malvalona; casino]
[15:36]

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Tres días, Sapphire se había negado a dormir y si había comido era por influencia de Wally, pero todo ese tiempo se quedó al lado de Emerald. El chico no despertó como era previsto, en unas horas, se quedó dormido tres días, tres días que Sapphire maldecía preocupada.

— ¿No descansarás hoy tampoco? —Le preguntó el azabache de gorro blanco acercándose a ella. —Las ojeras no te quedan.

—Cállate. —Gruño mirándolo, se veía agotada, pero él sabía que ella no era consciente de ello. —No tengo sueño.

—Y eres una dama. —Dijo sarcásticamente. —Sapphire, no soy idiota.

—Pues parece.

— ¡Y para eso no estás deprimida! —Bufo Ruby. —Vamos, descansa que yo lo cuido.

—No. Esto no te incumbe, Ruby. —Desvío la mirada de nuevo en dirección a Emerald.

— ¿Cómo qué no? Que no se te olvide quién fue el que se metió a ese mugriento edificio y se manchó de sangre por tu culpa.

Ella chasqueo la lengua. —No me refiero a eso. Me refiero a que esto es asunto mío. —Suspiró preocupada, y hablo con voz temblorosa. —Fui descuidada, si hubiese usado un cuchillo y no la pistola... ¡Soy una tonta!

Ruby se quedó mirándola un momento callado, al ver que la yuca no diría una palabra más, buscó un pequeño taburete de madera y se sentó a su lado. — ¿Quiénes somos Sapphire?

Ella le miró con una ceja enarcada. — ¿Es una pregunta retórica?

—No, responde. ¿Quiénes somos?

—Eh... Wally, Emerald, Ru...

—Somos personas. —Corrigió al ver que ella no entendía. —Y las personas nos equivocamos, ahora, especificando más. ¿Qué somos?

Sapphire pensó un poco la pregunta, y usando la lógica, contesto: —Niños.

—Exacto. Hey, para donde hemos llegado hasta ahora es mucho, contando que somos niños que no tienen a sus padres. —Sapphire miró a otro lado incómoda. —No te culpes por equivocarte ni temas a herirte, los errores y el dolor son los que aún nos hacen saber que somos humanos y estamos vivos, ¿no?

La sonrisa tranquila de Ruby hizo que se quedara estupefacta; él espero que ella se riera y burlara de él como siempre lo hacía para evitar llorar, pero sólo consiguió una sonrisa y un hipido que le sorprendieron.

—Tienes razón. —Dijo secándose una lágrima traviesa mientras le sonreía. —Gracias, Ruby.

Esa fue la primer vez que vio a Sapphire sonreírle con cariño y agradecimiento, se veía bonita, para que negarlo, por primera vez, se dio cuenta de lo linda que era Sapphire, una sonrisa era lo que bastaba.

Se ruborizo levemente mientras le sonreía fraternalmente. —No es nada, salvaje.

Adiós magia, Sapphire frunció el ceño. — ¡Que no me llames así!

Ruby rió despreocupadamente, con burla, eso irrito a la castaña que empezó a gritarle. Pero mientras ella se quejaba, él le sonrió amablemente, le gustaba cuando la chica sonreía, pero también disfrutaba hacerla rabiar.

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Wally término de calentar la sopa de lata, busco una cuchara, debía subir a alimentar a la terca de Sapphire, sino, se moriría de insomnio y hambre, por lo menos debía darle algo de comer. Puso el plato en una bandeja de metal y camino por los pasillos del casino hasta escuchar unas voces familiares.

—No deberías ser tan amable. —Se quejó una mujer. Wally se detuvo inmediatamente y escucho atentamente. —Ya sabes que hay pandilleros sueltos por todos lados.

—No nos harán nada. —Aseguró un hombre, Wally los reconoció, eran Roxanne y Wattson. —Conozco a esos dos muchachos.

Wally se quedó consternado un momento. ¿Se refería a ellos?

— ¿Cuáles de los cuatro?

Hubo una pausa, finalmente Wattson habló con tranquilidad y total confianza. —Ruby y Sapphire, por supuesto.

¿Ruby y Sapphire conocían a ese hombre? ¿Ambos conocían al alcalde de ciudad Malvalona? Retrocedió lentamente, hasta que sintió que chocaba contra alguien.

—No es muy respetuoso escuchar conversaciones ajenas. —Dijo Brawly cruzándose de brazos y enarcando una ceja mientras le sonreía.

Pero aunque sonreía, Wally se sintió atemorizado y realmente avergonzado. —Lo... Lo siento, yo no quise...

— ¿Quien anda ahí? —Preguntó Roxanne levantándose como una fiera.

Wattson le hizo una sepa para que se sentará y con una sonrisa de oreja a oreja dijo: —Brawly, haz pasar al joven Wally, creo que ha escuchado demasiado.

Wally trago cuando Brawly con suavidad lo empujo dentro de la sala, el peli-verde se aferró a la bandeja con la sopa. —Les juró que yo no...

—Descuida. —Le tranquilizó el más anciano de los cuatro. —Siéntate. No sería justo que escucharas una parte de la historia y no saber el resto.

Wally parpadeó varias veces confundido. Brawly le quitó la bandeja de las manos y el chico se sentó en el sillón restante.

—Eres demasiado bueno, Wattson. —Se quejó Roxanne sin levantar un dedo para poner cómodo al chico.

— ¿Qué quieres que te diga? Adoro a los niños. —Una carcajada salió de su boca, de esas alegres que casi siempre soltaba. —Bueno Wally, ¿quieres saber por qué conozco a Sapphire y a Ruby?

—No lo sé... —Admitió con timidez. —Temo... Pienso que lo que me dirá no me va a gustar.

—Tienes buena percepción. —Aplaudió el alcalde. —Pero es algo que tienes que saber, después de todo, prácticamente estás en un equipo con unos extraños. —Wally no dijo nada, sabía que Wattson tenía razón. —Bueno, todo empezó hace seis años.

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[***]
[Industrias Devon]
[16:15]

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La mujer aterrizó el helicóptero en la terraza, hizo un globo con su goma de mascar y le inflo hasta que se reventó, volvió a meter lo que quedaba de goma en su boca y se quedó mascando nada más.

Busco entre una mochila roja con el símbolo de la mafia para la que trabajaba y sacó un arma. Una pistola sencilla, la puso en su bolsillo, agarro la mochila y bajó del helicóptero. Bajó varias escaleras, eludió los zombis con relativa facilidad, si alguno se le acercaba más de lo que le debería, les cortaba el cuello. No había mucho problema, eran pocos.

Como si estuviese en su casa, caminó por los pasillos solitarios y oscuros, iluminando con una linterna. No se demoró demasiado en llegar a la planta este de las industrias, donde se encontraban los laboratorios. Este lugar estaba completamente desolado, sus paredes blancas daban la impresión de estar en una habitación para un loco que en una empresa farmacéutica.

Antes de entrar al lugar que necesitaba, se puso una máscara de gas, era mejor prevenir que lamentar después por alguna infección. Una vez dentro de la sala de muestras de ADN, la azabache se puso unos guantes y sacó de su bolso un pequeño frasco con gel anti-bacterial, a su vez, un pequeño computador.

Marge. —Sonó su comunicador distorsionado como si fuese una radio. — ¿Estás ahí?

—Sí, aquí estoy. —Contestó despreocupada. — ¿Ya me dabas por muerta?

Bueno…

—Tsk, cuanta fe, Mitch. —Rodó los ojos mientras hablaba con sarcasmo. —Yo también te creo muy capaz de ingresar a una industria abandonada en un laboratorio libre de zombis y en helicóptero.

No te enojes, son tiempos en donde de todo puede pasar.

—No me digas. Mira, estoy algo ocupada ahora, dile al jefe que tendré sus datos en la tarde. —Sin esperar una repuesta, colgó, hizo otro globo con su goma de mascar y lo reventó. —Idiota.

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[***]
[Ciudad Malvalona; casino]
[18:15]

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— ¡Es imposible!

— ¡Mira las mías!

— ¡No lo haré!

— ¡Incluso tenías guantes! ¡Yo ni siquiera los uso y míralas! ¡Están perfectas!

— ¡Aleja tus manos de mi cara, Ruby!

La pelea, Sapphire había arruinado el manicure que Ruby le había hecho hace algunas semanas, ella claramente se quejaba que era imposible mantener las uñas perfectas cuando te usan para mover muebles pesados y cuando te ves obligada a buscar leña para una fogata, pero Ruby no parecía entender eso, ella había usado guantes todo ese tiempo, los guantes de cuero que él le había hecho de unos pares iguales que él tenía y (había que decir) eran de muy buen material.

— ¡¿No podrías mantenerlas así?!

— ¡Es físicamente imposible! ¡Incluso si no estuviese en un apocalipsis zombi, no es posible mantenerlas de esa forma, déjame ya!

—Cállense.

Ambos se quedaron en silencio al escuchar una tercera voz, el chico que estaba en la cama hace unos momentos inconsciente, se masajeaba la cabeza mientras poseía un ceño fruncido. Sapphire se quedó estupefacta y Ruby le imitaba en expresión.

—Si van a coquetear háganlo en otro lado.

— ¡Rald! —Efusiva y al borde del llanto, Sapphire se abalanzó contra el pequeño rubio que parecía desubicado.

— ¡Silencio! —Exclamó al escuchar el grito. —Me duele la cabeza.

Ella se separó con una sonrisa disculpándose en susurros. —Te traeré algo de comer.

Apenas abrió la puerta, se encontró con su amigo de cabello verde, con rostro pensativo y cargando una bandeja con sopa. Sapphire le sonrió. —Gracias, Wally.

— ¿Eh? —Miró a su amiga frente a él, entonces fue consciente cuando la castaña le quitó la bandeja de las manos y la puso en el regazo de Emerald. —Era para ti…

—No tengo hambre. —Le dijo con un inusual buen humor.

—Hola, Wally. —Saludó Emerald, Wally abrió los ojos para encontrarse con el rubio que tenía una venda en su cabeza y forzaba una sonrisa mientras tomaba la cuchara de la sopa que Sapphire le había entregado.

— ¡Rald! —Sonrió al verlo. —Al fin despiertas, ¿estás bien?

—Solo me duele la cabeza… ¿Al fin? —Emerald dejó la sopa de un lado confundido. — ¿Cuánto tiempo dormí?

—No es importante ahora mismo. —Interrumpió Ruby procurando que el chico se llevase un disgusto. —Ahora mismo tenemos que descansar así que, salvaje te vas a dormir.

Sapphire le miró con el ceño fruncido. —No tengo sueño. ¡Y no me llames así!

Ruby se mofaba de ella y la respuesta de ésta era irritarse, Wally observó todo con una sonrisa pero a la vez algo contrariado, como si la relación de esos dos chicos solo fuese una mentira muy chistosa pero de mal gusto y eso no pasó desapercibido por Emerald.

—Eres tan terca. —Suspiró Ruby cruzándose de brazos.

—Y tu una nena. —Reprochó la muchacha antes de lanzar un bostezo, miró la sonrisa burlesca de Ruby y se sonrojó de vergüenza. —Que no tengo sueño. —Su estómago rugió, se coloró aún más.

Ruby negó con la cabeza. —Dejemos descansar a Emerald mientras vamos a comer algo, ¿bien? —Ni siquiera esperó la respuesta, ya la estaba jalando fuera de la habitación. —Wally, cuídalo en nuestra ausencia.

—Eh, que sé cuidarme solo. —Le gruñó Emerald indignado.

El azabache desapareció tras la puerta junto con la castaña que alegaba de todo tratando de mantener su orgullo, hubo silencio en la sala, Wally se quedó mirando cómo se iban los dos, como si estuviese en un trance, luego, le preguntó a Emerald de la nada: —Rald, ¿qué sabemos de la mamá de Sapph?

— ¿La madre de Sapphire? —Emerald se mostró desconcertado. —Está muerta.

— ¿Nada más?

—Sapphire no habla demasiado de sus padres. —Contestó el rubio encogiéndose de hombros tomando un poco de la sopa. — ¿Por qué preguntas?

—… Luego te digo.

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Sapphire estaba satisfecha, después de la cena había recuperado sus energías, claro que aun su cuerpo pesaba por el sueño que tenía, por eso mismo, se despidió de Ruby en la cocina sin decirle a dónde iba, su orgullo se vería en el piso si le dijese al muchacho que iba a tomar una siesta. Pero detuvo su marcha al ver a Roxanne en el pasillo, mirándola con seriedad y casi burla.

— ¿Ya despertó tu compañero? —Preguntó.

Sapphire no se fiaba de la mirada de Roxanne, es más, no se fiaba de nada en ella, sin embargo, asintió. —Descansará un poco, luego nos iremos. —Se rascó la nuca incómoda. —Eh… gracias por dejar alojarnos en estos tres días.

—Agradéceselo a Wattson. —Dijo la chica restándole importancia. — ¿Se irán los cuatro?

La castaña no entendió muy bien la pregunta. —Claro. Somos un equipo.

— ¿Estás segura?

Frunció el ceño. —Sí. Somos amigos, y puede que a Ruby no lo conozcamos desde hace mucho, pero es de nuestro equipo.

Aquí lo desconcertante, fue la risa amarga de Roxanne, que se burlaba de ella y a la vez se compadecía, Sapphire no supo cómo reaccionar, solamente enarcó una ceja. —No sé si me das gracia o lástima. —Roxanne se acomodó un mechón de cabello tras la oreja. —Te encariñas de una persona muy rápido, ¿no?

— ¿Qué pretendes, Roxanne? —Preguntó la oji-zafiro desafiante.

— ¿Yo? Solo digo que eres muy ingenua. Te has encariñado de un fenómeno militar.

Sapphire parpadeó varias veces, fenómeno militar, eso sonaba demasiado a los expedientes que Emerald le había compartido. Roxanne sabía algo más de Ruby que ella no y se burlaba por eso, se encolerizó.

—No hables así de él.

— ¿Ves a lo que me refiero? ¡Es un monstruo sin sentimientos! —Exclamó dejando de lado la burla, mostrándose molesta. —No sabes nada de él como para defenderlo. Tras esa máscara de chico mimado, solo hay un demonio.

—Te dije que no hablaras así de Ruby. —Sapphire se acercó a ella molesta, encarándola. Roxanne se acercó a su rostro retándola con la mirada.

—No eres quién para decirlo, no sabes nada de él.

— ¿Y a quién le importa eso? —Dijo la castaña con seriedad. —Solo yo decido si lo defiendo o no. No quiero una sola palabra más sobre Ruby o Wally o Emerald, ¿entendido?

Y el sonido de una mano estrellándose contra su mejilla hizo eco en el pasillo, Roxanne le había dado una cachetada mientras la observaba con altivez. —No me vengas a dar órdenes.

Pero la respuesta no fue lo que esperó, Sapphire estrelló su puño contra la mejilla de la alcaldesa iniciando una pelea.

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Ruby tomó un poco más de agua, era escasa en esos días ya que todo el drenaje estaba infectado, así que había que aprovechar cuando había. Brawly entró a la cocina con su típica sonrisa despreocupada, miró a Ruby, tomó una lata de duraznos y se sentó frente suyo.

— ¿Todo bien con su amigo?

—Sí, ya despertó y está en perfectas condiciones para amargarse. —Asintió Ruby con tranquilidad.

Brawly rio un poco. —Me alegra. Uh, por cierto… —Su rostro se puso serio de un momento a otro. —Quiero que disculpen a Roxanne, sé que se ha mostrado algo arisca en este tiempo, pero es que… no confía en nadie, así que prefiere estar alerta.

—La comprendo, no hay problema. —Dijo Ruby restándole importancia. —En estos días no se puede confiar en nadie. Pero no tienen que preocuparse, a penas Emerald lance su primer grito nos vamos.

El ambiente se suavizó, Brawly le sonrió de nuevo. —Eres muy agradable.

—Y fabuloso. Pero no todos aprecian eso. —Puntualizó el oji-rubí causándole gracia al alcalde de pueblo Azuliza.

Hubo paz unos minutos, pero esa paz fue interrumpida cuando un fuerte estruendo se escuchó, seguido de gritos airados de dos chicas que ya conocían. Ruby se levantó instantáneamente y Brawly le siguió, ambos corrieron hasta donde se escuchaba la pelea.

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[***]
[Ciudad Férrica; laboratorio de las industrias Devon]
[17:00]

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Marge miraba con curiosidad la pantalla de la laptop que mostraba la única coincidencia de las huellas del frasco de gel desinfectante. No es como si estuviese tan sorprendida, en cierta forma, esperaba volver a saber de ese chico, pero no de esa manera.

—Qué cosas trae el destino. —Dijo con una sonrisa de autosuficiencia.

Desconectó la laptop y guardó todos los materiales de trabajo, se colgó la maleta en un brazo para volver al helicóptero. De nuevo, su comunicador sonó.

— ¿Qué quieres ahora, Mitch? —Preguntó la azabache con desinterés.

¿Hallaste algo?

—Sí, unas huellas de un mocoso, ¿qué esperabas? ¿Las huellas de Aquiles en un gel desinfectante? —Rio un poco. —Ya daré mi informe.

Será mejor que te apresures, Magno está hecho una furia, escuchó que el Team Aqua está en ciudad Malvalona buscando lo mismo que nosotros. No sabe quién le dio la información a Aquiles, pero si se llega a enterar de quién fue… Pobre hombre.

—O mujer. —Corrigió frunciendo el ceño y dejando su mochila dentro del helicóptero. —Me apresuraré, no mueras mientras no estoy, quiero ver cómo te matan.

Ja, ja, muy chistosa.

Marge colgó restándole importancia a las palabras de Mitch, si Magno le sacaba las entrañas a ese idiota le daba igual, se tomaría su tiempo. Entró al helicóptero, primero se daría una vuelta por ahí.

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[***]
[Ciudad Malvalona; casino]
[17:00]

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— ¡Suéltame! ¡Le romperé la nariz!

— ¡Cállate que yo iba ganando!

Ruby sostenía como podía a Sapphire por debajo de los brazos, impidiendo que ésta llegase a Roxanne que era sostenida por Brawly, el chico era tan alto que la alcaldesa no alcanzaba a tocar el suelo.

— ¿Qué ocurre aquí? —Preguntó Wattson llegando con las manos en la espalda, su rostro reflejaba perfectamente el desconcierto que sentía.

— ¡Ella empezó! —Gritó Roxanne mirando a Sapphire con furia, tenía un labio roto, marcas de mordiscos en los brazos y varios arañazos en la cara.

— ¡¿Qué?! ¡Tú fuiste la que me provocó y luego me golpeó! —Exclamó Sapphire claramente indignada. Por contrario, ella se veía menos herida, tenía la marca de la mano de Roxanne en su mejilla y una pequeña cortadura en la ceja, después de todo, Roxanne se había encargado de jalarle el cabello.

— ¿Qué es todo este alboroto? —Preguntó Emerald llegando al lado de Wally, ya vestido y aun con su cabeza vendada.

—Una ridícula pelea de Sapphire. —Dijo Ruby tratando de que un codo de la chica no destrozase su hermosa nariz. Pero la castaña dejó de forcejear para mirarlo con rabia, Ruby dio un pequeño respingo.

— ¿Mía? ¡Que ella empezó! —Iba a continuar gritando enojada, pero entonces, quedó en completo silencio, mirando a un punto fijo con seriedad.

—Sapphire, estas personas han sido muy amables con nosotros como para que tú…

—Al suelo… —Murmuró ella saliendo de su trance y mirando a todos lados.

Brawly enarcó una ceja. — ¿Qué?

— ¡AL SUELO! —Gritó esta vez más segura, lanzándose al piso y llevándose a Ruby con ella.

Wally y Emerald no tardaron en obedecerla, y cuando se escuchó un fuerte sonido por la entrada del casino, Brawly, Roxanne y Wattson imitaron a los jóvenes. Hubo una explosión, algunas paredes se derrumbaron y pocos escombros cayeron encima de ellos, afortunadamente, estaban lejos de la entrada, ya que allí, un hombre calvo, de ropas gastadas de marinero, entró con un grupo de personas vestidas igual a él, acompañado de una mujer de cabello largo y rizado.

—Claro, usar dinamita, ¿por qué no? No vamos a despertar a cada maldito zombi que hay en la ciudad ni nada por el estilo. —Le habló la mujer con sarcasmo. —Eres un genio, Amber.

—Cállate, Angie. —Gruñó el susodicho. —No será mucho tiempo, saqueamos el lugar y nos marchamos, solo debemos saber si el viejo Wattson está aquí.

Los siete escucharon la conversación de los extraños, que, todos lograron identificar como miembros del Team Aqua, los soldados empezaron a recorrer todo el lugar mientras los dos comandantes charlaban. Wally tragó. Estaban escondidos en una de las habitaciones de ala este.

— ¿Ahora qué hacemos? —Preguntó en un susurro.

—Parece como si nos persiguieran a cada lugar que vamos. —Gruñó Ruby. —Tenemos que ir por nuestras cosas y salir de aquí.

—No podemos abandonar el casino. —Saltó Roxanne aterrada ante la idea. —Es muy peligroso allí fuera.

—Habrán miles de zombis aquí en menos de diez minutos, este ya no es un lugar seguro. —Le dijo el azabache con seriedad. —Tienen que salir de aquí, buscan a Wattson, ¿no?

—O sería mejor que me entregue para que ustedes puedan irse. —Propuso el anciano.

Pero ni a Roxanne ni a Brawly les hizo gracia. —Ni de juego.

—Yo iré por nuestras cosas. —Propuso Sapphire tomando iniciativa. —Nos veremos fuera en quince minutos. —La cara de sus tres amigos reflejaban con claridad lo que pensaban: "Estás loca si crees que te dejaremos ir sola". —Tsk, bien. Que me acompañe… Brawly.

— ¿Yo? —Pregunto incrédulo.

— ¿Él? —Le imitaron los otros.

Sapphire rodó los ojos. —Yo sé que cosas de nosotros debemos llevar, él sabe que cosas de ustedes necesitan, Ruby los sacará de aquí y nos veremos afuera en la ruta 118. —La idea no sonaba tan descabellada.

La castaña y el peli-azul se acercaron a la puerta y con suma delicadeza la abrieron.

—Sapph… —Voltearon a mirar, Wally le había llamado. —Cuídense, por favor.

Sapphire sonrió levantando su dedo pulgar de manera despreocupada, los dos salieron y cerraron la puerta. Ruby se levantó. —Bien, todos a la ventana.

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La preocupación reinaba en el ambiente, todos estaban en absoluto silencio mientras estaban sentados al borde de la carretera, donde iniciaba la ruta. Wally revisaba las heridas de Emerald, Wattson tranquilizaba a Roxanne que parecía un manojo de nervios y Ruby… solo miraba a la ciudad, esperando que en cualquier segundo Sapphire apareciese con su mochila, donde tenía todos sus implementos de higiene.

Bueno, la verdad, es que estaba realmente preocupado por la castaña de ojos zafiro, esa chica era testaruda, además, no conocía el significado de discreción. Se lamentaba el no haber ido él en su lugar. Más de una vez pensó en volver a la ciudad y buscarla, si era necesario hacerle frente al Team Aqua no se molestaría en hacerlo.

Pero, ¿por qué se preocupaba tanto por Sapphire? Sí, habían compartido momentos muy agradables, de revelaciones y medio-llantos, pero también estaban las constantes peleas de ambos. No sabía la razón de su interés en ella, pero sí sabía algo. Si no aparecía en los próximos diez segundos iría a buscarla.

Afortunadamente solo contó hasta cinco y el claxon de una camioneta los alertó a todos. Ésta se detuvo frente a ellos, vieron como Brawly y Sapphire se bajaban del auto, ambos con una sonrisa.

—Lamentamos la tardanza. —Dijo Brawly sin perder su buen humor. —Pero estábamos consiguiendo transpor… —No alcanzó a terminar, Roxanne había corrido a abrazarle.

—Tonto, no nos preocupes así. —Le reprimió sin soltarlo.

Brawly solo sonrió mientras correspondía el abrazo. Lo mismo pasó con Sapphire, Wally corrió a darle un fuerte abrazo y Emerald fue arrastrado con ellos, habían estado al borde del colapso. Una vez se separaron, Sapphire miró a Ruby.

—Traje tu mochila. —Le informó con una sonrisa de autosuficiencia.

El chico se acercó a ella y le puso una mano en la cabeza. —Buena salvaje.

Sapphire le gruñó, pero no se enojó, solo bastó con ver la sonrisa tranquila de Ruby para aminorar su rabia, aun así, le dio un pequeño codazo en las costillas. —Princeso.

—Bueno, ¿se puede saber a dónde vamos a ir ahora? —Preguntó Roxanne cruzándose de brazos.

Wattson soltó una alegre carcajada antes de abrazar a Brawly y a Sapphire. —Ustedes dos lo hicieron muy bien, y ya sé de un lugar en el que nos podremos alojar. Nos han ahorrado mucho camino con la camioneta.

Emerald le miró confundido. — ¿A dónde vamos, anciano?

Lejos de enojarse, Wattson le sonrió. —Al instituto meteorológico de Hoenn, amiguito.


Notas finales de capítulo: ¡Prometí una actualización de IeH y aquí está!
Ok, sé que no es el mejor capítulo, ni el más largo, ni compensa nada, pero hey, hay Frantic y un secreto, además de RockSmash, dos shipps en un cap (?) Ok no XDDD

Muchas gracias por leer, lamento en serio la tardanza y no prometeré un capítulo pronto porque siempre que prometo algo rápido más me tardo, así que no diré nada y fijo actualizo rápido (?)
Espero les haya gustado el capítulo, por favor, si tienen sugerencias o críticas no duden en hacérmelas llegar, ¡muchas gracias por leer!

¡Nos leemos!