Los personajes de Ranma 1/2 son propiedad de Rumiko Takahashi,esto lo hago sin fines de lucro


ENTRE PRIMOS

CAPÍTULO 1-Algunos cambios

Se encontraba cepillando sus cabellos sentada en su butaca frente al espejo, con una linda sonrisa en sus juveniles y hermosas facciones, desvió la vista a la mesada donde tenía una foto, que para ella era de sus favoritas, tenía un marco muy lindo y coqueto, fue un regalo de ella en su cumpleaños último, por eso era tan especial, porque fue elegida por ella, estando ahí ambas abrazadas, su sonrisa se agrandó, y tomando el marco miro la foto con melancolía, dejo el cepillo con el que desenredaba sus sedosos cabellos y con un dedo comenzó a acariciar de forma delicada el rostro de la persona que la acompañaba en esa foto, sus hermosos e inocentes ojos, sus cabellos que siempre desprendieron una fragancia exquisita que tanto amaba, su sonrisa, esa que podía sacarla de cualquier estado de ánimo que se encontrara alegrándoselo sin más problemas. Como la extrañaba, hacía una semana se había ido de visita a la casa de su abuela, y aunque se hablaban a diario por teléfono, y el hecho de sentir su voz algo la recompensaba, quería tenerla a su lado, abrazarla, reír con ella, o de ella, contarle los detalles del día viéndola directamente a los ojos, ver sus sonrisas tan revitalizantes para su ser… pero para eso y más cosas debía esperar a que el tiempo pasara, y aún quedaban como unas tres semanas más para que regresara, y ella solo podía esperarla, y recibirla con una fuerte abrazo llegado el momento. Solo el hecho de pensar que la tendría entre sus brazos y sentiría su calor, su respiración en su cuello, su aroma, hacía que su corazón latiera más a prisa, y sus emociones se expandieran por su ser.

Siguió acariciando la foto un rato más viéndola embelesada, para luego suspirar levemente y decir en murmullo.

-Akane…-y tras eso colocar la foto en la mesada nuevamente.

Akane y ella eran amigas desde que tenía memoria, han estado y vivido juntas una innumerabilidad cantidad de cosas; han crecido juntas y a la par aprendido muchas más; cada vez que una caía, al lado estaba la otra para levantarla, darle su apoyo, y animarla a seguir; ella estuvo cuando su madre falleció a los ocho años, ayudándola a superar ese gran dolor; cuando ambas se convirtieron en señoritas estuvieron juntas, recordaba aun su primer compra en la farmacia, se dividieron el paquete para cuando a la otra le llegara el momento, recordaba con una sonrisa; así fue siempre, siempre unidas, siempre juntas. Cada vez que una necesitaba de una palabra de aliento, un consejo, un abrazo, una caricia consoladora, ellas estaban para la otra. Si tenían que reír juntas lo hacían, y si tenían que llorar juntas, también, aunque solo sea para acompañar a la otra en su dolor, eran inseparables, hasta en la lejanía, aunque muy pocas veces se daba, se veían prácticamente todos los días del año. Habían formado un lazo que consideraban inquebrantable.

No existía secretos entre ellas, lo sabían todo de la otra, y se contaban hasta cuantos veces iban al baño, aunque… en realidad si había algo que ella no sabía… algo que guardaba celosamente en su corazón, algo que hasta el momento no había tenido la intención de manifestarlo en todo su vigor.

Y ese algo era su más profundo y celosamente guardado secreto, su motivo de suspiros y sonrojos, el motivo de que la necesitara con tanto ahínco, algo que hace años albergaba en su pecho, desde que lo descubrió hace ya mucho tiempo era su reliquia, su motor, su vida entera, y eso mismo era el gran amor que sentía por ella, por Akane…su amiga del alma, esa hermosa mujer que la cautivo con su sencillez y su manera de ser, esa misma que para el mundo entero era como su hermana, pero para ella era más que eso, ella aunque los primeros años la considero su hermana, luego de ser consciente de sus sentimientos esa palabra no se la permitió usar más en sus adentros, ya que para ella, ella sería todo, menos su hermana, ella era su amor…su gran amor…

Cuando se empezó a dar cuenta lo que realmente le pasaba se asustó debía reconocer, tendrían quizás unos diez años, desde que la empezó a ver con otros ojos, a sentir cosas diferentes en su cercanía, creyó por un momento que estaba loca, que estaba empezando a alucinar, que eso era malo, muy malo…ella era una chica, y su amiga también, no estaba bien que la viera con otros ojos. Pero a medida que corría el tiempo, esos sentimientos en vez de disminuir crecían, crecían tanto que ella ya no pudo negárselos más, la amaba…la amaba profundamente, se había enamorado de su amiga, de la chica que siempre estuvo a su lado.

La idea la dejo afectada, era una rara…se había enamorado de una chica…ahora entendía porque nunca le llamo la atención los hombres, desde pequeña ella jamás soñó con la idea un príncipe azul viniendo a rescatarla, o a confesar sus sentimientos, esa idea siempre le pareció nada interesante, nunca capto sus intereses, pensaba que se debía a su falta de romanticismo a pesar de ser una niña, pero luego se dio cuenta que no…eso se debía a que ella…ella no sentía atracción por los niños, menos por los hombres.

Lo confirmo cuando una vez un compañero de clase cuando tenía trece años le quiso robar un beso, y ella ante ver como se acercaba a sus labios, sintió tanto asco, tanta repulsión que lo empujó y le dio una cachetada; pero cuando toda la verdad la aplastó fue cuando luego de una clase de deportes, ella vio como sus compañeras se cambiaban, y sin que se dieran cuenta, no podía despegar la vista de sus cuerpos, todo lo que veía le llamaba la atención, quería tocar, sentir, le gustaba lo que veía, le atraía, y al recordar la desagradable escena de hace unas semanas con su compañero imagino que si en su lugar hubiera sido una de sus compañeras, ella…no la hubiera rechazado, eso no le daba asco, no le generaba repulsión…fue que ahí confirmó sus sospechas, ella no sentía atracción por los chicos, a ella…a ella…le gustaban las chicas…eran las mujeres su preferencia sexual…desde ese momento todo cambio en su vida y su forma de verla.

Pero a la par estaba Akane, la cual abarcaba cada uno de sus pensamientos, realmente al principio creyó que todo era una confusión a su gran cariño por la chica de azules y cortos cabellos, pero cuando al fin supo cuál era su verdadera orientación sexual…se terminó aceptando que lo que sentía por su amiga era amor, un profundo y gran amor.

Ese era su secreto, eso era lo que escondía en lo más profundo de su alma, y es que aunque ella nunca manifestó de forma directa lo que sentía, y se mantenía en el papel de amiga, reprimiendo al máximo sus ganas de ella, de besarla , de acariciarla de forma más íntima, de decirle cuanto la amaba, el tiempo la ayudaron a menguar esos sentimientos y poder controlarlos al máximo, a tal punto que nadie se daba cuenta de lo que verdaderamente sentía por ella.

Y su falta de interés por mostrarse aún, era ayudado al hecho de que Akane, a sus dieciocho años ya, igual que ella, no había demostrado algún interés por ningún chico, ni una vez, nunca ella manifestó querer un novio, o necesitarlo, tenía muchos pretendientes como ella misma, chicos del colegio o del barrio que buscaban salir con ellas, aunque sea una sencilla cita, pero ella al igual que su amiga los rechazaba, para luego reírse juntas en sus charlas de los ridículo que se veían rogando por su atención. Era por eso que muchos en el colegio les decían "las inalcanzables" ya que ninguno alcanzaba lo que buscaba, creyendo todo el mundo que se debía a que ellas buscaba y esperaban su gran amor, no estaba segura si era la situación de Akane esa pero…la suya definitivamente no lo era, ya que ella ya lo había encontrado en esa hermosa mujer de ojos chocolates y azules cabellos.

Y a pesar de que se hablaban de todo, ese tema nunca fue tocado por ellas muy a fondo, el amor…algo tan común hablando entre amigas, nunca hablaron de si alguien les gustaba, ni nada por el estilo, es por eso que en su corazón albergaba la esperanza de que Akane le correspondiera sus sentimientos, que se sintiera igual que ella, que algún día ojala no muy lejano ellas podrían vivir su amor, de compartir momentos de pareja, de amarse como tantas veces en sueños imaginaba.

Pero eso era algo que no la apuraba, se sentía tranquila con Akane a su lado rechazando a todos los chicos, ella bromeaba cuando lo hacía que esperaba el indicado, su media naranja, su príncipe, aunque ella solo esperaba que solo sea una pantalla eso de 'príncipe' , y en realidad fuera 'princesa' lo que quería decir, y que algún día fuera ella misma esa persona, no estaba segura soportar ver a Akane haciendo su vida amorosa con alguien que no fuera ella misma.

Por mientras su amistad y gran cercanía la conformaban, sin ver aun la necesidad de buscarla de forma diferente, por ahora así las cosas estaban bien, quería esperar para confesarse llegado el momento, y conquistarla si era necesario. Estaba tranquila así por ahora, y de algo que estaba segura es que nadie destruiría su mundo perfecto, nadie provocaría resquebrajar lo que con el tiempo y los años habían construido. Nadie le sacaría a su Akane…o al menos eso era lo que creía…

Se siguió peinando tranquilamente sus largos y rojos cabellos, inmersa en sus pensamientos, cuando tras unos golpes en la puerta de su dormitorio y ante el 'pase' que salió de sus delicados labios ingresaba su madre a su cuarto con una radiante sonrisa.

-Ranko…cariño…tengo excelentes noticias!-dijo con sus manos juntas su adorada madre, viéndola a través del espejo con curiosidad esperando que continuara con su explicación, y así lo hizo- llamó el hermano de tu padre, y parece que Ranma, tu primo, se viene a vivir aquí!parece que va a ingresar en la universidad de Nerima!no es excelente!-termino de decir con una enorme sonrisa y sus ojos brillando de alegría.

-Ranma?-dijo algo descolocada mientras giraba medio tronco hacía donde se encontraba su madre, viendo como asentía feliz- pero…porque no va a la Universidad de Osaka donde vive?…porque viaja tan lejos para eso?-preguntó intrigada sin comprender nada.

-Nena…es que no te alegra que tu primo venga a vivir aquí?-dijo Nodoka algo desconcertada con la falta de entusiasmo de su hija.

-No…no es eso mamá…solo me parece raro…pero si me alegra que ese cabezota venga a vivir con nosotros-aceptó con una sonrisa torcida.

-Es que quería una vida más tranquila por lo que me dijo tu tío, parece que en Osaka muchas muchachas lo acosaban, y quería cambiar los aires, y vio una linda oportunidad vivir en Nerima!no es una maravilla!

-Pero…si Ranma odia la vida tranquila! es más…por eso nunca vino a visitarnos! siempre fuimos nosotros…según él es aburrido…-respondió haciendo una mueca.

-Ay nena…la gente cambia…además por lo que me conto tu tío Genma…no fue aceptado en la universidad un año más por sus malas notas del semestre anterior-expresó con cara de circunstancia- y porque se metió con la hija del director solo para meterse en su cama…-expresó desviando el rostro, viéndola Ranko con cara de sorpresa ante lo idiota que podía ser su primo, definitivamente no pensaba con la cabeza caliente, para luego ver como a Nodoka se le iluminaba los ojos y veía hacía el cielo de forma soñadora- es un muchacho tan varonil!

Ranko solo suspiro resignada, su madre jamás cambiaría, Ranma fue para ella el hijo que nunca tuvo, ya que era hija única, y siempre lo defendía en todo y lo alentaba, por más patán que fuera…

-En fin mamá…me alegra que ese descerebrado venga a vivir con nosotros…se quedara en el cuarto de invitados supongo?

-Si cielo!ya mismo voy a condicionarlo!-expresó feliz mientras se daba la vuelta.

-Espera!ya?no es muy pronto?...cuando viene?-pregunto con intriga ella ante el apuro de su madre.

-Es que viene este fin de semana!-dijo alegre mientras ladeaba su rostro para responderle a su preciosa hija para después de eso retirarse ante la incrédula mirada de ella.

-Pero si hoy es viernes!-gritó desde su cuarto desconcertada.

-Lo se cielo!-provocando esa respuesta ,ya desde el pasillo, que bufara mientras pensaba.

"Que desfachatez avisar con tan poca anticipación…ese Ranma…", pero sin darle más vueltas al asunto y con una leve sonrisa volvía a sus cosas.

Ranma Saotome, un año mayor que ella, su primo hermano, era el único familiar que tenía de similitud de edad, ya que eran los únicos hijos de los hermanos Saotome, y ambos eran hijos de madres sin hermanos, así que eran la única descendencia de las tres familias. Ellos vivían en Osaka, una ciudad muy hermosa, pero muy transcurrida también ,llena de edificios y rascacielos, inundada de vehículos de los más costosos, y apestada de gente, en la zona donde vivía Ranma era mucho más pacífica, pero igual no se comparaba con la humilde y tranquila localidad de Nerima.

Eso era una de las razones por las que él nunca fue a visitarlos, decía que era muy aburrida, acostumbrado a las grades extravagancias de una metrópolis, así que siempre fue su familia la que iba a visitarlos en las vacaciones desde que tenía memoria, por eso le llamaba la atención que quisiera irse ahí a vivir, ya que no concordaba con sus gustos y estilo de vida, aunque ahora que recordaba la última vez que se vieron, hace ya muchos meses, le dijo que estaba cansado ya de tanto barullo a su alrededor, quizás su madre tenía razón y estaba cambiando sus intereses.

Aunque algo que nunca cambiaría era su gusto por conquistar mujeres, su primo era todo un casanova, desde que piso la adolescencia, el muy descarado fue conquistando mujeres sin parar, alardeando después de sus conquistas, aunque lo quería no dejaba de desagradarle esa actitud de él, a su gusto era todo un patán y cretino, lo peor es que era increíble ver como a lugar que pasaba las mujeres caían rendidas a sus pies, siempre obtenía la que quería, y es que no podía negar que su primo era muy atractivo, ella nunca lo vio con ojos de mujer, una porque era su primo, y otra porque no le interesaba los hombres, pero…era la verdad! y ese aire de superioridad y egocentrismo lo hacía más atrayente para la vista de las féminas por lo visto.

" Pero bueno que se le podía hacer, ser Saotome trae consecuencias", pensaba con una sonrisa torcida, ya que ella gozaba de la misma belleza y popularidad con el sexo opuesto, es más muchos creían que eran hermanos por su parecido, ambos podían gozar de decir que conquistaban corazones sin proponérselo, ella no era menos vanidosa que el realmente, le encantaba ser observada con deseo y envidia por su belleza y el increíble cuerpo que portaba, pero bueno la diferencia es que ella lo disimilaba mil veces mejor que su presumido primito. Igual al final más que para inflar su ego no le servían esas pasiones que despertaba, y es que las miradas de deseo que generaba no eran de su interés en realidad, una porque eran chicos, y otra porque era fiel a lo que su corazón sentía por Akane.

-Pobres chicas…-murmuró para si con una sonrisa, su primo venía ahora a romper corazones a Nerima, solo esperaba que no se metiera en líos.

Y sin darle más vueltas al asunto se dispuso a bajar a buscar el teléfono, por suerte al fin ya era la hora para llamar a Akane, y no pensaba perder un minuto más para atrasar eso, estaba ansiosa por volver a oír su voz y hablar de los hechos del día con su amiga…

Continuará...


LEER AVISO POR FAVOR: Como verán este fic tratara de un triangulo amoroso, es un fic diferente a los que vengo creando, donde tendrá sutiles escenas yuri, nada fuerte pero las tendrá, aviso de ya para que si quieren proseguir con la lectura estén sobre avisados, es un fic de RanmaxAkane, pero Ranko no desacansará por no verlos juntos, así como intentara conseguir el corazón de su amiga,así que tendrá algunos escenas entre ellas, ojala sea en la mayoría un fic de su agrado, gracias.

Bueno vengo con una nueva historia, como ven es una tanto distinta y se sale un poco del estilo de mis otros fic, ojala de todas formas consiga que a algunos les interese, bueno gracias a todos por la oportunidad, y agradezco si me dejan sus comentarios para ver que les pareció, :)

Sería eso por hoy, en estos día actualizare mis demás fics, me despido!

Natalia Saotome Tendo