Fairyu Tail y sus personajes no son de mi propiedad, le pertenecen a Hiro Mashima
Alianza
Crocus, castillo real
—¿Alguien le declaro la guerra a Fiore? —pregunto Hydrion, presidente del consejo mágico, al rey.
—Si —contesto Thomas E. Fiore con la cabeza baja.
—¿Quién fue el estúpido que hizo tal cosa?
El presidente del consejo mágico no se creía tal cosa, después de todo quien le declara la guerra a Fiore se la está declaran a todos los gremios mágicos y a ellos, el consejo mágico.
—Natsu Dragneel —dijo después de una larga pausa.
—¿Te refieres a E.N.D? —pregunto con una ceja levantada.
—Él no puede ser E.N.D —gruño el rey—, Natsu no sería capaz de matar a una persona. Él fue quien nos salvó del Rogue del futuro, ¿acaso se le olvido eso?
—Esos son los hecho —hablo de manera fría—. Natsu Dragneel, no existe, su nombre verdadero es E.N.D —Mientras más hablaba el rey lo miraba con más desprecio—. Acéptelo de una vez, lo han engañado.
—¡Salga de mi reino! —exclamo el rey señalando la salida de su despacho.
—Como usted quiera, pero eso no cambiara en nada nuestro objetivo —Hydrion camino hacia la gran puerta de madera—. Le pondremos precio a la cabeza de E.N.D.
—¡Salga!
Casa de Lucy
Happy miraba con la boca hasta el piso y con los ojos bien abierto a Natsu quien se encontraba en la ventana, la cual tenía las persianas cerradas, el abría un poco las cortinas para poder ver como todos los guardias corrían en dirección al estadio.
Happy desvió su mirada hacia Lucy quien estaba sudando frio y tragaba saliva a cada rato. La maga se encontraba sentada en una de las sillas del comedor y el felino azul está sentado en su regazo.
—¿Porque lo trajiste aquí? —pregunto el gato en un susurro lo suficiente bajo para que Natsu no escuchara pero para que si pudiera escucharlo la rubia.
—El me trajo aquí yo no lo traje —susurro.
—¿Cómo sabe que esta era tu casa?
—No lo sé.
El ruido de una silla arrastrándose hizo que ellos dos dieran un pequeño salto en la silla. Lucy y Happy levantaron la cabeza y vieron como Natsu se sentaba en frente de ellos, E.N.D hizo sonar su cuello y luego puso sus brazos y su cabeza en la mesa de madera, y se puso en una posición que la maga y el felino pensaron que se iba a dormir.
Después de unos minutos Natsu se levantó de la silla y miro fijamente a Lucy. La maga celestial miro sorprendido los ojos de su amigo, su mirada no cargaba ningún sentimiento, solo pudo ver por un momento una pizca de cansancio y lo que más sorprendió a Lucy fue que sus pupilas eran rojas en vez de jade como eran antes.
—¿Puedes arreglar esto? —pregunto señalando su cabello rosa, que ahora era más largo. Lucy asintió como respuesta—. Bien.
El chico arrastro la silla y la puso al lado de Lucy, al sentarse el demonio quedo de espaldas a la maga. Lucy miro a Happy y el felino la miro a ella, luego los dos miraron a Natsu quien esperaba a que la rubia empezara su trabajo.
—Primero necesito unas tijeras —apunto la chica en un susurro. Natsu suspiro cansado.
—Búscalas.
Lucy lo dudo por un segundo pero al final termino levantándose de la silla, revolvió algunos cajones de la cocina hasta que encontró una tijera. Al volver encontró a Happy volando a la altura de Natsu quien se encontraba con la vista fija en la puerta de la casa y el felino la tenía en el pelirosa.
—¿Puedes poner la cabeza recta? por favor —dijo Lucy con nerviosismo.
Natsu, sorprendentemente hizo caso y puso la cabeza recta al hacerlo la vista de él y el exceed se encontraron. Lucy mientras hacia su labor ellos no se apartaban la vista uno de otros, hubo un momento en que Happy desvió su vista de los ojos de Natsu al pecho del pelirrosa.
—¿Que son esos anillos?
Lucy detuvo las tijeras por un momento. Natsu agarro los anillos a los que se refería Happy después de que el terminara la oración.
—Nada que te incumbe —dijo de manera fría el chico.
Cuando E.N.D metió el colgante que sostenía los anillos dentro de su camisa pudo ver por unos segundos los anillos. Unos anillos dorados con unos detalles preciosos se encontraban en una cadena plateada.
"Fui su prometida..."
Esas palabras que dijo Jazmín hicieron eco en la cabeza de la pelidorada.
Mientras que en el gremio Sabertooth, el maestro, Sting Eucliffe, conversaba con Bob —maestro de Blue Pegasus—, Ooba Babasaama —maestra de Lamia Scale— y con Kagura Mikazuchi.
—¿Por qué la maestra de Mermaid Heels no pudo venir? —pregunto Sting
—Tuvo unos inconvenientes así que me envió aquí para decidir por ella —dijo Kagura con los brazos cruzados—, y si aceptamos tu oferta.
—Yo también acepto tu oferta, querido —dijo Bob acercándose a Sting, el maestro de Saber retrocedió.
—Lamia Scale con gusto aceptara la oferta —dijo Ooba.
—Bien, entonces, es oficial —dijo Sting con una sonrisa—. Blue Pegasus...
Sting miro a Bob quien le estaba alanzando besos, el rubio se estremeció al verlo, desvió su mirada a los miembros que habían venido de Blue Pegasus; Ichiya , Hibiki Lates, Eve Tearm y Ren Akatsuki.
—Lamia Scale...
Sting miro a Ooba y a los magos que habían venido de Lamia; Jura Neekis, Lyon Vastia, Wendy Marvell, Charle y Chelia Blendy.
—Mermaid Heels...
El Dragón Slayer miro a Kagura y a las demás magas que habían venido con ella; Millianna, Beth Vanderwood y Risley Law.
—Y Sabertooth...
Sting sonrió al saber lo que estaba por suceder, miro a sus amigos y luego a los maestros de los demás gremios, respiro calmando su emoción y con una sonrisa dijo las palabras que ha querido pronunciar desde que los maestros llegaron a Sabertooth.
—Desde ahora serán aliados para detener a Zeref y traer a la normalidad a Natsu-san.
Todos los maestro sonrieron al escuchar el final de la frase, aunque ellos hubieran deseado que Makarov y los demás miembros de Fairy Tail estuvieran en esta alianza también.
—Listo, he terminado.
Natsu se levantó de la silla y se miró en el espejo que le había dado Happy para mirar cómo había quedado su cabello. El chico suspiro al ver su cabello como antes lo tenía.
—Al fin.
—Nats...
—Ese no es mi nombre —E.N.D la interrumpió der manera brusca.
—¿Por qué le has declarado la guerra a Fiore? —Lucy al terminar la frase el felino azul abrió los ojos como platos y se le cayó la mandíbula de la sorpresa.
—Zeref quiere que todo vuelva hacer como hace 300 años atrás —Lucy la miro confundido—. Que los humanos vuelvan hacer la especie más débil y, nosotros, los demonios volvamos a gobernar Fiore.
A Lucy y a Happy se les corto la respiración a escuchar la declaración de Natsu. Después de un silencio que parecía interminable, Lucy se acercó a Natsu quien volvió a vigilar por la ventana.
—¿Quieres eso? —pregunto Lucy con la mirada en el piso y los puños bien cerrados
—¿Querer qué? —respondió Natsu sin prestarle mucha atención a la rubia.
—¿Quieres que todo vuelva hacer como hace 300 años?
El silencio invadió una vez más la casa de la maga. Cuando Lucy termino aquella pregunta, Natsu se quedó estático sin apartar la vista de los niños que jugaban enfrente del edificio. E.N.D inconscientemente dirigió su mano a su pecho donde debería de estar los anillos debajo de la tela y por un segundo su mirada se volvió triste.
—No me gustaría, pero si eso es capaz de traerla a la vida, por supuesto —murmuro para sí mismo—, pero eso es imposible
—¿Cómo?
La mirada de Natsu volvió hacer fría y miro a Lucy a con aquella mirada. Con sus manos en los bolsillos de su pantalón y con una sonrisa en el rostro respondió la pregunta de la maga.
—Que pregunta más estúpida, claro que quiero que suceda —Inclino su cuerpo levemente hacia la rubia—. Quiero volver a ver a la gente aterrada, como lo estás haciendo ahorita