HELLO! Hace tiempo tenia pensado hacer un fic asi y vean ya lo empeze. Tengo todas las esperanzas puestas en que les va a gustar.

Disclaimer: Rumiko Takahashi es la dueña de los personajes exepctuando algunos que añadi y parte de la historia.

Summary: Cada persona es diferente, pero cuando el hilo rojo del destino ata dos corazones, un mismo sentimiento compartido surge entre ellos aunque haya lo que haya, se presente lo que se presente, porque el hilo puede enredarse y tensarse pero nunca romperse.

Advertencias: violencia, lenguaje obseno (tal vez), lemon.

Rated: supongo que sera T.

Para entender mejor:

'pensamientos'

-/-/-/cambios de escena o tiempo-/-/-/

Pov fulanito

Pienso que, sucede que etc etc.

Pov normal.

(Creo que podrán entender bien sin estas cosas)

Sin mas nada que agregar por ahora... Disfruten el primer cap!


DOS CORAZONES, UN SENTIMIENTO

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En un dia normal, el sol comenzaba a asomarse en el cielo, cuyos rayos penetraban en la recamara donde una chica dormía plácidamente envuelta en las sabanas que la abrigaban del frio.

-Joven dama hora de levantarse!.- una youkai entro en la habitación desarropando a la chica.

-Himeka déjame un rato mas..!.- se removía y estiraba para volverse a acomodar.

-Ni hablar! Mira que lindo esta el día.- intentaba levantarla halándola de los brazos pero no funcionaba.- El amo vendrá hoy, de hecho ya debe de estar cerca.

-¡Prepara el baño!.- se levanto estrepitosamente. Esa estrategia nunca fallaba.- Por favor… yo me encargare de sacar mi ropa.

-No hay problema.- con una sonrisa satisfactoria la youkai empezó a llamar a las sirvientas para que llevaran el agua.

En el baño, unos pies tersos se sumergían en el agua de la tina hasta que la figura femenina se introdujo completamente en ella dejando su rostro al descubierto e iniciando una pequeña conversación con su nana. Eran muy cercanas casi como madre e hija, o más bien tía y sobrina exactamente.

-Entonces… regresara temprano?.- pregunto con un sutil brillo en sus ojos cafés.

-Ay Rin, siempre preguntas cosas semejantes, ya te lo dije.- contesto la youkai portadora de unos ojos violetas, tez clara y cabello negro azulado.- Pero olvídate de eso por ahora ya que debes asistir a tus clases de etiqueta y protocolo… ah! Y también a tus clases de historia recuérdalo.

-Todo eso después del desayuno?.- Himeka asintió mientras que Rin hacia un puchero.- No entiendo porqué tengo que hacer estas cosas… .- dijo por lo bajo pero los oídos demoniacos obviamente la escucharon.

-El amo lo ordeno y lo sabes, así que deja de quejarte y ven sal que ya debe de estar listo el desayuno.

Caminó por los pasillo hasta llegar al comedor, saludó a los presentes entre los cuales estaba el señor Jaken quien le reclamo por su tardanza ¡Ah la rutina matutina! Solo faltaba el golpe de Himeka y el "cállate Jaken" por parte del amo, señor y Lord del Oeste pero desde hace cinco días esto ultimo no sucedía por su ausencia. Después de esto, el desayuno transcurría normal y todos volvían a sus labores.

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-Bien dama Rin, repitamos la acción de ayer, solo que esta vez usará cinco libros.- le indico su instructor poseedor de un cabello marron trenzado y ojos grises, cabe destacar que era un inuyoukai.

-Ci-cinco?.- una gota se le deslizo por la sien, ¡fue difícil con uno y de repente con cinco!?.- Bueno, lo intentaré.

Varios intentos fallidos al intentar caminar por uno de los pasillos que daban vista a uno de los jardines, los libros caían sobre sus delicados pies pero aun no se rendía, lo lograría de algún modo!

-'Despacio, despacio, despacio…'.- pensaba en lo que caminaba una gran distancia comparada con las incontables veces anteriores, ¡era un golpe de suerte!

-Vas muy bien sigue así.- le alentó

-Gracias señor Kitamura! Ay!.- por poco se le caen los libros nuevamente al voltear el rostro para agradecerle, este cerró los ojos al pensar que se le caerían pero suspiro al ver que no fue así.

-No te distraigas!.- voceó Himeka desde el pasillo que quedaba en frente.

-'Vas muy bien Rin, vamos sigue así saldrás de esto, al frente, izquierda… derecha… giro… me volteo…'.- pensaba.- Ay! Ayayaya me caigo ME CAIGO!.- exclamó al sentir que perdía el equilibrio junto con los libros cayendo al suelo.

-Rin?.- oyó una voz tan conocida arriba de ella.

-'Oh por Kami, me caí frente al amo?! Que vergüenza!'.- se levantó lo mas rápido que pudo, se sacudió un poco y sonrojada pronuncio:.- Bienvenido amo Sesshomaru.- le sonrió tontamente como últimamente hacia pero instantáneamente notó que venia acompañado.- Buenos días señor Ryu.

-Buenos días señorita, veo que ya esta en sus clases.- devolvió el saludo y la chica solo asintió, aun estaba avergonzada.

-Kitamura.- llamó el Lord.- Como le fue a Rin en sus clases?

-Hoy le fue muy bien, hizo un gran proceso hasta su caída pero ya ha pasado la prueba.- genial, ahora hablaban de su caída como si nada!

-Eso la hace mas adorable no?.- comentó el inuyoukai de cabellos rojo vino que le llegaban a los hombros y ojos negros, llamado Ryu.

-Bien.- fue lo ultimo que dijo Sesshomaru antes de seguir su camino con Ryu.

Acababa de llegar su amo y se cae frente a él, pero lo peor es que no pudo hablar un poco con el, es mas, hacer su monologo. Se recostó en el césped del jardín cuando su clase terminó por ahora.

-Rin ¿no se te olvida algo?.- Himeka la sacó de sus pensamientos en blanco.

-Emm… veamos… Ah si! La clase de historia.- se puso de pie rápidamente y fue al otro lado del palacio para coger su clase.

-Esta niña….- dijo negando con la cabeza la ojivioleta.

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-Sesshomaru, no creo que ellos piensen en formar un trato de paz, esta puede ser una de sus tretas.- Ryu daba su opinión sobre el tema.

-Hm…te he dicho que no me llames así.- protestó sin levantar la voz.

-Eso fue lo único a lo que le prestaste atención?.- habló en tono divertido.

- Es una alternativa ya que no son de fiar.- dijo estando de acuerdo con su comandante de guerra.

-'Bien ahora lo ignora' Por lo tanto deberíamos establecer alguna estrategia por si algo se avecina.

-Creeremos en su trato, pero estaremos atentos.- dio punto y final al tema.- Ordena a un grupo a inspeccionar los terrenos.- Se levantó del escritorio para salir del despacho.

Así de rápido pasó la mañana dando lugar al medio día, Ryu cumplió con su deber, era necesario ver en que andaban las cosas o sino caerían en la catástrofe. Jaken estaba por todos los lados buscando a su amo mientras que Rin acababa de terminar su clase dirigiéndose al comedor, su estomago ya le reclamaba alimento.

-Amo Sesshomaru por fin lo encuentro!.- hizo su entrada el youkai rana al comedor obteniendo encima suyo las miradas principalmente del mencionado.

-¿Qué quieres?.- le dijo despectivamente.

-Hace un momento llegaron estos pergaminos, dicen los guardias que pertenecen al Este.

-Déjalos en el despacho.- ordenó

-Jaken date prisa que el almuerzo esta listo.- pronuncio Himeka y el pequeño refunfuño cosas inentendibles (posiblemente insultos para la nana de Rin).

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-Ah por fin estoy libre, estos días he sido saturada de clase.- pensó en voz alta Rin mientras caminaba encontrándose con Ryu.

-Oh dama Rin que hace por estos lados?.- preguntó al verla por donde se entrenaban soldados.

-Pues solo estaba dando una caminata.- respondió.- Disculpe por haberme caído antes.- hizo reverencia.

-No se preocupe, hay cosas mas importantes que eso, por ejemplo, por que no va y le hace compañía a Sesshomaru? Seguramente esta por el almacen de armas..- lo ultimo la hizo sonrojar un poco, bueno, el comandante siempre era así.- Y recuerde que no tiene que hacer reverencia, algún día me tocara reverenciarla a usted.- le guiñó un ojo.

-Eh? A que se refiere?.- aun era algo inocente para darse cuenta de lo que el decía.

-Olvídelo, vamos vaya ya.- le dio unos cuantos empujones en dirección al almacén dejándola incrédula.

Ya caminando hacia allá, lo vio caminando en dirección contraria a ella, el Daiyoukai enfocó su mirada en ella y, ésta se puso algo nerviosa por la mirada penetrante que la observaba.

-A-amo Sesshomaru, me preguntaba como le fue en su expedición….- comentó al acercársele a paso rápido. El Daiyoukai solo asintió, no deseaba dar tantos datos..- Etto… pues, discúlpeme por mi torpeza de antes.- volvía a disculpase haciendo la misma acción de reverenciarle.

-Estas aprendiendo, por lo tanto no tienes que preocuparte por ello.- recibió como respuesta.

-Si!.- sonrió alegre como siempre notando que su amo sacaba un paquete del haori entregándoselo.- Oh muchas gracias no tiene porqué molestarse.- al abrirlo encontró un hermoso kimono purpura con bordados muy delicados de rosas enramadas.- Ire a guardarlo.- al él asentir, fue directo a su recamara para admirarlo mas y guardarlo en su armario de fina madera.

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-Hemos ganado mucho hoy.- dijo un monje.

-Feh! Eres un estafador.- dijo un Hanyou.

-Pero que dices?! Tenemos muchas bocas que alimentar!.- se defendió

-El problema es que nunca cargas nada!.- se quejó el peliplata.

-Y que me dices de estas flores?

-Miroku por favor! Eso no cuenta, yo llevo dos sacos de arroz, un saco de frutas y otro de vegetales!

-Inuyasha viejo amigo, sabes que eres mas fuerte que este simple monje.- dijo

-Ya cállate…

-Papi! Ya llegaste!.- un niño de aparente 9 años idéntico a su padre se le abalanzó a Inuyasha.

-Yuu que haces por estos lados? Preocuparas a tu madre.- dijo al recobrar el equilibrio.

-Es que estaba persiguiendo a un lagarto que asusto a Mizuki .- respondió dándose honores.- Por cierto tio Miroku, Sango esta dando a luz.

-¡¿Qué?! .- quedó petrificado.- Oh Dios YA VOY SANGUITO!.- y fue disparado a su cabaña.

-Nunca cambia.- negó con la cabeza Inuyasha caminando con su hijo.

-Paa!

-Ay no! MIROKU TE MATO POR DEJARME CON TODO ESTO!... Mizuki… no… espera.. AHH!.- y los tres cayeron al suelo. Junto con la paga.

-Em… Inuyasha oji-san?.- dos gemelas se les acercaron ayudando a recoger todo.

-Ah hola Natsume y Mei.- saludó el Hanyou.

-Mizuki siempre con lo mismo.- se quejó Yuu.

-Lo siento…

-Ya, no te preocupes.- toco la cabecita peluda de su hija.- Ahora ayúdenme a llevar todo esto.

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-Felicidades Miroku, es una niña versión tuya jaja.- le felicitó Kagome.

-Gracias Sango.- Miroku besó la frente sudada de su esposa

-Y bien, como le llamaran?.- Preguntó la anciana Kaede, ambos padres se miraron complices.- Ahora que traman?.- hizo otra pregunta.

-La llamaremos Kaede.- la anciana se sorprendió a sobremanera.- Usted ha sido muy importante para nosotros y siempre nos ha ayudado, esta es una manera de recompensárselo.- explicó Miroku.

-Oh no era necesario pero me honran jóvenes.- la anciana sonrió complaciente mientras que Kagome colocaba las flores en agua antes de salir.

-Kagome!.- voceo cierto Hanyou mientras caminaba en su dirección con Mizuki en sus hombros y las gemelas y Yuu detrás.- Como estas? Y Shippo?

-Yo estoy bien, todos estamos bien, a Shippo no lo he visto desde hace un rato.- contestó.- Y a ustedes como les fue?

-Bueno, ya sabes, Miroku y sus estafas.- provocó la risa de su compañera quien le propicio un beso.

-Iuuu hagan eso en otro lado.- se quejó Yuu.

-Que? No puedo demostrar el amor que le tengo a tu padre Yuu?.- le preguntó divertida su madre.

-Es que es asqueroso….

-Oye paso casi el dia entero sin ver a tu madre, es justo y necesario.- Se cruzo de brazos el Hanyou un poco sonrosado mientras las chicas reían.

Llegada la noche, aun no habían señales de Shippo, mientras que Kagome preparaba la cena su esposo le contaba su anécdota del dia a sus hijos y de repente la puerta de la cabaña se abre estrepitosamente dejando ver a un Kitsune todo despeinado.

-Shippo! Que te paso?!.- exclamó Yuu.

-Estaba…estaba….- intentaba articular palabra entre su agitada respiración.

-Enano respira aunque sea!.-

-Estaba con Akane pero cuando venia en dirección para aca pensé en traer un jabalí para cenar pero me adentre mucho en el bosque y escuche a unos youkais aparentemente pertenecientes de otra región hablar sobre unas estrategias sobre atacar un lugar y muchas cosas, sin embargo notaron mi presencia y corri lo mas que pude hasta que los perdi con mis trucos y pude llegar por fin.- dijo después de tomar aliento y sentárse.

-Pasaste por mucho Shippo nii-san.- dijo la niña de unos 5 años mientras le arreglaba su cabello marron.

-Asi que Akane eh?.- dijo Inuyasha haciendo que el kitsune se sonrojara.

-Eso no te incumbe!.- pronuncio algo alterado causando la risa de su ahora padrastro.

-Bien familia, la cena esta lista!.- anunció Kagome y todos tomaron asiento en la mesa.- Shippo, hablaremos después.- le susurró y el asintió.

La cena transcurrió tranquila entre diálogos, peleas por la carne entre un Hanyou y un Kitsune, risas y todo lo demás hasta que ambos niños se fueron a dormir dando lugar a la platica que estaba pendiente.

-Bien Shippo, explicanos bien que estaban platicando esos youkais

-Pues verán, dijeron esto….

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-Rin el baño esta listo!

-Ya voy Himeka!.- se desnudó y se adentró en la tina.- Viste que lindo el kimono que me regaló el amo?

-Muy hermoso, son respecto a eso, Sesshomaru me ha dicho que te lo tendrías que poner mañana, al parecer tenemos visitas importantes.- le dijo mientras le frotaba la espalda.

-Oh si que bien! Pero que clase de visita?

-No lo se muy bien, creo que son del Este, es raro que no me quiso dar muchos datos, pero bueno, así es él.- Rin asintió apoyándola en su comentario.

-Eso quiere decir que estaré libre de clases?.- preguntó ilusionada

-No te vas a salvar, la visita vendrá en la noche, por lo que amanecerán aquí así que tienes que coger tus clases jovencita.- y ahí quedó su ilusión.

Se puso su yukata, se despidió de Himeka y se entregó a los brazos de Morfeo. Mientras que, en otra recamara, cierto Daiyoukai miraba la luna menguante en el cielo estrellado desde su ventana, la misma que poseía en su frente, marca del linaje del que provenía. Sus pensamientos llegaban a la mente sobre todo lo que estaba pasando y lo que podría pasar si no se mantenía un acuerdo. Si sucedia lo peor, tendría que mandar a su protegida a un lugar seguro o correría peligro al ser humana, sin embargo, se había acostumbrado a su presencia que se le hacia difícil tener que pensar en volver a ver sus lagrimas recorrer su rostro delicado al mandarla lejos.

El pergamino que antes había recibido, trataba de una alianza entre el Este y el Oeste, por lo que se discutiría el tema en el palacio del Lord Sesshomaru al día siguiente, puesto que era mejor tratarlo lo antes posible. Mañana seria un día agitado.

Llegada la mañana, todos a sus labores, el palacio se estaba organizando para recibir invitados, sirvientas y mucamas organizaban habitaciones, Ryu asignaba vigilantes por todo el lugar y por los exteriores. Mensajeros repartían pergaminos por distintos lugares y también llevaban los suministros ordenados para los banquetes por las youkais a cargo del orden del palacio, en otras palabras, Himeka y algunas sirvientas.

-Hay mucho movimiento no es verdad señor Jaken?.- la protegida y el aludido caminaban casualmente en la misma dirección pero destinos diferentes.

-Claro que si mocosa, hoy es un dia importante y todo debe estar en perfecto orden y yo El Gran Jaken tiene que encargarse de eso.

-No será que solo esta cumpliendo mandados de Ryu y el amo Sesshomaru?

-Niña irrespetuosa, acaso no sabes que soy alguien importante aquí? Soy la mano derecha del amo grábatelo en tu pequeño cerebro!.- como siempre protestaba por todo.

-Espero que el Lord no te haya escuchado Jaken.- un youkai conocido por su educación hizo acto de presencia con sus palabras las que provocaron un escalofrió en la espalda del youkai verde.

-Hola señor Kitamura.- saludó Rin.- Como esta?

-Muy bien gracias, a donde se dirige señorita?.- cuestionó el youkai de ojos grises.

-A mis clases de literatura y usted?

-Iba a preguntarle algo a tu nana sabes donde podría estar?.- la chica negó.- Jaken tu lo sabes?

-Tratame con respeto Kita de pacotilla.- dijo de mala gana.- Seguramente esta en el recibidor.

-Muchas gracias, a propósito, el respeto se gana Jaken. Suerte en tus clases dama Rin, nos vemos mas tarde.- se despidió.

-Gracias, Adios!.- siguió caminando rumbo a sus clases por los pasillos.- Señor Jaken debe ser mas amable.

-Tu cállate!.- tomó otra dirección.- "Debe ser mas amable Señor Jaken".- imitó la voz de Rin de forma rara para luego refunfuñar. Así, la chica dio con la biblioteca.

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-Recuerden, cuando lleguen los del este le ofrecen el ponche que prepararemos, sean atentas.- la inuyoukai de ojos violetas le indicaba a las sirvientas que hacer quienes asentían.

-Himeka.- llamó Kitamura al verla en el recibidor tal y como dijo Jaken.

-Oh Kitamura.- respondió al voltear por oir su nombre.- Dime en que te puedo ayudar?

-Tan atenta como siempre.- halagó.- Vine a ver si necesitabas ayuda con las sirvientas.

-Bueno, creo que tengo todo en orden pero gracias por tu intención.

-Señora Himeka, disculpe la intromisión, pero de que será el ponche? De crema o de alguna fruta en especifico?.- preguntó una sirvienta

-Creo que seria mejor de crema, es menos complicado.- respondió

-Para que es el ponche?.- pregunto Kitamura.

-Es para recibir a los del Este cuando lleguen.- contestó Himeka.

-Tantos años Himeka y aun no sabes que lo mejor es un coctel de frutas? El ponche contiene alcohol y no es lo mas apropiado para recibir invitados.

-Es que es la primera vez que me encargo de cómo los vamos a recibir, además podemos hacer un ponche de frutas sin alcohol Kitamura.- se defendió.- No se porque esta vez no te lo dejaron a ti.

-Bueno, sabes dirigir mejor a las youkais que yo, además, el coctel de frutas es mejor ya que los refrescara del largo viaje hasta acá.- dio su veredicto.- Así dejaremos mejor imagen por lo tanto preparen eso Kirika.- le dijo a la sirvienta quien asintió y se retiró.

-Siempre eres así de estricto con estas cosas?.- le preguntó soltando un suspiro pesado.

-Si deseas también puedo se maleducado.- le susurró al oído seductora y coquetamente.

-Pe-pero que cosas di-dices?.- tartamudeo por la cercanía y el tono de voz del youkai separándolo de ella.

-Oh ¿por qué te pones nerviosa?.- siguió con su mismo tono de voz a pesar de estar a una distancia prudente, a fin de cuentas nadie estaba interesado en su conversación.

-No estoy nerviosa.- giró el rostro al sentir un ardor en su rostro y luego se dispuso a caminar.

-Entonces veamos en que mas te puedo ayudar.- dijo siguiendo su paso a pesar de las protestas de Himeka.

Al pasar el medio dia, y al llegar la tarde, Kitamura se despidio de Himeka luego del almuerzo pues tenia clases con Rin. Asi, al llegar el atardecer ya Rin había terminado sus obligaciones, empezando a caminar a sus aposentos pues se imagino que en unos momentos tenia que alistarse.

-Rin!.- un niño le llamó.

-Kotaro?.- pronunció al ver al niño de unos 11 años aproximadamente.- Hola, tu madre se mejoro?

-Si, ya se deshizo de esa enfermedad.- respondió.- Hace mucho que no juegas conmigo ni con los demás.

-Oh perdón pero he estado ocupada, últimamente tengo que tomar clases no se porqué.- le contestó al hijo del comandante, este tenia los ojos negros como él, pero su cabello era también azabache.- Pero prometo que jugare con ustedes pronto, es mas creo que tengo algo de tiempo ahora que te parece?

-Claro! Llamare a los demás, espérame aquí.

No pasaron mas de dos minutos cuando Kotaro volvió con mas amigos.

-Rin te extrañamos!.- una niña con ojos como el cielo en la mañana la abrazó.

-Yo también pequeña.- correspondió el abrazo.- Y bien a que quieren jugar?

-Por que no mejor nos cuentas una de tus historias?.- dijo otro de los niños de 8 años.

-Si, ya que mi padre me dijo que hoy al anochecer vendrían personas importantes.- apoyó Kotaro.

-Bien, les contare esta del señor Jaken….- y empezó el relato sentándose en el cesped causando risa entre los niños.- Entonces cuando el señor Jaken me vio con el amo empezó a alabarlo y el amo le tiró una piedra, lo hubieran visto!

-Jajaja Jaken siempre jajaja.- se reian los niños

-Rin! Ven es hora de que te alistes!.- su nana la llamaba.

-Ya voy!.- le respondió.- Bueno niños nos vemos luego.- se despidió y ellos se despidieron de ella.

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Himeka ayudo a arreglar a Rin, el kimono le quedaba perfecto, acentuaba las ligeras curvas que la chica poseía, un collar de perlas adornaban su cuello mientras que su cabello recogido con una flor a un lado caía como cascada, estaba preciosa. Ambas ya arregladas salieron de la habitación en dirección al recibidor ya que Jaken les informó que los invitados habían llegado.


Para ser solo el primer capitulo creo que deje muchas incógnitas. Decidí hacerlo así para empezar a desarrollar cada una en los siguientes capítulos, ah y aun en el capitulo 2 creo que habrán mas. Espero que sigan leyendo la historia que con tanto esfuerzo escribo para ustedes.

Me gustaria que me dieran su opinion con reviews para motivarme a seguir escribiendo, su opinion es importante para mi.

De antemano les digo que LOS AMOOOOO! y los invito a leer mis otros fics: Conviviendo en tu epoca, Que linda es la vida y proximamente Intruso.

Chao, nos leemos