Hola mis queridas lectoras, por aquí me tienen nuevamente con esta nueva locura que no paraba de zumbar en mi cabeza. Así que SEAN BIENVENIDAS.

Quiero agradecer a Manu DeMarte por las hermosas portadas que hizo para la historia.

Bueno de momento no me quiero extender mucho así que les pido de favor que al final lean unas pequeñas aclaraciones que tengo que hacerles.

Disclaimer: Los personajes de toda la historia pertenecen a la fabulosa Stephenie Meyer y a la serie de tv estadounidense Bones (Huesos, en español), yo solo juego con ellos, la trama de la historia es completamente de mi autoría.


CAPÍTULO 1

VETE YA

"Una vez más viniste a buscarme…
Una vez más clamas por mí,
una vez más te muestras desesperado
por no alejarte de mi lado,
por no perder el contacto conmigo…
Eres un cínico… no hay razón que te justifique,
no hay perdón que alcance
para salvarte de la culpa
de haber destruido mi amor.
Mientras estuviste cerca
dejaste mis días sin luz,
mis abrazos vacíos,
mis besos en el aire,
mis caricias bloqueadas y mis sueños hechos trizas.

Tuviste mi corazón aún con vida en la palma de tu mano
y no te importó, estrechar tus dedos
y juntarlos hasta que el aire en tu mano no entrara
y mis latidos poco a poco se apagaran.

¡VETE YA!

Anónimo."

Los brazos de aquella mujer, que desde hace dos años había actuado como una madre para ella, la acogían mientras lloraba desconsoladamente.

Y es que su corazón estaba hecho pedazos, sentía que su vida se derrumbaba, que el único pilar que la sostenía se estaba desmoronando y dejando solo mil pedazos de ella.

El hombre que había conocido desde niña, su mejor amigo, la persona que la había mantenido a flote cuando la vida de sus padres se extinguió a causa de un grave accidente automovilístico, dejándola sola en el mundo; y su gran amor en la actualidad, le había dado la estocada final en su corazón.

Nunca llegó a imaginar que la situación en la que se encontraban desde hacía ya casi un año llegara a tener ese final. Aún se negaba a aceptar que el hombre que tanto amaba la hubiera engañado de esa forma, cualquier otra cosa hubiera esperado menos eso; sentía su alma desgarrarse por dentro y a pesar de que quería ser una mujer fuerte y valiente, sencillamente en ese momento sentía que sus fuerzas habían salido huyendo de su cuerpo.

Esme Cullen acunaba en sus brazos, maternalmente, a aquella muchacha a la que siempre había considerado y querido como a una hija. Y sufría, sufría mucho al verla así de destrozada y más aún por saber que el culpable de todo ese dolor era su propio hijo. Ella tampoco nunca pensó que las cosas fueran a llegar a ese punto, sabía que Edward la amaba; más aún a pesar de eso, siempre había anhelado más y más, pero sin duda alguna iba a pagar un precio muy alto por sus ambiciones, y también tenía más que claro que a pesar de todo el dolor que le infringiera a esa gran mujer y se infringiera a sí mismo, no iba a cambiar su accionar, y lo lamentaba, lo lamentaba y mucho, porque aún al tener su corazón dividido, su amor de madre le gritaba interiormente que ayudara a ese joven ángel de alas rotas que consolaba entre sus brazos; aún a costa de la felicidad y salvación de su propio hijo.

Se lo debía a su mejor amiga y hermana de corazón, Reneé.

Separó un poco a Bella de su pecho y acunó maternalmente su rostro para proceder a limpiar el camino de lágrimas que seguían y seguían surcando su rostro.

-Mi hermosa niña – le dijo, una vez la sintió un ápice más calmada – lamento mucho que sea mi propio hijo el causante de todo tu dolor – expresó con sinceridad, mirándola maternalmente y con ojos cristalinos, intentando frenar sus propias lágrimas, que pugnaban por salir. Bella iba a decir algo pero ella colocó su dedo índice sobre sus labios para que la dejara continuar – sé que será él quien más sufra con todo esto cuando realmente tome consciencia del daño que te está haciendo y que se está haciendo a sí mismo.

El rostro de Bella volvió a contraerse ante las palabras de Esme, y volvió a acurrucarse en el pecho de la mujer, volviendo a llorar.

Esme volvió a abrazarla con fuerza mientras dejaba suaves caricias en su espalda y esperó a que se calmara nuevamente para continuar.

-Tú no tienes la culpa de nada, Tía Esme – dijo Bella entre susurros después de un rato, un poco más calmada pero aun hipeando; Esme sonrió, como lo hacía cada vez que escuchaba llamarla tía, y es que a pesar de no tener lazos sanguíneos, el haberla visto crecer y el haber sido la mejor amiga de su madre le había conferido ese título que nadie le quitaría – ni tú ni tío Carlisle son los responsables de los actos de Ed… de él – terminó por decir cuando no pudo ni siquiera llamarlo por su nombre, le dolía mucho su traición.

Esme volvió a apartarla un poco sin quitarla de su regazo.

-Lo sé mi niña – el labio de Esme tembló un poco – pero no puedo evitar pensar que en algo tuvimos que fallar para que él se comportara de esa forma.

Bella negó, en desacuerdo con ella.

-Ustedes le dieron todo cuanto estaba a su alcance – replicó – principalmente amor, pero él siempre quiso más, nunca entendió que para mí, lo que teníamos era más que suficiente, que juntos podríamos salir adelante, siempre y cuando estuviéramos así, juntos, pero no, él siempre quiso más – dijo entre dientes.

La mujer de rostro maternal; en forma de corazón, cuyos cálidos ojos resaltaban al ser de un color verde esmeralda, los mismos ojos que había heredado Edward, con la única diferencia que últimamente los ojos de él muy pocas veces reflejaban la calidez que proyectaban los ojos de su madre; reflexionó un poco las palabras de la joven, más sin embargo negó.

-Al principio nos engañábamos pensando que lo único que él quería era una mejor posición para poder ser digno de ti – expresó a manera de explicación – cuando vivían tus padres, de una u otra forma y a pesar del excelente trato que ellos le daban, él siempre sintió que no era digno de ti y que para serlo debía obtener más, porque la posición económica de ustedes era mejor que la nuestra.

-Sabes bien que para mi familia eso nunca fue importante – rebatió Bella, indignada, aunque siempre había sido conocedora de ese hecho – ustedes fueron los mejores amigos de mis padres, fueron nuestra familia, ellos nunca los vieron de esa forma, al contrario.

-Lo sé mi niña, lo sabemos – dijo Esme – pero ese pensamiento nunca lo pudimos sacar de la cabeza de Edward, y créeme que no lo estoy justificando ahora, porque NADA justifica lo que te ha hecho, y como te dije sé que más después se va a arrepentir bastante.

Bella dirigió su mirada hacia el ventanal que había en la sala de aquel acogedor hogar, que tantas veces había visitado, y en el cuál tenía recuerdos tan hermosos y dolorosos a su vez.

Allí había pasado muchos días y noches desde su niñez hasta la actualidad, ahí había pasado una temporada cuando sus padres habían fallecido y sus tíos y Edward no habían dado su brazo a torcer cuando ella quiso quedarse sola en su casa ahogando su dolor. Aquella casa era como su segundo hogar, pero ahora tanto ese hogar como su propia casa y la misma ciudad donde vivía la asfixiaban, sencillamente sabía que no podía seguir en ese lugar.

-No puedo seguir aquí – dijo Bella después de unos minutos de silencio.

Aquellas palabras fueron como una daga en el corazón de Esme, porque de alguna u otra forma, en esas pequeñas y cortas palabras entendió que no solo se refería a esa casa, sino a todo. Ahora sí que no fue capaz de impedir que las lágrimas surcaran sus mejillas. No quería dejarla ir, la quería como a su hija, pero también era consciente de que si se quedaba le harían más daño y ya no quería verla sufrir.

-Pero no sé a dónde ir – continuó Bella ante el silencio de Esme.

Y fue con esas palabras que Esme Cullen entendió que había llegado el momento, que debía entregarle a ella la última oportunidad para empezar de nuevo o más bien para continuar con una vida que quedó en pausa. Reneé se lo había pedido en su lecho de muerte y ahora debía de cumplir su última voluntad.

La instó a levantarse.

Bella la observó dubitativa y con el ceño fruncido ante la acción de ella, pensando que había herido a su tía más de lo que imaginaba, pero al ver en la mirada acuosa de ella y en su rostro un deje de tranquilidad, intentó calmarse un poco también.

Esme tomó su mano y la guió hacia las escaleras que llevaban al segundo piso de la casa. Caminaron por el pasillo y luego ingresaron al dormitorio de ella y Carlisle, la dejó sentada en la cama y ella se dirigió hacia el pequeño closet que tenía, el cual abrió y empezó a rebuscar un poco hasta que finalmente dio media vuelta, pero esta vez con una pequeña cajita entre sus manos, se sentó a su lado colocando la cajita en su regazo, y luego la miró profundamente.

-Sabes que Reneé y Charlie no eran tus padres biológicos – no preguntó si no que afirmó, Bella asintió.

-Sí – contestó ella, extrañada por sus palabras, sus padres le habían dicho que ella era adoptada, cuando tenía 12 años – pero para mí siempre fueron mis padres, el enterarme de eso nunca hizo ninguna diferencia para mí.

-Así es mi ángel – Esme tomó la mano de Bella – ni siquiera te rebelaste ni batallaste cuando te lo dijeron, ni mucho menos después en tu época de adolescencia y eso dice mucho de tu noble y gran corazón, siempre tuviste amor para ellos y para todos.

-¿A qué viene esto ahora? – preguntó la joven al ver que Esme dudaba un poco en continuar.

Esme suspiró profundamente, para darse valor y continuó esta vez mirando la caja en su regazo.

-A que aquí… – dijo esta vez poniendo la mano libre encima de la caja – tienes la oportunidad para empezar de nuevo, para buscar tu felicidad. Enante me dijiste que no podías seguir aquí – Bella asintió – pero que no sabías a donde ir – ella volvió a asentir – pero aquí, mi pequeña – señaló la caja – aquí está tu as bajo la manga, una segunda oportunidad para empezar una nueva vida, porque estoy más que segura que quedarte aquí, que ver cómo mi hijo continúa dañándose y lastimándote a ti, terminará por destruirte… Aquí – tomó la caja entre sus manos para ponerla sobre el regazo de Bella – tienes tu segunda oportunidad para empezar una vida que siempre estuvo esperando por ti.

Bella miró la caja, ahora en su regazo, y volvió a mirar a Esme, sin saber qué hacer…


Bueno aquí tenemos el primer fragmento de esta nueva historia, quise empezarlo de esta forma porque será una de las partes más importantes para la misma, el momento de la transición en la vida de Bella. Pero no se preocupen que en los capítulos siguientes la historia tomará su cauce correcto para explicar todo lo que aparece en este pequeño comienzo.

Espero que les haya gustado.

Como dije al principio, tengo unas cuantas aclaraciones que hacerles para que puedan entender la historia así que espero que las lean a continuación:

1. La historia como ya les dije al principio será un crossover entre los personajes de la Saga de Crepúsculo y la serie Bones (Huesos en español)

2. La historia tendrá un matiz diferente a lo que he escrito hasta ahora así que les dejo a su propio criterio continuar leyéndola o no, porque la trama ya la tengo definida en mi cabeza y no va a variar. Pero igual espero que se animen a leerla.

3. La personalidad de los personajes no siempre será fiel a los libros, películas y/o serie, puede que a rasgos generales lo sea pero también puede que se diferencien un poco de su personalidad original y rol en la historia. Tengan esto en cuenta.

4. Sólo aparecerán los personajes que considere necesarios para la historia, así que si no aparece alguno de los personajes más comúnmente implicados en otras historias no se vayan a extrañar, ya que en esta ocasión me tocará jugar con los personajes de ambas historias (saga y serie).

5* No tendré día específico para actualizar, pero intentaré hacerlo tan pronto como pueda, quienes ya han leído mis anteriores historias, sabrán cómo me manejo en cuanto a este punto, lo que si quiero asegurarles es que si Dios lo permite claro está, no dejaré inconcluso este fic. Todas las historias que he empezado las he terminado y es lo mismo que espero poder hacer con ésta.

Bueno por el momento es solo eso, así que nuevamente bienvenidas a aquellas lectoras que le van a dar una oportunidad a esta historia y muchas gracias por ello. Si no pasa nada el domingo estaré publicando el primer capítulo en firme de la historia, esto solo fue algo así como un "aperitivo".