Capitulo 4

"Fuertes declaraciones" en las piscinas.


─ ¡Haku! ¿No quieres que suba ahí contigo? ─ Asahi estaba de colado en la fila para los toboganes. Preocupado, levantaba la vista tapándose la cara para que el sol no lo cegara. Los bañistas se quejaban, sobre todo los turistas; y la pequeña castaña que también estaba al cuidado del deportista, miraba asustadiza a todos lados.

─ Para la próxima ojii-san* ─ gritó Haku, Asahi suspiró ¿Tenía que llamarle así?

─ ¡Ese chaval tiene agallas! ─ se escuchó decir detrás del estudiante. Un grupo de universitarios comenzaba a alardear acerca de la valentía del niño que se atrevía a aventarse desde el tobogán más alto y empinado del parque, "¡Yo a esa edad me mojaba los pantalones de sólo ver la caída!" decían.

Obviamente con esos comentarios, a la estrella de Karasuno la paranoia se le subió y estuvo a punto de correr para treparse a buscar al niño, pero la pequeña se aferró a él por miedo a quedarse sola. Sin más remedio, Asahi la cargó y se abrió paso entre la gente para ir hacia el otro lado.

─ No puede pasar a esta área ─ dijo un salvavidas ─ de este lado caen los bañistas que se avientan del tobogán.

Antes de que el castaño pudiera replicarle algo, se escuchó el grito emocionado de Haku quien descendía velozmente gracias a su pequeño cuerpo. En un abrir y cerrar de ojos llegó al cauce levantando una ola gigante que terminó empapando a Asahi, al salvavidas y a la pequeña Sahori que aún estaba en sus brazos.

─¡ Yahooooooo! ¡Otra vez! ─ El niño levantó los puños triunfante mientras parecía haber un público que enardecía en aplausos premiando su osadía.

"Alguien que me ayude "pensó Asahi con la tensión subiéndole poco a poco, cuidar infantes para él no era nada fácil.

Mientras tanto, del otro lado del parque, justo en la entrada principal para ser más específicos; los joviales cuervos de Karasuno todavía hacían fila para la taquilla.

─ ¡Desde aquí se pueden ver los toboganes más altos! ─ señalo Hinata sin ocultar su inocente emoción, haciendo que tanto Noya, cómo Tanaka y hasta Kageyama voltearan entusiasmados, porque, aunque este último al principio pensó que era una pérdida de tiempo, la idea le entusiasmaba tanto cómo a los otros tres.

Sin embargo, siempre hay alguien que no está del todo en sintonía.

─ ¿Dónde queda la próxima parada de autobuses?

─ ¡Tsukishima aguafiestas! ¡Deberías agradecer que te trajéramos! ─ Tanaka le agitaba el puño al aire irritado por la insolencia del más alto.

─ Fui traído a base de mentiras ─ le contestó el rubio tan altivamente.

─ ¿Cómo no te diste cuenta?

Kei sonrió arrogante ante el intento de sarcasmo de Kageyama y le respondió:

─ Uno se acostumbra a las estupideces y a las incoherencias a su alrededor. Ya uno ve normal las cosas que le piden.

─ ¿¡Que dijiste!? ─ le miró amenazante Noya.

─ Nada. Que sus conductas son muy constantes, eso es bueno para las personas que no tienen cosas en que preocuparse ─ volvió a sonreír burlesco el rubio.

─ ¡No sé lo que dijiste pero estoy seguro que no es un cumplido!.

Tsukishima entorno los ojos ante el reclamo ingenuo de Hinata.

─ ¡Hey!¡Los revoltosos de en medio de la fila! ¡Orden o los mando hasta atrás! ─ Un guardia con cara de pocos amigos les hizo la amenaza ante la conducta revoltosa (en realidad natural ) de los muchachos.

─ Tsukki, ¿Por qué no nos quedamos? ─ interrumpió casual y naturalmente Tadashi, su joven amigo.

El mencionado sólo chasqueó la lengua y ajustando sus gafas ignoró a los otros tres, incluso al guardia que los regañaba por andar "alterando el orden con sus gritos"

─0─0─0─

Existen innumerables razones que Daichi puede decir para tratar de explicar el porque estaba enamorado perdidamente de Sugawara. Él podría mencionar que era por esa belleza (por que le parecía atractivo y en realidad el peliplata lo era) tan natural que aquel poseía, o por ese carácter alentador que siempre impulsaba al setter para dar un paso para superarse así mismo mientras inspiraba confianza a los que estaban a su alrededor; también estaba esa ternura "maternal" que Suga desprendía sin siquiera darse cuenta cuando cuidaba, regañaba, se preocupaba y reía junto a su adorado equipo.

Así, el capitán podría seguir sin cansancio enlistando hasta el más mínimo detalle que no cualquiera notaría; desde el perfecto y pequeño lunar que adornaba el borde inferior del ojo de su amado, hasta la naturalidad de sus sonrisas tan bonitas.

Daichi suspiró cómo todo un adolescente enamorado mientras contemplaba al dueño de esas infinitas cualidades, ahí dentro del agua jugando con Natsu y los gemelos.

Mientras le observaba sentado en el borde de concreto, por un instante su semblante cambio a uno de tristeza haciendo que bajara la cabeza observando sus propios pies dentro del agua, si existe alguien a quien dar alguna explicación y rendir cuentas por sus sentimientos, únicamente esa persona era Suga y nadie más; aunque eso ya lo había hecho y el resultado aún inconcluso, le carcomía el alma. Koushi parecía evadir el tema, y le avivaba así los miedos a Daichi de un rechazo o peor aún , de un alejamiento.

─ ¡Daichi –san, vuelva al agua con nosotros! ─ La pequeña cabellos de zanahoria agitaba su manita para que la viera mientras era cargada en brazos por Suga. El capitán le devolvió el gesto dispuesto a ir , pero en cuanto entró a la alberca fue interceptado por los dos gemelos que se le aventaron encima.

─ ¡Hagamos carreras de nado Daichi-san ! ─ Prácticamente los gemelos se lo secuestraron haciendo que por un instante se distrajera de sus penas; Sugawara a unos metros río por lo bajo, enternecido y divertido por la escena de ambos niños jalando a su compañero y amigo.

Natsu, aún en los brazos del mayor, iluminó con una sonrisa tierna y amplia su rostro, haciéndole recordar algo a su cuidador, una duda que básicamente tenía en la mente desde que la vio por primera vez.

─ Hey Natsu-chan ─ dijo con voz amable ─ ¿Tienes hermanos?

─ ¡Sí! ─ le sonrió la niña ─ ¡Tengo un hermano mayor , y es el mejor hermano del mundo!

─ y…y ¿Cómo se llama?

─ ¡Shoyo-chan!

"Ya decía yo" pensó el mayor sonriendo "son cómo dos gotas de agua"

─ o─0─0

─ ¡Quítate Hinata!

─ ¡De ninguna manera, yo seré quien entre primero a la alberca!

Kageyama y Hinata nunca dejaban de lado sus tan acostumbradas discusiones (aunque fueran las más infantiles del mundo), tal vez de manera inconsciente les resultaba como un pretexto para nunca estar en silencio entre ellos dos, o para que ninguno se diera cuenta realmente lo que comenzaban a sentir uno por el otro.

Sin embargo a veces…

─ ¡Se van al final de la fila!

Podría ser algo problemático .

El guardia que anteriormente les llamó la atención a todos ellos, lucía impaciente, en realidad era un señor cuarentón que se tomaba muy en serio su trabajo: orden dentro su turno o el mundo ardía.

─ ¡Pero si estamos a punto de pagar la entrada!

─ ¡Al final o se les restringe la entrada!

Ambos deportistas miraron a ver a sus senpais.

─ ¿Son sus amigos?

─ Yo ni los conozco ─ contestó Tsukishima ante el cuestionamiento nada amistoso del hombre. Pagando dos entradas e ingresando de lo más natural al parque siendo secundado por Yamaguchi dejo tal suerte a Tanaka y a Noya con el guardia fulminandoles con la mirada.

─ ¡Nosotros tampoco! ─ Los otros generalmente no abandonarían a sus amigos, pero si vieran la cola de entrada, llenísima y además lentísima, más que era fin de semana, a lo mejor entenderían su pequeño desliz. Así que se apresuraron a pagar y corrieron hacia el otro lado de la reja.

─ ¡Traidores! ─ Gritaron los abandonados.

─ ¡ Al final de la fila ustedes dos!

Ambos chicos no tuvieron más remedio que acatar las órdenes, haciendo mil muecas de desagrado (sobre todo Hinata) y se fueron hasta el último puesto.

─ Todo es tu culpa Bakeyama ─ se quejó el más bajo alejándose unos cuantos pasos de él.

─ ¿Mi culpa? ─ el pelinegro lo alcanzó para seguir reclamándole. Las cosas no podían estar peor, pensaba Tobio. Hace un par de horas casi se desangraba en plena sala de su compañero por verlo prácticamente en boxer y ahora se quedaría con él solo. Maldijo por lo bajo luego de desquitarse verbalmente (y en voz baja) con ese individuo que los mando hacia atrás.

En las piscinas principales, los niños seguían jugando mientras los cuidadores asignados los vigilaban desde la orilla de la alberca.

─ ¿Así que es la hermanita de Hinata? ─ Suga asintió ─ Vaya que si se parecen.

─No hace falta que lo digas Daichi ─ sonrió el peliplata.

─ ¿Sabes?, sólo tú no pasas por alto esta clase de cosas.

─ ¿Qué cosas?

Daichi le sonrió y por tan solo un instante sus miradas se encontraron. Suga sintió cómo el corazón se le acelero y el rostro se le entibiaba de poco en poco, más cómo pudo, trato de disimular, desvió el rostro y dijo sin titubear intentando sonar exigente.

─ Dime a que te refieres ─ pero la expresión le salía cómo un tierno reproche, muy a pesar del muchacho seguro de sí que intentaba ser, así cómo había sucedió en otros tiempos.

─ Sólo tú conoces esos detalles de tus hij… de tus compañeros cómo para sentir la corazonada de que algo está intensivamente relacionado con ellos. Cuando los demás sólo pueden percibirlo cómo una coincidencia o una mera sospecha.

─ Daichi, ¿ibas a decir hijos?

─ No, yo no…

Y para su sorpresa el peliplata comenzó a reír suavemente.

El capitán se sintió un poco apenado por sus pensamientos casi revelados, más la imagen que le regalaba esa persona tan preciada hacía que lo amara aún más; todo él lucía natural, jovial, sincero. Deseaba con toda su ser verle siempre sonreír, anhelaba compartir mutuamente esos sencillos momentos de la vida cotidiana que con tan sólo su presencia se volvían especiales y, por más que quisiera tener paciencia para asegurarse de los sentimientos de Sugawara, quería llenarlo de una vez por todas con cuidados amorosos y protección devota, pues sentía que por fin había encontrado todo lo que quería en su amigo, confidente y compañero de equipo.

─ Creo que no debemos dejar a Natsu y los niños solos ─ dijo Suga en cuanto terminó de reír y se levantó con intención de entrar a la piscina nuevamente, más Daichi lo tomó por sorpresa al agarrarle de la muñeca haciendo que lo mirara. Entonces aquel soltó su agarre de inmediato mirando a ver a otro lado avergonzado por su impulso. Cómo menciona una canción, el amor te ciega, el amor es una cosa pura y de él no te escapas, así de fácil; y Daichi solamente estaba haciendo su lucha para obtener una respuesta (aunque esta vez no se atrevió del todo al recordar que al fin y al cabo todo dependía de Suga)

─ Daichi yo…

Se escucharon pasos veloces y de repente una buena cantidad de agua se levantó empapando por completo a aquellos dos.

─ ¡Já! ¡Te gané!

─ ¿Estás loco? Lo mío fue un clavado más impresionante y fui el primero en caer en la alberca.

Tanaka y Nishinoya alardeaban mientras flotaban en la superficie luego de sus chapuzones, y era bueno que lo hicieran mientras podían, porque cierto pelinegro los tenía en la mira por dos razones.

Uno, por haber desobedecido la orden de que no vinieran y la más primordial…interrumpió a Suga cuando tal vez estaba a punto de decirle algo importante.

─ Daichi…si vas a decirles algo, mejor…. ─ dijo el setter haciendo un intento de intermediar por los chicos, aún cuando las reglas que rompieron fueron las de él.

─ Dejan que sigan riendo ─ dijo "sonando alegre" ─ Grabemos sus sonrisas idiotas , por que ahora se les van a borrar de la cara.

Sugawara no dijo nada, por que cuando Daichi se enojaba era para poner a un pelotón entero bien firmes.

─ Me pueden explicar ─ decía Daichi ingresando al agua ─ que están ─ dijo poniendo una mano en el hombro de Tanaka ─ ¿Haciendo aquí? ─ finalizó poniendo la otra mano en el hombro de Noya. La cara del mayor tenía una sonrisa, pero su aura era siniestra, sus dos compañeros temblaron cuando Daichi ejerció presión sobre sus pieles.

─ ¡Corre por tu vida Nishinoya!

─ ¡Igual tú!

─o─o─o─

─ Tsukki ¿Por qué no vamos con los demás? ─ Kei no le respondió, caminaron un par de minutos en silencio y de repente el más alto le agarró la mano y lo jaló para ponerse detrás de una de las estatuas del parque acuático que decoraban el lugar.

─ Nos…van a ver ─ Kei acarició la mejilla del más bajo y le dio un fugaz beso.

Esos dos hacia un mes que iniciaron una relación y nadie lo sabía más que ellos. Amigos de infancia, compañeros de equipo y ahora amantes, vivían una etapa en la que sus cuerpos pedían estar cerca uno con el otro, a pesar de ser el rubio alguien que iba directo a la acción sin dar explicaciones y el contrario una persona muy tímida.

─ Si me trajeron así nada más, al menos es justo que tenga mis recompensas ─ le sonrió intencionalmente seductor ante un Tadashi con el rostro colorado.

─o─o─

─ De todas las personas con las que me tengo que quedar en pleno sol y varado en una fila larguísima tenía que ser contigo.

─ ¡Tampoco tú serías mi primera opción! ─ Hinata hizo un mohín y le dio la espalda. En realidad el chico se había ofendido por el comentario del más alto. A veces se reprendía así mismo por pensar de manera especial sobre él, ¡Kageyama era tan idiota a veces!

─ Si tuviera que estar en una isla desierta y me dieran a elegir entre convivir con cocos o contigo, preferiría miles de veces a los cocos.

─ ¿Sabes? Los cocos a lo mejor te dirían "Hey Bakeyama, Rey Bakeyama, ¿No prefiera rematar sólo? ¿Hacer pases sólo? "sus imitaciones de Suga-san son mediocres ¡Qué sonrisa más aterradora tiene usted!" "¿no quiere también un nabo para que le recuerde a uno de sus viejos súbditos?─ terminó diciendo, dedicándole un gesto tan infantil cómo era sacarle la lengua y volvió a darle la espalda.

─ ¡Tú tienes toda la culpa de que nos mandarán aquí atrás! y ¿quien te crees? ¿ el idiota de Tsukishima haciendo sarcasmos ridículos?

¿Ya Saben cuál era la verdad cierto ? Tobio se ponía cada vez más nervioso a lado de Hinata, ya las reacciones que tenía eran mediocremente justificables.

─ Al menos la fila avanza algo ─ volvió a decir Kageyama tras unos minutos de silencio cortesía de la falta de intención que tenía su acompañante para discutir─ Espero que no nos quedemos aquí hasta el mediodía. Ni se te ocurra de nuevo pensar que podrás llegar primero a la piscina…¡Hinata idiota! ¡¿Me estas ignorando!?

─ Sí.

Kageyama enmarco la mirada al ver que Hinata ni se molestaba en verlo. Le estaba enojando mucho que las cosas se le salieran de las manos.

─ ¡Oi! ¡No seas tan delicado! ─ dijo tomándolo del hombro para girarlo bruscamente hacia él, ante el acto reacciono sorprendido frente a su propia desesperación por la ley de hielo que Hinata le puso por tan sólo unos minutos.

─ ¡Sho-chan que sorpresa verte aquí !─ Ambos chicos voltearon a ver deshaciendo la tensión entre ellos. Con una sonrisa resplandeciente, vistiendo un top negro y un short corto de color verde, estaba Kyoko con el pequeño Ryu alzando la manita cómo si también saludara.

─ ¡Ryu-chan! ¡Kyoko-san! ─ Exclamó Hinata ignorando olímpicamente a Kageyama para correr hacia la chica.

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─ ¡Sugawara! ─ Asahi llegó corriendo con la pequeña Sahori lloriqueando.

─ ¿Qué sucede?

─ Es que ella no deja de... ¿Que hacen Noya y Tanaka aquí? ─ El castaño se había fijado cómo los mencionados estaban cabizbajos siendo reprendidos por Sawamura.

─ Creo que no quisiera estar en sus lugares.

La hermanita de Hinata salió de la parte baja de la piscina y se acerco a ellos, dirigiéndose enseguida a Sahori y con una empatía angelical, le preguntó la razón por la cual lloraba, pero la otra sólo repetía que quería irse a casa.

─ No llores ─ dijo Natsu agarrándole la manita ─ ¡Ven! ¡Vamos a jugar! No hay nada que temer, tenemos a Suga-san y a Daichi-san para cuidarnos, que ellos son cómo mamá y papá.

─ ¿Mamá y papá? ,¿eh? ─ Los colores amenazaban con invadir la cara de Suga al escuchar el comentario que inocentemente la pequeña había hecho.

─ ¡Natsu-chan!

La niña cerró un ojito y se tapó la boquita.

─ Suga-senpai usted me recuerda a mi mami. Juega con nosotros, y es tierno cómo ella. Daichi-san se ve aterrador regañando a ese niño y al monje de ahí. Así cómo los papás cuando regañan a sus hijos. Además si son es...

─ Aaaaa Natsu mira, Sahori ya dejó de llorar ─ le interrumpió el vicecapitán, y caía en cuenta de que por más consanguínea fuera de Shoyo una cosa era segura: Ella a pesar de toda la inocencia con las que veía e interpretaba el mundo, era mucho más observadora y perspicaz que su hermano.

─ ¿Por cierto en donde esta Haku?

Azumane se dejó caer en una de las sillas que estaban en las orillas para tomar el sol olvidando los comentarios de la niña pero sobre todo aliviado por que la pequeña castaña que cuidaba, ahora sonreía junto a Natsu.

─ Esta en la fila para los paseos en canoa ─ respondió cómo si hubiera corrido por mil años. Haku era un niño muy enérgico y entusiasta, le recordaba en parte a Nishinoya; ante el pensamiento miro de soslayo a a aquel que aún estaba siendo reprendido por el capitán, y entonces inhalo profundamente.

─ Voy a ver a Haku ─ el castaño se puso de pie nuevamente alejándose ─ Por cierto esa niña realmente parece un Hinata en miniatura ¡le da ánimos a cualquiera! ─ terminó diciendo con una sonrisa.

─ Es su hermanita.

─ ¡¿Que?!

─ 0─ 0─

─ Así que, cómo quien dice vinieron de escapada.

Hinata rió mientras en sus brazos cargaba a Ryu. Por su parte Kageyama tenía cara de pocos amigos. Por supuesto que ver al bebito de nuevo le alegro al instante, pero ahora Ryu estaba acaparando toda atención de Shoyo y a él lo ignoraba descaradamente cómo si no estuviera ahí.

─ ¿Kageyama-kun? ¿Verdad?

─ Ah, sí ─ le respondió este a Kyoko, deshaciendo un poco su mala cara.

─ ¿Por que tan molesto? ¿No me digas que les interrumpí algo? ─ río la joven madre.

─ K-kyoko-san ─ Hinata parecía algo apenado, más aún así ni volteaba a ver a su acompañante ─ No, yo no estaba hablando con nadie.

Kyoko parpadeó ante la afirmación tan seca del pelirrojo.

─ Bueno si tu lo dices, Sho-chan ¿podrías hacerme un favor? ...¡Ah gracias! mira voy a la camioneta a ayudar a mi madre a traer las cosas, el refrigerio, la pañalera, ya sabes. ¿Podría encargarte un breve momento a mi Ryu-chan?

─ ¡Claro que sí!

─ ¡Eres un amor Sho-chan! ─ dijo pellizcándole la mejilla ─ Ahora regreso, ¡Kageyama-Kun cuídalos bien por favor!

Lo último que dijo la pelinegra dejo al setter de primer año con el rostro ruborizado.

─ ¡Ryu te extrañe!

─ Sólo pasaron dos semanas desde que lo viste idiota.

─ ¿Escuchaste algo nene?

A Kageyama parecía saltarle una vena del coraje. Ryu lo volteó a ver provocando que se le bajara un poco esa tensión. El infante extendía los brazitos hacia él pidiéndole en su lenguaje de bebé que lo abrace y por reflejo, Tobio acercó sus manos, pero Hinata dándole la espalda y por lo tanto alejando al infante de él, dio un par de pasos poniéndolo fuera de su alcance.

─ Ryu, no hables con extraños.

Kageyama casi quedó con los ojos en blanco, se las iba a pagar.

─ 0─ 0─

─ ¿Por que tan sonriente hija? y ¿Mi nieto?

─ Mamá ¿¡Que crees!? ¡Encontré a Sho-chan con aquel chico alto con el que estaba en la casa el otro día! ...No te preocupes Sho-chan lo esta cuidando. Mamá ¿trajiste la cámara verdad?

La abuela rió ante el entusiasmo de su hija.

─ Sí, pero no estés acosando a esos niños.

─ ¡Madre! ¿Qué dices? ─ fingió ser la victima acusada y luego sonrío ─ Simplemente voy a tomarle fotos a mi bebé...mientras ellos lo tienen en sus brazos claro.

Kyoko se recogió su largo cabello en una coleta alta y se colgó la cámara profesional en el cuello. Con las bolsas en mano, dejaron bien estacionado la camioneta y se encaminaron a la fila.

Kageyama tenía al bebé en sus brazos alzándolo por encima de él, mientras este reía tan tiernamente, parecía que le encantaba que Tobio lo alzara tan saltaba tratando de alcanzar a Ryu. Obvio, Kageyama se lo había quitado para que al menos con eso le hiciera caso.

Tres cliks en el botón de la cámara. La mamá del bebé capto tres momentos que lucían muy tiernos.

─ ¡Vamos a entrar! ─ dijo Kyoko llamando la atención de los muchachos, pero ellos le explicaron lo sucedido con el guardia, provocando que ella riera divertida ante ese incidente, además que aludieron la fila tan larga que había.

─ No se preocupen, conozco al guardia. Mi esposo le consiguió trabajo aquí ya que es amigo del dueño. Sólo hablare con él y entraremos todos sin hacer tanta fila ─ afirmo ella guiñándoles un ojo.

Los rostros de ambos deportistas se iluminaron "¡Kyoko-sama!" exclamaron admirándola y totalmente agradecidos con ella.

─ o─ o─

─ Lo sentimos Suga-san ─ Nishinoya y Tanaka se inclinaron frente a su amigo ─ sentimos desobedecerte así.

En eso escucharon las risitas de las niñas, Noya alzo la mirada fijándose en Natsu.

─ ¡Woaaa! ¡Es cómo una pequeña Shoyo!

─ Es su hermanita ─ a Suga le daba gracia estar aclarando ese punto. La niña enfocó sus orbes en el peliplata al escuchar aquello.

─ ¿Conocen a mi hermano mayor? ─ dijo ella con el rostro iluminado.

─ Si.

─ ¿Ustedes son de su escuela?

─ Si.

─ ¿Así que en verdad tu eres mamá cuervo? ¡Entonces no estaba equivocada!

Todos comenzaron a reír.

─ ¿Cómo que mamá cuervo?

─ Mi hermano mayor siempre comenta en la mesa...mamá cuervo hizo esto...mamá cuervo nos llamó la atención, mamá cuervo me hizo sentir confiado. ¡Sin duda tú eres mamá cuervo!, cómo dije eres cómo una mami.

─ ¡Que niña tan observadora! ─ dijo Tanaka ─ así es, Sugawara-san es cómo nuestra madre y este sujeto de allá ─ dijo señalando a Daichi ─ Es cómo nuestro padre, ¡Es el capitán del equipo!

Suga trataba de ocultarse por los apelativos irónicamente significativos para él.

─ Monje -san ¿usted igual conoce a mi hermano? ─ Noya reventó de la risa ante lo dicho tan inocentemente por la niña.

─ Te lo mereces por andar hablando de más ─ rió Daichi.

─ ¡Por cierto Shoyo también vino! ─ dijo Noya

─ ¿Mi Oni-chan esta aquí?

Desde lejos se escuchó la voz de Hinata, Natsu enseguida volteó a ver y fue corriendo hacia su hermano.

─ ¡Oni-chan! ─ se le aventó encima y este la cargo en sus brazos, feliz por verla.

Kageyama se les quedo mirando sorprendido.

¿¡Dos de Hinata!? ¡No! ¡Era cómo un replica exacta de él! ¡Dos ángeles!

y parecía que algo irradiaba su mundo aún con más intensidad.


ojii-san:* Es anciano (ja,ja,ja pobre Asahi)

N/A : Alguien debería latiguiarme para actualizar más seguido (?)
¡Ay!, les doy mi palabra de hacerlo más seguido. He visto que a muchos les gustó este fic y eso me hace feliz. Sus comentarios me inspiran en serio. Me dicen que les gusta mi narración y pues estoy agradecida con esos puntos de vista. Hasta ahora nunca fui buena en ortografía o redacción (por eso se me puede escapara más de un error) pero, le estoy poniendo todo el empeño para ir mejorando (En parte por la escuela, que me exige esta cualidad) ¡Gracias!

Alguien me comentó por ahí que a los siete años veía sus novelas con su madre (en lugar de ver doramas cómo la adorable Natsu) ja,ja,ja,
¡Yo igual! y tampoco entendía mucho. Natsu es una inocente pero es muy observadora y si ve Doramas, es por que su mami esta a veces ocupadas y ya saben que su hermano se pasa la tarde entrenando.
Todos amamos la ternura maternal de Hinata, es tan él. Y, no se preocupen, estos dos padres (Daichi y Suga) tendrán tiempo para expresar su amor.

Mis otros fics igual estarán actualizándose igual de seguido. Y si, peco de estar imaginandome miles de cosas con estos deportistas y estar sacando fics inconclusos, pero ya no lo aré más. Voy a trabajar intensamente para terminar estos.

El título de este capitulo me dio risa. Por favor díganme si alguien entendió a que me refería. Yo sé que sí XDD

Nos leemos en la próxima :D